Me encanta Sonic, pero los primeros gameplays de Sonic Frontiers eran horribles. Por eso, uno de los juegos que más tenía ganas de probar durante esta Gamescom era esta nueva aventura del erizo de SEGA. Y por suerte, lo pude hacer por partida doble: con una demo que estaba disponible en la zona pública, y otra que enseñaban sólo a los medios. En total más de media hora de juego, que da para hacerse una buena imagen general de qué esperar de esta nueva etapa de Sonic en dos de sus zonas abiertas.
Sí, me ha gustado mucho Sonic Frontiers. Tiene sus cosas, pero parece que va por el buen camino para ser un muy buen juego de plataformas. Pero vayamos por partes, ya que estamos ante un título enorme del que se puede hablar durante mucho tiempo. No exagero al decir que no he probado ni una mínima parte de lo que ofrecerán sus escenarios. Al comparar impresiones con otros compañeros, cada uno habíamos visto cosas totalmente distintas. Así que, claramente, estaremos ante el juego de Sonic más grande hasta la fecha.
Sonic se adentra en el cíber-espacio
Lo primero, la premisa. ¿En qué nueva aventura se ha metido Sonic? Básicamente, Sonic, Tails y Amy van a las Islas Starfall para buscar las Chaos Emeralds perdidas. Allí son atrapados por un torbellino cibernético, siendo nuestro intrépido protagonista el único que logra escapar. Ahora le tocará explorar estas misteriosas islas para encontrar a sus amigos y descubrir todos sus secretos.
La historia será muy importante en Sonic Frontiers, contando con el escritor Ian Flynn (autor de los cómics actuales) como guionista principal. En estas demos no hemos podido averiguar mucho, pero al menos, hay ya varios elementos que me gustan. Primero, hay una sensación de peligro. Es algo que se echaba en falta en Sonic Forces o Colors, y que vuelve. Sonic está solo. Algo herido inicialmente. Una niña misteriosa parece que es la causante de todo, dándonos ya a una villana a la que odiar… Aunque todos sabemos que terminará siendo alguien en peligro a quien rescatar.
Por ahora, ya vemos planteados varios misterios. En la segunda de las islas, Ares Island, nos topamos con la versión cibernética de Knuckles. ¿Qué hace allí si él no iba en el avión con los demás? En principio, en cada una de las islas tendremos que salvar a uno de los amigos de Sonic, haciendo que vuelvan a tener cierta relevancia en la trama. Con que por ahora, la premisa es de lo más interesante, y saber que todo estará doblado al castellano es siempre de agradecer.
Sonic bajo el prisma de Mario: Bowser’s Fury
Se ha hablado muchas veces de cómo Sonic Frontiers es un juego de zonas abiertas, y ahora es más fácil comprenderlo. Cada isla es un mapa completamente aislado de los demás. Funcionan de manera similar a Mario: Bowser’s Fury, con muchos mini-niveles interconectados a los que entrar y salir en cualquier momento. ¿La diferencia? Que ahora lo podemos explorar a toda pastilla. Ya sea una zona boscosa como en Kronos Island (la primera) o un desierto (Ares Island), cada escenario ofrecerá retos únicos, para que el cambio de isla no solo sea visual, sino también mecánico.
La estructura de juego global que plantea Sonic Frontiers es doble. La principal consiste en conseguir los items que ayudarán a restaurar a nuestros amigos. Al principio estarán sin sus recuerdos o atrapados en una esfera. Para que vuelvan a estar completos, tendremos que conseguir fragmentos de memoria. Éstos serán la recompensa de los mini-niveles que nos encontraremos por todo el mundo. Pueden consistir en un puzzle, un combate o una sección de plataformas. La variedad es total, para que no nos aburramos.
El otro esquema jugable consiste en explorar hasta toparnos con los guardianes, que son una especie de mini-jefes finales. Cada uno es completamente diferente al anterior. Alguno requiere que grindeemos sobre unos raíles mientras evitamos sus proyectiles. Otro es un intenso duelo 1 vs 1. Un guardián es una especie de torre que debemos destruir poco a poco, u otro es un tiburón de arena gigantesco. Al derrotarlos, obtendremos uno de los muchos (pero muchísimos, luego entro en detalle) coleccionables, con los que abrir los portales al Cíber-Espacio. Éstos son los niveles lineales, que se basarán en fases icónicas, bajo la justificación de estar hechos a partir de los recuerdos de Sonic.
Cada fase lineal (muy cortas y olvidables las dos que probé) tiene unos desafíos, consiguiendo unas llaves con cada uno de ellos. Si obtenemos las suficientes, podremos abrir la caja fuerte que tiene la Chaos Emerald de esa isla. ¿Más formas de conseguir llaves? Completando desafíos o minijuegos (una pantalla de carga hablaba de pescar) junto a nuestro amigo de turno, por lo que todo al final nos llevará a las ansiadas esmeraldas.
Puede sonar a mucho trabajo pesado, pero el diseño de las islas nos permite saltar rápidamente de una actividad a otra. ¿Se nos atasca un guardián? Pues tan sencillo como correr en una dirección, que en unos pocos segundos estaremos en otro desafío completamente distinto. Todo en Sonic Frontiers es muy compacto, y aunque visualmente no lo parezca, el mundo es increíblemente completo. Así es imposible aburrirse, porque constantemente estaremos haciendo algo. Ya sea surfeando para derrotar a un tiburón de arena, resolviendo un puzzle o saltando entre globos para derrotar a un enemigo aéreo lejano.
