
Pese a la popularidad de Goro Majima, nunca ha llegado a protagonizar ninguna entrega de la saga Yakuza/Like a Dragon. Lo más cerca fue su papel co-protagonista de Yakuza 0, pero ahí era «sólo» la mitad de la historia. Con la idea de Ryu Ga Gotoku Studio de ir publicando juegos más pequeños entre las entregas principales, era claramente el personaje idóneo para abordar esta gran responsabilidad. Así que dicho y hecho, ya que tras probar infinidad de trabajos en Kiwami, el bueno de Majima se nos hace pirata en Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii.
No, esto no es un universo alternativo como en Ishin ni nada, aunque pudiera parecerlo. Estamos ante una continuación directa de Infinite Wealth, o en cierto sentido, un puente entre dicha entrega y el siguiente capítulo principal de la saga. Un juego «menor» al estilo de The Man Who Erased His Name, abrazando la acción y la parte más loca de la franquicia. Así que hora de unirse a la tripulación de Majima, ¡y a buscar el One Piece! Digooo el legendario Tesoro del Esperanza.

¡Bienvenidos a los Piratas de Goro!
Piratas del Hawaii e Indiana Majima
Sé que cada uno ha entrado en la saga Yakuza por un motivo distinto. Ya sea por la variedad de sus minijuegos, la parte más de locura o su historia tan dramática… Que ya se está volviendo todo un culebrón. Yo soy de los intensitos con la trama, y aquí ya os voy adelantando que Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii deja bastante frío.
En vez de apostar por otro drama criminal, Ryu Ga Gotoku Studio ha decidido crear una historia digna de las aventuras de acción de capa y espada. O básicamente, una mezcla de Piratas del Caribe con Indiana Jones, pero con Majima como protagonista. ¿La excusa para este cambio de registro? Mientras estaba por Hawaii, su barco naufragó y sobrevivió de milagro, perdiendo la memoria en el proceso. Justo acaba en una pequeña isla tomada por piratas que parecen cosplayers recién salidos de un salón del manga.
Tras formar nuestra propia tripulación, nos marcaremos un objetivo muy claro: encontrar el legendario tesoro perdido del Esperanza. Debe valer miles de millones de dólares, y se rumorea que también incluye el elixir de la vida eterna. Así podremos vivir una gran aventura junto a Noah, el muchacho que nos rescató en la playa, y curar su enfermedad crónica en el proceso.

Incluso hay vínculos sociales en el bar… Tranquilos que Noah está con un vasito de leche. ¡Nada de alcohol a menores!
Un barco con mucho relleno
Sobre el papel, me gusta mucho la premisa. Es cierto que no aprovechan el lado tan dramático de Majima, como sí hicieron en Yakuza 0, pero eh, ¿quién puede negarse a ver al Perro Loco de Shimano en plan Jack Sparrow? Incluso su dinámica con Noah me ha encantado, siendo un poco el equivalente a Haruka del título, sirviendo como el núcleo emocional de toda la trama. Hasta me han gustado los vibes de Los Goonies, con el niño junto a Majima metiéndose en toda clase de embrollos con tal de vivir nuevas aventuras.
Una búsqueda por los sueños de cada uno en un viaje de autodescubrimiento… O así lo sería si el ritmo fuera mejor, ya que ahí pincha estrepitosamente Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii. No hay apenas chicha en la historia como para que dure mucho, por lo que hay muchísimo relleno. De los 5 capítulos que hay, el segundo es básicamente una introducción larguísima a todas las actividades secundarias del título, mientras que el cuarto parece el final de una trama secundaria en vez del punto álgido previo a la batalla final.

