El frenetismo de DOOM junto a su estética metalera y la parte rítmica de un Guitar Hero. Es una combinación increíble que dio como resultado Metal: Hellsinger hace un par de años. Acompañados de una banda sonora compuesta de leyendas del género como System of a Down o Two Feathers, la experiencia era sencillamente increíble. ¿Qué hay mejor que reventar demonios mientras no dejamos de menear la cabeza al ritmo de la música? Hacerlo con nuestras propias manos mientras llevamos una escopeta en una de ellas y hacemos los cuernos con la otra. Esta es la fantasía que nos propone Metal: Hellsinger VR.
Pero claro, que un juego funcione de maravilla en plano no signifique que la adaptación a la Realidad Virtual sea fluida. Que todas las mecánicas, menús e interfaz funcionen en nuestro visor no es tarea fácil, y el equipo de Lab42 Games ha hecho un trabajo muy bueno para que podamos disfrutar del shooter más metal en VR. Así que preparad vuestros mejores cuernos infernales, que tenemos muchos demonios que masacrar al ritmo de la música.
Mismo infierno, diferente presentación
Como tal, Metal: Hellsinger VR tiene todo el contenido de la versión más reciente del juego en plano, a excepción del modo Horda, que por desgracia, está ausente. Así que tenemos la misma campaña de 8 misiones (el tutorial y 7 niveles reales), junto a una amplia variedad de skins o los DLCs para sobrescribir los temas originales y disfrutar los niveles al ritmo de Paramore, por ejemplo.
Aun así, la manera de presentarlo todo es muy, pero que muy distinto. En vez de contar con un menú básico desde el que movernos mediante punteros, tenemos ahora una guarida con trono incluido, dejando todas las opciones representadas de manera física. Así podremos seleccionar nuestro equipamiento directamente desde la pared del arsenal, ver las opciones o el lore en la biblioteca y elegir tanto las canciones como los niveles de nuestra colección de vinilos. ¿Las escenas 2D que hacen avanzar la historia y de las que pasamos olímpicamente? Aparecerán en el portal desde el que accedemos a los niveles, como si fuera una gigantesca pantalla de cine.
La interfaz también se ha adaptado, mostrando la salud y el indicador del ataque especial en la muñeca, mientras que la munición sale del arma. ¿El indicador de ritmo? Aparece donde apuntemos, lo que nos sirve como una ayuda para apuntar rápidamente sin usar cualquier tipo de mirilla, y tener siempre presente el ritmo. En la versión de PS VR2 tenemos incluso más ayudas, gracias a la vibración sutil del visor al ritmo de la canción de turno. Sin olvidarnos del metrónomo natural del propio entorno por el parpadeo de las llamas, por ejemplo. El resultado es una adaptación bastante buena para que estemos completamente dentro de la acción, y no haya nada entre nosotros, el musicote y la muerte de cientos de enemigos.
A tope siempre con los cuernos a cada rato que podamos
Arriba esos cuernos metaleros
Cuando ya estamos en la acción, la premisa sigue siendo la misma en Metal: Hellsinger VR: realizarlo todo al ritmo de la música. Podemos disparar las armas cuando queramos, pero haremos más daño si lo hacemos al ritmo. Eso nos motiva a hacerlo bien, y con el feedback sonoro de las armas o sus tiempos según disparamos, el juego nos ayuda a entrar en el ritmillo.
Ahora bien, en plano es cuestión de hacer unos clicks en el mando y ya está, tanto para disparar como para recargar. En VR cambia por completo la película, ya que hay acciones que tendremos que hacer de manera física: usar la espada y recargar. Cada arma nos pide un gesto diferente, ya sea mover la escopeta hacia arriba o los revólveres a los laterales, para recargar con estilo. Cuadrar el ritmo a estas acciones físicas es muchísimo más complicado, lo que hace que no sean tan consistentes a la hora de hacerlas. Ahora bien, clavar una recarga es de lo más satisfactorio, aunque igual no habría estado mal pensar en una mecánica más amigable para la VR para que pueda ser habitual el realizar esa recarga perfecta, en vez de algo muy poco habitual.
Dos manos, dos revólveres, dos víctimas simultáneas
Una idea propia de la VR es sostener las armas con las dos manos. Así controlamos mejor la precisión al disparar o el retroceso. En Metal: Hellsinger VR también lo podemos hacer, pero creo que no es lo más recomendable. Al realizar una ejecución, aunque tengamos las manos en la misma posición, la sujeción del arma se pierde. ¿Solución? Ir disparando a una mano mientras hacemos los cuernos con la otra. Porque entre «realismo» al disparar demonios y poder hacer los cuernos mientras repartimos estopa, tengo muy claro qué prefiero.
Por otra parte tenemos las armas duales, que nos permiten funcionalidad adicional en VR, como los revólveres o los hachas. Podemos disparar a dos sitios a la vez, lo que nos da incluso más maniobrabilidad que en plano. ¿Problema? Lanzar las hachas es súper complicado. De nuevo, algo satisfactorio cuando se consigue, pero muy complicado de clavar, por lo que al final, el mejor combo es la escopeta junto a los revólveres.
