2022 ha sido un año muy intenso. Muchos bombazos que llevábamos esperando al fin se han publicado. Los efectos de la pandemia también se han dejado notar con varios retrasos notables que harán de 2023 más emocionante todavía… ¡Pero hoy estamos aquí para celebrar el 2022! Repasar lo mejor de lo mejor. La «crème de la crème» de los videojuegos.
Eso sí, lo haremos cada miembro de la redacción de manera individual. Cada uno tenemos unos gustos de lo más dispares, además de no habernos dado tiempo de jugarlo a absolutamente todo. Así podemos recomendaros todos joyitas de lo más diversas. Desde mastodontes como Elden Ring a japonesadas más de nicho como AI: The Somnium Files – nirvanA Initiative. Pasando por delicias indie como Tinykin o The Knight Witch. Sin más dilación, estos son los GOTYs de Desconsolados.
Vladimir – Elden Ring, Xenoblade Chronicles 3 y Warframe
Este año he jugado a muchos juegos, algunos han podido tener toda mi atención, otros se la han ganado y la mayoría no han podido tenerla todo lo que me gustaría. Sin embargo, hay juegos que no voy a olvidar y por eso esta lista de mis GOTYS.
Mi puesto número uno se lo lleva Elden Ring sin ninguna duda. Es un juego que me encantó tanto y me absorbió tanto que por primera vez en mucho tiempo me veías parando de jugar solamente para trabajar, comer y dormir. Mucho vicio, mucha diversión y muchísimas ganas de recorrerlo de nuevo muy pronto.
Seguido muy de cerca y en el puesto número dos está Xenoblade Chronicles 3. Un juegazo que ha destrozado mis emociones a lo bestia con su historia y me ha enganchado con su mundo y jugabilidad. Me encanta todo de este jodido juego y espero con ansias todo lo que tenga que ver con el.
Y en un tercer puesto muy disputado se cuela Warframe con el nuevo curso de su historia en The New War y la implementación AL FIN del crossplay, permitiendo a los jugadores de todas las plataformas jugar juntos por primera vez. Geniales noticias para un juego con 8 años a sus espaldas y que sigue añadiendo alicientes para seguir jugando.
Luismi – AI: The Somnium Files 2, Moss: Book II y Dyschronia
Este 2022 me he ido alejando un poco más de los AAA típicos para abrazar al máximo los dos nichos que más me apasionan: las japonesadas y la VR. Por eso, mis juegos favoritos caen en estas categorías… ¡o incluso se solapan! Porque sí, el AA y otras producciones menores han tenido un buen resurgir este año. Ya no es todo tan binario como indie ó AAA. Incluso grandes compañías como Square Enix han apostado por propuestas más arriesgadas de presupuesto medio. Ahí está The Centennial Case: A Shijima Story, donde una increíble historia de misterio y los FMV se dan la mano con excelentes resultados.
Eso sí, los indies también nos han dejado auténticos juegazos que se merecen mucha más atención. The Knight Witch ha llegado casi al final de 2022 con su loca mezcla de Metroidvania, Bullet Hell y juego de cartas para robarnos el corazón a lo grande. Frogun me ha devuelto totalmente a la infancia con su genial plataformeo y delicioso apartado artístico que parece salido de la era PSX. Eso sin dejarme Grapple Dog, otro plataformas que merece mucho más reconocimiento del que tiene. También me he adentrado en las Visual Novels más indies con First Bite, porque los vampiros más horny también deben destacarse.
Volviendo a los AA, hay otras joyitas que merecen ser destacadas. Monark fue un JRPG de bajo presupuesto que me enamoró gracias a su arte y unión de terror psicológico con la aventura gráfica. Undernauts: Labyrinth of Yomi se ha convertido directamente en uno de mis dungeon crawler favoritos. ¿Una de Visual Novel con Escape Room y SHMUP? Entonces Yurukill: The Calumnation Games os atrapará tanto como a un servidor. Otra verdadera joya ha sido Soulstice, que es el Berserk May Cry que tanto deseaba, superando ampliamente mis expectativas.
