Hemos esperado años. Parecía que nunca iba a llegar, pero al fin los spin-offs de Yakuza ambientados en el pasado comienzan a llegar a todo el mundo. Con la franquicia en la cresta de la ola, SEGA y Ryu Ga Gotoku Studio han aprovechado para traer Like a Dragon: Ishin a todo el mundo en forma de un híbrido entre remake y remaster. Sí, con un cambio de nombre para la saga de regalo, para igualar la nomenclatura entre Occidente y Japón.
¿Por qué teníamos tantas ganas los fans de disfrutar de este spin-off? Básicamente, nos muestra una historia tan potente como es habitual en la serie, pero trasladándonos al siglo XIX. Los personajes a los que tanto queremos en un nuevo contexto histórico, como si fuera un fanfic oficial. ¿Quién no quiere ver a Kiryu samurái? ¿Cómo sería el caótico Majima en el pasado? Dejemos de imaginarlo, que al fin lo podemos descubrir sin 50 diccionarios de japonés al lado. Preparad la katana, que comenzamos.
El fin de la época de los samuráis
Estamos a mediados del siglo XIX, un período de mucha incertidumbre en Japón. Los países extranjeros están llevando allí el comercio, incluyendo las armas. Las pistolas hacen que cualquiera pueda igualar el poder de los samuráis, creándose el ambiente perfecto para una revolución. Uno de los grandes artífices de la renovación del gobierno de Japón fue Sakamoto Ryoma, un visionario que ayudó a acabar con el sistema de feudos y clases que imperaba en el País del Sol Naciente. Todo esto ocurrió de verdad (gracias, repaso rápido a la Wikipedia), pero ahora imaginaos vivir estos hechos históricos bajo el prisma de Yakuza/Like a Dragon. Sakamoto es Kiryu, con el resto de personajes a los que hemos conocido durante los años encarnando a otras figuras históricas clave en este período.
¿Hace falta saber todo este contexto histórico? Para nada, ya que no me he puesto a investigarlo hasta escribir este análisis. Aun así, conocer algo de historia nunca viene mal, y ayudará a que no nos liemos tanto con los nombres de las estructuras de gobierno.
Pero al lío, que me estoy yendo por las ramas. Nuestra misión en Like a Dragon: Ishin es descubrir al asesino de nuestro padre adoptivo, sabiendo únicamente su estilo de combate, muy particular y usado sólo por los miembros del Shinsengumi.
Así descubriremos una gran trama política donde las conspiraciones tan características de la franquicia están a la orden del día. Es fácil pensar en el Shinsengumi como el Clan Tojo, con los personajes de otras entregas actuando como capitanes, que serían los presidentes de las subsidiarias de anteriores Yakuza. Es sorprendente lo bien que funciona esta narrativa dentro del contexto histórico, adaptando a su manera ciertos sucesos, pero captando nuestra atención desde el primer momento.
Te voy a seguir llamando Majima

Otro aspecto que me ha encantado como fan de la franquicia ha sido ver a los personajes en un contexto tan sumamente diferente al habitual. No es Majima, sino Okita Soji. Nuestro aliado no es del detective Date, sino Nakaoka Shintaro. Tienen otro nombre, pero la misma personalidad, voz y aspecto. Así que, en mi cabeza, Majima seguía siendo Majima, Saejima sigue siendo el bruto con buen corazón al que conocimos en Yakuza 4, y el bueno de Akiyama sigue siendo tan molón como en la saga principal.
Es literalmente un fanfic oficial, y me encanta. Los únicos personajes que igual no mantienen la personalidad son los que han sufrido un «recast» para este remake respecto al juego original. Joon-gi Han haciendo de espía que se camufla como un vagabundo me daba risa… ¡que se te ve a la legua, k-poper guaperas! Con Zhao sí logran mantener su esencia, y la verdad, ver a Kuze otra vez, aunque sea en un papel tan secundario, siempre es una buena noticia.
La katana, mata
Si en la historia se mantiene la temática principal de la franquicia, en la jugabilidad no iba a ser menos. Like a Dragon: Ishin no es un RPG por turnos como Yakuza: Like a Dragon, sino que es un juego de acción, al publicarse cuando la saga todavía era más beat’em up. Sin embargo, aquí ya se pueden ver cómo coqueteaban más y más con el rol, al disfrutar de un RPG de acción en toda regla con los toques de beat’em up que tanto nos gustan.
El original se publicó más o menos pegado a Yakuza 0, por lo que adopta su sistema de 4 estilos de combates, pero adaptados a la época. Con el «Estilo Carromista» usaremos nuestros puños o cualquier arma del entorno, mientras que el «Estilo Espadachín» nos permite ser unos auténticos samuráis. Si lo nuestro es mantener la distancia, el «Estilo Pistolero» es para nosotros. ¿Queremos un poco de todo? Pues el «Estilo Bailarín» nos permite combinar la katana con el revólver, ideal para enfrentarnos a grandes grupos de enemigos.
