Hay juegos que forman parte de nuestro «ADN de jugador» porque nos marcan de una manera especial. En mi caso personal, reconozco que uno de estos juegos es el Klonoa: Door to Phantomille de PS1. Por ello, cuando se anunció el recopilatorio Klonoa: Phantasy Reverie Series, el pequeño Eric que albergo en mi interior se emocionó un montón. Ahora, tras haber completado el título, vamos a hablar un poquito de él, de qué nos depara éste recopilatorio y las sensaciones que me ha transmitido
Lo primero que hay que aclarar es qué incluye (y qué no) el recopilatorio Klonoa: Phantasy Reverie Series. En el juego vienen incluidas las versiones remasterizadas de Klonoa: Door to Phantomille (tomando como base el remake que se lanzó hace años en Wii, no la versión original de la primera PlayStation) y de Klonoa 2: Lunatea’s Veil. Y ya está, por lo que se quedan fuera de la ecuación los títulos de portátiles (WonderSwan recibió 1 título de plataformas, mientras que Game Boy Advance recibió 2 plataformas y un tercer juego que coqueteó con el género del ARPG), el original de PS1 y el spin-off de volleyball que también salió para PS1. Y ojo, que no me parece poco lo que viene, pero teniendo en cuenta que este título se ha lanzado por el 25 aniversario de la saga, habría sido un detalle bonito la inclusión de alguno de éstos títulos, ya fuera «de base» o a modo de desbloqueable al cumplir ciertos requisitos, como «encontrarlos» en uno de los juegos o desbloquearlos al completar cierto nivel… vaya, algo del estilo de lo que vimos en el magnífico (y ya lejano en el tiempo) Castlevania: The Drakula X Chronicles para PSP, que en su interior escondía la versión original de Castlevania: Rondo of Blood (el juego que «remakeaba») y Castlevania: Symphony of the Night.
Pero bueno, como suelo decir cuando indico qué viene y qué no en un recopilatorio, vamos a centrarnos en lo que sí, que al final es lo que cuenta. Como decía, tenemos el remake de Wii del primer Klonoa y el segundo juego de la línea principal remasterizados, con resoluciones actualizadas y frame-rate estable… dependiendo de la versión que juguemos: PS4, PS4 Pro y Xbox One (yo he jugado ésta versión en una Xbox One X) corre a 1080p a 60 FPS, subiendo la resolución hasta los 2560×1440 en Series S y hasta las 4K en Series X y PlayStation 5. El caso de Nintendo Switch (versión que he probado brevemente), por contra, tenemos las resoluciones más bajas (algo que no sorprende y en realidad no debería suponer demasiado problema), con un máximo de 1080p cuando jugamos en el dock y de 720p en modo portátil.
El problema no está en las resoluciones, sinó en el rendimiento del port, ya que su frame-rate no es estable y, aunque intenta llegar a los 60 FPS, no lo logra con soltura, lastrando la experiencia del juego. Sabéis que no suelo meterme mucho en tecnicismos de éste estilo en mis análisis, pero considero que este detalle no había que dejarlo pasar a la hora de elegir una versión u otra. Y ojo, que yo sí he notado algún tironcillo muy puntual en zonas localizadas en la versión de Xbox One X (por ejemplo, al inicio del primer nivel del primer Klonoa hay un punto en el que siempre me da este problema concreto), pero puedo contar con los dedos de una mano los momentos problemáticos… y aún me sobrarían. Y qué queréis que os diga, teniendo en cuenta que se trata de juegos de varias generaciones atrás, considero que estos problemas deberían estar más que solucionados y denota poco cariño y/o esmero para con estas nuevas versiones…
Pasando a hablar de los juegos, comentar que se trata de 2 plataformas en 2D, pero realizados en 3D. Realmente, Klonoa: Door to Phantomille era, originalmente, un juego poligonal con desarrollo en 2D con ciertos juegos de cámaras, y los personajes estaban representados con sprites planos. Y es que, aunque la moda por aquellos años eran los títulos tridimensionales y ya habían salido algunos títulos del género en 3D cuando el primer Klonoa llegó a las tiendas (sin ir más lejos, en la misma PlayStation ya habíamos disfrutado de las aventuras de Crash Bandicoot por aquel entonces, y Super Mario 64 también se había lanzado para la Nintendo 64), era una época de cambios y experimentos. Y ojo, que el remake de Wii en el que se basa esta remasterización actualizó completamente el aspecto gráfico del título y llevó hasta las 3 dimensiones todos los elementos del juego.
Debo decir que el juego estaba muy bien medido, siendo un plataformas excepcional. Cierto es que pecaba de ser muy facilito en la mayor parte de la aventura (aunque en los últimos niveles la escalada de dificultad es evidente), algo achacable al hecho de ser un título bastante infantil, pero que se disfrutaba de principio a fin. A ello ayudaban, claro está, sus carismáticos personajes (momento lacrimógeno incluido), su colorido mundo y criaturas que lo habitan, sus variadas situaciones y su excepcional banda sonora.