Pero ya dejémonos de rodeos, que toca hablar del Top 3. El podio lo arranca esa unión que comentaba de VR con japonesadas. Sí, hablo de Dyschronia: Chronos Alternate. Aún falta el Episodio III, pero tras sus anteriores trabajos, tengo fé máxima en MyDearest para darnos una conclusión épica. Incluso a falta de ese episodio final, Dyschronia es una maravilla que me ha enganchado desde el principio. Es como ser el protagonista de un anime. Una historia fascinante de misterio y ciencia ficción, un arte maravilloso o un opening glorioso son sus grandes bazas. Imposible no verse inmerso en su mundo, sobre todo tras engancharme sin remedio alguno a Tokyo Chronos y ALTDEUS.
No abandono la VR, para otro juego que me ha robado el corazón a lo grande. Moss: Book II es la secuela que llevábamos años esperando. El equivalente a Portal de la VR. Un ejemplo de libro (¡ja!) de cómo coger unas bases asentadas por el original, pero expandirlas a lo grande. Una historia más ambiciosa e inmersiva, mecánicas que aprovechan mejor el uso de la VR y un ritmo endiablado para no querer abandonar nunca a la ratoncita Quill. No sólo es mi juego VR del 2022, sino que se ha colocado en mi Top 3 de la VR en general. Una auténtica maravilla que nadie se debería perder bajo ningún concepto, y que demuestra cómo aprovechar la tercera persona en Realidad Virtual de una manera totalmente mágica.
Ahora sí que sí, redoble de tambores para el verdadero GOTY de 2022… AI: The Somnium Files – nirvanA Initiative. Kotaro Uchikoshi es un crack que está muy mal de la cabeza, pero eso nos deja auténticos juegazos. Tras idear la saga Zero Escape ahora no deja de darnos alegrías con los detectives de AI: The Somnium Files. ¿Qué nos espera en esta secuela? Un caso igual de enrevesado, giros de guion loquísimos, una forma muy original de aprovechar el medio para contar su historia y enormes personajes. El original era muy bueno, pero en esta segunda parte se liman todas las asperezas para que todo fluya de manera natural. El casting es incluso mejor (Date, te quiero, pero funcionas mejor como secundario), la trama va más directa para que no nos liemos con complejas estructuras meta-narrativas y los puzzles van más al grano sin perder lo que hace que funcionen tan bien. Sencillamente todo encaja. Sí, es japonesada máxima, pero si os gusta, os garantizo que AI: The Somnium Files se convertirá en vuestra próxima gran obsesión.
Eric – Tinykin, Monkey Island y Kirby
Un año más que pasa, un año más que toca hablar de nuestros GOTYs a nivel personal. Y es que esto del juego del año está claramente marcado por los lanzamientos, pero también por lo que podemos jugar nosotros (cada vez que hablamos del tema me quejo de esto… ¿os habíais fijado?) y, obviamente, de nuestros gustos y preferencias. Es por ello que seguro que muchos veis grandes ausencias en mi lista (yo mismo las veo), pero no es menos cierto que la selección de títulos está colmada de calidad. Esta vez, por cierto, os voy a comentar 3 juegos, pues si bien tengo un vencedor bastante claro, quería traer estos juegos por aquí.
Para empezar, y como comentaba, el primero de estos 2 juegos que me han encantado pero no han salido vencedores es Tinykin. Ya os hablé del título hace un tiempo en mi análisis del mismo, y es un juego que me sorprendió para bien. Sus mecánicas a la Pikmin, su bello apartado artístico y lo divertido y condensado del juego le hicieron un huequecito en mi corazón. El otro juego con el que tengo dudas es uno de los grandes del año, aunque en realidad no sea un título muy grande: se trata, ni más ni menos, del regreso de una de esas sagas clásicas y míticas que se han ganado su estatus a pulso, y es que con Return to Monkey Island se ha puesto en primera plana, una vez más, una aventura del bueno de Guybrush. ¡Y qué aventura, además! Una vuelta a las raices, con multitud de guiños… y facilidades para aquellos que descubran ahora las aventuras del pirata. Vaya, que estamos de enhorabuena, tal y como dejé patente en mi análisis del juego.
