Cuando iba a los recreativos hace ya algunos años, casi siempre tenía dos paradas: el shooter sobre raíles de turno, y Super Pang. Me dejé muchos “duros” intentando llegar hasta el final del juego junto a mi hermana, picándonos para ver quién conseguía más llegar más lejos, y cómo no, quién obtenía más puntos. Este vicio se trasladó luego a PSX con la adaptación para la consola de sobremesa (no niego que me habría hecho gracia verlo en la PS Classic), para acabar un poco en el olvido ante la desaparición de muchos recreativos y casi de la saga.
Por suerte, los chicos de Awfully Nice Studios deben de haber sido grandes seguidores de la franquicia, ya que han pretendido modernizarla con The Bug Butcher. El juego lleva disponible en móviles, PC, PS4 y Xbox One durante un tiempo, pero gracias a 2Awesome Studio (responsables del genial Dimension Drive), que ahora se pasan a la publicación de juegos independientes, podemos disfrutar del título en Nintendo Switch. Esta es una oportunidad de oro, ya que mezcla la portabilidad de la versión para móviles junto al control clásico del resto de plataformas. Id cargando vuestro arma, que no vamos a dejar ningún bicho en pie.
La premisa de The Bug Butcher es muy simple: somos un exterminador de bichos que ha sido llamado para limpiar una plaga mortal en un laboratorio. Nuestra única ayuda será un científico, que nos irá guiando por las instalaciones, pero al mismo tiempo, tendremos que protegerlo. Fin. Como en los juegos arcades de toda la vida, estamos aquí por las mecánicas y no por la trama, con que solo es una simple excusa para ponernos a jugar. Eso sí, al menos es una premisa mejor que “¡unas bolas quieren destruir el mundo!”, y que a día de hoy me sigue pareciendo absurda.
Como en Super Pang, nuestro personaje solo dispara hacia arriba, por lo que nada de disparar a lo que esté a nuestra derecha o izquierda. Los bichos funcionan como bolas, rebotando por el escenario y dividiéndose en versiones más pequeñas si forman una bola gigantesca. Hasta ahí todo como en Super Pang, pero por suerte, en The Bug Butcher hay bastantes retoques que hacen la experiencia más frenética todavía.
Para empezar, hay una gran variedad de bichos, cada uno con sus patrones de movimiento diferentes. Algunos rebotan más, otros no tienen físicas directamente, mientras que algunos pegan unos pocos saltos antes de lanzarse contra el suelo para aplastar a todo exterminador incauto que pase por allí. Otro detalle curioso es que algunos enemigos también nos disparan o sueltan más bichos, por lo que ya no son simple bolas que ir destruyendo poco a poco, sino enemigos que detectar rápidamente para saber contrarrestar sus diferentes patrones de movimiento.
A todo esto hay que sumar enemigos que van a por nuestro amigo científico y que, si lo pillan, supone el final de la partida, lo que nos obliga a preocuparnos de nosotros mismos y de nuestro aliado. Incluso hay unos bichos que, si nos golpean con su ataque en salto, nos matarán automáticamente, al funcionar casi como los “facehuggers” de la franquicia Alien. Cuando en pantalla se juntan varios de estos enemigos, la acción es frenética a más no poder, al tener que decidir rápidamente a qué bicho priorizar o cómo movernos para evitar recibir daño.
Sí, hay barra de salud, lo cual es una diferencia importante respecto a Super Pang, aunque también entendible al ser un juego más frenético. Aunque tranquilos, que siempre podemos poner el juego en modo Difícil para que muramos de un golpe, lo cual mantiene esa clásica esencia de arcade.
Como decía antes, The Bug Butcher moderniza las mecánicas del Pang, pero no solo por meter más cantidad de enemigos y más variedad al mismo tiempo, sino porque tenemos nuevas habilidades. Para empezar, disponemos de un botón de esquiva para apartarnos de un enemigo que nos vaya a golpear, o usarlo de una manera más ofensiva para movernos rápidamente por el mapa. El tema de las armas también es diferente, ya que aparecerán armas aleatorias de las que hayamos desbloqueado, y su munición será limitada. Esto hace el uso del rayo láser, la ametralladora o la pistola eléctrica algo que hay que cuidar, ya que si usamos toda la munición cuando no hay enemigos, la habremos desperdiciado. Por último, a medida que vamos golpeando enemigos llenaremos nuestra barra de potenciador, que nos permite ser invencibles durante unos momentos, congelar a los enemigos o crear una zona protectora a nuestro alrededor.
Un modo perfecto para ir probando las diferentes armas y poderes poco a poco es Arcade. Aquí dispondremos de 30 niveles, repartidos en 5 zonas diferentes. Cada zona presenta un mapa con sus propias características, como barreras que se levantan al pulsar un interruptor, un martillo neumático en mitad del nivel que nos puede aplastar a nosotros o a los bichos, o barreras que solo afectan a los enemigos en sus patrones de rebote. Cada “mundo” ofrece un reto ligeramente diferente, lo que asegura bastantes sorpresas al ir descubriendo también nuevos bichos poco a poco. También hay un nivel entre zonas, que es siempre un ascensor donde no aparecen cajas de armas, y encima hay llamas por los lados que aparecen y desaparecen, por lo que, junto al espacio más reducido de lo habitual, podemos morir achicharrados si no acaban los bichos antes con nosotros.