A nivel mecánico era un juego sencillito, pero que aportaba un soplo de aire fresco con su mecánica principal: al típico desplazamiento lateral o al salto (incluyendo un pequeño planeo en la línea de lo visto en Yoshi’s Island) se le unía la posibilidad de atrapar enemigos con un anillo. La gracia del asunto es que, al tener agarrado a uno de estos enemigos nos permitía usarlo como proyectil (para acabar con otros enemigos, activar botones o abrir huevos con premios especiales) o como un impulso para un doble salto, e incluso había algunos enemigos concretos que nos hacían flotar al atraparlos durante un breve período de tiempo. Eso sí, no os penséis que será todo coser y cantar, pues hay enemigos blindados que no podremos agarrar directamente, otros con escudos que sólo serán vulverables por detrás u otros que explotan a los pocos segundos de ser agarrados (los cuales se usan en algún puzzle, por cierto).
Y ojo, que no sólo estará el reto de las plataformas en sí mismo (especial mención a las que desaparecen cuando las pisamos…) o a los enemigos, ya que encontraremos secciones en las que deberemos encontrar una llave para poder desbloquear el camino. No nos olvidemos, por cierto, de los bosses, bastante sencillos en un principio pero todos ellos con mecánicas y rutinas bastante originales, y un jefe final en varias fases muy interesante.Todo esto estaba muy bien medido y engranado para que, como comentaba unas lineas atrás, estuviéramos frente a un juego sencillito y divertido, apto para toda la família. Y el que quisiera reto lo podía encontrar tratando de salvar a todos los personajes atrapados y, tras superar el juego, enfrentándose a la escalada de la torre opcional, sin duda el nivel más complicado de todo el juego.
La historia, por cierto, nos ponía en la piel del propio Klonoa que, acompañado por su amigo Huepow, un espíritu que vive en el anillo que porta el protagonsita (y sí, es el que nos permite atrapar los enemigos que comentaba antes). Un día, tras un extraño sueño, verán como la paz de Phantomille es amenazada por un hechicero y el bufón que le sigue, y la extraña pareja se embarcarán en una aventura a lo largo y ancho del mundo para detenerles. Y hasta aquí puedo leer, como se dice, pero os aseguro que, pese a la sencillez de la que hace gala el título, es una historia muy bonita y emotiva. Eso sí, muy larga no es, ya que en unas 3 ó 4 horitas habremos completado el juego en su totalidad.
En la segunda entrega estamos ante la típica secuela, en el sentido que coge todo lo que funciona de una primera parte fresca y novedosa (aunque un tanto limitada) y lo expande. Y, como muchas veces pasa, esto la aleja del foco y no funciona tan bien. Me explico: a las mecánicas del juego original hay que añadir unos nuevos elementos del escenario que nos harán rebotar, se nos presentarán unos nuevos puzzles en los que debemos acabar con unos muros de colores (ahora lo detallaré un poco más), habrá persecuciones y también habrá secciones de algo parecido al snowboard. Y es que no debemos olvidar que en aquella época lo flipábamos todos con los deportes extremos como la BMX, el skate, el surf o el citado snow… que además todos tuvieron versiones videojueguiles, habiendo por ahí una saga llamada Tony Hawk’s Pro Skater que quizás os suene, aunque a decir verdad, los 4 deportes que he citado tuvieron su contrapartida, algunos de ellos con deportistas de éxito apadrinando los proyectos: Dave Mirra para las bicis y Kelly Slater con el surf, y en cuanto al snowboard no podemos olvidarnos de la saga SSX (aunque creo que me estoy desviando un poco del tema ya…).
Y es que, como comentaba, en esta entrega se pierde un poco el foco en el plataformeo al incluir todas estas nuevas mecánicas. Mecánicas que, por cierto, aunque resultan frescas y divertidas en un principio, acaban pecando de pesadas y rompen el ritmo de la aventura por el abuso que se hace de las mismas por momentos, especialmente en el tramo final de la aventura. Para ejemplificar esto no necesito más que explicaros los “puzzles de colores” que comentaba antes: hay un enemigo concreto (es de color amarillo/dorado) que, al lanzarlo, puede absorver a otro enemigo, con lo que cambiará de color (a azul y a rojo). La gracia es que si lo lanzamos contra un muro del mismo color lo destruirá. El concepto es sencillo de entender y se ejemplifica con unos primeros puzzles sencillitos, lo cual es un punto a favor, pero lo cierto es que algunos de los que se nos propondrán posteriormente son bastante complejos y, por qué negarlo, largos y pesados.
