
El género de los plataformas 3D está volviendo con muchísima fuerza gracias a los estudios indies, que están ofreciendo experiencias basadas en la nostalgia, pero con un giro único bastante interesante. Este es el caso de Ruffy and the Riverside, con el que Zockrates Laboratories nos devuelve a la época dorada de los «collecthaton» de los 90, pero con un girito muy interesante: poder intercambiar las texturas entre los objetos del mundo, y de esta manera, sus propiedades.
Esto le pega mucho al estilo artístico, combinando los personajes dibujados a mano como si fueran recortables, con elementos en 3D low-poly muy al estilo de esos plataformas 3D que claramente le han servido de inspiración. Así que hora de acompañar a este simpático oso elegido y a su amiga abeja mientras salvan el mundo un intercambio de texturas tras otro.

Deslizándonos hacia una nueva aventura llena de puzzles y plataformas
La ruleta de los plataformas
Riverside lleva años de tranquilidad… Pero cómo no, eso está a punto de cambiar. Cuando un topo explorador libera por error a un mal ancestral que pone en jaque el corazón de la ciudad, le tocará al bueno de Ruffy el cumplir su destino. ¿Por qué él? Por esa habilidad que comentaba de intercambiar texturas. Para proteger la ciudad, nos tocará recuperar las letras mágicas que forma el cartel de la misma, como si fuera el cartel de Hollywood, siguiendo las directrices de una también mágica ruleta para nada de la suerte.
Como podéis ver, es una premisa muy simpática y sencilla, propia de los plataformas de antaño, y funciona igual de bien que entonces. Ahora bien, Ruffy and the Riverside tiene varios problemas en la manera de plantear esta historia. Por un lado, creo que hay demasiados diálogos, lo que corta el ritmo de la aventura más de la cuenta. Si fueran hilarantes no me importaría tanto, pero hay otro problema más propio de nuestro territorio: la localización al castellano.
Es bastante mala, con muchas frases que no terminan de sonar naturales, o que directamente no tienen ningún sentido. Parece que se ha hecho una traducción literal, por lo que se han perdido chistes o detalles que sí son evidentes en inglés. Esto es más preocupante cuando afecta al diseño del juego, al no entender hacia dónde tenemos que dirigirnos o la mecánica de algún puzzle en concreto. Dado que el título claramente está pensado para un público familiar, esto va a ser una barrera importante para que los peques de la casa puedan disfrutar en condiciones.

¡Compro vocal y resuelvo!
El suelo ahora es lava
El principal atractivo de Ruffy and the Riverside es claramente su mecánica de intercambiar texturas entre objetos. Podremos almacenarla temporalmente, para poder aplicar sus propiedades a otros elementos del entorno. ¿Algunos ejemplos? Estamos ante un muro gigantesco con cajas de metal, con que convertimos varias en cajas de madera gracias a los árboles que hay alrededor, y podemos crear nuestra particular escalera.
¿Una estructura de madera que está sobre el agua nos impide progresar? Pues convertimos el agua en lava para quemar esa madera, y crear una rampa por la que podemos pasar. Es una mecánica que me encanta, y que nos da algunos momentos la mar de interesantes y originales. Ahora bien, no esperéis que Ruffy and the Riverside sea un plataformas 3D, ya que el juego se centra muchísimo más en los rompecabezas que en los saltos.

Acabar con estos tiburones abusones son algunas de las muchas actividades a hacer en el hub central
Esto no es malo como tal, y los puzzles que nos plantean son relativamente divertidos. Sin embargo, creo que no terminan de aprovechar al máximo esta idea y mecánica tan original. Algunas pruebas opcionales, como acabar con los tiburones que hay por los lagos del gigantesco hub que sirve para interconectar los niveles como tal, o hacer «trampas» para poder ganar en varias carreras donde tenemos todas las de perder, son los que ofrecen más intríngulis.
De nuevo, entiendo que se debe a que Ruffy and the Riverside está enfocado a un público familiar. Y ojo, que sea fácil no me disgusta, pero sí que muchos de estos intercambios acaben por ser una manera más engorrosa de activar un interruptor. Porque poner una forma que activa un mecanismo de un ascensor o para mover unos cubos, como que no es tan original como jugar con las propiedades de los elementos.

