FuRyu es un publisher/desarrollador que me gusta bastante. No siempre clavan todas sus ideas, pero suelen ofrecer juegos con una gran personalidad. Eso hace que se puedan pasar por alto algunos de sus defectos para disfrutar de propuestas únicas como Monark o The Caligula Effect 2, entre muchos otros. Por eso, cuando se anunció Reynatis, tenía muy altas expectativas. Su look a lo Kingdom Hearts y Final Fantasy Versus XIII, junto a la participación de leyendas como Yoko Shimomura o Kazushige Nojima, auguraban algo, como mínimo, interesante.
Pero por desgracia, esta vez esa magia de FuRyu no se ha terminado por materializar, ofreciendo un RPG de acción con buenas ideas, pero que no terminan de estar bien ejecutadas. Así que, por unas decisiones u otras, el juego ha acabado siendo una decepción. Pero vayamos por partes, que esta Shibuya llena de magos, monstruos y facciones enfrentadas tiene potencial, y hay que desvelar el truco de magia tras esta curiosa mezcla de géneros y estilos.
Volviendo a la era PS2
Antes de nada, lo primero que nos va a saltar a la cabeza es «Esto parece un juego de PS2«. Normalmente lo diría como algo positivo, ya que el estilo visual de esa generación me encanta… Pero aquí es en un sentido muy literal. Se nota que Reynatis es un juego de presupuesto limitado desde este primer vistazo, y empezar las primeras escenas ingame con unos primeros planos de personajes no muy definidos es sin duda una decisión. Quizá no la mejor del mundo, pero una decisión al fin y al cabo.
A partir de ahí, la cosa mejora algo, pero siempre con esas reminiscencias de que estamos casi ante un remaster de un juego de PS2 o incluso de PSP. Los escenarios de las mazmorras están increíblemente vacíos, y los rostros de los personajes son extraños. Aunque el diseño artístico del juego me encanta, su traslación al videojuego no ha salido muy allá, ofreciendo un look que, sinceramente, me ha parecido bastante feo. Incluso para los estándares de FuRyu, ya que volviendo a juegos como Monark, creo que logran cohesionar mejor sus limitaciones técnicas con el arte, para que el conjunto sea más sólido que en Reynatis.
Es mejor cuando se tapan los personajes la cara, sobre todo si es de manera tan estilosa como los magos de MEA
Aun así, logra tener cierta personalidad entre estos problemas visuales. O quizá es mi vena otaku, pero poder visitar los diferentes barrios de Shibuya al más puro estilo de The World Ends With You es genial. Su representación de la ciudad tan realista choca con los diseños de los personajes más estilizados, pero al menos ahí, consigue captar nuestra atención.
La parte técnica que más destaca es la música de Yoko Shimomura, pero está lejos de ser su mejor trabajo. Tiene cierto aire a Kingdom Hearts y Final Fantasy XV, pero como si fueran los temas que no se usaron y tenían a mano. Ojo, eso sigue siendo mejor que muchas otras bandas sonoras, pero no esperéis nada memorable ni mucho menos.
Incluso con magia se tiene que meter el gobierno de por medio
Ahora ya sí, quiero hablar de la historia y el universo del juego, que creo es donde reside el mayor potencial. En Reynatis la magia es algo normal. Los magos se forman cuando las personas experimentan sucesos cercanos a la muerte, o por descendencia noble. Esto ya crea cierta distinción entre magos «originales» y los que aparecen de manera pseudo-aleatoria, pero la segregación de clases no acaba ahí.
Al ser algo habitual, el gobierno ha formado una organización conocida como MEA para controlar a los magos. Como tal no es ilegal serlo, pero se ve como algo malo a poco que uses tu poder… Lo cual hace que sean individuos bastante oprimidos, al estilo de los mutantes de X-Men. Por este motivo, ha aparecido una facción conocida como «Guild» o «Gremio», que lucha por mejorar la condición de los magos. Eso sin olvidarnos los magos de a pie, que no está afiliados a ninguna facción, lo que crea un hervidero de tensión.