Para darle un poco de misterio al asunto, antes de revelar el que ha sido mi juego del año, voy a dejar unas pocas menciones de juegos que me parecen dignos contendientes pero, por un motivo y otro, no los he puesto en mi podio: Monster Hunter Rise: Sunbreak es un claro contendiente porque, pese a ser una expansión en vez de un juego independiente, estamos ante un título colosal (por contenido, por calidad, y por el tamaño de las bestias a las que debemos dar caza), muy recomendable si os gusta la saga o si queréis empezar por ella. Otro que me parece un título magnífico es Bayonetta 3, la vuelta de la Bruja de Umbra tras un letargo más longevo de lo que nos habría gustado, lleno de acción y con novedades (algunas de ellas colosales también, jeje). La tercera y última mención es para Marvel’s Midnight Suns, un título de estrategia que me pareció bastante curioso en su presentación y que, una vez a los mandos, engancha cosa mala. Básicamente, el motivo de no incluir ninguno de estos 3 títulos al podio es el mismo: no los he jugado lo que me gustaría, por lo que no sería un juicio justo. Aún así, estoy convencido que son grandes títulos y una apuesta ganadora.
Pero dinos, Eric… ¿cuál es tu GOTY? Pues, ni más ni menos, que el regreso de un personaje calvo y con hambre de venganza. Esto hablando, claro está, de Kirby y la Tierra Olvidada, la primera aventura (principal) de la adorable bolita rosa en formato tridimensional y que, sencillamente, me mantuvo felizmente pegado a la consola durante varias decenas de horas. Realmente no hace nada nuevo respecto a los títulos anteriores de la saga (a nivel de fórmula, me refiero), y las mecánicas son muy parecidas, pero el salto a las 3D del juego le ha sentado como anillo al dedo, con mayor enfoque a la exploración y una profundidad nunca vista (literal y metafóricamente, ya veis que hoy estoy sembrado…).
Para terminar, quería hacer un breve repaso a cosas interesantes que he jugado, y es que no solo de GOTYs vive el jugador, y lo cierto es que muchas de mis horas se han ido en estos títulos «menores» (pero, para nada, malos), incluyendo algunos de años anteriores. Empezando con el relanzamiento de 2 clásicos en un bonito recopilatorio llamado Klonoa: Phantasy Reverie Series con el que volví a ser un niño chico gracias a revivir uno de los juegos de mi infancia (y del que tenéis mi análisis aquí). Tampoco hay por qué olvidar el divertido y gamberro Turnip Boy Commits Tax Evasion (y que, dentro de no mucho, recibirá una secuela) con el que me reí mucho y disfruté de su banda sonora muchísimo. Otro juego que me dio grandes momentos, aunque reconozco que esperaba algo más de él, fue Tunic, el Zelda wannabe protagonizado por un zorrito monísimo (para más detalles, podéis pasaros por mi análisis del mismo). Casos como el de The Forgotten City me parecen curiosos, pues es un juego que no conocía de nada y al que jugué tras su inclusión en Game Pass y ahora estoy enamorado del título gracias a sus misterios, personajes y desarrollo.
Similar fue el caso de Eiyuden Chronicle: Rising, una aventura que se me había escapado pero que jugué gracias al Game Pass y que, si bien no me pareció redonda, sí me entretuvo mucho (y, una vez más, podéis leer mi análisis en esta santa casa). Y ojo, que a veces juegos de estos «medianitos» también nos enganchan cosa mala, algo que también me pasó con SpongeBob SquarePants: Battle for Bikini Bottom – Rehydrated, un remaster de un plataformas de PS2 basado en el universo de Bob Esponja al que me dediqué en cuerpo y alma para lograr el 100%, y no me arrepiento de nada (si queréis saber más del juego, mi compañero Luismi dejó por aquí su reseña) y del que saldrá una suerte de secuela este 2023. Ojo, que aunque no lo parezca, también le he dado a algunos de los juegos «del momento», como el bonito Stray, una aventura muy bonita aunque sigo pensando que le benefició tener un gato como protagonista. Pero para bonito, mi paso por A Short Hike, una aventura bastante cortita pero de esas que dejan poso en nuestro corazón, con una preciosa historia (aunque no lo parezca en un inicio) y una delicia para los sentidos, especialmente a nivel musical. Y para terminar, algo totalmente opuesto: Mark of the Ninja Remastered, un título de acción y sigilo en 2D que hacía años que tenía pendiente (el original se lanzó originalmente en Xbox 360… ha llovido desde entonces) al que me acerqué tras las recomendaciones de un amigo y, sinceramente, me encantó.
