Puede que esté solo en esto, pero echo de menos los juegos que adaptaban los grandes bombazos cinematográficos del momento. Sí, la mayoría de títulos eran mediocres, pero había algunas joyas muy divertidas, como Van Helsing, X-Men Origins (infinitamente mejor que la atroz película), Toy Story 2 y 3, El Señor de los Anillos y un largo etcétera. Por eso, me alegró saber que, pese a que han pasado unos años, tendríamos juego basado en World War Z.
Personalmente, el film protagonizado por Brad Pitt me parece desastroso, aunque tiene sus momentos divertidos, junto a algo que nos cautivó a todos: las hordas de zombies que funcionan como hormigas y pueden escalar unos encima de otros. Esto daría lugar a un juego muy divertido, así que dicho y hecho, ya que al fin tenemos la adaptación de la mano de Saber Interactive y Focus Interactive. ¿Preparados para sobrevivir a los zombies por todo el mundo junto a los amigos?
No me voy a andar con rodeos: World War Z bebe muchísimo de Left 4 Dead. Esto no es malo, ya que los Warhammer: Vermintide también lo hacen y son excelentes, pero aquí van un paso más allá, al plantear diferentes campañas separadas entre sí, ambientada cada una en un lugar del mundo. Tenemos un total de 4, con las que viajaremos por Nueva York, Jerusalén, Rusia y Tokyo. Cada campaña se compone de 3 niveles (menos la de Tokyo, que por ahora son 2), con cada fase conectada, para contar una pequeña historia en este universo.
El argumento de cada historia no es gran cosa, ya que en función de los 4 supervivientes a los que controlamos, nuestra meta final es escapar con vida de la ciudad, buscar una forma de parar el apocalipsis zombie o ayudar a otros refugiados. Todo está inspirado en la película, no en el libro en el que se basaba la película, pero a la hora de la verdad, no importa mucho, ya que no habrá referencias a lo que le ocurre al personaje de Brad Pitt ni nada por el estilo. Simplemente todo se ambienta en el mismo universo, algo clave para representar la mecánica clave de World War Z: las hordas.
Los personajes que controlamos en cada campaña son diferentes, teniendo sus personalidades, pero sin llegar a ser increíblemente carismáticos ni nada por el estilo. Al menos, me gusta que hablen durante las misiones para comentar ciertos aspectos, dialogar con NPCs o incluso dar pequeñas pistas, como que hay X tipo de zombie especial por la zona.
Todo esto hace que la capa argumental sea bastante ligera, pero incluso así, podemos hacernos una mejor idea de cómo cada zona ha intentado sobrevivir al apocalipsis, algo más interesante que lo que vemos en la película. Eso sí, esta vez no hay un científico clave para la supervivencia de la humanidad que se muere pegándose un tiro de forma accidental, algo que para mí es sinónimo ya de World War Z.
El énfasis está, entonces, en la parte jugable, y aquí World War Z da muchísimas alegrías. En esencia, estamos ante Left 4 Dead en tercera persona, por lo que nos encontraremos con montones de mecánicas similares. Esto implica que la cooperación con nuestros compañeros es clave, ya que en solitario no aguantaremos ni dos telediarios entre tantos zombies, ni aunque nos rodeemos con la Pepsi que bebe Brad Pitt en la película. La cooperación viene al poder curarnos con el único botiquín que podremos llevar (la vida no se regenera), reanimarnos cuando somos abatidos o liberarnos de los zombies especiales.
Estos muertos especiales son clones de los vistos en Left 4 Dead, y la verdad, me cuesta llamarlos por su nombre en el juego y no por el que tienen en la obra de Valve, pero tampoco supone un problema. Así que tenemos al Toro, un bicho acorazado que se lanzará a por nosotros para estamparnos contra el suelo sin que podamos hacer nada, teniendo su punto débil en la espalda; el acechador saltará desde las sombras para darnos zarpazos hasta la muerte; el gaseoso lanzará una nube tóxica como le dejemos acercarnos mucho; y el gritón, que llama a los zombies para que nos ataquen. La pega principal que pongo a World War Z sobre estos zombies especiales no es su falta de originalidad, sino la poca variedad que hay, ya que no hay más que estos tres Zs especiales. Los normales no se diferencian entre sí, por lo que no seguiremos tácticas diferentes en función del equipo que veamos que lleven, como sí ocurría en Warhammer: Vermintide, por ejemplo.
La estructura de las misiones sigue el mismo estilo que en Left 4 Dead, teniendo que avanzar completando objetivos como recuperar X objetos en una zona o defender una posición durante un tiempo determinado, todo mientras nos van lanzando oleadas de zombies de cuando en cuando. Hasta ahora, puede parecer que estamos ante un clon más del juego, pero World War Z esconde varios ases sobre la manga para aportar sus propias ideas.
