
En cuanto se anunció Clair Obscur: Expedition 33 me tenía totalmente enamorado. Es raro hoy en día encontrarse con una nueva licencia que se aleje de lo habitual, ya no sólo en su apartado audiovisual, sino también en lo jugable. Es algo poco habitual, y eso claramente había puesto mucha presión sobre Sandfall Interactive, al ser el primer juego del estudio. ¿Es capaz de cumplir las altas expectativas que ha ido generando?
Sin andarme con rodeas, ¡vaya que sí! Los RPGs por turno se están reinventando mucho en los últimos años, y Clair Obscur: Expedition 33 es otro giro de tuerca más. De hecho, el juego es una amalgama de ideas de otros juegos para crear algo único y propio que atrapa desde el primer minuto de la partida. Así que preparaos para iniciar la Expedición, que el destino de los treintañeros y de la humanidad está en juego.
La expedición del numerín
Hace 67 años, el mundo se rompió. Todo acabó hecho un caos, y la isla de Lumiére es la única que sigue en pie. Sin embargo, la supervivencia no está garantizada para los humanos. En el centro de todo este caos, la figura conocida como la Paintress marca un número en el árbol gigante que parece ser el origen de todo este caos. Año tras año, este número ha ido descendido, y la gente que tiene la edad indicada acaba muriendo al más puro estilo del chasquido de Thanos. Cambiando las cenizas por unas preciosas flores, eso sí.
Esto está reduciendo la esperanza de vida, y de las expediciones que se han ido mandando al Continente para detener a la Paintress, nadie ha vuelto con vida salvo unos pocos de la primera expedición de todas. El número ha bajado hasta la cifra maldita de Fernando Alonso, y seguiremos a la Expedición 33 en su cruzada, cada vez más desesperada. Porque sí, ser «viejo» y estar a un paso de la muerte con poco más de 30 años es aterrador de narices. Algo que me recordaba a Virche Evermore, pero con una cuenta atrás aparentemente imposible de parar que no permite crear una sociedad en condiciones.

El 33 siempre estará presente en la lejanía, dejando bien claro cuál es nuestro objetivo
La premisa de Clair Obscur: Expedition 33 es fantástica, y el ritmo de la historia es genial. El grupo de personajes a los que seguiremos es de lo más carismático, viendo cómo lidian de manera diferente ante esta situación. Gustave tiene 33 años y acaba de perder a su amada por esta terrible maldición, con que decir que está deprimido es quedarse corto. Lune ve esta oportunidad como ideal para conocer más sobre el Continente, mientras que la joven Maelle, a pesar de quedarle años para su límite mortal de edad, estaba deseando huir de los confines de Lumiére.
Entre los misterios que se van resolviendo y planteando en nuestra expedición, junto a la dinámica de grupo, nos engancharemos desde el principio a la historia. Un aspecto que particularmente me ha encantado es la presencia de los campamentos. Al estilo de Final Fantasy XV, veremos cómo pasan las noches juntos, estrechando lazos, reflexionando sobre los acontecimientos que acabamos de vivir y mucho más. Estas quedadas nocturnas mientras se emprende un viaje mortal siempre me han gustado, y los han representado a la perfección.

Lo siento, pero nunca he dejado de ver a Robert Pattison y Penélope Cruz al mirar a Gustave y Sciel
Un continente mortal pero precioso
Uno de los motivos por los que Clair Obscur: Expedition 33 atrapa desde el comienzo es su fantástica presentación. Ya la banda sonora nos ofrece un temazo tras otro en el prólogo, con que os podéis imaginar las alegrías auditivas que nos da durante todo nuestro viaje. Lorien Testard lo ha bordado, y sé que la OST me va a acompañar durante bastante tiempo.
Pero no acaba ahí. El arte es inmejorable. El estilo de la Belle Èpoque de Francia o el Art Decó no son muy habituales, y eso ya hace que el juego entre por los ojos. Desde la ciudad claramente francesa de Lumiére completamente fragmentada, a cada uno de los entornos que visitaremos en el Continente. Ya sean coloridos bosques, cuevas con montones de fuentes de luz, poblados de simpáticos seres de madera que cobran vida pero no tienen mucho cerebro llamados Gestrals, y muchísimo más.
Cada escenario es una delicia, y dan ganas de quedarse en ellos. Simplemente pasear, disfrutar de las vistas, la gran música que nos acompaña, y dejarnos llevar. ¿Todo sigue siendo mortal? Desde luego, ya que como nos descuidemos, igual nos topamos con un enemigo o algún jefe final opcional, pero no nos importará. Querremos explorar hasta el último rincón y conocer los secretos de este mundo.
Esto me lleva a cómo Clair Obscur: Expedition 33 plantea la exploración. Hay un mapamundi como en los RPGs clásicos, donde todo está a una escala particular para simular cómo viajamos de una punta a otra de la región. Desde ahí accederemos a los diferentes niveles, muy lineales, con alguna que otra bifurcación que nos llevará a varios coleccionables. Pueden ser nuevos frascos de curación, materiales de mejora o alguna misión secundaria. Las recompensas hacen que completar los desvíos merezcan la pena, aunque a veces avanzar en estas secciones pueda ser un horror. ¿En serio hacía falta meter un plataformeo cutre que no aporta nada? Claramente no, pero eso no evitará que queramos ver qué nos ofrece cada uno de los caminos disponibles.