Cada uno de los estilos tiene usos muy claros, haciendo que todos sean útiles, aunque claramente tendremos nuestros favoritos. Para los 1 vs 1 iba en plan samurái, gracias a su potencia y capacidad defensiva, buscando hacer bloqueos mientras miramos de frente a los enemigos. Si prefería ponerme más evasivo, nada como bailar para luego un buen combo de espadazos finalizado por un revólver.
Like a Dragon: Ishin quieren que usemos todos los estilos, ya que además del nivel general de Sakamoto, cada estilo sube de nivel. Cuanto más lo usemos, más puntos tendremos para desbloquear mejoras permanentes o nuevas habilidades. Eso sin olvidarnos las técnicas secretas que nos enseñarán los maestros de Kioto, por lo que la progresión es muy, muy satisfactoria. Igual que Sakamoto empieza como un samurái de bajo rango, acabaremos como unos luchadores imparables.
¿La parte rolera que comentaba? En todo el equipo que tendremos a nuestra disposición. Todo tiene diferentes estadísticas, pudiendo aplicar estados elementales gracias a orbes que podemos asignar en las herrerías. Si tenemos los materiales adecuados, también podemos crear armas más potentes, para así superar con mayor facilidad los combates que nos esperan.
Kioto, la nueva Kamurocho
No estaríamos ante un Yakuza/Like a Dragon sin una buena ciudad sirviendo como telón de fondo para esta gran historia y las intensas peleas. Ya no estamos en Kamurocho, sino en la ciudad de Kioto, pero que tiene una estructura que nos será muy similar, si bien no ha envejecido tan bien como nuestra querida Kamurocho por un diseño un poco arcaico. Lo importante es que, además de liarnos a tortas con los maleantes y samuráis que nos paren por el camino, habrá toda clase de actividades. De camino a nuestro objetivo principal nos distraeremos 5 de cada 5 veces. Ya sea con una misión secundaria o un nuevo minijuego que no habíamos descubierto.
Tan pronto ayudaremos a unos niños a reconciliarse ante la mudanza repentina de uno de ellos, como nos adentraremos en las consecuencias de un movimiento de protesta que usa un pegadizo baile. Historias entrañables combinadas con otras delirantes a más no poder. La traducción al castellano de algunas de ellas, como la del americano que intenta ser un samurái soltando términos 100% otaku, es para quitarse el sombrero. El equipo de localización de Like a Dragon: Ishin lo ha bordado.
Entre los minijuegos, tenemos los clásicos de la franquicia, pero adaptados para la época en la que nos encontramos. El karaoke ya no es en salas individuales, sino en escenarios abiertos, siendo impagable ver a Kiryu/Sakamoto con el Baka Mitai orquestado con instrumentos clásicos. Si nos sentimos afortunados, nada como ir a las apuestas de carreras de pollos. ¿Buscamos acción? En la arena nos esperan grandes combates y más jugosas recompensas. Obviamente, no tenemos las recreativas clásicas de SEGA, pero no se echan en falta dado todo lo que tendremos para hacer.
Como siempre, habrá varias actividades de mayor envergadura. Aquí se trata de las mazmorras y la granja. En las primeras nos enfrentaremos a desafíos cada vez mayores para obtener los mejores materiales con los que luego fabricar el equipo más poderoso. Resultan adictivas, sirviendo además como la excusa para introducir el sistema de cartas/aliados. Es algo totalmente opcional, pero los aliados nos aumentarán la salud y nos darán habilidades como lanzar rayos, kamehamehas o curarnos. Las cartas más poderosas son las de los famosos, totalmente gratuitas y con efectos relacionados con dichas figuras tan reconocibles. No me imaginé ver un movimiento inspirado en Sephiroth de Final Fantasy VII en un Yakuza, pero no me voy a quejar.
En cuanto a la granja, aquí podremos cultivar y cocinar para completar varios pedidos. En el proceso, conoceremos más a la joven Haruka, la cual nos sonará si hemos jugado a los títulos principales. Con que sí, Like a Dragon: Ishin tiene una granjita a lo Stardew Valley… donde también hay minas/mazmorras donde obtener recursos. Sólo nos queda poder casarnos con alguien para cumplir nuestros deseos más torridos. ¿Para cuándo un dating sim de Yakuza/Like a Dragon?
Todo esto sin olvidarnos de las amistades que podemos ir ganando (¡incluso con adorables perrestes y gatetes!), las misiones de caza de criminales y mucho más. Estamos ante un juego tan inmenso como es habitual en la saga, pudiendo estar unas 20-25 horas para llegar al final sin hacer demasiado secundario… Y muchísimo más si queremos alcanzar el 100%.
¿Dónde está el Dragon Engine?
