La serie Trópico vuelve de nuevo de la mano de Haemimont Games y FX interactive. Trópico 4 se presenta como una excelente combinación de Estrategia, City Builder, control de empresas y de personas con una simpática historia en la que nos pondremos en el lugar de un dictador que busca su lugar en el mundo después de ser traicionado. Es una apuesta muy buena y que nos va a dar muchísimas horas de juego a lo largo de su campaña y sus misiones especiales.
Además el juego es noticia porque, aunque este análisis es sobre la versión PC, Trópico 4 es la primera apuesta de FX que sale para consola. Ya está disponible para XBOX 360 y lo mejor es que mantiene un precio barato, algo que siempre he adorado de esta distribuidora. Pero no sólo por esto es destacable, Trópico 4 reluce casi por todos los costados y es uno de los mejores que he probado en lo poco que queda de año.
Trópico 4 es un juego lleno de humor, todo está marcado por la ironía y el cinismo. Se nos presenta un dictador como una forma de ver lo que mueve la política realmente. Es un juego que para mí hace lo mismo que los Simpsons, exagerar las cosas del día a día para que seamos capaces de ver el mundo tal como es: corrupto e interesado sólo por el dinero. De hecho, hoy ha muerto Kim Jong- Il el dictador de Corea del Norte y cuando veo imágenes sobre el país me recuerda mucho a lo que puedes conseguir con Trópico 4. Se trata de eso, convertirnos en un líder total, superando elecciones tras elecciones, aunque podemos siempre vetarlas. Las opciones son muy amplias. Podremos decantarnos por ser un líder de lo más fascista o bien algo moderado, más “democrático”. Antes de empezar cada misión deberemos elegir un dictador para jugar. Podremos reconocer entre ellos a los más famosos de la historia de América o Asia con Fidel Castro, Augusto Salazar…etc.
El punto fuerte de Trópico 4 es la mezcla…la mezcla de diferentes estilos de juego. Son 20 misiones diferentes en las que el objetivo varía. En cada una de ellas comenzamos en una isla diferente que tendremos que desarrollar para conseguir el objetivo y hacernos más fuertes. Las misiones muchas veces están interconectadas y recibiremos ayudas en función de lo que hayamos hecho en anteriores islas, aunque de forma esporádica. Deberemos construir todo tipo de edificios de viviendas, portuarios, turísticos, militares, gubernamentales, productivos, atracciones, de ocio… es una lista bastante amplia la que tenemos y creo que no he conseguido nunca construir todos los edificios.
Pero Trópico 4 cuenta además con control interno de la sociedad, hay facciones de pensamiento que tendrán sus peticiones para condicionar nuestra estrategia. Es uno de lo puntos más complejos del juego porque mantener por encima del 50% de satisfacción a las más de diez facciones es muy complicado. Por ejemplo, los nacionalistas nos pedirán que desarrollemos un programa nuclear en algún momento. Iniciarlo nos dará su apoyo pero, la polución que ello genera nos causará muchos problemas con los ecologistas. Los ecologistas en mi opinión son los más complicados de mantener contentos ya que la polución es inevitable y contrarrestarla es harto complicado pues sólo disponemos de vertederos, que tampoco les convencen demasiado, y viveros, que son difíciles de ocupar por trabajadores. Por supuesto podremos imponer decretos a través del ministerio pero siempre una cosa contentará a unos pero disgustará a otros. Mantener ese equilibrio es muy importante porque en caso de descuidarnos se producirán revueltas y nos podrán derrocar, bien sea por guerra en la que nos matan o porque tomen el palacio presidencial y lo destruyan. Las facciones internas son uno de los aspectos más importantes del juego.
Pero como veis, he hablado de facciones internas, lo que significa que hay también facciones externas. Sí, los diferentes grupos de países externos también cuentan, aunque menos. Nuestras políticas influirán en el favor de EE.UU, la URSS, la UE u Oriente Medio, siendo los más importantes los dos primeros, que pueden llegar a invadirnos si no nos portamos medianamente bien. Como estaréis pensando muchos, el hecho de favorecer a uno o a otro nos creará siempre enemigos. Por suerte, y esto es válido para las facciones internas también, hay misiones (dentro de cada mapa) opcionales que nos permitirán aumentar nuestras relaciones con una determinada facción. Por ejemplo nos podrían pedir que exportemos un determinado producto en el caso de las facciones externas o que construyamos un determinado edifico en el caso de las facciones internas.
