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Risen 3: Titan Lords

Risen 3

Me enfrenté a Risen 3: Titan Lords con miedo tras lo que hace un par de años me encontré en Risen 2: Dark Waters (si no sabéis de que hablo, os invito a que leáis mi análisis para comprenderlo). Y debo decir que me ha sorprendido para bien, aunque con matices.

Antes de empezar, eso sí, quisiera aclarar una cosa: no he terminado el juego. No por falta de ganas, sino de tiempo, y es que llevo aproximadamente 30 horas de juego y aún me quedan cosas por hacer, ya que la cantidad de misiones disponibles es abrumadora (he desbloqueado ya un logro que salta al completar más de 300 misiones, así que imaginad…). Y, ahora sí, empecemos con mi análisis del título.

Risen 3 nos pone en la piel de un pirata sin nombre (y que no personalizaremos, nos viene impuesto aunque posteriormente se adaptará a nuestros gustos con las habilidades y el equipo que queramos), aunque de él conocemos que es un hijo del pirata Barba de Acero y hermano de Patty, dos caras conocidas para aquellos que jugamos al título anterior de la saga. Lo curioso es que tras un tutorial en el que vamos en busca de un tesoro, nuestro protagonista muere y, tiempo después, es traído de vuelta al mundo de los vivos por Huesos. Este personaje nos informa de nuestra situación y de que el barco en el que llegamos con nuestra hermana ha zarpado ya y decidiremos ir en su búsqueda en una vieja balandra. Esto nos llevará a intentar reclutar nuevos miembros para nuestra tripulación (varios y variados, incluyendo un fantasma, un gnomo y nuestra propia hermana, entre otros), conseguir un barco e intentar liderar la liberación de los mares del sur de las sombras que lo acechan.

Risen 3

Para ello no estaremos solos, y es que además de nuestra tripulación (de los cuales, por cierto, sólo nos podrá seguir uno cada vez que bajemos a tierra) deberemos aliarnos con las diferentes facciones: la Inquisición, los Piratas y Nativos, los Guerreros y Magos y los Cazademonios (estas dos últimas son nuevas de esta entrega). Estas facciones, por cierto, nos propondrán montones de misiones para ponernos a prueba y, cuando nos ganemos su confianza, podremos ingresar en una de ellas y desbloquear sus habilidades y poderes.

En mi caso, por ejemplo, me uní a los Cazademonios (básicamente porque era una de las facciones nuevas respecto al título anterior y, por qué negarlo, porque el nombre mola un montón). Al unirnos a ellos, desbloqueamos artes oscuras que nos permiten teletransportarnos a corta distancia (algo que sustituye la esquiva normal), invocar esbirros oscuros (con objetos) o resucitar a los muertos (también mediante objetos), entre otros. Por el contrario, los indígenas nos desbloquean el uso de la magia vudú que, entre otras habilidades, destaca el poder controlar a otros personajes.

Pasando a nivel jugable, decir que se ha facilitado todo un pelín respecto a la segunda entrega, lo cual es bueno. En combate aún nos encontramos con enemigos mucho más poderosos que nosotros que nos matan de cuatro golpes mal contados y a los que nosotros les tenemos que asestar 20 para acabar con ellos, pero ahora no es tan frecuente la interrupción de forma aleatoria de nuestros ataques. Además, hay muchísimas más tareas disponibles y que son “fáciles” (llegar a un sitio, hablar con un personaje, encontrar un objeto, etc.) que nos otorgan bastante Gloria (la experiencia en el juego), por lo que subir de nivel las estadísticas de nuestro personaje es más sencillo y podemos defendernos mejor ante las amenazas. Y si es más fácil obtener experiencia, también se consigue más oro con el que adquirir objetos o “aprender” competencias con las que potenciar nuestras habilidades: desde mejoras con los diferentes tipos de armas hasta mejoras a la hora de forzar cerraduras, intimidar personajes o convencerlos. Y no sólo eso, sino que hasta podremos adiestrar un mono para que robe para nosotros (algo que, por cierto, ya estaba en Risen 2 pero que no pude desbloquear en su momento), con lo que la personalización del personaje tiene muchas posibilidades.

