Cumplir tu primer decenio es siempre algo único y especial. En el mejor de los casos, se transforma en un reconocimiento de lo más sonado, pero para que eso ocurra tienes que ofrecer algo a cambio, algo rompedor, único e ingenioso; de lo contrario, todos tus esfuerzos habrán servido para absolutamente nada. Este atípico 2020 es el año donde dos grandes franquicias cumplen ese decenio. Mucho ha llovido desde la publicación de Bayonetta (8 de enero de 2010 en Europa) y Vanquish (22 de octubre de 2010) y la pregunta sale prácticamente sola: ¿qué han hecho estos dos juegos para merecer dicho reconocimiento? Pues sencillo. En 2010 la industria japonesa estaba a punto de sufrir sus mayores crisis creativas debido al auge de estudios occidentales y la ineptitud de las compañías japonesas a adaptarse a las necesidades de un nuevo público potencial, todo esto sumado a la falta de talento en los estudios japoneses más punteros. PlatinumGames, sin embargo, mantuvo un equilibrio entre ambos mercados. Curiosamente, Bayonetta representaba el talante japonés en todo su esplendor y Vanquish, pese a tener ese tono loco y absurdo marca de la casa, se cimentaba sobre un corte puramente occidental.
Mantener el orgullo de la industria japonesa, ese es el gran logro de PlatinumGames y es por ello que hoy podemos celebrar los diez años de Vanquish y Bayonetta, en un “bundle” con gráficos ¿mejorados? y estabilidad en la tasa de fotogramas, algo muy necesario en ambos títulos (más en Vanquish que Bayonetta, para ser justos) y que hoy, los usuarios de PC, PS4 y Xbox One pueden rememorar o descubrir por primera vez. “Let’s dance boys!”