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Xenoblade Chronicles X Definitive Edition

Pese a que no tuviera mucho éxito a nivel de ventas, Wii U recibió algunos de los exclusivos más potentes de Nintendo. Esto ha hecho que, poco a poco, tuviéramos ports de estas joyitas en Nintendo Switch, dándoles la vida que se merecieron en su momento. Uno de los re-lanzamientos que más se habían pedido al fin ha llegado en el último coletazo de la consola, dándonos otro gran JRPG con el que disfrutar durante horas y horas gracias a Xenoblade Chronicles X Definitive Edition.

Esta entrega es bastante peculiar, ya que pese a pertenecer a la saga de Monolith, es la que se encuentra más aislada del resto de la franquicia. De ahí el no estar numerado, además de no tener protagonistas definidos o apostar más aún por la exploración. El juego ya era una virguería en Wii U, pero ahora se ha aprovechado este port para ofrecer unas cuantas mejoras visuales y jugables. Con que buscad vuestro Skell, que el mundo de Mira nos espera una vez más.

En busca del Arca (de la vida) perdida

Resulta que no estamos solos en el universo, y cuando los aliens llegaron a la Tierra, no lo hicieron con buenas intenciones. Cuando el planeta estaba a punto de ser destruido, la humanidad salió por patas en naves espaciales para buscar un nuevo hogar a salvo de estos invasores. Nosotros seguiremos a una de estas naves, la «Ballena Blanca» de EEUU, que ha aterrizado de una manera algo accidentada en el planeta Mira.

Se ha conseguido sobrevivir, y parte de la humanidad está prosperando con la ciudad de Nuevo Los Ángeles (NLA) como núcleo en los restos de la base. Pero este aterrizaje forzoso supuso perder una parte esencial del plan para garantizar el futuro de nuestra especie, obligándonos a buscar por todo el planeta el «Arca de la Vida».

Si suena a premisa de historia de ciencia ficción algo genérica, es porque lo es. La historia de Xenoblade Chronicles X no es el eje central de la experiencia, sino más bien una excusa para ir de un lado a otro del planeta Mira. De hecho, no hay ni un protagonista definido, sino que nosotros nos creamos a un avatar que estará mudo de una manera bastante absurda en las escenas de vídeo mientras nuestros compañeros llevan la voz cantante. Son ellos los que presentan la parte emocional, y junto a la historia del propio planeta o los conflictos entre humanos y aliens, los que hacen que la historia tenga la suficiente chicha para animarnos a explorar este planeta alienígena.

El momento guau al ver todo lo que nos espera en Mira sigue impresionando

Explorando que es gerundio

Tras el prólogo, el planeta Mira no dejará de pedirnos a gritos que exploremos hasta su último rincón. Su amplio mapa dividido en biomas con cosas asombrosas a descubrir siempre en el horizonte. Ya sean criaturas gigantescas, estructuras misteriosas o una mezcla de todo. La escala del mundo de Xenoblade Chronicles X es sencillamente increíble, y de un plumazo, logra transmitirnos lo vivo que está el que será el nuevo hogar de la humanidad.

Con la ciudad de Nueva Los Ángeles como base, y dando así una zona más urbana y propia de la sci-fi a la aventura, poco a poco iremos conociendo este entorno. Ya sea por las diversas misiones principales, las secundarias o por iniciativa propia. ¿Cómo nos va a ir parando el juego los pies? Con esas inmensas criaturas. Porque algunas supondrán un momento a lo Jurassic Park con los preciosos herbívoros haciendo sus cosas mientras nosotros pasamos a su lado… Y otros serán monstruos de un nivel altísimo que no dudarán en aniquilarnos de un golpe como nos crucemos con ellos.

Gracias a la relativa baja gravedad que nos permite dar grandes saltos o hacer «balconing» (tendría más sentido si siguiéramos siendo británicos en vez de yankis), la verticalidad del mundo y sus diversos coleccionables nos harán estar horas y horas simplemente yendo de aquí para allá. Poniendo balizas para ir desbloqueando puntos de viaje rápido, descubriendo las diversas actividades de cada sector o cazando a las criaturas que ponen en jaque nuestra presencia en el planeta.

¿Pensamos que ya hemos explorado el mapa al máximo? Pues nada más lejos de la realidad, ya que cuando tengamos los mechas (aquí llamados Skells), la verticalidad se amplía, podremos llegar a todavía más zonas y algunas de esas bestias que antes podían aplastarnos sin esforzarse, al fin podrán caer. Pero los mechas no dejan que el ir a pie siga siendo inútil, con monstruos aún muy poderosos que se verán atraídos por ir a bordo de estos vehículos, el hecho de que se puedan romper obligándonos a volver a la base para repararlo o zonas sólo accesibles a pie. Con que tenemos ambos elementos para darnos aún más herramientas con las que explorar este precioso mundo.

Un BLADE siempre está preparado

Como os podréis imaginar, en nuestra exploración vamos a combatir, y aquí Xenoblade Chronicles X también funciona realmente bien. Los combates tienen lugar en tiempo real, con los personajes atacando de manera automática, y nosotros eligiendo cuándo usar las diversas habilidades o cuándo cambiar de arma entre la de distancia corta o larga. Una mecánica propia de la saga, de usar las habilidades buscando crear combos, se mantiene para reforzar el trabajo en equipo entre los diversos personajes.

Los aliados serán los que nos digan qué tipo de habilidad usar, y hacerlo tendrá sus bonificaciones extra que supondrán la diferencia entre la victoria o la derrota. O podemos crear estados que hacen más poderosas otras habilidades, como derribar al rival para luego usar los ataques que hacen más daño sobre enemigos que están ya en el suelo.