Formas de jugar para todos los gustos
Otra característica interesante de Sonic Frontiers es que podremos elegir no sólo entre varios niveles de dificultad, sino también entre dos modos muy diferentes: Acción y Velocidad. El primero está pensado para los novatos, ofreciendo a un erizo algo más lento, pero más preciso. Si somos ya asiduos de Sonic, entonces el modo Velocidad es para nosotros. Notaremos rápidamente que el personaje va a toda pastilla, e incluso aparece un acelerómetro en pantalla.
Pude probar la demo de Kronos Island en modo Velocidad, y la de Ares Island en Acción. A la hora de la verdad, sí se nota el salto, pero sin llegar a ser Sonic lento en ningún momento. El uso del Boost nos hace recorrer rápidamente los amplios escenarios, pero sin perder el control o necesitar una reacción de milisegundos para acceder a un mini-nivel. Es un buen compromiso para que todo el mundo pueda disfrutar.
El combate de Unleashed, pero a toda pastilla
No sólo ha habido una revisión máxima en la estructura de Sonic Frontiers, sino también en los controles. Para empezar, AL FIN tenemos en botones separados el «Homing Attack» y el doble salto. Se acabó el lanzarnos a un enemigo cuando queremos impulsarnos verticalmente. También hay unos botones para realizar esquivas laterales, algo que viene de perlas para cambiar de raíl y en los combates.
¿La principal novedad jugable? El sistema de combate. Es increíblemente divertido y está lleno de posibilidades. La forma de explicarlo sería pensar en las fases del Werehog de Sonic Unleashed. Aquí había combos a lo God of War, teniendo que usar unos u otros en función del enemigo. Pues pensad en eso, pero manteniendo la velocidad de Sonic. Se consigue lo mejor de ambos mundos, para que las luchas no sean un «homing attack» y a seguir corriendo.
La habilidad principal en Sonic Frontiers será el «Cyberloop» o «cibergiro». Consiste en correr alrededor de los enemigos, y cuando cerremos el círculo, provocaremos una explosión. Esto lanzará a los enemigos por los aires o romperá sus defensas, para pasar a otro de los combos disponibles. Este movimiento puede ser incluso defensivo, ya que al usarlo, aparecerán anillos, que funcionan como nuestra barra de salud. Combinar el Boost con el cibergiro es muy divertido, y de nuevo, mantiene la velocidad de Sonic, pero en un entorno de combate.
En cuanto a los otros combos, habrá que ir desbloqueándolos en un completo árbol de habilidades. Un detalle que me gusta es cómo podemos probar una habilidad nada más comprarla, para así saber usarla en mitad de una pelea. Aquí tenemos un ataque para lanzar decenas de ondas de energía entre una serie de puñetazos y patadas. Incluso hay un contraataque para lanzar una potente patada tras una esquiva. Las posibilidades son muy amplias, y las peleas son muy divertidas, tanto con los «masilla» como con los Guardianes, lo cual me ha sorprendido muy gratamente.
Coleccionables. Coleccionables por todas partes
Sonic Frontiers va a ser enorme. No sólo por el tamaño de sus islas, sino por todo lo que tendremos para hacer y recoger. Junto a los fragmentos de memoria y las llaves tendremos los engranajes o «Gear» para desbloquear los niveles lineales. Estos son como los tres coleccionables principales, pero habrá muchos, muchos más.
Podremos toparnos con semillas de diferentes colores para mejorar las estadísticas de Sonic, como si de un RPG se tratase. ¿Esas adorables estatuas que han salido en varias imágenes y vídeos? Son los Kocos, los cuales se han perdido y deben ser devueltos a su aldea. Hacerlo nos permitirá aumentar nuestra velocidad y el contador de anillos, que recordemos, es nuestra salud. No nos olvidemos de los puntos de experiencia para obtener las habilidades, que tienen su representación física.
¿Queréis más? Pues están unas fichas moradas, que parece se usarán en la base para desbloquear diferentes extras. No sé cómo se obtendrán de forma habitual, pero me topé con ellas durante una tormenta de meteoritos en Ares Island. Aquí aparece una especie de tragaperras, sucediéndose los intentos mientras sigamos consiguiendo una especie de restos de meteoritos. Seguro que me dejo más cosas, pero va a ser un juego tan grande, que en el poco tiempo que había para jugar cada demo, no se podía ver ni ínfima parte de todo lo que ofrecían.
Una nueva fórmula con un enorme potencial
No esperaba pasármelo tan bien con Sonic Frontiers, pero así ha sido. Las dos islas ofrecen un montón de actividades a las que acceder constantemente. Siempre estamos combatiendo, corriendo o saltando. Con un buen diseño general para aprovechar la velocidad de Sonic, pero sin que sea incontrolable. Al estar bajo los mandos, esa sensación que se tenía de estar ante un «fan game» se pierde, porque notas lo pulido y bien pensado que está todo.
Eso sí, todavía hay cosas que me preocupan. Los niveles lineales me han parecido tan olvidables, que si no estuvieran, igual ni los echaba de menos. Además, el equilibrio entre la defensa y el ataque de los enemigos no está muy bien por el momento, dando lugar a algún encuentro un poco más frustrante de lo necesario. Eso por no mencionar el increíble popping que hay, o cómo visualmente los escenarios tampoco son para echar cohetes.
Pero, a la hora de la verdad, estoy emocionado por Sonic Frontiers. Es un nuevo estilo de juego que resulta adictivo, divertido, pero manteniendo la esencia del personaje. La música es genial (no entiendo por qué siguen sin mostrarla), el combate es espectacular y la historia tiene potencial. Es sorprendente cómo el marketing ha vendido tan mal el juego (y sigue haciéndolo), ya que todo apunta a que Sonic Frontiers va a ser la evolución que la franquicia necesitaba.
Sonic Frontiers estará disponible el próximo 8 de noviembre en PS4, PS5, PC, Xbox One, Xbox Series X/S y Nintendo Switch.
Deja una respuesta