A Majima no se le caen los anillos por convertirse en el pirata más legendario de Hawaii
Tras cada avance argumental, hay un parón en seco, y así no se aprovecha todo el tiempo disponible para desarrollar a las diferentes facciones que van a por el tesoro, los personajes, ni nada. Todo se queda en la superficie, y lo que es peor, con oportunidades narrativas interesantes pero desaprovechadas por todas partes. En el primer capítulo, Majima está narrando la historia, con algunas intersecciones que dan pie a pensar en él como un narrador poco fiable. Algo así como en la clásica Rashomon, lo que podría haber aportado un giro narrativo único dentro de la saga o justificar los momentos más locos como exageraciones de Majima por adornar la historia… Pero abandonan este enfoque después de este primer capítulo.
El resultado es una trama entretenida, con momentos desternillantes como el número musical inicial, que sirve bien como excusa para subirnos a nuestro barquito para ir a buscar un tesoro, pero no mucho más. Incluso como aventura independiente tiene lagunas, al basar su premisa en gran medida en lo que ocurre al final de Infinite Wealth, spoileando toda la trama de Hawaii en el proceso. ¿Lo mejor para los que esperábamos algo de puro drama para seguir explorando la psique de Majima? La escena post-créditos, que me arrolló como toda una flota de barcos con el nitro a toda pastilla.

Las intros para varios jefes siguen siendo puro cine
La vida Yakuza es la vida mejor
Después de quejarme porque han apostado por la pandilocura en la trama en vez de por el drama, toca hacer todo lo contrario por la parte jugable. Es ahí donde creo que el contraste absurdo ha encajado siempre mejor, y Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii lo abraza como nunca antes en la saga. No es de extrañar, que la idea de tener piratas como salidos del siglo XVIII en pleno 2025 es tan absurda como maravillosa.
Como ocurría en The Man Who Erased His Name, hay una ciudad clandestina con un gran coliseo donde demostrar nuestro poderío, y es una parte esencial de toda la aventura. Pero es sólo una parte más, ya que aquí somos piratas, con que también debemos surcar los mares para convertirnos en los yakuza más temidos de Honololu y sus alrededores. En vez de tener un gigantesco mapa, el mar se divide en varias zonas, entre las que nos podemos mover a través de los faros, que sirven a modo de puntos de viaje rápido.

Los Piratas de Goro buscan tesoros contra viento y marea
Una vez en el mar, podremos seguir las corrientes marítimas para ganar velocidad hacia las islas con tesoros ocultos, u otros navíos piratas con los que vivir intensas contiendas. Sí, es todo tan absurdo y arcade como suena, ya que el realismo ha abandonado el archipiélago a lo grande. ¡Hasta tenemos un nitro y podemos derrapar al usarlo! Esto es algo crucial en las batallas, donde el uso de las metralletas para atacar por delante o el uso de los cañones de proa y popa es clave si queremos alzarnos con la victoria. ¿Nos dañan? Tocará reparar el barco, o abandonar el timón para reanimar a los tripulantes, apagar fuegos o incluso ayudar usando un potente lanzamisiles.
No esperéis nada complejo, pero vaya si funciona bien la parte del barco. Es básicamente la parte marítima de Assassin’s Creed IV: Black Flag, pero todo más directo y absurdo. Ver cómo pasamos de un barco antiguo con cañones «normales» a otros con metralletas congelantes, de coco, lanzallamas o rayos láser es maravilloso. Y cómo no, esto nos anima a explorar cada mapa en busca de todos los tesoros, para ir poco a poco expandiendo nuestra leyenda como piratas.
Como ocurre siempre en la saga, absolutamente todo está interconectado, por lo que completar una actividad nos llevará a ser mejores en otra, animándonos a explorarla, o simplemente, ganando recursos con los que mejorar a Majima y/o a nuestra tripulación del barco Goromaru. Es un círculo vicioso que nos hace entrar de lleno en las actividades opcionales, y que no queramos salir hasta hacerlo prácticamente todo.

¡Al Majirdaje!
Bienvenidos a los Piratas de Goro
¿Y qué actividades son estas? Las principales consistirán en completar las islas del tesoro, que funcionan a modo de pequeñas mazmorras, donde iremos acompañados del equipo de asalto que hayamos escogido. Una trama de misiones secundarias nos pondrá en la pista de unos piratas malísimos que están aterrorizando la región, con islas del tesoro, batallas navales y varias habilidades definitivas como recompensa. Cómo no, el coliseo nos dará acción directa, para mostrar la fortaleza de nuestra tripulación, con jugosas recompensas por el camino.
Mientras exploramos los diferentes mapas, nos podremos topar con personajes a los que reclutar, cada uno con sus puntos fuertes, ya sean cañoneros, mecánicos o personajes de asalto para los abordajes. O incluso pueden ser recompensas de varias misiones secundarias. Así que, Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii nos anima a reclutar a todos los personajes posibles cumpliendo sus diversas peticiones, para así crear la tripulación definitiva capaz de abordar cualquier desafío.
Me encanta cómo podemos ver a todos los tripulantes en la zona común del barco. Es nuestro hogar, y es como si hubiéramos formado una gran familia. Una muy disfuncional con la que irnos de fiesta para mejorar la moral, a la que dar regalos para que se vuelvan más fuertes, y en definitiva, una con la que poder conquistar los siete mares en una tarde aburrida sólo por las risas.

