
Películas como Pesadilla Antes de Navidad o La Novia Cadáver se nos han quedado grabadas a fuego en nuestro cerebro. No sólo por sus historias, sino por su gran arte, destacando el gran uso del stop-motion junto a los grandes mundos de fantasía oscura creados mediante la arcilla. ¿Puede ser posible trasladar este estilo de artesanía en los videojuegos? Es lo que se ha planteado MoonHood con The Midnight Walk, y vaya si es así.
Ya habían jugueteado antes con este estilo visual fuertemente inspirado en la obra de Tim Burton con Lost in Random, pero ahora apuestan al 100% por escenarios y personajes creados de manera íntegra con arcilla. Un trabajo de locos, que ya deja muy claro el mimo que hay por detrás para contarnos esta historia. Así que buscad un sitio alrededor de la hoguera, que es la hora de escuchar las grandes aventuras del Quemado y el adorable Potboy.

Y esta es la historia de cómo Potboy me robó el corazón
El poder del fuego
Hace tiempo la luz prácticamente dejó de existir. La medianoche se ha convertido en la nueva norma, con el Sol convirtiéndose en una Luna perpetua. Pero todo eso está a punto de cambiar gracias a nuestro nuevo mejor amigo, el adorable Potboy. En su interior tiene una llama, con la que si completa una gran travesía, podrá devolver el fuego al Sol.
Esta es la «simple» premisa de The Midnight Walk, y ciertamente, no es una historia que nos vaya a romper los esquemas. Es la manera de presentarnos este viaje donde brilla el título. Cada uno de los capítulos del juego es una especie de cuento, donde conoceremos una localización diferente, con sus diferentes personajes y conflictos.
¿El nexo de unión entre todos estos cuentos? El fuego. Ya sea de una manera literal o metafórico, el fuego de Potboy cambiará el rumbo de estas regiones, lo que a su vez nos permitirá ir creando un vínculo cada vez mayor con nuestro amiguito. Eso sí, hasta que lo parcheen, aseguraos de jugar con la consola marcando el idioma de «Español de Latinoamérica». Al no poder cambiar el idioma dentro del juego, si la tenéis en castellano, mostrará todo completamente en inglés, subtítulos incluidos. Y aunque no es un inglés complejo, esto puede ser una barrera si no se sabe para disfrutar de estas geniales narraciones, o lo más importante, impedir que creemos esa conexión con este mundo de fantasía donde gigantes, monstruos, cabezas vivientes y espíritus nos esperan.

Potboy esconde un gran fuego en su interior… Y también en el exterior. Ojito con abrazarle, ¡que quema!
La artesanía y el arcilla
Desde el primer minuto, está claro que The Midnight Walk es una auténtica preciosidad. Es como si de repente estuviéramos en el set de una de las películas de Laika Studios, pudiendo apreciar la artesanía detrás de cada diseño. Ver a los personajes moverse mediante el stop-motion es algo «raro» al principio, sobre todo al jugar en VR, pero es claramente uno de los motivos por los que el juego resulta tan único.
Siguiendo un poco la estela de Tearaway o Yoshi’s Crafted World, podremos ver cómo todo en este mundo está hecho a mano. Ya sean estrellas sostenidas mediante varillas o elementos hechos con papel/cartón, nunca perderemos la idea de que estamos en un escritorio de un gran artista donde sus creaciones de arcilla han cobrado vida.
¿Está siempre presente este estilo stop-motion para la animación? No, ya que fuera de las escenas de vídeo, Potboy se moverá de una manera tradicional en las secciones más jugables al explorar de un lado a otro el escenario. No ocurre lo mismo con sus expresiones faciales, o varios de los monstruos que nos perseguirán en nuestro viaje, que siempre se mantendrán en stop-motion. Esa variación puede resultar algo extraña, pero nos acostumbraremos rápidamente, sin ser un impedimento para quedarnos boquiabiertos.

Potboy también puede comer caliente incluso cuando hay un apagón
Hay escenarios y estampas sencillamente increíbles, dando ganas de hacer capturas casi de cada plano. Las actuaciones de los diversos actores junto a la música terminan por redondear esta gran presentación que nos atrapa desde el inicio de la aventura. He tenido la piel de gallina en varios de los momentos más emotivos, funcionando en sintonía el arte, la música y la historia para crear algunas secuencias memorables.
De nuevo, poder jugar todo esto en VR es una fantasía. Si bien durante buena parte del análisis había algunos bugs que impedían disfrutar de este modo en su máximo esplendor (el parche de lanzamiento debería solucionarlos y mejorar aspectos como las hápticas o la resolución), adentrarnos en lo que es en esencia una gigantesca maqueta de arcilla que ha cobrado vida pero que al mismo tiempo quiere matarnos es mágico.
Eso sí, se nota que The Midnight Walk se hizo pensando en el método de juego tradicional, con Fast Travel Games junto a VRMonkey realizando la adaptación a Realidad Virtual después. Algunas mecánicas más físicas como abrir las puertas de los armarios o similares son algo más engorrosas que en plano, pero tampoco me ha importado. Algunos capítulos los he acabado rejugando en VR porque NECESITABA vivirlos en mis propias carnes sin el televisor de por medio.