En cuanto a las mecánicas plataformeras, estamos ante un título muy continuista. Como comentaba, el gran añadido a las mismas son cimentos que nos permiten rebotar o unos enganches (algunos fijos, otros móviles). Si estamos, por contra, frente a un título más exigente y complicado desde el primer minuto, y es que sin ser un juego difícil para un jugador medio, sí que perderemos muchas más vidas que en la aventura original de PS1. Eso sí, al igual que en el otro Klonoa, si nos atascamos y perdemos muchas vidas en una zona (o nos quedan pocas), el juego se torna generoso y pondrá a disposición alguna moneda de vida extra para que no perdamos nuestra partida. El tema de la dificultad, por cierto, viene marcado (en gran parte) por el hecho de contar con menos vida, aunque en un primer vistazo no lo parezca: si bien contamos con 3 corazones de salud en cada uno de los títulos en su dificultad normal, en Klonoa: Door to Phantomille sólo perderemos medio corazón cada vez que nos golpee un enemigo, mientras que en Klonoa 2: Lunatea’s Veil perderemos un corazón entero. Dicho esto, y para aquellos jugadores que no quieran tantas complicaciones, hay disponible un modo fácil en ambos títulos que incrementa el número de corazones disponibles, así como rebaja la cantidad de daño sufrida por impacto e, incluso, acaba con la limitación de vidas, siendo un modo ideal para los más peques de la casa, o para aquellos jugadores menos experimentados en el género.
La historia de este segundo juego, por cierto, va bastante en la línea de la primera: apareceremos en un mundo que deberemos salvar, acabando con los malos de turno. En este caso, por eso, tendremos una suerte de rival que tratará de tocar todas las campanas que hay en el mundo para conseguir los sellos que guardan, y hará lo posible por arrebatárnoslos. O algo así, vaya, porque lo cierto es que perdí el interés por la trama relativamente rápido al hacerla más compleja y enrevesada (dentro de que, realmente, no es compleja ni enrevesada) respecto al juego anterior. Visitaremos también diversas y variadas localizaciones, incluyendo variaciones de un mismo nivel, y la aventura nos tomará un poquito más en ser completada, unas 4 ó 5 horas.
Para ir terminando, volveremos a un plano más técnico. No se puede negar la evidencia,el juego luce muy bien. No es que tenga unos gráficos punteros (de hecho, se nota que no dejan de ser juegos de PS2/Wii con algunas mejoras en ciertos modelados, texturas y resolución), pero cumple su cometido de ser entendible y ajustar a los estándares actuales unos juegos con más de 10 años a sus espaldas que destacan por su buen hacer en los aspectos más artísticos. Además, aunque no sean muchos los cambios que se han realizado, se agradece que, en el caso del Klonoa: Door to Phantomille se haya optado por sustituir el rediseño que el protagonista recibió en Wii por uno mucho más acorde a los diseños originales de PS1. En general, eso sí, el cambio más evidente (y, a mi parecer, más acertado) es en la iluminación y el colorido de ambos juegos, con tonos mucho más saturados que refuerzan la sensación de estar ante unas historias oníricas. Una cosa que no he entendido, eso sí, es la porquería de filtro clásico que podemos aplicar a la imagen, emborronando totalmente la imagen y convirtiendo la pantalla en un amasijo de píxeles de colorines que poco tiene que ver con la belleza del original de PS1.
Conclusión
Klonoa: Phantasy Reverie Series es un pequeño sueño para los fans del original y/o su secuela. Si bien es cierto que, aprovechando el pretexto del 25 aniversario de la saga (cuando leo estas cosas me siento un poco viejo…), podrían haber lanzado una colección mucho más completa, el trabajo realizado en la remasterización de los 2 juegos incluidos es más que correcto. Lástima de la mala optimización en ciertos momentos, haciendo que el rendimiento del juego (especialmente en Switch) sea un tanto pobre, algo que no se acaba de entender teniendo en cuenta que los juegos base corrian en un hardware mucho más limitado hace más de 10 años. Pese a ello, eso sí, estamos ante unos plataformas muy entretenidos y aptos para toda la familia.
Nos consolamos con:
- 2 grandes plataformas clásicos y para toda la familia actualizados
- Visualmente preciosos, y musicalmente no se quedan atrás
- La dificultad de los juegos puede ser ajustada para que todo el mundo disfrute de estos 2 títulos
- Contamos con el diseño original del protagonista en Klonoa: Door to Phantomille
Nos desconsolamos con:
- No se ha incluido ningún tipo de extra al recopilatorio
- El rendimiento no es lo sólido que cabría esperar en unas remasterizaciones de juegos de hace más de 10 años (especialmente en Switch)
- Sin ser mal juego para nada, el segundo Klonoa no se nota tan fresco y abusa de ciertas mecánicas no demasiado inspiradas
Análisis realizado gracias a una copia física comprada por el redactor
Ficha
- Desarrollo: Monkey Craft
- Distribución: BANDAI NAMCO
- Lanzamiento: 08/07/2022
- Idioma: Totalmente en español
- Precio: 49,99€
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