Risen 3

Y también es más fácil encontrar / adquirir objetos de curación, o incluso conseguir que nos cure alguno de los aliados mientras combatimos con él, por lo que no moriremos tan a menudo. Ojo, sigue siendo un sistema poco ágil, y con fallos, pero al menos no hace que la experiencia de combate sea tan dura y desastrosa como la entrega anterior. Porque sí, en Risen 2 era un tedio tener que combatir. Y hablando de combate, he estado en un par de batallas navales y la verdad es que decepcionan bastante, especialmente después de haber jugado a Assassin’s Creed III y, sobretodo, Assassin’s Creed IV: Black Flag.

También se ha mejorado algo el aspecto del juego, con unos paisajes cuidados y una iluminación más que decente. El diseño de niveles es más que correcto, siendo posiblemente uno de los puntos en los que más brilla el título, y es que todo presenta un aspecto coherente y realista (dentro del realismo que puede tener un título de fantasía, obviamente). Varios de estos escenarios se han reciclado de la entrega anterior, aunque han sido modificados (en mayor o menor medida) y lucen algo mejor. Y las islas que tenemos a nuestra disposición son bastante grandes y variadas, así que en ése sentido el juego cumple con nota. Por desgracia, el tema optimización es otra historia, y es que el juego presenta serios problemas de ralentizaciones y mala carga de escenarios (especialmente en el campamento de los magos, donde he llegado a sufrir por el estado de mi consola), así como unas cargas realmente largas en ocasiones. Y no sólo eso, en mi consola he sufrido 2 o 3 congelaciones que me han obligado a apagar el sistema.

Risen 3

Destacar la cantidad y variedad de personajes, ya sean humanos (aldeanos, pescadores, soldados, magos, etc), animales (armadillos, ratas, patos, jabalíes…) y criaturas (cangrejos gigantes, demonios, gólems o arañas, entre otros). Estos personajes, además, tienen detalles muy cuidados, como por ejemplo que los ataques que los aturden hacen que caigan al suelo de diferente forma dependiendo de su naturaleza. Por el contrario, las animaciones son en ocasiones algo torpes, aunque nada gravísimo.

A nivel sonoro, el título tiene una banda sonora que ambienta bastante bien y que, pese a no ser muy variada, no llega a hacerse demasiado pesada en ningún momento. Y en cuanto a las voces, el doblaje en inglés es bastante correcto.

Conclusión

En definitiva, Risen 3: Titan Lords mejora algunos de los fallos de los que adolecía Risen 2, gracias a que sigue teniendo un montón de posibilidades y se ha hecho más accesible. Pero, por desgracia sigue teniendo algunos problemas severos (el más sangrante es, sin duda, la mala optimización) que lo alejan de ser un juego notable, dejándolo en un título correcto y entretenido con un potencial que se queda en eso mismo, potencial no aprovechado. Esperemos que de cara a un futuro la saga acabe de despegar o, al menos, sirva para que los nuevos juegos del estudio no tengan estos problemas. Y ahora, si me disculpáis, me vuelvo a Los Mares del Sur.

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Nos consolamos con:

  • Grandes mejoras respecto a la entrega anterior
  • Largo
  • Multitud de misiones
  • Muy personalizable pese a empezar con un personaje «standard»
  • Variedad de escenarios y situaciones

Nos desconsolamos con:

  • Severos problemas técnicos
  • El combate sigue siendo tosco y excesivamente complicado

Ficha

  • Desarrollo: Piranha Bytes
  • Distribución: Koch Media / Deep Silver
  • Lanzamiento: 15/08/2014
  • Idioma: Textos en español, voces en inglés
  • Precio: 49,99€

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