La principal es, obviamente, las hordas gigantescas de cientos de no-muertos que se lanzarán a por nosotros de golpe. Es aquí donde el juego brilla con luz propia, ya que desde Saber Interactive han clavado lo mejor de la película, al ver cómo se amontonan ante cualquier obstáculo para empezar a formar una pirámide. Como son zombies que corren, la acción es constante, y cuando vemos que vienen cientos de zombies a por nosotros, es imposible no sentirse algo intimidado. Por suerte, la física está de nuestro lado, ya que si vemos que los zombies empiezan a amontonarse, si lanzamos explosivos o disparamos a la base, los derribaremos a todos de golpe, lo cual nos dará un pequeño respiro.
Los niveles tienen un gran ritmo en ese sentido, al intercalar de forma inteligente los momentos de exploración con los de aguantar contra estas gigantes hordas. Cuando exploramos, es incluso posible ir con sigilo, siendo una estrategia muy viable con las armas silenciadas, que también puede ser algo intensa por los zombies que vemos en el suelo pero que están «vivos». Luego, cuando toca tirar de acción, todo se hace espectacular, son «set-pieces» muy llamativos en todas las campañas.
Otra ventaja de World War Z es su sistema de progresión. Antes de empezar un nivel podremos elegir a qué clase pertenecerá nuestro personaje (independientemente de a quién controlamos), habiendo entre un total de 6 clases. La clase determina con qué armamento empezamos la misión, además de darnos ventajas a nosotros mismos y a nuestros compañeros, como mayor salud, poder curar más rápidamente, llevar mejores armas de serie, hacernos invisibles para los zombies un tiempo y un largo etcétera. Con cada partida iremos subiendo de nivel para desbloquear más habilidades, siendo muy satisfactorio coordinarnos con los amigos para crear un equipo bien equilibrado a nivel de habilidades.
La segunda parte de la progresión viene en el armamento. Cuanto más usemos un arma en una misión, más subirá de nivel, lo que nos permitirá desbloquear versiones con accesorios que la hacen más poderosa. Tanto las nuevas versiones de las armas como las habilidades se consiguen con la moneda virtual del juego (sin microtransacciones, tranquilos), siendo muy adictivo jugar, desbloquear algo, comprarlo, y seguir desbloqueando más cosas. Es algo que motiva a seguir jugando, y ayuda muchísimo a la rejugabilidad.
En este sentido, World War Z es fantástico, ya que nos ofrece 5 niveles de dificultad para superar las misiones. Los más bajos son bastante sencillos, pero cuanto más apretemos, más zombies habrá, menos recursos estarán disponibles y más dañino será el fuego amigo. Creedme, cuando vienen cientos de zombies, vas a disparar a todo lo que se mueva, con que alguna bala puede dañar a un amigo sin que nos demos cuenta, lo que hace todo más intenso aún.
Si queremos jugar en solitario, lo podemos hacer, gracias a una IA competente. Sin embargo, no esperéis nada más que el de que disparen a los zombies o nos reanimen, ya que lo que es completar objetivos o montar defensas cuando están disponibles, como que no. La experiencia idónea se da al jugar en cooperativo, como en Left 4 Dead, y aquí es divertidísimo y rejugable a más no poder. Esta rejugabilidad es clave, ya que los 11 niveles se pueden acabar en uans 4 horas fácilmente en dificultad Normal, pero claro, la gracia está en volver a hacerlo con cada vez una mayor dificultad.
Si también queremos pegar tiros a otros humanos, hay un modo PvP bastante interesante, en el que nos ponen a dos escuadrones de 4 jugadores enfrentados en mapas que también se verán arrasados por hordas de zombies en mitad de las partidas. Esto hace que tengamos en cuenta tanto a los rivales, el objetivo del modo en particular (son los estándar, con que nada sorprendente ahí) y los zombies. En el PvP hay también clases que evolucionan de forma independiente a las del modo campaña, pero también obtendremos la moneda virtual para desbloquear nuevos elementos, por lo que hagamos lo que hagamos en World War Z, siempre progresaremos hacia algo.
Lo que quizá puede perjudicar más a toda la experiencia jugable del título es la cantidad de bugs que tiene el juego. He jugado en Xbox One con varios parches instalados, y aun así he tenido algún que otro cuelgue, lo que me ha obligado a reiniciar el juego. Además, de vez en cuando nos podremos desconectar de la partida (no demasiado habitual), y habrá otros fallos que pueden hacer gracia, pero que en mitad de todo el caos, pueden molestar. Me refiere a cosas como zombies que aparecen y reaparecen, se meten en el suelo, o que directamente se teletransportan (algunos acechadores lo han hecho). No son cosas graves, pero sí se podrían pulir más. Al parecer, en PS4 el problema de los cuelgues es mayor aún, con que espero que en breve se parchee para ofrecer una mayor estabilidad.
