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Tiny Garden

Odio los juegos de granjitas. Se supone que son relajantes, pero me estresan. Ya estoy todo el día en el trabajo con infinidad de Excels y tiempos límites, no hace falta vivir la fantasía de tenerlos ahora en mitad del campo. Así que no me veréis enganchado a Stardew Valley, e incluso es un componente que me puede hacer aborrecer títulos, como Sakuna: Of Rice and Ruin. Pese a todo esto, he acabado enganchado a Tiny Garden, lo nuevo del estudio gallego Ao Norte.

¿El motivo? Volver a la infancia para disfrutar de unas granjitas totalmente de relax. ¿Os acordáis de las Polly Pocket? Esos juguetitos que simulaban grandes lugares en pequeñas y adorables maquetas. Pues eso es básicamente Tiny Garden. Y en vez de tener objetivos bajo un tiempo límite, todo se convierte en prácticamente un puzzle donde las verduras, el suelo y las herramientas se convierten en los engranajes que debemos encajar. Así que buscad un sitio cómodo, preparaos una taza de café caliente, y a por esta granjita de juguete.

La granja de los puzzles

En Tiny Garden no hay dinero como tal. Nuestro único objetivo es ir obteniendo diferentes frutas, plantas y verduras, con las que obtener semillas que desbloquean nuevos vegetales, y así constantemente. Todo se divide en varios grupos, ampliando el terreno cultivable por cada gran hito desbloqueado. ¿Y cómo crecen las plantas? Estamos ante un juguete, así que nada de esperar a que un Sol de juguete les dé nutrientes. En su lugar, giramos la palanca para simular un día, y arreglado.

Cada planta sólo puede crecer en un tipo de suelo determinado, ya sea el estándar, el agua, el embarrado, entornos desérticos, de césped, etc. Para obtener estos terrenos, debemos cultivar las plantas correctas, para que modifiquen las casillas a su alrededor. Por ejemplo, el cactus crea una casilla árida a su alrededor, mientras que el camino entre dos arbustos se convierte en césped.

Todo se puede conseguir siempre a partir de las zanahorias, nabos o cactus, las cuales se nos darán de manera gratuita en intervalos regulares, en caso de que nos quedemos sin otras semillas. Así que, Tiny Garden se acaba convirtiendo en un gran puzzle, combinando plantas de diferente tipo, sus modificaciones en el terreno y varias herramientas como las fuentes. Pero uno en el que podemos ir a nuestro ritmo, simplemente disfrutando de recoger más plantitas, girar de la palanca, ver cómo el suelo se modifica y así constantemente.

Nada de tener alergia para disfrutar de estas plantitas de juguete

Hay una carta para ti

A medida que desbloqueamos nuevos grupos de plantas a cultivar, o colocamos los objetos decorativos en la parte idónea para ello del juguete, iremos desbloqueando diferentes cartas. Sí, Tiny Garden tiene una ligera capa narrativa, mostrándonos cómo el juguete que ahora tenemos en nuestras manos ha ido pasando por otras personas, afectándolas a nivel emotivo de diferentes maneras, y conectándoles con sus anteriores dueños. Es un poco la idea de Toy Story 3 cuando Andy cede sus juguetes a Bonnie.

¿No nos importa esa narrativa? Pues podemos obviarla por completo, e ir creando la nuestra propia. Imaginarnos quién viviría en este jardín o granjita de juguete, montando nuestro piso de ensueño con los objetos decorativos que vayamos desbloqueando poco a poco. O podemos seguir centrándonos en obtener nuevos grupos de plantas, si sólo nos importa la parte de «garden» de Decogarden.

Todo está literalmente en nuestras manos, pero ciertamente, es divertido hacer que este nuevo juguete sea NUESTRO nuevo juguete. Unas pegatinas por el exterior, un fondo distinto, unos pósteres por allí y unas plantitas por allá. De nuevo, nosotros decidimos en qué parte de Tiny Garden nos centramos y al ritmo al que avanzamos, sin nadie gritándonos porque no llegamos a pagar la hipoteca de esta casita con su jardín/granjita.

Las cartas nos darán parte de la narrativa, recompensas y puzzles nuevos a resolver. ¡El pack completo!

Hay un juguete en mi granja

Pese a su elemento de relax, mi impaciencia sale de vez en cuando a relucir, y hay varios aspectos donde Tiny Garden no me ha convencido tanto. El depender absolutamente todo de otras plantas, nos obliga a pensar que para conseguir la planta D debemos obtener antes la C, la cual requiere la X e Y, que a su vez se obtienen con A y B. Todo son cadenas para resolver estos puzzles… Y si gastamos algún recurso en un descuido, pues de nuevo a iniciar esa cadena para los diferentes elementos intermedios.

Algo que podría haber ayudado es que algunas plantas básicas, una vez obtenidas, se pudieran usar tantas veces como queramos. Eso nos animaría aún más al ensayo y error. Experimentar con combinaciones de plantas y/o herramientas para ver qué suelos se consiguen, qué funciona o simplemente para pensar en nuestra plantación de ensueño.

Dar con todos los terrenos es como un puzzle en sí mismo

Ahora, todo requiere empezar muchas veces desde el principio. Es cierto que hay formas de obtener más plantas de una sentada, ya sea aprovechando los multiplicadores en varias plantas, los girasoles o dependiendo del RNG. ¿Me estoy quejando porque quiero ir más rápido en un juego de chill? Sí, e igual nada de esto os afecta, pero así funciona mi cerebro que siempre quiere ir a toda pastilla.

De lo que no me puedo quejar es de la estupenda presentación del título. El juguete realmente parece que es un juguete, valga la redundancia, de los que igual nos encontramos en casa de nuestros padres o abuelos. Los materiales usados para las plantas y las decoraciones le dan un aspecto plasticoso muy propio de las Polly Pocket, y me encanta. La música relajante también es genial, aunque reconozco que más de una vez dejé en mute a mi granjita para estar con un podcast de fondo. La manera relajante de cada uno de ponerse con este juguetito.

Siempre es una alegría tener más plantitas y decoraciones

Conclusión

Los juegos cozy no suelen terminar de hacerme click, y más cuando hay una granja de por medio. Pero con Tiny Garden he acabado unas cuantas noches hasta las tantas plantando semillas, viendo cómo ir manipulando el terreno para tener más plantas y relajándome con estos puzzles. Es una propuesta simple pero en la que todo se hila muy bien.

Desde el desarrollo de los puzzles a la narrativa, junto a su genial apartado artístico, todo sencillamente hace click. Cada pieza encaja para formar este adorable juguete, con que a poco que os gusten los juegos relajantes y/o de rompecabezas, no dudéis en volver a la infancia.

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  • Realmente parece que estamos ante un juguete de nuestra infancia
  • Puzzles y granjitas relajantes sin presión alguna
  • Bien hiladas la decoración, la recolección de plantas y la narrativa
  • Se hace pesado experimentar o «fallar» por todos los pasos intermedios a repetir

Análisis realizado gracias a un código para Steam (jugado en Steam Deck) ofrecido por Dead Good Media.

Ficha

  • Desarrollo: Ao Norte
  • Distribución: Super Rare Originals
  • Lanzamiento: 08/04/2025
  • Idioma: Textos en Castellano
  • Precio: Por determinar

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