Ver en VR cómo un monstruo gigante y horripilante viene a por nosotros es de lo más intenso
Un camino muy familiar
Hasta ahora me he centrado en toda la parte artística y narrativa, ya que es de lejos lo mejor de The Midnight Walk. ¿La parte jugable? Digamos que es la menos interesante de la propuesta. En esencia, estamos ante un walking simulator de terror, al estilo de muchos juegos modernos donde se avanza por niveles lineales, la historia avanza poco a poco y como mucho, se esquiva a algún monstruo o se resuelve algún sencillo rompecabezas.
Lo mismo ocurre aquí, aunque al menos, le dan un toque distinto a cada uno de los capítulos para que tengan alguna variación o momento especial que se salga de la fórmula principal. El énfasis principal estará en los «puzzles», consistiendo en su mayoría en encender varias velas a modo de interruptor con la ayuda de nuestro fiel Potboy. También hay zonas de sigilo, avanzando mientras esquivamos a los monstruos que nos acechan, o en determinadas secuencias, huyendo antes de que nos convirtamos en la merienda de estos seres de pesadilla. Nada muy complejo, pero al no poder defendernos, mejor mantener la distancia, por mucho que queramos ver de cerca cada diseño dado lo increíbles que son.
La mecánica más única es la de parpadear. Si cerramos los ojos unos segundos, podremos escuchar con mayor atención varios ruidos para encontrar objetos especiales, o activar ciertos eventos al mirar los ojos del escenario. Como ocurre en PT, a veces estos eventos cambiarán por completo el entorno, siendo completamente necesario para poder avanzar. Esta idea funciona mucho mejor en PS VR2, donde no nos hará falta pulsar un botón para «parpadear», sino que podremos hacerlo directamente con nuestros ojos. Mucho más inmersivo, y un uso perfecto para el tracking de ojos.

Normal perder la cabeza al ver lo espectacular de los diseños de los monstruos y personajes
Mi sección favorita del juego es donde esta mecánica es la principal protagonista. Ya sea para resolver algún puzzle, o mejor aún, para hacer desaparecer algún monstruo. Es como si volviéramos a la infancia, cuando cerrábamos los ojos, y pensábamos que al abrirlo, dejaríamos de verlos. ¡Y es así en The Midnight Walk! Estos encuentros con monstruos no llegan a dar miedo, pero sí mal rollito. Es similar a las vibes que podría dar Little Nightmares, pero con la diferencia de que ahora los tenemos mucho más cerca, y saltarán a la cámara… O peor, a nosotros mismos si jugamos en VR.
Eso consigue hacer que, aunque estos encuentros con monstruos no supongan nunca un desafío, sean intensos. Al verlos pasar desde la rendija del armario donde nos hemos escondido podremos apreciar sus afilados dientes o su gigantesco tamaño. Entre estos encuentros monstruosos, buscar coleccionables que luego inspeccionar en nuestra casa andante llamada Housy o los momentos más narrativos, The Midnight Walk tiene un ritmo impecable, logrando que sus 4-5 horas se nos pasen en un suspiro.

Qué ojo más grande tienes… ¡Seguro que es para ver a Potboy mejor!
Conclusión
El equipo de MoonHood nos trae una de las aventuras narrativas de terror más memorables de los últimos años. No por lo que cuentan o por sus mecánicas innovadoras, sino por cómo nos logran trasladar a este mundo de arcilla. El viaje de Potboy a lo largo de estas historias mientras forja la suya propia es increíble, tanto en Realidad Virtual como a través del televisor.
Así que no dudéis en adentraros en The Midnight Walk, ya que es un viaje que se quedará esculpido en nuestro cerebro. Ya sea una gran hoguera para acabar con la Oscuridad, o una simple chispa para de nuevo reactivar nuestra ilusión por las figuras de arcilla, tengo claro que la llama de Potboy ha logrado dejarme el corazón bien calentito.
Nos consolamos con:
- A nivel audiovisual es una auténtica maravilla
- La mecánica del parpadeo, en especial en PS VR2
- Varias historias sencillas pero que logran llegar a emocionar
- El gran ritmo de la aventura
Nos desconsolamos con:
- Los problemas para acceder al idioma del español (hasta que se parchee)
- A nivel puramente mecánico, es bastante básico y no llega a explotar demasiado sus mecánicas o monstruos
- Algunas mecánicas son más toscas en VR que en plano
Ficha
- Desarrollo: MoonHood
- Distribución: Fast Travel Games
- Lanzamiento: 08/05/2025
- Idioma: Textos en Español y Voces en Inglés
- Precio: 39,99 €
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