
Vivimos en una época en la que cuando las compañías no están por la labor de traer nuevas entregas de sus sagas consagradas, aparecen pequeños estudios que se encargan de «homenajearlas» (y eso cuando no se trata de los propios creadores que, vía crowdfunding, deciden volver a las andadas). Algunos de esos juegos salen mejor, otros salen peor, pero lo cierto es que todos ellos nos devuelven la ilusión, ni que sea temporalmente. Y uno de estos casos es Nikoderiko: The Magical World. La duda es… ¿pertenecerá al grupo de juegos que han salido bien o es otra muestra de que a veces las buenas intenciones no son suficiente?
Antes de empezar a hablar de los juegos que homenajea, dejadme comentar un poco la premisa del juego. Es posible, por cierto, que para algunos sea suficiente para ver qué juegos son los que se han usado como inspiración, además. Nikoderiko: The Magical World nos pone en la piel de Niko y su compañera Luna, dos mangostas aventureras que van en busca de tesoros cuando, un día, acaban en una isla mágica que alberga una reliquia antigua. Cuando están a punto de hacerse con ella, los villanos Cobrings se la arrebatan y ponen en peligro la paz y armonía de la isla y sus habitantes. Y ahí empezarán nuestras aventuras en un plataformas mayormente en 2D, aunque también tendrá secciones en 3D.

Posiblemente, este argumento no os suene demasiado, a la vez que sí lo hace, dejad que me explique: no deja de ser el típico «buenos contra malos» de siempre, y tenemos unos aventureros que deben recuperar un artefacto antiguo para evitar que el mal venza o se imponga (¿alguien ha dicho Indiana Jones, Uncharted o Tomb Raider?). Y claro, si tenemos en cuenta que nos tocará liberar una isla de la invasión de las fuerzas invasoras, es fácil pensar en Donkey Kong Country, especialmente en la primera entrega de todas y en Donkey Kong Country Tropical Freeze.
A nivel mecánico, como comentaba, estamos ante un plataformas que mezcla secciones 2D y secciones 3D… más o menos. Y es que si bien esta afirmación es cierta, también hay que decir que en la mayoría de escenarios no habrá sección en 3D. Y para que os hagáis una idea, las secciones en 2D son puro Donkey Kong Country, mientras que al dar el salto a la tridimensionalidad la inspiración pasará a Crash Bandicoot.

Mientras jugamos en 2D, el juego copia con descaro la mayoría de las mecánicas de Donkey Kong Country Returns y es que cuando algo funciona no hay que cambiarlo, ¿no? Fuera bromas, tendremos muchos elementos reconocibles para los que jugamos a los juegos del gorila o, incluso, a algunos de sus anteriores clones (me viene a la mente ahora ese divertidísimo Marsupilami: Hoobadventure): obviamente, el desplazamiento se parece, pero es que si realizamos el ataque en carrera aquí haremos un dash (este no es exactamente lo mismo porque en los juegos anteriormente mencionados haremos un ataque rodante), si atacamos mientras estamos en el aire daremos un golpe contra el suelo, podremos colgarnos de anillas del escenario (muy en la línea de Rayman), deberemos desplazarnos usando barriles (tanto «automáticos» como «manuales»), habrá escenarios en «vehículos» (curiosamente, aquí también se trata de una vagoneta), habrá animales que nos servirán como montura, el final del nivel lo marcará un barril especial al que apaleamos… o si nos dedicamos a explorar los escenarios encontraremos secciones «secretas».
Es en este aspecto de la exploración, de hecho, donde más brilla el juego: todos los niveles (salvo los bosses) tienen sus elementos escondidos: las letras de KONG NIKO, unos pergaminos, un diamante, y un par de llaves. Todo ello, salvo las llaves, se consiguen explorando «el propio nivel», recogiendo los emblemas dorados… vaya, lo que vendrían a ser las típicas monedas en muchos plataformas o las bananas en Donkey Kong, aunque aquí tienen un comportamiento que me recuerda más al de Rayman Origins / Rayman Legends (aparecen o dan ciertas «bonificaciones» al recoger los previos en una sección, por ejemplo), otra de las claras inspiraciones. Las llaves, por contra, se encontrarán si completamos las secciones bonus del nivel, a las que llegaremos… sí, adivinasteis, a través de un cañón en forma de barril. Y sí, estos bonus consistirán en recoger estrellitas o derrotar enemigos en X tiempo.