Lo bueno es que estos problemas no se trasladan al aspecto técnico, ya que World War Z luce bastante bien. No esperéis nada que os vuele la cabeza, ya que estamos ante un juego de presupuesto limitado. Sin embargo, lo impresionante es la cantidad de zombies que veremos en pantalla, sin ninguna ralentización ni nada por el estilo. Vale, muchos cuerpos desaparecen rápidamente para que la consola no se muera, pero en Xbox One X, he jugado sin problemas, con varios momentos que me han dejado muy satisfecho. La iluminación está bastante bien conseguida, al igual que los efectos visuales al destrozar a disparos a los zombies, lo que hace sus muertes todavía más satisfactorias.
En cuanto al sonido, éste funciona estupendamente, sobre todo en lo referente a los efectos. Cada arma suena con contundencia, y podemos notar diferencias entre disparar desde un túnel o al aire libre, algo que siempre me gusta. Además, el sonido que escucharemos al reventar unas cuantas cabezas hace más satisfactoria aún la muerte de los zombies. Las voces en inglés no están mal (hay subtítulos en castellano), representando los actores los acentos de la región de los personajes a los que estamos controlando en ese momento. La banda sonora quizá pasa un poco más desapercibida ante todo lo demás, pero acompaña bien, sin más ni menos.
Conclusión
Uno de mis juegos favoritos es, de lejos, Left 4 Dead 2, así que tomarlo como base siempre me parece algo positivo. Lo que hace grande a World War Z es que no se contenta con solo replicar el estilo de juego de la obra de Valve con una perspectiva en tercera persona, sino que le añade sus toques personales para ofrecer algo espectacular. Las hordas de no-muertos son sencillamente increíbles, cogiendo seguramente lo único bueno de la película para protagonizar montones de situaciones épicas en las que luchamos con uñas y dientes por la victoria.
A todo esto hay que sumarle una progresión adictiva que nos anima a experimentar con armas y clases, crear sinergias con los compañeros y a rejugar más veces aún la (algo breve) campaña. Incluso el PvP es más divertido de lo que me esperaba, sin llegar a ser gran cosa, pero como añadido para romper un poco del PvE, funciona.
Así que, puede que no sea un juego rompedor en el género de los shooters cooperativos como lo fue Left 4 Dead o como Warhammer: Vermintide por su énfasis en el combate cuerpo a cuerpo, pero Saber Interactive ha logrado ofrecernos otra de esas sorprendentes adaptaciones que no solo funcionan por la licencia, sino que lo hacen de forma independiente por méritos propios. Por tanto, World War Z es una opción más que recomendable a poco que os guste reventar zombies con los amigos, ya que estamos ante un shooter increíblemente divertido y adictivo.
Nos consolamos con:
- Las hordas de zombies. Ver a cientos de no-muertos correr hacia ti o crear pirámides humanas no deja de asombrar
- La progresión a nivel de clases y de armas
- Modo competitivo más divertido de lo que uno puede esperar al inicio
- Muy rejugable
Nos desconsolamos con:
- La campaña como tal se hace corta. Más niveles (ya confirmado uno adicional gratuito) no le habrían venido mal
- Los bugs y fallos técnicos de los que hace gala el juego
- Poca variedad de zombies especiales
- Falta un científico que se mate de un tiro accidental ridículo y una máquina de Pepsi al final de las misiones
Ficha
- Desarrollo: Saber Interactive
- Distribución: Focus Interactive/Koch Media
- Lanzamiento: 16/04/2019
- Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés
- Precio: 39,99 €
Ha estado bien leer tu análisis teniendo en cuenta que no le ponen bien en casi ningún análisis. Pero no te perdono que hables mal de mi pelicula faborita de X-Men,: Orígenes Lobezno. Jajaja. Me encanta, Jackman hace una interpretación muy decente de Lobezno teniendo en cuenta que no se nada sobre el Lobezno de los cómics. Y las rencillas con su hermano molan. La he visto como 10 veces. Un saludo
Yo he visto bastante positividad respecto al juego, al menos en los análisis que no son de la versión de PS4, donde parece que hay más bugs. Y bueno, a mí con la fórmula de Left 4 Dead me ganan fácil, no puedo evitarlo jajaja.
Y yo lo siento, pero la de X-Men Origins me parece la peor de las pelis de X-Men… Aunque sirvió para darnos a Deadpool, con que algo bueno tiene! Al final, para gustos los colores 😉
En eso coincidimos Deadpool me gusta mucho no así la segunda parte que es pasable. Tengo una gran colección de películas Blu Ray y Dvd. Unas 1100 pelis. Deadpool la tengo pero la segunda parte no. Si la pillo superebajada si pero de momento no. Un saludo