Estamos viviendo una época muy dulce para el género de los plataformas 3D. Ya sea gracias a los estudios indies, los medianos o incluso los AAA, estamos disfrutando de grandes joyas como antaño… ¿Y qué mejor forma de mantener el género en plena forma que recuperando algunos de los clásicos de hace varias generaciones? Es algo en lo que el estudio Purple Lamp se está especializando con grandísimos resultados, y tras vivir en una piña debajo del mar, ahora tocaba ponerse las orejas de ratón con Disney Epic Mickey: Rebrushed.
El original es un título muy querido en Wii. Una manera fantástica de honrar el legado de unos de los personajes más míticos del mundillo del entretenimiento, traer a la época moderna a Oswald y de paso, ofrecer un repaso a las obras olvidadas de Disney. Pese a todas sus virtudes, es un plataformas que se recuerda de manera positiva, pese a sus numerosos problemas. Este remake es la oportunidad no sólo de recuperar el juego, sino de hacer que esté a la altura de como lo recordamos… Y Purple Lamp ha obrado su magia una vez más.
El travieso y patoso Mickey
Disney Epic Mickey: Rebrushed sigue los pasos de Bob Esponja: Battle for Bikini Bottom, por lo que es un remake hecho desde cero, pero manteniendo todo el diseño y contenido del original. Por tanto, la historia sigue siendo la misma: una noche el travieso Mickey se adentra en el taller de Yen Sid y la lía parda con la tinta mágica. Sin querer, libera al malvado Mancha y además causa estragos en el Páramo. Este reino es donde han ido a parar los dibus olvidados, y están siendo liderados por Oswald… El cual fue sustituido por Mickey antes de caer en el olvido.
Como os podréis imaginar, no está muy contenido el bueno de Oswald, por lo que tras varios años, logra llevar a Mickey al Páramo. Allí tendremos que arreglar nuestro desastre gracias al pincel mágico, con el que tendremos la capacidad de volver a crear o de disolver este gran mundo lleno de nostalgia. La historia de Disney Epic Mickey: Rebrushed es de lo más simpática, al abrazar al Mickey más clásico, todas estas sagas y personajes de los orígenes de Disney, y además dejarnos a nosotros el cómo lidiar con muchas situaciones.
Oswald no está muy contento con Mickey, y con razón
No penséis que esto es como Baldur’s Gate III o similar, ya que las decisiones no afectan de manera real a la trama global de la aventura, pero sí a pequeñas misiones que pueden ser más fáciles o menos, o la posibilidad de saltarnos secciones directamente. Es así como nos permiten crear nuestra propia versión de Mickey. ¿Seremos más destructivos o constructivos con nuestro pincel mágico? ¿Resolvemos los asuntos por las bravas? ¿Nos importa más una recompensa que un NPC al que ayudar? El planteamiento del juego sigue siendo tan bueno como cuando se publicó, y como encima tenemos tan pocas aventuras protagonizadas por Mickey en la actualidad, se disfruta incluso más el tener al personaje de vuelta.
Eso sí, hay un aspecto donde creo que se podría haber mejorado en este remake: el doblaje. Disney Epic Mickey: Rebrushed sólo cuenta con el prólogo con el doblaje al castellano, al igual que en el original. Esto nos deja todos los demás diálogos, ya sean ingame o en las cinemáticas en 2D, completamente en silencio. Ya que se han preocupado de mejorar su resolución y tocar tantos aspectos del juego, tener voces habría sido la guinda del pastel para que nos sintiéramos más dentro de la narrativa.
Cómo salvar el Páramo dependerá exclusivamente de nosotros
Adiós Wiimote, hola stick
Donde Disney Epic Mickey: Rebrushed gana muchísimos enteros es en su parte jugable. La versión de Wii se jugaba con el Wiimote, y era imprecisa a más no poder. Apuntar a la pantalla donde dispararíamos la tinta o el disolvente era una gran idea, pero la cámara nos dejaba vendidos en prácticamente todas las ocasiones. Esto cambia por completo ahora, ya que la cámara se sitúa en una buena posición detrás de Mickey, casi como si estuviéramos en un shooter en tercera persona.
Esto nos permite tener el puntero en pantalla y al ratón en todo momento en pantalla, ofreciendo una gran precisión tanto para la acción como para el plataformeo. Incluso podemos seguir usando el sensor de movimiento de los mandos para mover el puntero, pero sin perder la precisión o que la cámara se vaya a por uvas. Así los problemas jugables principales que se achacaban al original se diluyan de un plumazo.
Sería una pena que la Torre de Pisa se cayera, ¿verdad? ¡Fijo que es culpa de su inclinación!
Hay ciertos momentos donde el sistema de apuntado cambia, como en las fases de los jefes finales o cuando entramos en una sección de scroll lateral. Aquí el puntero es gigantesco, controlándolo igualmente con el stick o moviendo el mando, pero no moviéndose la cámara. Funciona realmente bien, de nuevo, sin perder nada de precisión.
