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Smash Drums – PS VR2

En el apogeo de los instrumentos de plástico, creo que todos siempre soñábamos con tener el plato fuerte. La estrella que sustituía a la guitarra, al ser la novedad, la que más llamaba la atención de un sólo vistazo… Y también la que más espacio ocupaba, lo que la hacía menos viable de comprar. Hablo cómo no, de la batería. Por suerte, la VR ha hecho que poder disfrutar de este instrumento no suponga un problema de espacio, que los vecinos no nos quieran matar por el ruido que hacemos y hasta parezca que sepamos lo que hacemos. Ha habido varios títulos centrados en la batería, y uno de mis favoritos siempre ha sido Smash Drums.

Tras triunfar en Meta Quest, ofreciendo poco a poco nuevas funcionalidades, mejoras de calidad de vida, modos y canciones extra, en PotamWorks han decidido llevar la música a PS VR2. Pero no con un simple port, sino con uno que aprovechase al máximo las capacidades del visor, con el objetivo de convertirse también en uno de los mejores juegos musicales del dispositivo. Así que agarrad vuestras baquetas virtuales, que ha llegado la hora de comprobar si lo han conseguido.

Una batería, tres estilos de juego

A la hora de jugar, Smash Drums nos ofrece tres modos completamente distintos para todos los temas, en función de nuestras preferencias o el grado de «realismo» que busquemos. En primer lugar está Arcade, que nos recordará irremediablemente a Beat Saber. En vez de cubos vendrán a nosotros varios tambores y platillos, para que al golpearlos, repliquemos los movimientos del batera de la canción que estemos tocando.

Es una manera muy accesible de representar un instrumento tan complejo a nivel rítmico, pudiendo ver mediante varios indicadores las notas que se salen de ritmo, y haciéndonos tocar la batería sin literalmente darnos cuenta. Luego están los añadidos para hacer más dinámico y físico este modo, como obstáculos que debemos evitar, o el hecho de que las partes de la batería no vendrán siempre en línea recta, dándonos un pequeño margen de giro.

Mi modo favorito es el Clásico, donde directamente tenemos la experiencia que comentaba antes de Rock Band. Veremos la batería entera ante nosotros, con una partitura que parece salida de dicho juego. Cada parte de la batería es de un color, y las notas más o menos se alinean con esa parte de la batería. Es claramente una experiencia muy, muy distinta, buscando una experiencia más realista, y también complicada. Pero cuando finalmente te habituas, es como viajar en el tiempo a la era PS360, donde disfrutábamos de Rock Band o Guitar Hero, y me encanta. Una cápsula del tiempo moderna sencillamente brillante.

Si queréis una mezcla de ambos, entonces está el modo Fusión. De nuevo estaremos ante la batería, pero las notas vendrán hasta nosotros, teniendo que golpear cada parte cuando se sitúe en la batería. También habrá obstáculos que vendrán a nosotros, por lo que tampoco pararemos en esta modalidad. Personalmente, es mi modo menos favorito, ya que la visibilidad de las notas no es la mejor del mundo, sobre todo cuando hay múltiples notas en sucesión rápida.

Hablando de aspectos mejorables que no terminan de cuajar del todo, hay una mecánica que nos anima a golpear varias notas más fuerte o débil. El indicador de qué tipo de nota no es demasiado destacado, sobre todo cuando estamos en un tema con muchísimas notas, así que lo primero que he hecho en esta versión de Smash Drums ha sido desactivar esta opción. Sí, se reduce ligeramente la puntuación, pero aquí importa más la diversión que ser los primeros en la tabla de clasificación… Salvo que seáis de los que os piquéis al máximo, claro está.

Somos unas leyendas del rock

Los diferentes modos de Smash Drums funcionan muy bien, pero lo que importa es que siempre tendremos una gran sensación de pegada a la hora de tocar los tambores o los platillos. En especial cuando tenemos la batería completa ante nosotros. El feedback visual, sonoro y físico es genial, aprovechando múltiples efectos junto a la vibración de los mandos para que notemos cada impacto. Esto da una gran sensación de inmersión, y la parte visual terminan por redondear la experiencia.