No hay escenario feo en todo el juego. Siempre soltaremos un «Oh la la!»… Porque es un juego francés, ya sabéis
Tu expedición te espera arriba
Además del arte y la historia, el otro gran punto fuerte de Clair Obscur: Expedition 33 es clarísimamente su sistema de combate, al combinar los turnos con los QTE. No es una mezcla totalmente nueva, al haber visto aproximamientos similares en The Legend of Dragoon o la saga Mario & Luigi. Pero aquí esta mezcla se lleva a otro nivel.
Por un lado, la parte de la estrategia a la hora de plantear los ataques sigue siendo fundamental. Cada personaje de la expedición tiene mecánicas únicas, asumiendo arquetipos clásicos del género pero representados jugablemente de una manera muy original. Gustave es un DPS bastante estándar, pudiendo acumular cargas en su brazo mecánico, para soltar un ataque devastador tras haber acumulado unas cuantas. Maelle es una esgrimista que tiene tres poses posibles con diversas ventajas, cambiando entre ellas en función de las habilidades usadas y el estado de los enemigos. O por otra parte, Scien usará las cartas marcando a los enemigos para acumular más rápidamente AP, que es el equivalente del maná.

Ojito con Maelle, que es joven pero suelta espadazos como nadie
Aprender estas características propias de cada personaje no es fácil al principio, ya que los tutoriales son info dumps de manual, usando términos extraños y acabando el tutorial sin quedarme claro si sabía los puntos fuertes de cada héroe o no. Por suerte, todo se aprende mejor sobre la marcha, y es bastante más intuitivo de lo que podría parecer inicialmente. Ir creando sinergias entre las habilidades de los personajes es fantástico, y la progresión es excelente, con poco a poco más mecánicas que se van introduciendo a medida que avanzamos en la historia.
Junto a las diferentes armas con habilidades pasivas al ir subiendo de nivel o sus afinidades elementales, hay un sistema de artilugios que mejoran varias estadísticas además de activar un efecto pasivo destacado. Pueden ser recuperar maná al derrotar un enemigo, obtener vida al hacer un ataque básico (con el que también recargamos AP) o cosas por el estilo. ¿Lo mejor? Al ganar 4 combates con cada artilugio, esa habilidad podrá ser heredada por los demás compañeros, consumiendo entonces los llamados puntos de «Lúmina». Crear una build con habilidades pasivas que refuercen el estilo de juego de la party es genial, animándonos a ir experimentando con cada nuevo artilugio para poder heredar más y más ventajas.

No siempre tendremos que ir a pie en el mapa-mundi gracias a nuestro amigo Esquie
El RPG de los no hitters
Todo esto ya haría de Clair Obscur: Expedition 33 un gran RPG por turnos, pero hay que sumar la parte de la acción. En cualquier momento, durante nuestro turno podremos pasar a un sistema de puntería, gastando un punto de maná por cada disparo. No nos pasará el turno, por lo que podemos aprovechar estos disparos para quitar el escudo a los enemigos antes de hacer una acción importante que nos haga saltar a otro personaje. O mejor aún, disparar a puntos débiles para causar estragos en la vida del oponente o destruyendo alguna de sus armas. Esos puntos débiles no estarán siempre visibles, teniendo que aprovechar otras habilidades o momentos específicos para liarnos a tiros.
¿Llega el momento de atacar? Pues más nos vale tener un buen timing para acertar en los QTE si queremos maximizar nuestro daño o curación… O que incluso salga bien la acción, con algunas habilidades que nos pueden explotar en la cara si no acertamos con la pulsación de botones. Es tan «divertido» como frustrante pensar en un plan, para luego meter la pata y ver cómo todo se va a la porra, obligándonos a pensar en otra estrategia si queremos sobrevivir.

