No es la primera (ni la segunda) vez que os vengo a decir por aquí que la nostalgia vende. Es evidente que las generaciones con infancia durante los años 80 y 90 sienten cierta añoranza por tiempos pasados, y muestra de ello es el resurgir de múltiples IPs de esa época (aunque algunas nunca se llegaron a ir), ya sea en el cine o la televisión, los cómics y libros, los juegos de mesa, los muñecos para coleccionistas y los juguetes, o en el mundo del videojuego. ¿Y qué pasa cuando unimos una IP clásica de la infancia de muchos como es G.I. Joe con un género de los videojuegos tan noventero como el del beat’em up? Pues que nos sale G.I. Joe: Wrath of the Cobra, título del que voy a hablaros hoy.
Como comentaba en la introducción, y como se puede deducir por el título del juego, G.I. Joe: Wrath of Cobra, estamos ante un juego basado en la (popular) licencia de juguetes. Este juego es un beat’em up de estilo clásico, con lo que todo el conjunto tiene un aroma a años 80 y 90 que tira de espalda. A nivel argumental, por cierto, no se complican mucho la vida y una vez más tenemos a los héroes tratando de detener al villano de turno, el comandante Cobra y sus esbirros para mantener la paz mundial.
A nivel de gameplay, lo cierto es que tenemos un beat’em up bastante sencillo: dos botones de ataque, uno de defensa, uno para el salto, otro para el ataque especial e incluso uno para activar un taunt (que a decir verdad, aún no sé para qué sirve) nos servirán para machacar a nuestros enemigos. Los botones de ataque están asignados a un ataque flojo y rápido que podemos encadenar en un combo, mientras que el botón de ataque fuerte nos servirá… pues para eso, para lanzar un ataque fuerte (que, por cierto, podemos cargar unos instantes para que haga más daño). Estos botones, además, nos permiten atacar en carrera o incluso en el aire. Hasta aquí nada especialmente novedoso o rompedor, aunque no tiene por qué ser malo eso.
En cuanto al combate en sí, como decía, si bien no nos da demasiadas opciones, sí que son suficientes para ir acabando con las hordas de enemigos que nos vendrán en tropel para atacarnos. Y ojo, que aunque no son muy variadas, a veces podremos hacernos con armas de fuego con las que atacar a nuestros enemigos en la distancia con devastadores resultados. El juego, por cierto, nos propondrá algunas batallas casi multitudinarias (para lo que es el género, entiéndase) en las que diferentes enemigos tratarán de imponerse. Y ese es uno de los puntos que más me han llamado la atención… aunque todavía no sé si es para bien o para mal. Me explico: es cierto que el juego hace gala de estas batallas bastante masivas (una vez más, para lo que entendemos como beat’em up clásico, nada que ver con un musou por ejemplo), pero la torpe IA de los enemigos hará que la mayoría de ellos se lancen directos a nuestros puños (o armas), mientras que en algunos (aunque escasos) momentos de lucidez sí que parecerá que tratarán de rodearnos.
Y es una lástima que esta pobre IA lastre el combate, porque acaba siendo bastante simple y ramplón, cayendo rápido en la monotonía pese a la cantidad y variedad de enemigos. Porque sí, me ha sorprendido gratamente la cantidad de enemigos distintos que hay, dejando atrás el simple recoloreo de sprites del que hacían gala los juegos a los que homenajea: soldados «normales», artificieros que nos tiran bombas, soldados armados con cuchillos, soldados que nos dispararán con armas de fuego… todos ellos tienen un diseño único que, y aunque si bien es cierto que es parecido entre todos (como ya sucedía en Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge, cuyos esbirros del Clan del Pie tiene el mismo «problema»), resulta reconocible y variado.
Por desgracia, a estos enemigos hay que añadir una suerte de minibosses que encontraremos esporádicamente, como enemigos montados en un quad de la muerte (aunque curiosamente no dispara, sólo tratará de arrollarnos… algo que queda raro, cuanto menos) o en una especie de ala delta mezclada con un jet pack que no he acabado de entender muy bien (pero que lanza misiles que da gusto…). No es que no me guste la adición de estos enemigos, ojo, pero la IA hace de las suyas… y las hit boxes, también. Y es que es un tema del que no he hablado aún, pero lo cierto es que las hit boxes de este juego son terribles: básicamente, para saber si un enemigo nos da, o si nuestros golpes le van a impactar, hay que hacer un acto de fe y ver la reacción. Por suerte, sí sabremos si un golpe impacta porque aparecerá un contador de daño (que, por cierto, no entiendo por qué es numérico si no hay ninguna indicación de la vida que tienen los enemigos comunes…), pero no será raro encontrarnos golpeando al aire cuando parecía que íbamos a darle a un enemigo, o golpearle desde zonas en las que es físicamente imposible que les demos.