La población que llega a nuestra isla con cada carguero que llega periódicamente suele ser gente sin preparación. Montar un buen sistema educativo es una de las prioridades si queremos sobrevivir y os explicaré por qué. Cada edificio tiene unos puestos de trabajo determinados que, como en la vida real, en muchos casos nos piden gente preparada en institutos o en universidad. Por ejemplo, los médicos son universitarios y tener centros de salud es vital desde muy pronto si no queremos problemas. Si no tenemos gente trabajando el edificio genera gastos sin dar nada a cambio, aunque siempre podemos contratar a un especialista extranjero por más dinero. Tendremos así mismo que controlar los sueldos para que quieran trabajar o para que el nivel de sueldos no decaiga demasiado.
Trópico 4 nos permite controlarnos a nosotros como presidente y mover a nuestro personaje por toda la isla (en limusina por supuesto). Y no sólo a nosotros, podremos en todo momento seleccionar a cualquier habitante, ver sus ideales, sus satisfacciones, ¡Incluso su genealogía! Y decidir si queremos detenerlo, eliminarlo, encarcelarlo…
Hay que entender que cada decisión que tomamos, por tonta que nos parezca, suele tener sus consecuencias. Por ejemplo me sorprendió ver que colocar un vertedero en mitad del bosque provocó las iras de los ecologistas por colocarlo ahí.
La producción económica es muy importante, pero mucho. Tenemos un elemento muy importante que controlar en el juego: el Almanaque, que no es más que un resumen estadístico de cada una de los aspectos del juego. El almanaque es vital, siempre hay que echar un ojo a la felicidad de los habitantes para saber el porqué de su descontento, a la economía para ver el detallado balance económico y por último a la satisfacción de las facciones. La producción económica tiene un peligro que se basa en que al principio nos construiremos nuestras granjas y pensaremos que con eso vale. Entonces nos pondremos a construir edificios de servicio (médicos, policías, iglesias…) y cuando nos demos cuenta el gasto será tan alto que nuestro dinero pasará en cuestión de minutos a negativo. Una vez en negativo se acabó porque no podremos construir edificios y la única manera de resolver el déficit será recortar los gastos, quitando empleados, bajando sueldos y derogando decretos. No sé si os habréis fijado pero es un resumen de las soluciones a la crisis actual. Por ello os recomiendo que nunca os olvidéis de seguir ampliando vuestros edificios constructivos.
Las granjas nos permiten cultivar variedad de productos, unos que sirven de alimento para el pueblo y otros para luego poder crearnos una industria y hacer exportaciones. Cada isla en la que juguemos dispondrá de unos recursos naturales determinados y a la hora de colocar una granja debemos tener en cuenta si el suelo es propicio a ello. Igual ocurre con las minas, que funcionan de la misma manera que las granjas.
Los barcos cargueros del puerto son nuestra mayor fuente de riqueza porque exportan todos los productos que nos sobran y nos dan dinero, mucho dinero de golpe que en más de una ocasión nos puede salvar de la bancarrota. Todo ello se hace de manera automática y serán muchas las ocasiones en que nuestra cuenta esté en súper números rojos (-30.000$) y llegué un carguero y nos dé de golpe 100.000$. Mucho cuidado por tanto con la producción.
El turismo puede ser una buena opción, pero es complicado ponerlo en marcha. En el fondo sin embargo, funciona igual que las granjas: colocamos un embarcadero turístico o un aeropuerto, hoteles (hay diferentes tipos) y atracciones o chiringuitos. Puede ser una fuente muy grande de pasta gansa pero cuesta mucho de arrancar porque tendremos que gastar dinero mientras nos ocupamos de la ciudad principal.
El ministerio es otro de los edificios importantes porque nos permite contratar ministros y con ellos dictar decretos que nos pueden sacar de apuros y mantener contenta a la población, a las facciones o a nosotros mismos. También nos permitirá ser más o menos democráticos, centrar la economía o reducir la polución.
Por si fuera poco, Trópico 4 introduce un aspecto más que puede fastidiarnos la vida: los desastres naturales. Terremotos, tsunamis, volcanes, petroleros que encallan, sequías, tormentas, etc…nos fastidiarán más de una vez, y mucho. Hasta la fecha, lo más devastador fue un volcán que me quemó una gran cantidad de edificios sin poder hacer nada porque aún no había construido un simple edificio de bomberos.
La verdad es que Trópico 4 es un juegazo de esos que enganchan y te hacen pasar horas y horas haciendo cosas. El nivel de dificultad es terriblemente alto os lo aseguro, y no se puede variar. De hecho, antes de comenzar una determinada isla nos sale en forma de diario un resumen en que la dificultad aparece en forma de porcentaje. Pues bien, alguna que otra misión llega al 138% de dificultad y aún no sé si forma parte de la ironía y cinismo del juego o es real. Y es que, controlar todos los aspectos de la isla es una tarea complicada que sin embargo es la mar de divertida desde el primer momento. Eso sí, cuando perdemos el poder después de tres o cuatro horas de evolución da mucha pereza empezar de nuevo todo.