Obviamente, como de costumbre, vemos grandes ausencias en mi lista, tales como Pentiment, Horizon: Forbidden West y God of War Ragnarök (aún tengo que jugar a las «primeras partes» de estos 2 juegos, qué mal…) o A Plague Tale: Requiem, entre otros, sigo con un backlog considerable (ahí siguen Gears 5, Death Stranding, Cyberpunk 2077 o Ghost of Tsushima, por citar unos pocos). Pero sí os digo que, pese a todo, lo importante es no agobiarse, no entrar en absurdas guerras de consolas y, sobretodo, disfrutar mucho los videojuegos, sean cuales sean nuestras preferencias y posibilidades, pues hay cantidad y calidad para todos, y eso es maravilloso. ¡Felices fiestas y os deseo un muy feliz año, Desconsolados!
Ricard Vergés – Elden Ring, Bayonetta 3 y Xenoblade Chronicles 3
Hemos dejado atrás el 2022, un año que prometía traernos todo aquello que la COVID no nos permitió disfrutar antes. Pero la realidad ha golpeado de nuevo en un montón de estudios que ven como sus proyectos más punteros necesitan más tiempo para ofrecer la experiencia deseada. ¿Esto significa que ha sido un mal año? ¡Para nada! Hemos tenido grandes y muy potentes lanzamientos en prácticamente todas las plataformas, pero si nos da la sensación que podría haber sido mucho más de lo que ha sido, al menos esa ha sido mi sensación.
Mi tercer título favorito ha sido la última gran obra de MonolithSoft para Nintendo Swtich: Xenoblade Chronicles 3. No le meto más de cien horas a un juego porque sí, y la verdad es que ha sido una aventura muy épica, con un elenco de personajes excelente y unas mejoras más que sustanciales respecto a sus dos anteriores entregas. Ahora bien, no me cansaré de decir que la saga está adoptando unos tintes de acción “shonen” que el sistema de combate dejó de acompañarle desde Xenoblade Chronicles 2. Creo que va siendo hora de mirar hacia otras cosas, más dinámicas, más directas.
Aun así, Xenoblade Chronicles 3 ofrece un equilibrio perfecto en todas sus vertientes, con un apartado técnico sorprendentemente bárbaro y una voluntad inequívoca por parte del equipo de desarrollo de contentar al recién llegado y al jugador de la saga de toda la vida.
No me muevo de Nintendo Switch, porque este 2022 ha llegado al sistema híbrido, otro de esos eternos deseados, un juego que se anunció demasiado pronto para el infierno que ha sufrido su desarrollo. Estoy hablando, como no podía ser de otra manera, de Bayonetta 3. La última aventura de Cereza sorprende a todo el mundo por su excelente ejecución y por las nuevas mecánicas introducidas que le dan más versatilidad si cabe a un combate ya de por sí excelente. El juego técnicamente es donde más flojea, y es que mantener los 60 fotogramas por segundo en Nintendo Switch significa sacrificar muchas cosas, y en este juego se nota que el sacrificio es, por momentos, abrumador. Aun así, el regreso de Cereza está a la altura de las circunstancias y contenta a fans y no fans, con un juego mucho más amplio y variado, con un humor más “Kamiyense” y con nuevos retos jugables, gracias a la introducción de Viola, el nuevo personaje que cambia radicalmente la forma de jugar que conocemos en la saga Bayonetta.
Y llega mi GOTY, mi juego del año, muy lejos de la híbrida de Nintendo y más cerca de las Tierras Intermedias. Efectivamente, Elden Ring se alza en mi ránking personal como el mejor juego publicado en este año y la verdad, motivos tiene, y muchos. El primero y más importante es que Elden Ring es un mundo abierto maravilloso, lleno de rincones tan preciosos como peligrosos, lleno de retos y secretos por descubrir, lleno de jefes desafiantes que elevan al cuadrado la formula “Souls”. Para mí Elden Ring es la convergencia de todo aquello que hemos visto anteriormente en el universo Miyazaki, un ecosistema que funciona a la perfección. La segunda razón es su jugabilidad y lo bien que encaja un botón de salto, un corcel o unas habilidades de armas tan espectaculares como letales. La incorporación de invocaciones le dan al juego un plus de variedad, y porque no decirlo, también facilita la empresa del juego, pues Elden Ring es disfrutable de muchas maneras, desde un enfoque más clásico a un enfoque más orientado a la exploración, al desarrollo extremo de personaje y a la recompensa de obtener equipo tan potente, que muy pocos enemigos te pueden hacer frente.
Finalmente, a nivel artístico y sonoro, Elden Ring es un fuera de serie. Una joya que debe seguir expandiéndose porque los grandes títulos merecen seguir existiendo.
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