Llega el momento de hablar de la parte técnica, y aquí Like a Dragon: Ishin me ha decepcionado, con muchas luces y sombras. Para este remake, el RGG Studio no ha usado su Dragon Engine, cambiando al Unreal Engine 4. Es cierto que, cuando se lanzó el juego original, se usaba todavía el motor de Yakuza 0, en vez de la versión actual usada desde Yakuza 6. Las limitaciones de dicho motor se mantienen, por lo que al entrar a edificios hay tiempos de carga. No son extensos, pero ahí están, suponiendo un paso atrás respecto a las entregas actuales.
A cambio, las escenas se ven mejor que nunca, con unos modelados de los personajes y efectos de iluminación más trabajados por lo general. O dicho de otra manera, ha sido la forma de hacerlo todo más actual. En esta transición, por desgracia, se han perdido varias cosas. El color lo he visto un poco más apagado de lo habitual, y sobre todo, una mayor presencia de bugs. Esto lo notaremos en las escenas de menor nivel en la ciudad, al ver cómo los ciudadanos se vuelven locos al evitar nuestra zona. Esto funciona de manera natural en las demás entregas, pero aquí veremos cómo se meten en el suelo, se suben por encima de las cajas que pueda haber por el entorno, o directamente se pongan a andar contra una pared.
También me sacaba de quicio la carga de las texturas, un error muy habitual de este motor gráfico. Al cambiar de cámara durante las secuencias principales y las más secundarias, será habitual ver cómo la ropa y la cara de los personajes terminan de cargar su versión en alta calidad durante un microsegundo. Esto incluso en Xbox Series X. No dura mucho, pero es lo típico que al verlo por primera vez, no se puede «desver», buscando tu cerebro esas micro-cargas de texturas. Incluso las expresiones faciales en las secuencias secundarias son más robóticas que en Yakuza 0, y ya ni digamos Lost Judgment.
Este cambio de motor no me ha convencido, ya que para lo poco que ganamos, hubiera preferido que se mantuviera todo como en el lanzamiento original. Le suben las texturas, y listo. Incluso con las cartas podemos a veces meter tantos efectos en pantalla que el rendimiento se resiente notablemente. Espero que el RGG Studio esté aprovechando este remaster/remake para practicar o probar cosas nuevas a nivel tecnológico, y para las próximas entregas le hayan cogido el puntillo, o mejor, seguir con su pedazo motor actual.
La parte sonora no tiene ninguna pega. El trabajo de los actores en japonés (esta vez no hay doblaje en inglés) es brillante, dando una gran emoción a cada una de sus secuencias. La música no se queda atrás, ofreciendo temas cañeros a más no poder para hacer todavía más hypeantes las batallas que nos esperan, en especial contra los numerosos jefes finales.
Conclusión
La espera ha merecido la pena. Like a Dragon: Ishin es una auténtica maravilla, y fácilmente la mejor forma de adentrarse en la saga Yakuza/Like a Dragon. Una historia increíblemente intensa llena de giros, momentos emocionantes y grandes personajes que se puede disfrutar sin saber siquiera quién es Kazuma Kiryu. Si lo sabemos, apreciaremos todavía más este fanfic oficial, porque no se me ocurre otra forma de llamarlo.
Las peleas son vibrantes, Kioto es una ciudad en la que es fácil perderse durante horas y la personalidad arrolladora de la franquicia se ha mantenido intacta pese al cambio de época. Lo único que no me ha terminado de convencer es el cambio de motor gráfico, y ojalá los problemas técnicos se subsanen en futuras entregas si deciden mantener el Unreal Engine.
Lo que importa es que la época de los spin-offs de Yakuza/Like a Dragon está aquí. ¿Podremos disfrutar próximamente de Kenzan? ¿Recibiremos remakes de las entregas de PSP? Ojalá, ya que Like a Dragon: Ishin demuestra que la fórmula de la saga es capaz de funcionar en cualquier época.
Nos consolamos con:
- Una historia muy emocionante que mantiene la esencia de la saga
- Brillante localización al castellano
- Esto es un fanfic oficial de mucho presupuesto para tener a Kiryu samurái, y eso es maravilloso
- Un sistema de combate formidable y lleno de posibilidades
- Kioto es una ciudad formidable donde perder el tiempo durante decenas de horas
Nos desconsolamos con:
- El cambio de motor gráfico trae más desventajas que mejoras
- Imposible no tener un cacao mental con tanto nombrecito, sobre todo si no sabemos de historia japonesa
- El diseño de Kioto tiene algunos elementos arcaicos que podrían haberse revisado
Análisis realizado gracias a un código de Xbox Series X/S proporcionado por PLAION.
Ficha
- Desarrollo: RGG Studio
- Distribución: SEGA - PLAION
- Lanzamiento: 21/02/2023
- Idioma: Textos en Castellano y Voces en Japonés
- Precio: 59,99 €
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