La mecánica de sobrecarga, para poder consumir una energía adicional con la que lanzar las habilidades sin esperar su tiempo de cooldown, nos permite ser más activos que pasivos durante los combates. Esto hace que todo sea muy dinámica y hasta espectacular. Cuando nos estamos enfrentando a grandes criaturas o potentes jefes finales, con la increíble música de Hiroyuki Sawano sonando a todo volumen, es imposible no imaginar que estamos jugando a un anime y estamos en pleno combate final contra el malo más malo de turno. Si encima pensamos en esos consejos de los compis para hacer los ataques en equipo como el cliché de gritar los ataques antes de lanzarlos, más aún.

La progresión también es muy satisfactoria, haciendo evolucionar las diferentes clases, desbloqueando poco a poco más habilidades activas y pasivas, con las que ir construyendo a nuestro personaje ideal. Con el loot siendo muy constante y lo fácil que es cambiar entre «trabajos», la experimentación es muy sencilla, lo que hace todo más divertido y adictivo todavía.

Con todo esto, el juego nos permite entrar casi en modo «zen», explorando, recolectando materiales para la misión secundaria de turno o combatiendo al bicho que se nos ponga por delante. La franquicia siempre ha tenido cierto toque de MMO para un jugador, pero esto es más cierto que nunca en Xenoblade Chronicles X. Así que podemos estar muuuuuuchas horas simplemente limpiando el mapa, disfrutando de sus mecánicas, pero sin un objetivo argumental muy definido. Es «malo» a nivel de ritmo, pero bueno porque, si entramos en su rollo, son decenas y decenas de horas de contenido. Me he encontrado en sesiones de varias horas donde no había hecho «nada», pero se me había pasado el tiempo volando, queriendo descubrir siempre una zona más o completar una misión más. El bucle jugable es increíblemente adictivo y divertido, de nuevo, si llegamos a entrar en su estilo de juego.

Nada como saber nuestro sitio en la cadena alimentaria como un enemigo cercano de gran nivel

Una edición definitiva… O casi

El subtítulo de Definitive Edition no se ha puesto a la ligera, ya que en vez de estar ante un simple port, se han añadido bastantes elementos y mejoras. Por un lado, la interfaz y la navegación por los menús se ha hecho mucho más ágil, para que todo sea legible en mitad de un combate o entendamos mejor las mecánicas, además de tener una interfaz más cohesionada con los otros títulos de la saga.

Otras mecánicas directamente se han modificado o eliminado. Lo de pertenecer a una de las ramas de «BLADE» (la organización que se encarga de todo en NLA) se ha convertido en algo testimonial y ya está, reduciendo el farmeo innecesario por el simple hecho de farmeo. Por otra parte, se han añadido misiones de reclutamiento para poder tener aún más compañeros con sus propias historias.

Todo el mundo sabe que cuanto más hable un alimento, más rico estará

O esa es la teoría, ya que no jugué a la versión original, y esta ha sido mi primera toma de contacto con Xenoblade Chronicles X. Así que, la parte buena es que todo lo nuevo está bien integrado, para que lo nuevo no cante ni parezca fuera de lugar. Lo mismo no se puede decir, por desgracia, del renovado apartado visual. Todo sigue impresionando dada la escala de la acción, pudiendo ver todo muy nítido tanto en el televisor como en modo portátil.

¿La pega? Los personajes. Se les ha dado un toque más anime, de nuevo para que todo se vea más como en las demás entregas… Pero el mundo sigue viéndose más o menos realista. Esto crea una experiencia visual que choca. Sí, los nuevos modelos están más detallados, pero cantan más. Es cierto que, en cierto sentido, cuadra con lo de ser «aliens» en este nuevo planeta, pero también choca este estilo con el de la ciudad, por ejemplo. No se ve mal, y esto es cuestión de gustos, pero es ciertamente lo único que no me ha terminado de convencer de la parte técnica.

Aunque los personajes me choquen algo, el acabado en general sigue siendo de escándalo. ¡Que todo esto lo mueve una Switch!

Conclusión

Llevaba años esperando poder jugar a Xenoblade Chronicles X, y vaya si ha merecido la pena la espera. Estamos ante uno de los últimos coletazos de Switch antes de la llegada de su sucesora, y pese a ser «sólo» un remaster, sigue siendo uno de los mejores JRPGs de ciencia ficción que hay en la actualidad. Como mucha gente se lo perdió (yo incluido) es casi como si fuera un juego nuevo, y sus múltiples mejoras de calidad de vida hacen que sea mucho más amigable pese a lo denso y complejo que es.

Eso sí, esta es la entrega de la franquicia que más parece ser un MMO pensado para jugar en solitario. No me cansaré que no es malo, pero sí distinto. No esperéis una historia principal épica con héroes fantásticos, personajes capaces de cambiar el destino del mundo y mucho más. Aquí son la jugabilidad y el propio planeta de Mira las verdaderas estrellas de la función. Monolith creó en su momento uno de los mejores JRPGs de mundo abierto, y al fin ha llegado el momento de que brille como nunca.

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  • El planeta Mira pide a gritos que lo exploremos
  • Un bucle jugable realmente adictivo entre explorar, combatir y completar misiones
  • La escala del mundo y la libertad para explorarlo no tiene rival dentro de los JRPGs
  • La banda sonora de Sawano sigue siendo de lo más épico
  • Puede ser demasiado MMO para los que busquen algo más narrativo o directo
  • El estilo visual de los personajes tan anime no termina de casar con el «realismo» del resto del mundo

Análisis realizado gracias a un código para Nintendo Switch ofrecido por Nintendo.

Ficha

  • Desarrollo: Monolith Soft
  • Distribución: Nintendo
  • Lanzamiento: 19/03/2025
  • Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés o Japonés
  • Precio: 59,99 €

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