¿He mencionado que también hay monstruos y una droga mágica que da poderes? Pues eso, el mundo que plantea Reynatis es de lo más interesante, y a lo largo de la historia, se plantean interrogantes de lo más interesantes. Para presentarnos la dualidad de ideas, seguiremos a los protagonistas Marin y Sari. El primero es un intensito que va por libre y quiere convertirse en el mago más poderoso, mientras que Sari quiere acabar con esta droga mágica, y trabaja para el MEA.
Cada personaje tendrá su propio equipo, y aunque inevitablemente terminaran por cruzarse sus caminos, dejando claro que Marin es el verdadero protagonista, es interesante el viaje que viven… Sobre el papel. Al final, cada elemento argumental está hecho con prisas, tirando más de los «info dumps» sin dejar que las revelaciones o el universo lleguen a presentarse con el tiempo que se merecen. Igual es cosa de la relativamente breve duracion del juego, unas 15-20 horas, lo que les obliga a ir rápidamente de una trama a otra con tal de poder tocar todos los palos.
Los personajes al menos tienen una buena química entre ella. No son nada del otro mundo, pero las dinámicas de equipo son entretenidas… Lástima que donde brillen sean en conversaciones por un equivalente de WhatsApp, en vez de en las propias escenas principales de la historia.
Hay diálogos de lo más divertidos… Relegados casi siempre a las conversaciones opcionales por no-WhatsApp
Ven y pégame
Si en la parte argumental hay ideas interesantes que no se llegan bien a ejecutar, la parte jugable no se iba a quedar atrás. Reynatis plantea una dinámica interesante entre dos modos, que también tienen que ver con la narrativa: Liberado y Reprimido. Al liberarnos, empezaremos a gastar MP, pudiendo realizar todos los ataques que queramos hasta que la magia se nos gaste.
Es entonces cuando entraremos en el modo Reprimido, donde los MP se irán recuperando, pero no podremos atacar. ¿Ventaja? Las esquivas son mucho más fáciles de realizar. Es una especie de combinación de combate turnos con la acción, al pasar al ataque o la defensa según nuestra situación.
Si se hace una esquiva, ¡a subirlo a las stories!
Sobre el papel es increíblemente interesante… Pero al final el diseño del combate está bastante roto. Reynatis nos anima a dejar que nos peguen, activando una especie de QTE para hacer un parry con el que recuperar antes los MP. ¿Problema? Es demasiado fácil de hacer, por lo que los combates acaban por reducirse a entrar en modo Reprimido, realizar estas esquivas hasta llenar el MP, desatar un ataque especial que paraliza a los enemigos por nuestra Liberación con maximo de magia, y volver a empezar cuando se acaben los MPs.
La parte de pelear no está mal, ofreciendo cada uno de los 6 personajes un estilo de combate distinto, lo que nos anima a cambiar entre ellos según los enemigos a los que hagamos frente. Siempre recordando a Kingdom Hearts con un toque de Final Fantasy XV, con que todo tiene mucho «brilli-brilli» para que los combos sean bastante vistosos. Pero la cámara en entornos cerrados es un desastre, y está dinámica en la que cae Reynatis no varía. Apenas hay tipos de enemigos que planteen un cambio de fórmula, por lo que todo acaba resultando anodino al máximo.
Se podría decir que el combate me ha dejado bastante frío
TWEWY, ¿eres tú?
A nivel de estructura, una inspiración más que evidente para Reynatis es The World Ends With You. Las zonas de Shibuya que visitaremos están divididas prácticamente de la misma manera, e incluso la progresión es muy similar. Al subir de nivel las estadísticas mejoran automáticamente, y la manera de personalizar a los personajes es mediante las habilidades.