A esto hay que añadirle una cantidad de bugs que, lo siento mucho, pero no puedo ignorar: desde enemigos que no nos atacan a enemigos que mueren solos (o incluso desaparecen), pasando por personajes que se mueven a una velocidad absurdamente baja (me ha pasado contra algún boss, pero también controlando a uno de los personajes secretos, que no voy a desvelar para no arruinar la sorpresa a ningún fan de la franquicia). Y lo siento, pero es bastante molesto e incluso arruina la partida, hasta el punto de tener que salir al menú principal y volver al juego para «solucionarlo», perdiendo así parte del progreso. Sí, sé que muchos de los errores son poco graves (como el de que no se muestre el número del nivel, al menos en español, al iniciar uno), y que algunos son porque he jugado al título antes del lanzamiento oficial y serán corregidos con parches y actualizaciones «en breves»… pero eso no hace que mi impresión, al momento de escribir este texto, sea mejor.
Y hablando de niveles y progresión… el modo historia cuenta con 12 escenarios diferentes, y cada uno de ellos nos tomará unos 8-10-12 minutos en completarlo, y podremos jugarlo en compañía de hasta 3 amigos más en modo local (pero no online, algo incomprensible para mí). Una vez superado un nivel podemos repetirlo cuantas veces queramos, y gracias a los disquettes que sueltan los enemigos al ser derrotados, podremos desbloquear nuevos modos y personajes. Los niveles, por cierto, tienen ambientaciones variadas y son claramente distinguibles unos de otros gracias al trabajo gráfico, y aunque algunos presentan ciertas particularidades como huecos en el suelo por los que podemos caer, lo cierto es que resultan bastante simplones también y bastante repetitivos…
Hablando del aspecto de los escenarios, y recuperando el punto que comentaba hace un rato del aspecto de los enemigos, decir que el juego hace gala de un pixel art muy correcto. Sí que es cierto que en imágenes estáticas puede verse un tanto simple en comparación con otros títulos (y más si venimos de jugar títulos como el anteriormente citado TNMT o cualquier juego de la saga Metal Slug, incluyendo el recientemente lanzado Metal Slug Tactics del que os hable hace unos días), pero lo cierto es que jugando se trata de un título cumplidor y bastante bonito en su conjunto. Además, como comentaba, cada escenario tiene un aspecto único y hay bastantes sprites diferentes para los enemigos, así que en ese sentido cumple con creces. A nivel musical, por cierto, estamos ante una banda sonora por Tee Lopes bastante correcta, aunque no hay temas tan memorables como algunos de los que compuso para Sonic Mania o Shredder’s Revenge).
Para terminar, un par de comentarios (o quejas) más: el primero es que no entiendo que los protagonistas tengan diferentes movesets y estadísticas cuando, a efectos prácticos, la única diferencia que he sabido encontrar es a nivel estético y la habilidad especial, única para cada personaje. La segunda, es que no entiendo los picos de dificultad que hay, especialmente en la recta final del título, incluso en la dificultad más baja… y es que si unimos todos los problemas que comento a lo largo de este texto, especialmente el tema bugs y esta dificultad excesiva por momentos me han impedido terminar el último nivel.
Conclusión
El género de los beat’em up es, por lo general, un género resultón, y cuando tienes una franquicia potente entre manos suele salir un producto resultón. Es por ello que me sabe tan mal ser tan crítico con una obra que se nota a medio cocer en muchos aspectos. No digo que este G.I. Joe: Wrath of Cobra sea un juego nefasto, pero lo cierto es que en estos momentos sólo se lo recomiendo a aquellos que sean muy fans de la franquicia y quieran repartir justicia con Snake Eyes (claramente, el mejor personaje de la franquicia) y compañía, o para los fans más acérrimos del género que no quieren dejar escapar ningún juego del estilo. Para los demás, tristemente, tengo que decir que hay mejores opciones en el mercado…
Nos consolamos con:
- Gráficamente es resultón
- La cantidad de contenido de base, y además podemos desbloquear nuevos modos y personajes jugando, como antiguamente
- Batallas multitudinarias
- Cooperativo local para hasta 4 jugadores…
Nos desconsolamos con:
- … aunque, una vez más, no incluye cooperativo on-line
- La IA es bastante boba
- Los picos de dificultad, especialmente en el tramo final
- La enorme cantidad de errores y bugs que hay en el juego en el momento de redactar este texto
Análisis realizado gracias a una copia digital proporcionada por indie.io
Ficha
- Desarrollo: Maple Powered Games
- Distribución: indie.io
- Lanzamiento: 21/11/2024
- Idioma: Textos en español
- Precio: 24,99€
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