De vez en cuando hay que sacar nuestro lado más yanki y liarnos a tiros
La parte más importante está en la defensa. Cuando nos ataquen no nos quedaremos de brazos cruzados, sino que podremos evitar el daño. Ya sea con una esquiva (algo más fácil de hacer), saltando si es un ataque marcado para ello o haciendo un parry (la ventana de reacción es más pequeña), podremos evitar si somos hábiles el recibir un sólo punto de daño. Todo en Clair Obscur: Expedition 33 gira en torno a esta idea, con algunos enemigos que incluso nos podrán matar de un sólo ataque como no lo esquivemos.
Esto nos obliga a tener que estar muy atentos en todos y cada uno de los combates. Aprender poco a poco los patrones de ataque de los enemigos, ver cuándo podemos esquivarlos, o si nos arriesgamos, hacer un parry con el que hacer aún más daño. ¿Evitamos todos los golpes? Recibiremos experiencia adicional, permitiéndonos progresar aún más rápido. Es retroalimentación positiva en su máxima expresión, y hasta sirve para solucionar varios problemas extra más propios del género.

Casi todos los diálogos con los Gestrals son divertidísimos. Que ante tanta muerte, a veces hay que reírse un poco
¿La necesidad de farmear? Se esfuma si somos capaces de aprender los patrones de los enemigos, ya que da igual la diferencia de nivel si no pueden llegar a tocarnos. Esto es un arma de doble filo, claro. Si se nos resiste esta parte más Sekiro, entonces lo vamos a pasar muy mal. Los enemigos pegan muy fuerte en la mayoría de ocasiones, con que de unos pocos golpes nos noquearán. Sí, podemos sobreponernos a esta falta de habilidad con una buena estrategia, pero es más importante la defensa que los ataques. Con que no tengáis miedo en bajar la dificultad (posible en cualquier momento) si veis que se os atragantan las peleas. Y si sois unos no hitters, aquí tenéis un buen reto al que hincar el diente.
Otro aspecto que me pilló sorpresa a la hora de plantear los combates es la estructura más o menos a lo Dark Souls. Hay «hogueras» donde recargar los frascos de curación, habiendo uno común para curarnos fuera de los combates, y otros para cuando estamos peleando. Es ahí donde podemos subir de nivel realmente, y si decidimos descansar, todos los enemigos volverán a la vida. Hay veces que nos emboscarán al desviarnos del camino principal para conseguir un coleccionable y más cositas propias de muchos souls-like. Lo dicho, más juegos de los que bebe el título para acabar creando algo único.
¿Lo mejor? Clair Obscur: Expedition 33 es un RPG que pese a sus grandes ideas, sabe contenerse. Va al grano, tiene un gran ritmo, y aunque hay cositas secundarias con las que perdernos en el tramo final del juego (como jefes opcionales), se puede completar en unas 30 horas si nos centramos en la historia. Se agradece una propuesta del género que no se alargue hasta el centenar de horas, la verdad.

Enhorabuena a todo el equipo, y gran manera de inmortalizarse en el juego
Conclusión
Es complicado innovar en un género tan clásico como el de los RPGs por turnos, y Clair Obscur: Expedition 33 lo ha logrado. Gracias a su fantástica ambientación y mundo, sus geniales personajes y un apartado artístico de locos, logra atraparnos desde el primer momento. Lo que hace que luego no queramos soltar el mando son sus peleas. La unión de la estrategia clásica del género con los QTE y el timing necesario para bloquear/esquivar los ataques hace que cada pelea sea intensa y memorable.
He tenido encuentros de 10 minutos en los que acaba ganando por los pelos en un contraataque desesperado, y sólo estaba pensando en entrar en otro combate igual de épico mientras me perdía por este peligroso continente. Sandfall Interactive se ha estrenado a lo grande en el mundillo, con una propuesta que tiene una identidad única. Así que no lo dudéis ni por un momento, y uníos a la Expedición 33, ya que os van a ofrecer un viaje que no vais a olvidar.
Nos consolamos con:
- A nivel audiovisual es una auténtica locura
- Universo y personajes de lo más atractivos
- Peleas divertidísimas que siempre logran ser intensas, incluso con enemigos menores
- Lo únicos que son cada uno de los protagonistas
Nos desconsolamos con:
- Las secciones de plataformas son bastante malas
- Si no damos con el timing para las esquivas/bloqueos, lo vamos a pasar muy pero que muy mal, al ser más importante la parte de la acción que la estrategia de los turnos
- Los tutoriales iniciales de cada personaje son algo confusos
Ficha
- Desarrollo: Sandfall Interactive
- Distribución: Kepler Interactive - Formato físico por Bandai Namco
- Lanzamiento: 24/04/2025
- Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés
- Precio: 49,99 €
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