Si no hay escalera, ¡nos la fabricamos nosotros!
Un oso pensador más que saltarín
A esto hay que sumar el ritmo en general de la aventura. Hay mucho «de aquí para allá», resolviendo varios obstáculos hasta dar con cada letra que nos permita ir poco a poco restaurando el corazón del reino. Estas idas y venidas casi parecen que están para hacernos perder el tiempo y rellenar unas cuantas horas más de juego, pero no le hace falta en absoluto.
¿Y qué hay del componente plataformero? Pues no es muy allá. Es funcional, pero sin terminar de cuajar del todo. Funciona claramente mejor el componente de rompecabezas, por culpa de un movimiento no muy precioso, y algo floaty en general. Al saltar a veces la profundidad nos engañará al no tener una sombra fija para ayudarnos a ir saltando. La decisión de tener un sistema de resistencia para correr, pese a lo necesario que es por la amplitud del mundo (al menos antes de desbloquear nuestro vehículo), siendo más engorroso que otra cosa.
Las plataformas no son muy desafiantes, ya que caernos por un barranco como mucho nos hará repetir unos pocos minutos. Claramente no hay movimientos locos que encadenar como en Demon’s Turf o similares, pero el diseño del juego tampoco lo requiere. El combate tampoco se salva, con algunos elementos que no tienen sentido y chocan algo con lo que estamos acostumbrados en los juegos de plataformas. Unas criaturas con pinchos por todo su cuerpo menos la cabeza nos hace pensar automáticamente que debemos saltar sobre su rostro… Y no. Basta con dar un puñetazo con una nula sensación de impacto, lo que no tiene ningún sentido. Afortunadamente, el combate es una parte ínfima en el desarrollo de la aventura, por lo que es algo más anecdótico que otra cosa.

Metal Gear Solid… ¿O lo cambiamos a Madera Gear Solid?
Bienvenido a Riverside
Para combinar todas estas mecánicas, tenemos tanto el mundo central como con los diferentes niveles. Este gran mapa no es un simple selector de fase, sino que es un macro-nivel más, ofreciendo un mayor énfasis en la exploración. Así nos toparemos con algunos de los numerosos coleccionables de los que hace gala el juego (como runas o mariposas), junto a múltiples de las misiones secundarias. El resultado es un título bastante extenso para lo que estamos acostumbrados en el género, y con chicha para más a poco que queramos completar el 100%.
En cuanto a los aspectos técnicos, Ruffy and the Riverside tiene luces y sombras en la versión de Xbox Series X. Hay algo de screen-tearing, lo que hace que el movimiento no termine de ser lo más fino posible. No llega a molestar en exceso, pero sí estaría bien que lo parchearan. Lo que no decepciona en absoluto es la parte artística. El arte del juego está «vivo», pudiendo ver entre los trazos de los dibujos, como si realmente estuviéramos ante un recortable. Sin duda, una auténtica gozada para la vista.

Ruffy ya era mono antes, pero en 2D es una cucada al máximo
Conclusión
Quería que me encantara Ruffy and the Riverside, pero al final, sólo me ha parecido un juego correcto, pero al que le falta un toque extra para alcanzar a los grandes del género en el mundillo indie. El plataformeo es bastante flojo, y aunque la idea de intercambiar las propiedades entre objetos es brillante, no termina de aprovecharse del todo para ofrecer niveles más originales.
¿Os lo vais a pasar en grande? Sí, sobre todo si os gustan los juegos de puzzles que además son Plataformas 3D de cuando en cuando. Pero si buscáis una aventura de saltitos con un oso la mar de simpático, igual os acaba decepcionando ligeramente. Creo que Zockrates Laboratories tiene una joya entre manos, pero a la que aún le quedan cambiar las texturas por pulir por otras mucho más brillantes.
Nos consolamos con:
- El arte es sencillamente increíble
- La mecánica de cambiar las propiedades de los objetos del entorno es brillante
- Montones de coleccionables y misiones secundarias por encontrar
- Algunos puzzles son bastante interesantes…
Nos desconsolamos con:
- … Pero creo que no han terminado de aprovechar las mecánicas en su totalidad para ofrecer niveles aún más interesantes
- El plataformeo es bastante justito. Se siente muy floaty
- El sistema de combate es muy flojo. Menos mal que apenas hay acción
- Localización al castellano mediocre, afectando al disfrute de los diálogos y a igual no entender qué tenemos que hacer
Ficha
- Desarrollo: Zockrates Laboratories
- Distribución: Zockrates Laboratories
- Lanzamiento: 26/06/2025
- Idioma: Textos en Castellano
- Precio: 19,99 €
Deja una respuesta