Funcionando de manera similar a los pines, tendremos dos habilidades activas y varias pasivas, para así dar más variedad a nuestras acometidas. ¿Cómo desbloqueamos más? Encontrando graffitis por Shibuya, llamados Wizarts. Pueden darnos también dinero o experiencia, por lo que así el juego nos anima a explorar la ciudad.
Sin embargo, muchos estarán bloqueados hasta que el nivel de «Maldad» se reduzca. Para ello, tendremos que completar misiones secundarias, las cuales suelen consistir en ir a un punto de la ciudad, liarnos a tortas con alguien y poco más. Hay una serie de misiones opcionales que sirven de crossover con The World Ends With You, por si la inspiración en el diseño no era suficiente. Eso sí, no son nada del otro jueves, con que tampoco tengais unas expectativas muy altas.
El pobre Hachiko ha pasado ser un cuervo en este juego
La capucha puesta, o a la poli
Pero no solo estaremos en Shibuya. De vez en cuando accederemos a unas mazmorras a través de portales que sólo pueden ver los magos, y son accesibles con la contraseña adecuada. Esto en principio debería de aportar algo de variedad, pero madre mía qué cansino era el dichoso bosque y demás escenarios genéricos e híper vacíos. Nada más entrar ya estaremos deseando volver a la ciudad.
Y hablando de la parte urbana, hay una mecánica en Reynatis que de nuevo tiene potencial sobre el papel, pero su ejecución es rara. Los magos que no forman parte del gobierno no pueden entrar en estado Liberado, por lo que si nos pillan en este estado, empezarán a llamar a la policía por una especie de red social. Si estamos mucho tiempo en una zona, un escuadrón del MEA llegará, y será complicado derrotarlos hasta que ya estemos casi al final del juego.
Además hay un sistema de estrés por el que, si estamos en peleas, hablamos de cosas estresantes o similar, llegará un punto en el que no podemos suprimir el poder. Esto debería hacer tensas las aventuras por Shibuya, pero nada más lejos de la realidad. Si empiezan a buscarnos, podemos activar el viaje rápido a otra zona, y listo. Será como si nada hubiera pasado, lo que te hace preguntarte por qué han implementado esta idea cuando no se usa en absoluto.
Acabaremos cansados del bosque y nos convertiremos en magos muy urbanitas
Conclusión
Quería que me gustara Reynatis. Su universo me parece la mar de interesante, los diseños de los personajes me encantan y hay muchos creativos de renombre detrás del proyecto. Pero el resultado final ha distado mucho de ser lo esperado.
Pese a lo mucho que disfruto de los JRPGs de bajo-medio presupuesto, aquí las limitaciones han acabado por afectar a la implementación de todas las ideas tan interesantes, lo que ha impedido que se planteen en condiciones. A la historia le hace falta respirar más o explorar mejor las dinámicas de personajes fuera de mensajes opciones, el combate se acaba haciendo muy aburrido por no saber explotar las herramientas que nos da o no aportar mayor variedad de enemigos… Y así con casi todo.
Me pasó algo similar con el primer The Caligula Effect, aunque al menos ahí la historia sí estaba a la altura. Así que, espero que Reynatis siga el mismo camino. Hay grandes ideas en el juego, y espero que tengamos en el futuro una secuela donde finalmente, se haga la magia.
Nos consolamos con:
- El diseño artístico de los personajes
- La música de Yoko Shimomura
- TWEWY vive, la lucha sigue
- Universo con mucho potencial e interesante
Nos desconsolamos con:
- Visualmente sería feo incluso para los estándares de PS2
- El combate se acaba haciendo muy aburrido
- Muchas ideas geniales pero que se quedan a medias o directamente no están bien implementadas
Análisis realizado gracias a un código para PS5 ofrecido por Reef Entertainment/NISA.
Ficha
- Desarrollo: FuRyu
- Distribución: NISA - Formato físico por Bandai Namco
- Lanzamiento: 27/09/2024
- Idioma: Textos en Inglés y Voces en Japonés
- Precio: 59,99 €
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