Pero Purple Lamp no se ha querido quedar ahí, al añadir algún movimiento nuevo, como el culetazo, un clásico de los plataformas 3D, o la posibilidad de correr para movernos con mayor velocidad por los escenarios. Gracias a estos ajustes en la cámara y a las renovadas animaciones, las acciones básicas de todo buen plataformas, como saltar o atacar, son increíblemente satisfactorias. Controlar a Mickey es una auténtica delicia, haciendo que explorar el Páramo sea una gozada mientras buscamos todos sus coleccionables y completamos las misiones tanto principales como secundarias.
Es más, este esquema de control funciona incluso mejor que en Disney Epic Mickey 2, donde también se jugaba con controles tradicionales en Wiimote. Era justo lo que necesitaba Disney Epic Mickey: Rebrushed para funcionar en tiempos modernos, y sólo por eso, ya merece la pena volver a este remake.
Borrar o pintar a los jefes finales, he ahí la cuestión
Nuevos cambios en el Páramo, pero mismos problemas
A nivel de diseño, la estructura del juego se mantiene más o menos la misma, pero hay muchas mejoras por aquí y allá que hacen la experiencia global mucho más placentera. Por ejemplo, ahora no nos podremos perder, al tener un botón que nos marcará un caminito hacia el objetivo, lo cual es una mejora increíble.
El mundo también ha sufrido varios retoques, con nuevas áreas para dar más empaque a los niveles, como zonas de backstage en el parque abandonado de las ciudades del mundo o nuevos interiores en las cabañas de los duendes. Así tenemos sorpresas durante la exploración de niveles ya conocidos, y se crea un mundo más cohesionado. Eso por no hablar de varios ajustes a la interconexión de zonas, para que el ir de un lado a otro no se haga tan pesado… Aunque lo seguirá haciendo.
Algunos coleccionables nos permitirán disfrutar de los increíbles artworks del juego
Este es un área donde no había demasiado margen de mejora sin cambiar la estructura global del título, dejando a Disney Epic Mickey: Rebrushed con las manos atadas. Vamos a hacer muchas misiones de recadero, que no son ni interesantes ni aportan demasiado. Con la mejorada navegación todo es mucho más ágil, sí, pero ese problema base está ahí.
El combate también sigue siendo bastante justito. No es el área donde se centra el juego, pero tampoco es que sea divertido. Podemos dar algún golpe y hay varios tipos de enemigos (pocos), pero todo se reduce a lanzar pintura o disolvente, a veces realizar un golpe… Y ya. Nada es realmente satisfactorio, con estos encuentros siendo más trámites que otra cosa.
Al menos, las secciones en 2D son mucho más entretenidas. Los proyectores que sirven para conectar los niveles son mucho más dinámicos e interactivos que antes, lo que hace su exploración mucho más divertida. Sigue sin ser el culmen de los plataformas 2D, y volvemos a lo mismo: el original estaba bien, pero no era ninguna obra maestra. ¿Lo mejor? Cuando los hayamos hecho, podemos omitir estas secciones, haciendo el backtracking infinitamente más llevadero. Combinando todas estas mejoras, tenemos una aventura que nos durará alrededor de 12 horitas, y que son mucho más llevaderas que en el original.
Las proyecciones en 2D son pura nostalgia de los orígenes de Mickey
Conclusión
Disney Epic Mickey: Rebrushed es la versión definitiva de este clásico, logrando que el juego esté a la altura de tal y como lo recordábamos, e incluso mejor. Sus principales problemas se han arreglado, creando así un plataformas 3D mucho más recomendable, moderno y divertido.
Aun así, algunos de sus problemas base de diseño se siguen manteniendo, como su pobre combate o el excesivo backtracking para completar demasiadas misiones de recadero, lo que afecta notablemente al ritmo de la aventura.
Estos defectos aparte, Purple Lamp ha vuelto a coger el pincel de Yen Sid para obrar magia. Ahora, el cuerpo me pide más Epic Mickey. Ya sea con un remake de su secuela, o mejor aún, un juego nuevo que continúe la franquicia. ¿Quizá recuperar el cancelado Epic Donald? ¿O combinándose con el mundo de Lorcana? Las posibilidades son infinitas, y ojalá, este sea el comienzo de más aventuras junto a Mickey y Oswald.
Nos consolamos con:
- Arreglada la desastrosa cámara del original
- Múltiples mejoras de calidad de vida que hacen todo mucho más llevadero y ágil
- El regreso de Mickey en una historia nostálgica e ideal para repasar su legado y el de Disney
- La idea de pintar y borrar el escenario sigue siendo genial
Nos desconsolamos con:
- Problemas de ritmo con tanta misión de recadero y backtracking
- El combate sigue siendo bastante flojo
- La oportunidad perdida de añadir doblaje para potenciar más aún la narrativa
Análisis realizado gracias a un código para PS5 ofrecido por THQ Nordic.
Ficha
- Desarrollo: Purple Lamp
- Distribución: THQ Nordic
- Lanzamiento: 24/09/2024
- Idioma: Textos y Voces en Castellano
- Precio: 59,99 €
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