Mientras vemos una buena película de artes marciales, todos nos hemos imaginado en la piel del protagonista de turno. Soltando mamporros a diestro y siniestro, siempre con estilo acabando con una pose de lo más guay. Pero eso era en nuestra mente… ¡hasta ahora! Gracias a Path of Fury, al fin podemos cumplir esta fantasía de convertirnos en las estrellas de acción que siempre hemos sido en nuestro interior.
De manos de Leonard Menchiari (director de Trek to Yomi), nos llega este juego que combina dos juegos que a priori no parecen tener nada que ver, pero dan lugar a una mezcla de lo más explosiva: la acción arcade por nodos de Time Crisis con las tortas de SIFU. Así que preparaos para «dar cera y pulir cera», aprender a base de tortas y demostrar que el poder de nuestros puños no tienen parangón.
El ascenso de la venganza
Como ocurre en muchas películas de artes marciales, la historia no es el plato fuerte de la experiencia. Aquí hemos venido por las tollinas, por lo que sirve más bien para contextualizar la acción que otra cosa. Nuestra amada (¿o algún familiar?) fue asesinada y sólo nos queda la venganza contra el maldito que acabó con ella. ¿Problema? Dirige todo un imperio criminal y está oculto en lo alto de su torre, desde la que observa y controla a toda la ciudad. Así que como si estuviéramos en The Raid, tendremos que ir piso por piso derrotando a todo el que se nos ponga por delante hasta clamar nuestra venganza o morir en el intento.
Es una pena que, dada la limitada narrativa que ofrece Path of Fury, que no tengamos subtítulos en nuestro idioma, para que los diálogos que dan algo de personalidad a los lugartenientes de cada uno de los pisos se puedan entender mejor. Ayudaría a crear duelos más personales, ya que como siempre ocurre en una buena película, la acción es un elemento más de la historia. Un duelo que muestra cómo funciona cada personaje y la lucha de sus convicciones, y perder eso si no afinamos el oído es una lástima.
Al menos, ya sólo por la estética sí logran tener bastante carisma y ponernos en situación. La estética low-poly a lo PSX de Path of Fury me encanta. Luces de neón, salones de artes marciales, laboratorios de droga, discotecas, angustiosos pasillos llenos de maleantes… Son todo clichés del género, pero que son más efectivos que nunca al ponernos nosotros en la piel del protagonista.
¿Llegaremos hasta lo alto de la torre o caeremos por el camino?
Dar cera, recibir cera
Otro acierto de Path of Fury es que sólo nos centramos en la acción. El título nos desplaza automáticamente de un nodo a otro por el escenario, para que sólo nos preocupemos de soltar los puñetazos. El sistema de combate me ha parecido una mezcla muy acertada de Until You Fall con el reciente Batman: Arkham Shadow. Así que, veremos en el enemigo diferentes marcadores que se irán haciendo más pequeños. Ahí es donde deberemos desatar nuestra furia, pero si le pegamos en otra zona o se nos acaba el tiempo, pasarán a la ofensiva. A su vez, si pegamos con la mano del color indicado, haremos más daño, pero no es algo obligatorio.
Cada enemigo tiene una fase de ataque y otra en la que reciben leches. Para defendernos, tendremos que bloquear su golpe, igual que vemos en las películas, tocando la zona brillante de su cuerpo. Esto puede ser el brazo cuando nos van a dar un puñetazo, la pierna o la cabeza. Realmente es suficiente con un sólo toque, pero mola mucho hacer los típicos contraataques que vemos en las películas.
Dar cera
De nuevo, aquí hemos venido a fliparnos, con que estar con la mentalidad de que realmente somos unos expertos en artes marciales es clave para nuestro disfrute. ¿Habría estado bien poder esquivar físicamente los golpes? Desde luego, y es el punto donde Path of Fury tiene margen de mejora de cara a futuros episodios, ya que como veis por la coletilla, estamos ante el primero de en teoría más capítulos.
La teoría está muy bien, pero creedme, que cuando nos rodeen los enemigos, la cosa se pone muy tensa. Golpear a varios enemigos en secuencia, o incluso centrarnos en uno para bloquear luego los ataques de otro es increíblemente satisfactorio. Para conseguirlo, más nos vale aprender los patrones de ataque de cada uno de los enemigos. Es lo que ganaremos de una partida a otra, ya que no hay subida de estadísticas ni nada. Más allá del conocimiento y varios puntos de control opcionales en nuestro periplo, la muerte nos devolverá al inicio de nuestra venganza, como si estuviéramos en un rogue-like.
Recibir cera
Un poco de espacio, por favor
La base de Path of Fury es fantástica, y me lo he pasado en grande completando la historia en unos 40-60 minutos, y luego afrontando el desafío de los «New Game+», donde la dificultad va en aumento y nos obliga a ser rápidos, potentes y preciosos. Eso sin olvidarnos de los modos infinitos en varios mapas, donde competimos contra otros usuarios, con un mensaje riéndose de nosotros diciendo «X usuario te ha superado con tantas muertes». Pica, pero unas tablas de clasificación más estándar se agradecerían.