Seguramente todos estaréis pensando que tanta cosa debe ser un lio. Pues no, porque el trabajo que se ha hecho en simplificar las tareas sin que perdamos el control es digno de elogio y quizá sea lo que más mérito tiene. Otros juegos de estrategia, con tantos elementos a controlar, estarían llenos de menús y submenús y más submenús…con las diferentes opciones infinitas del juego. En Trópico 4 se ha simplificado mucho la cosa, dejando de lado las cosas menos importantes. Por ejemplo, no decidiremos qué número exacto de soldados queremos “fabricar” sino que simplemente subiremos los sueldos militares o construiremos más edificios o mediante decretos nos las apañaremos. La Interfaz es lo que dirían “bueno, bonito y barato”, con mucha sencillez y un mismo esquema para todo. Es muy meritorio el trabajo que han hecho en este aspecto para no liar a los jugadores y permitir que tanto aquellos que buscan lo arcade como los que prefieren algo más de simulador, puedan estar contentos, aunque tira más hacia el arcade.
El apartado gráfico es simplemente bueno, no excelente, pero sí muy elegante. En todo momento parecerá que estamos en Cuba, con edificios de la misma tipología a los que veríamos en cualquier isla caribeña, pero también con edificios modernos. Podremos elegir entre tres niveles gráficos de más a menos detalle. El punto negativo es que la exigencia gráfica es importante y si queremos agilidad y no tenemos un ordenador de la NASA os recomiendo poner en “Bajo” vuestro selector de calidad. La música, algo repetitiva, está cargada de simpáticos temas salseros, rumbas, merengues…todo con tal de meternos en un ambiente tropical. Por supuesto, como acostumbra FX Interactive, el juego está doblado y traducido por completo al Castellano, con mucha gracia además. Como nota curiosa, los que hayáis visto Battlestar Galactica (la nueva) reconoceréis la voz de Wlliam Adama (Comandante de la Flota) doblada por Juan Antonio Gálvez. Por supuesto, el precio es otro de los atractivos, ¿qué más podemos pedir por 19,95€? Os dejo un vídeo en inglés para que veáis de qué va la cosa.
Conclusión
Trópico 4 es seguramente uno de los mejores juegos de estrategia (aunque mezcle géneros) y no es de extrañar que haya dado el salto a XBOX, aunque este análisis sea de PC. Mezclar tantos elementos con la firmeza y equilibrio que lo hace este juego, mezclado además con el humor y el cinismo de controlar y convertirnos en dictadores es algo que deja sin palabras. Si además lo hacen con una buena calidad gráfica y con una simplicidad perfecta para que todo tipo de jugadores puedan divertirse es para quitarse el sombrero. Sólo se echa en falta un modo “libre” o “cajón de arena”, pero la verdad es que tal y como está es muy divertido, con un nivel de dificultad bastante alto y misiones de lo más variadas.
Lo mejor:
- Mezcla de géneros muy equilibrada.
- Humor e ironía constantes.
- Buenos gráficos, excelentes en los desastres naturales.
- Sistema de control sencillo e intuitivo para lo completo que es el juego.
Lo peor:
- Exigencia gráfica importante.
- Se echa en falta algo más de aviación.
- Satisfacer a las facciones es muy dificil.
- El balance económico no queda del todo claro en el almanaque, algunas veces vemos bajar el dinero inexplicablemente y otras no tenemos ningún problema
Ficha
- Desarrollo: Haemimont Games
- Distribución: FX Interactive
- Lanzamiento: 26/08/2011
- Idioma: Totalmente en Castellano
- Precio: 19,95€(PC)
Requisitos del Sistema
- Procesador: Pentium IV 2,8 Ghz
- RAM: 1GB Windows XP / 2 GB Windows Vista – Windows 7
- Disco Duro: 3,7 GB
- Tarjeta Gráfica: 256 MB o superior
En las conclusiones se dice «Sólo se echa en falta un modo libre o cajón de arena»
Si que existe, si le das a jugar y no entras en la campaña, sino que juegas un escenario libre, puedes activar el MODO DIÓS en el que te dan 500.000$ para empezar y no hay ataques rebeldes.
El resto del análisis correcto y el juego perfecto. Y me ha gustado el doblaje 🙂
Hola!
Muy a menudo, edificios me sale que no han producido nd en los últimos períodos. Cuando se trata de ranchos o granjas, cómo hago? Le he cambiado a café, papaya, maíz, etc… y en todas es lo mismo…
Gracias x cualquier consejo!
Felipe.
Están bien conectados por carretera? Has mirado que haya suficientes trabajadores? También tiene que llegar materia prima. A mi a veces también me pasa…que no produce.
Y se me olvidaba…mira a ver si tienes fábricas que demanden el producto que produce la granja/campo.