Este modo es bastante adictivo, ya que podemos conseguir tres estrellas en base a nuestra puntuación. Para sacar muchos puntos, tendremos que ser rápidos eliminando bichos, ya que el medidor de combo será nuestro mayor aliado. Aunque el modo Arcade se puede acabar muy pronto (en apenas 1 hora podremos llegar al final sin problemas), conseguir las 90 estrellas del juego es algo más desafiante. Como cada nivel dura unos 2 minutos (hay un tiempo límite para acabar con todos los enemigos), es fácil engancharse y no parar hasta que consigamos las tan ansiadas estrellas. Al mismo tiempo, cuanto mejor lo hagamos, más dinero conseguiremos, con el que mejorar las armas, los potenciadores o conseguir alguna ventaja como que el combo tarde más en acabarse.
Además del modo Arcade, The Bug Butcher nos permite participar en un modo infinito para ver lo que sobrevivimos en el escenario que escojamos. Este modo lo podemos disfrutar en solitario y con un amigo en local, lo cual ayuda bastante, como os podréis imaginar. Como estamos superando oleadas de bichos sin parar, esta vez las mejoras que podemos comprar con el dinero que sueltan los enemigos sirve para desbloquear armas y potenciadores “al vuelo”, desde una tienda que, al menos, sí que detiene la acción para que no sea un horror. Y sí, podemos subir nuestras puntuaciones a Internet en todos los modos, para así ver quién es el mejor caza-bichos del mundo.
Durante la mayor parte del tiempo, he jugado a The Bug Butcher en modo portátil, y el juego funciona de lujo. Algo muy positivo es que, dados los pocos botones que se usan, jugar con un solo Joy-Con es bastante sencillo ponerse a jugar con un amigo en cualquier lugar. Lo que sí he notado es que hay algunos bugs que al exterminador se le pasó destruir, como que el indicador de combo desaparezca en ocasiones pero siga contando de fondo, lo cual es un poco confuso si estamos empeñados en alcanzar las 3 estrellas. Tampoco me ha gustado que el idioma que seleccionemos en el menú principal no se guarde, por lo que cada vez que iniciemos el juego tendremos que volver a cambiarlo. De hecho, los menús no me han parecido excesivamente cómodos, y me choca que no podamos usar la pantalla táctil en modo portátil para navegar por ellos.
Dentro de lo técnico, el juego nos ofrece unos diseños en 2D muy sólidos, que recuerdan a los dibujos animados de antaño. Gracias al potente apartado artístico, es muy fácil identificar a cada tipo de enemigo de un vistazo rápido, qué peligros hay en el nivel, etc. Tanto en el televisor como en modo portátil, The Bug Butcher se ve realmente nítido y va muy fluido, aunque sí noté algún tirón muy, muy ocasional cuando la pantalla se llenó de enemigos y efectos al jugar en modo portátil, cuando en el modo infinito ya estaba tan saturado de enemigos que iba a morir sí o sí.
En el sonido, los efectos son sencillos, mientras que la música es bastante animada, lo que pega mucho con el frenético ritmo del juego. No habría estado mal más variedad de temas, pero al menos es una música bastante divertida.
Conclusión
Como fan de Super Pang, me lo he pasado en grande con The Bug Butcher. Es además el típico juego perfecto para unas partidas rápidas en cualquier momento y pasarlo en grande mientras reventamos todo tipo de bichos. La variedad de enemigos junto a los mapas con tantos obstáculos ofrecen partidas realmente frenéticas y divertidas, algo perfecto al jugar en casa, y mejor aún para cuando estamos esperando al tren o el bus.
Es cierto que, como tal, estamos ante un título bastante corto, y en ese sentido me hubiera gustado ver más niveles y mapas, pero The Bug Butcher es muy rejugable, gracias a los piques por obtener todas las estrellas o intentar alzarnos en lo más alto de las tablas de clasificación online. Así que, si os gustan los arcades clásicos, y en especial disfrutasteis en su momento de Super Pang, la obra de Awfully Nice Studios os enganchará sin remedio alguno.
Nos consolamos con:
- Consigue captar la esencia de Super Pang, pero modernizándola a lo grande
- Genial variedad de enemigos para ponernos las cosas muy complicadas
- Adictivo a más no poder
Nos desconsolamos con:
- El modo Arcade se acaba en un suspiro
- Se echan en falta más mapas
- Pequeños bugs y ralentizaciones muy, muy ocasionales
Ficha
- Desarrollo: Awfully Nice Studios
- Distribución: 2Awesome Studio
- Lanzamiento: 08/11/2018
- Idioma: Textos en Castellano
- Precio: 7,99 €
Deja una respuesta