Es todo muy físico y táctil. La sensación de impacto de los golpes o los contraataques, entre las animaciones y la vibración de los mandos, es muy satisfactoria. Más aspectos que nos meten de lleno en los combates, y nos motiva a arrearles con toda nuestra energía. Porque creedme, acabaremos agotados, al ser un juego que bien podría servir como una buena sesión de fitness. Todo esto hace que el juego, pese a su breve duración, sea bastante rejugable, justo como un buen arcade, y es algo muy apropiado dado el ajustado precio del juego.
Primera regla del Club de la Lucha: no se habla del Club de la Lucha
Ahora bien, hay todavía aspectos que refinar en Path of Fury para que la experiencia sea aún mejor. Por un lado, aunque podemos girar manteniendo el stick derecho, creo que estaría bien aparecer siempre en cada nuevo nodo frente a la acción. Así no hay que recurrir al giro físico o digital, lo que puede mantener los muebles de nuestra habitación a salvo.
¿El principal problema? La posición de los enemigos. A veces, estaremos demasiado cerca de ellos, por lo que casi con un movimiento ligero de muñeca, podremos bloquear casi cualquier ataque. A la inversa, a veces el juego detecta que hemos atacado, pero de manera muy débil o no en la zona correcta, lo que nos pasa a nuestra fase defensiva. Es como si nos comiéramos al rival, y resulta extraño. Las hitboxes en ocasiones no siempre me han parecido híper precisas, con algunos momentos donde juraría haber bloqueado un ataque, para luego acabar con el ojo morado.
Ah, y ya que la muerte es una parte del viaje que vamos a sufrir, no debería de ser también lo que más maree de toda la experiencia. Ya que Path of Fury se esfuerza en ser tan amigables con el uso del teleport automático entre nodos, se me hace rara la animación por la que caemos al suelo y mirando al techo cuando nos derrotan, pudiendo dejarnos más mareados que un buen puñetazo en la jeta.
Los enemigos siguen los cánones de las pelis de artes marciales y no atacan de golpe
Conclusión
Path of Fury es como un gran combo que deja noqueado a cualquier rival en cuestión de segundos. Está lleno de ataques rápidos, impresiona mucho al verlo y resulta memorable cuando se hace bien. O dicho de otra manera, es un título que sabe ir al grano, aprovechar al máximo su propuesta cargadita de acción y cumple una fantasía que muchos hemos tenido: convertirnos en los nuevos Bruce Lee, Jackie Chan o Donnie Yen. Hacer que esos sueños tras ver tantas temporadas de Cobra Kai se cumplan y dar rienda suelta a nuestro kung-fu interior.
Su propuesta arcade tan directa hace que sean nuestros puños virtuales los que repartan justicia, aprendiendo con cada derrota para al final alzarnos con la ansiada victoria. Es cierto que todavía hay aspectos a mejorar, ya sea mediante parches o en futuros episodios, para terminar de afinar el posicionamiento de los enemigos o el nuestro en cada uno de los nodos donde nos liaremos a putiaso limpio contra un ejército de maleantes. Si este va a ser el inicio para en el futuro tener más propuestas de artes marciales, ya estoy deseando seguir el camino de la furia y seguir noqueando a diestro y siniestro.
Nos consolamos con:
- La increíble ambientación que clava el tono de las pelis de artes marciales más clásicas
- Combates intensos que nos harán sudar de lo lindo
- Muy rejugable gracias a los modos infinitos y los New Game+
- La fantasía de protagonizar una película de artes marciales
Nos desconsolamos con:
- Completamente en inglés, lo que nos puede impedir conocer a nuestros oponentes
- A veces los rivales estarán demasiado cerca de nosotros, dando lugar a situaciones bastante extrañas
- Algunas hitboxes no terminan de cuadrar del todo, dando lugar a golpes aparentemente fantasmas
- La animación de muerte es más mareante que el combate más intenso
Ficha
- Desarrollo: Leonard Menchiari
- Distribución: Abonico Game Works
- Lanzamiento: 13/03/2025
- Idioma: Textos y Voces en Inglés
- Precio: 8,99 €
Tenéis que comprar Path Of Fury, no lo digo por que lo haya analizado, sino por que de verdad creo que tiene mucho potencial. Lo cierto es que me ha recordado a juegos beat em up de antaño sólo que este es sobre raíles, aun así es muy disfrutable. El juego es muy adictivo y sudas de lo lindo atizando a maleantes. Yo me lo he pasado pipa jugando. Por cierto, el juego sale el 13 de Marzo a 8,99€.
Una vez te metes de lleno pica cosa mala, además tiene sus final boss y aunque parezca que es solo aporrear matones también tiene su cosa puesto que según el color que nos indique tenemos que golpear con un puño u otro. Por ejemplo si te marca el azul le metes con el puño izquierdo, si es rojo con el derecho y si sale blanco puedes utilizar ambos puños. También hay que defenderse y evitar los golpes. Por ejemplo los final boss siguen patrones diferentes estilo Punch Out. A mí la verdad que me ha molado mucho y por ese precio…