Olvidaos de experiencias realistas, ya que Smash Drums se centra en la ilusión de ser una estrella del rock con el poder de la música en nuestras baquetas. Así que al levantar los brazos, el público nos vitoreará y veremos efectos diferentes en cada escenario. ¿Llegamos al momento más cañero de un tema? Pues se celebrará por todo lo alto, ya sea con fuegos artificiales en los mapas con un escenario, reventando aún más la Tierra en el mapa de la Luna o con más destrucción a nuestro alrededor en la cárcel. Es cierto que no hay mucha cohesión entre los diferentes entornos, pero vaya si no son vistosos.

Ahí es donde también entra el gran trabajo de porting realizado a PS VR2. El juego se ve increíblemente nítido, ofreciendo una gran resolución. ¿Queremos aún más fluidez a costa de reducir ligeramente la nitidez? Entonces podemos activar el modo Rendimiento para que todo vaya a 120 FPS nativos. Y si tenéis PS5 Pro, la resolución será aún mejor. Hasta se aprovechan los gatillos adaptativos para que, al hacer girar las baquetas, notemos un poco de resistencia. Aún más inmersión mientras no sentimos los reyes del rock. Encima es más fácil que otros lo vean, gracias a los nuevos modos de cámara para los que nos ven en el televisor o al grabar nuestra partida. El título ya era vistoso en Meta Quest, pero aquí se ve todo incluso mejor.

Lo único que se ha perdido es el modo multijugador, que Smash Drums ya no tiene en PS VR2. ¿Importa mucho? No, ya que tampoco es que fuera la parte más activa. En su lugar, seguimos teniendo el sistema de puntuación que nos permite ver en tiempo real a quién vamos superando, lo cual siempre viene bien para unos piques asíncronos y motivarnos a seguir petándolo durante la canción.

Un tracklist para pedir un bis

Algo muy importante en todo juego musical es qué canciones vamos a tocar, y este es otro aspecto donde el juego brilla. De serie, contamos con 58 canciones (las podéis escuchar aquí), y si bien no son temas híper populares, hay temazos. Mi favorito es de lejos Boku No Universe, demostrando que claramente necesitamos más canciones de J-Rock en el juego. ¿Quizá un pack con One Ok Rock, The Oral Cigarretes o Man With a Mission.

Hablando de DLCs, todos los packs que han ido llegando a Smash Drums están disponible de lanzamiento, ampliando el repertorio otros 35 temas más. Aquí sí están las canciones más reconocibles, como Bring Me To Life, All the Small Things o It’s My Life. Son temones de mucho cuidado, donde seguramente estarán algunas de nuestras canciones favoritas.

Gracias a sus diferentes niveles de dificultad y las tablas de clasificación en función del modo (modo Clásico por un lado y Arcade/Fusión combinados), hay mucha rejugabilidad para dominar cada tema hasta saberlo de memoria y coronarnos como los mejores del mundo. Así que hay juego y rock para rato.

Conclusión

Smash Drums siempre me ha parecido de los mejores juegos musicales de la Realidad Virtual, y esto se mantiene en su salto a PS VR2. PotamWorks ha realizado un port estupendo, aprovechando los puntos fuertes del visor para mejorar aún más la inmersión y el apartado audiovisual. El resultado es un juego igual de bueno que en Meta Quest, y todo un imprescindible para los usuarios de PS VR2.

La manera tan única de tocar la batería que nos ofrece Smash Drums es brillante. Ya sea en su modo Arcade, recordando los viejos tiempos de Rock Band o en la mezcla de ambos, siempre nos sentiremos como la estrella del rock que llevamos en nuestro interior. Así que no lo dudéis ni por un momento, y a subir al escenario virtual para dar el concierto de nuestra vida.

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  • Tres modos diferentes y casi igual de divertidos para tocar la batería
  • La manera en la que el juego te permite fliparte y sentirte una estrella del rock
  • Visualmente es todo un espectáculo
  • Gran selección de canciones entre las que vienen de base y las de DLC
  • La visibilidad de las notas en el Modo Fusión no es la mejor del mundo
  • La mecánica de la fuerza del golpeo es mejor desactivarla
  • Se ha perdido el multijugador en tiempo real

Análisis realizado gracias a un código para PS5 ofrecido por PotamWorks.

Ficha

  • Desarrollo: PotamWorks
  • Distribución: PotamWorks
  • Lanzamiento: 15/05/2025
  • Idioma: Textos en Español
  • Precio: Juego Base: 19,99 € - Edición Completa: 59,99 €

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