La escopeta es el mejor arma que cualquier metalero podría desear
La telonera del Doomslayer
Todo esto es en lo referente a las mecánicas como tal y su adaptación a la VR, pero no podemos olvidarnos de que Metal: Hellsinger VR viene de un juego rematadamente bueno. Estamos ante un shooter frenético donde los haya, donde ir realizando esquivas y ejecuciones de manera constante, como si estuviéramos en DOOM. Esto hace que igual no estemos ante la propuesta más amigable para novatos de la VR, ya que pese a haber las típicas ayudas de giro por grados o las viñetas, todos los saltos que tendremos que hacer para sobrevivir en los tiroteos no nos los quita nadie.
El diseño de las arenas de combate sigue siendo una delicia, y aunque obviamente no se llega al nivel de perfección absoluta pegando tiros como en DOOM, la sensación que vamos teniendo cuando creamos poco a poco un buen combo es gloriosa. Ir matando al ritmo, poco a poco escuchando más instrumentos a medida que aumenta el multiplicador, llegando las voces de manera triunfal con el «X16». Sencillamente mágico, e imposible no venirte arriba.
Es lo que hace que te lo pases tan rematadamente bien, disfrutando del musicote mientras participamos en combates la mar de entretenidos, y sintiéndonos la mayor amenaza del infierno al mismo tiempo que una gran estrella del metal. Así se le perdonan sus defectos, como lo repetitivo del jefe final al que derrotaremos al acabar cada fase, o su breve duración. Están los piques por las puntuaciones y demás, pero si eso no os anima a rejugar las fases, en unas 2-3 horitas podréis llegar al final de la aventura sin muchas complicaciones.
Vaya ganas de mandar al infierno al dichoso jefe repetitivo
El infierno en VR sigue siendo de lo más metal
Pasando a los aspectos audiovisuales, está claro que ha tocado hacer varios ajustes para que todo funcione de la manera más fluida posible en VR. Este análisis lo he hecho principalmente de la versión de PS VR2, y aquí apenas se aprecian recortes respecto a la edición en plano. Metal: Hellsinger VR sigue sin ser el mayor portento técnico, pero a nivel artístico, de texturas y efectos, entra por los ojos a la perfección. Cada nivel es como si entráramos en la portada de un gran disco de metal, ofreciéndonos estampas fantásticas y muchos elementos visuales para ayudarnos a mantener el ritmo entre tanto frenetismo.
Esta edición cuenta con los añadidos de las hápticas, pudiendo notar el metrónomo de cada canción en el visor o en los propios mandos con vibraciones muy sutiles, pero que nos ayudan a entrar en «la zona». Así se disfruta todavía más, por si no era suficiente. Y cómo no, la banda sonora no podía ser mejor, con temazos fantásticos, incluso para alguien que no es el mayor aficionado al metal del mundo. Las armas además son muy contundentes, sirviendo perfectamente como acompañamiento a las melodías para crear una ensalada musical de tiros brillante.
La tabla de puntuaciones será el principal aliciente para rejugar las fases
Es en Meta Quest 3 donde hay más recortes. No he jugado tanto, pero está claro que todo es mucho más plano a nivel de detalle, texturas o iluminación. La esencia de cada fase se mantiene, pero no impacta tanto. Aun así, es perfectamente jugable, si bien hay algún que otro tirón ocasional, que igual podrían terminar de pulir.
También hay algún que otro bug, sobre todo en transiciones donde tenemos que avanzar mediante una caída, quedándonos atascados. Es como si una estrella fuera a tener una entrada triunfar en el escenario, y la trampilla elevadora se quedara atascada. Se soluciona en segundos, pero pierdes ya el ritmo.
Conclusión
Si ya en plano era divertidísimo, en su salto a la Realidad Virtual, Metal: Hellsinger VR es incluso mejor. Sentimos la acción más de cerca, podemos hacer los cuernos mientras reventamos demonios con la escopeta y estamos literalmente en un disco de metal liándonos a tiros al ritmo de la mejor música. Es cierto que algunas mecánicas no funcionan tanto en VR, como la recarga o el lanzamiento de las hachas. O también se echa en falta el Modo Horda para añadirle más rejugabilidad al título.
Pero son pequeñas asperezas que no anulan el conciertazo de metal que protagonizamos a base de plomo, cuernos y demonios. Si ya disfrutasteis de la versión en plano, vais a gozar esta edición en VR. Y si aún no habíais jugado a ninguna versión, ya estáis tardando en dar caña en este maravilloso infierno musical.
Nos consolamos con:
- Soltar escopetazos mientras hacemos cuernos metaleros
- La sensación gloriosa cuando llegamos al multiplicador máximo y las voces entran en escena
- Unión de tiroteos con ritmo brillante
- Arte fantástico para sentirte como en la portada de un disco de metal
Nos desconsolamos con:
- La mecánica de recargas de las armas o acciones físicas no funciona muy bien para el tema del ritmo
- Varios bugs en transiciones de zonas
- La pérdida del Modo Horda (por ahora)
- Los jefes finales siguen siendo pochos
Análisis realizado gracias a un código para PS5 (PS VR2) ofrecido por Best Vision PR.
Ficha
- Desarrollo: Lab42 Games, The Outsiders
- Distribución: Funcom
- Lanzamiento: 03/10/2024
- Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés
- Precio: 29,99 €
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