También habrá escenarios subacuáticos, algo que hace de nexo entre Donkey Kong una vez más y Crash Bandicoot, la otra gran influencia del título (y ya van…). Y no se quedan aquí las similitudes, no, pues habrá secciones de los escenarios que se desarrollarán en tercera persona. En estos puntos, el juego recordará poderosamente al bandicut naranja (que, por cierto, el aspecto del protagonista también me recuerda al marsupial naranja, no tanto por los rasgos sino por los colores elegidos…), a nivel jugable y mecánico, y visual. Me ha gustado mucho, por cierto, que en estas secciones se resalta nuestra posición «en el suelo» mientras saltamos, como ya pasaba por ejemplo en Crash Bandicoot 4: It’s About Time.
Y hablando de la cuarta entrega numerada (y última, al menos por ahora) de la saga iniciada por Naughty Dog, y sin olvidarnos una vez más de los juegos de DK, estamos ante un juego en el que existe cierta dificultad, al menos jugando en «Normal». Es cierto que no es un juego imposible, ni mucho menos, y de hecho no es tan duro como los anteriormente mencionados, pero la escalada de dificultad, especialmente en el tramo final, está ahí. Igualmente, que eso no os eche para atrás, pues existe una dificultad más asequible para que aquellos jugadores menos experimentados (o que, simplemente, no quieran tanto reto) puedan disfrutar de la aventura igualmente.

Para ir terminando, pasar a comentar los aspectos más técnicos de la aventura: estamos ante un juego con gráficos resultones y agradables, muy colorido y con la variedad que pueden aportar 7 mundos diferenciados, cada uno representando un bioma distinto de la isla: la playa, una selva, montañas nevadas… Los personajes están bien animados, aunque los enemigos no son excesivamente variados. Los bosses y los personajes «importantes» sí tendrán diseños únicos y bastante carismáticos. Y sí, una vez más, no esconde sus referentes, como con los niveles en los que únicamente vemos las siluetas.
A nivel sonoro tenemos unas voces en inglés que cumplen su función, y unos efectos que rozan el plagio poderosamente. No me molesta, de hecho me han sacado una sonrisa al «reconocerlos», y el hecho de que en PS5 suenen algunos de ellos a través del mando es muy divertido, pero no por ello es menos claro. A nivel sonoro tenemos muy buenos temas a cargo del maestro David Wise que, sin firmar su mejor trabajo, si nos deja unas composiciones agradables.
Conclusión
Nikoderiko: The Magical World es un muy buen plataformas, en parte porque se refleja en algunos de los más grandes del género. Y si bien el juego no esconde sus inspiraciones, sigue resultando una experiencia agradable, fresca y divertida para toda la familia. No es perfecto, pero ojalá más copias como esta, ya que las horas que me ha dado de juego han sido pura diversión, que al final es lo que cuenta…
Nos consolamos con:
- Un plataformas que aúna los juegos de desarrollo 2D con los juegos de desarrollo 3D
- Pese a no esconder sus referentes, es una experiencia fresca y gratificante
- La banda sonora es muy agradable y los sonidos «conocidos» nos sacarán una sonrisa
- Un juego hermoso y muy colorido, con relativa variedad en escenarios
Nos desconsolamos con:
- … aunque un poco más de variedad de enemigos no le habría ido mal
- La escalada en dificultad que da el juego en unos pocos niveles del tramo final puede llegar a ser desquiciante
Análisis realizado gracias a una copia digital proporcionada por My.com
Ficha
- Desarrollo: Vea Games
- Distribución: Knights Peak
- Lanzamiento: 15/10/2024
- Idioma: Textos en español
- Precio: 29,99€
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