Nada como estrechar lazos con una buena jarra de cerveza en alta mar
También tenemos a los criminales buscados, una especie de mini-jefes opcionales por los cuales nos darán jugosas recompensas. Todo esto sin olvidarnos de las actividades típicas de la franquicia como el karaoke, el billar, los dardos, el béisbol (con su variante explosiva), los karts, las recreativas, el temido mahjong y muchísimo más. Hay minijuegos y actividades para detener a un tren, pudiendo estar horas y horas hasta completarlo todo al 100%. En mi caso, he necesitado unas 15 horas para acabar la aventura, habiéndome centrado sobre todo en las actividades piratiles más que en las más «clásicas» de Honolulu.
Las misiones secundarias vuelven a ser otro punto clave del título, reforzando Honolulu como otra ciudad recurrente de la franquicia. Volveremos a ver a personajes que se cruzaron con Ichiban en su anterior aventura, siendo una delicia re-encontrarnos con los de la agencia de turismo, los humoristas cafeteros o los dueños del Revolve por citar unos pocos ejemplos. Le da una sensación de familiaridad al mapa fantástica, como si hubiéramos vuelto a reencontrarnos con viejos amigos, deseando ponernos al día con sus vidas y ayudarles en sus nuevos problemas. Es la magia que ha hecho tan emblemática a Kamurocho y a la saga, y está muy presente en Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii. Y cómo no, la forma ideal de reaprovechar assets o mecánicas de juegos anteriores, una marca ya de la casa de RGG Studio.
Cómo no, absolutamente todo tiene una recompensa. Ya sea dinero, puntos de pirata, alimentos con los que cocinar, nuevas ropitas para personalizar a Majima o al tigre Goro, o materiales con los que fabricar tanto anillos como nuevas armas para el barco. Así que nuevamente, se nos anima a hacer todo lo posible si queremos ser lo más poderosos posibles… Algo que es relativamente fácil, ya que el juego no está nada bien equilibrado, yendo todo a nuestro favor a poco que compremos unas cuantas mejoras. Una de las pocas partes negativas de la jugabilidad, junto a la imposibilidad de acariciar a Goro. ¡Con lo mono que es y lo presente que está, es una tragedia!

No poder acariciar a Goro es un crimen
Majima May Cry
Al igual que ocurrió en The Man Who Erased His Name, esta entrega menor abandona los turnos para abrazar el beat’em up, y aquí RGG Studio nos ofrece fácilmente su sistema de combate más frenético, absurdo y divertido. Majima puede usar dos estilos de combate muy diferenciados. Por un lado, su estilo Perro de Shimano nos deja unos movimientos más clásicos, aprovechando la daga y su agilidad para hacer trizas a los enemigos.
La verdadera estrella es el estilo pirata, donde usamos dos espadas, una pistola y un garfio/gancho para hacer trizas a los enemigos tanto a distancia como en el rango cercano. Podemos cambiar entre ambos con sólo pulsar un botón, para así ir variando de estrategia según los enemigos que queden. Una novedad respecto a otros títulos es la posibilidad de saltar o mandar a los enemigos a las alturas, donde luego seguir con nuestro combo. Es la faceta más Devil May Cry de la franquicia, y me encanta.

Ya que estamos en EEUU, ¡a resolverlo todo a tiros!
Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii aprovecha este mayor repertorio de ataques al introducir varias clases de enemigos, destacando los que usan la táctica estadounidense por excelencia: ¡pegarnos un tiro! Majima tendrá una especie de sentido arácnido que nos avisará para saltar o esquivar, además de obligarnos a priorizar los diferentes enemigos. Una manera genial de dar estructura a este baile de cuchillazos, disparos y garfios, para crear duelos dignos de las mejores aventuras de capa y espada piratiles.
Así que, las peleas son divertidísimas… Pero están muy rotas. El estilo pirata es demasiado poderoso, y con unas pocas mejoras, masacraremos a los enemigos normales o incluso a los jefes finales. Algunos jefazos que se suponía que eran lo más me duraron dos telediarios, sin tener casi oportunidad de respirar ante mis incesantes ataques. ¿Lo peor? La cámara es bastante desastrosa. Al tener Majima más agilidad y velocidad que nunca, el título no es capaz de mantener su ritmo, volviéndose loca a las primeras de cambio, sobre todo como tengamos un objeto cercano.

¿Alguien ha pedido un Majinado?
El arte de reutilizar
En la parte visual, creo que no os va a sorprender saber que Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii se ve prácticamente igual que la última entrega. Las partes nuevas sobre el mar o las diversas mazmorras son las que se ven algo más flojas. Se nota que el motor no está pensado para estos entornos, y por ejemplo, el popping en las islas del tesoro es tan acusado, que desmerece algo el resultado. A cambio, ver algunas batallas contra 100 piratas enemigos mientras contamos con toda nuestra tripulación, es todo un espectáculo. A un paso de un Yakuza Warriors que estamos, y eh, sería fantástico un musou de la saga en el futuro.
Lo que más quiero destacar es el sonido. Los actores de voz lo bordan, pudiendo elegir entre voces en japonés o en inglés. Sigo prefiriendo el japonés por ya la costumbre, pero de nuevo, el RGG Studio ha hecho un gran trabajo. Y tranquilos, que todo sigue con una excelente localización al castellano, adaptando expresiones de una manera brillante para que todo suene de lo más natural. Algunos insultos que suelta Majima me los he grabado a fuego en el cerebro. Ahí SEGA sigue haciéndolo de 10 en nuestro mercado, y ojalá nunca acabe esta racha de grandes localizaciones al castellano.
La música es el último ingrediente clave, con muchos temas cañeros para los combates, pero también otros con un tinte más piratil. Se aprecian notas y motivos a lo Piratas del Caribe, abrazando al máximo la nueva ambientación. Encima, hay un par de números musicales, que me hace desear con todo mi alma un Yakuza Musical. Ya que estamos abrazando la locura máxima, no es mucho pedir, ¿no?

¿Para cuándo un Yakuza Warriors?
Conclusión
El bueno de Majima ha sacado su vena más Jack Sparrow en esta aventura más «pequeña», pero que es increíblemente divertida. Es cierto que si lo que buscábamos era una historia que explorara al personaje tan bien como en Yakuza 0 nos sentiremos algo decepcionados… Pero a cambio tenemos un juego tan directo, divertido y absurdo que es imposible no pasarlo en grande a bordo del Goromaru.
Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii sabe a lo que va, y es casi fanservice de calidad de nuestro querido Majima. El combate naval es divertidísimo, las peleas son de las más frenéticas de toda la franquicia y el bucle jugable es el mejor tesoro que cualquier pirata podría desear. Sí que espero que, de cara a los futuros capítulos principales, la absurdez no se vuelve el factor dominante para que vuelva a ser el drama humano junto a los personajes y las conspiraciones las que muevan la trama. Porque creo que, cuando ambos estilos se combinan, es donde más brilla la saga. Pero mientras tanto, no os lo penséis dos veces, y a unirse a los Piratas de Goro.
Nos consolamos con:
- Un bucle jugable muy adictivo donde siempre nos vemos recompensados de alguna manera
- Las actividades piratiles son una delicia
- Honolulu ya es un hogar más al que querer volver siempre en la saga
- Las peleas cuerpo a cuerpo son divertidísimas…
Nos desconsolamos con:
- … Aunque la cámara a veces es un desastre
- El juego no está nada equilibrado. Al menos, es a nuestro favor
- La historia es bastante simple, y tiene un ritmo nefasto
- No poder acariciar al tigre Goro es un crimen
Ficha
- Desarrollo: Ryu Ga Gotoku Studio
- Distribución: SEGA - PLAION en formato físico
- Lanzamiento: 20/02/2025
- Idioma: Textos en Castellano y Voces en Japonés/Inglés
- Precio: 59,99 €
Deja una respuesta