SUPERHOT

Es complicado encontrarse con un FPS que logre innovar, pero esa es una de las principales características de SUPERHOT, un juego que se basa en una idea tan loca como interesante: el tiempo se mueve solo cuando nosotros nos movemos. El título surgió en una GameJam con un prototipo que podéis probar sin coste alguno, y ha evolucionado para hasta ser un shooter que es casi necesario probar por lo extraño y espectacular que resulta.

Bajo este pretexto iremos apareciendo en diferente escenarios con varios enemigos marcados claramente en rojo, teniendo un único objetivo: asesinar o ser asesinados. De hecho, tanto nosotros como ellos morimos de un único impacto, por lo que cada tiroteo se convierte casi automáticamente en un rompecabezas donde nuestra capacidad de actuación y reflejos son esenciales para sobrevivir.

Al principio parece que solo es eso, un montón de escenarios reducidos con varios enemigos a los que matar. Que si una estación de tren, un parking, un bar y mucho más. Sin embargo, SUPERHOT esconde una narrativa bastante interesante y hasta «meta», que logra enganchar y hasta sorprender con unos pocos mensajes. Por desgracia están en inglés, pero este breve argumento no será necesario para disfrutar del juego.

Para acabar con nuestros enemigos tendremos a nuestra disposición varios tipos de armas, como pistolas, escopetas, rifles de asalto, una katana (la mejor arma de todas, claramente) y nuestros propios puños. Normalmente empezaremos cada fase sin ningún tipo de arma, teniendo que esquivar las balas hasta poder hacernos con una, y empezar a matar a todo lo rojo que se nos ponga por delante.

La gracia de SUPERHOT es que muchas veces nos sentiremos como Neo en Matrix esquivando balas, siendo muy satisfactorio atravesar un pasillo con enemigos al otro lado, poder atravesarlo y luego acabar con dichos oponentes. Los escenarios que se nos proponen no son muy largos, pero sí bastante variados. A veces lo que nos puede matar no son los propios enemigos, sino algo del escenario, por lo que cada nuevo nivel es una gran sorpresa.

Al ser tan frágiles nosotros como los enemigos, hay que medir muy bien cada movimiento. Un paso en falso y nos pondremos directamente delante de una bala, o si lo hacemos bien, la esquivaremos. Para poder atacar necesitaremos un arma, pudiendo arrebatárselas a los enemigos al pegarles un puñetazo, o lanzando un objeto negro para poder noquear durante unos instantes a los enemigos.

La interfaz del juego es muy limpia, con apenas una mira en el centro de la pantalla. Esto hace que no sepamos la munición que tiene cada arma que cojamos, apareciendo un mensaje de «Sin munición» en toda la pantalla para fastidiarnos la existencia casi seguro en los momentos más peliguados. Por suerte, podemos lanzar las armas en cualquier momento, para hacer que suelten sus armas y volver a pegar tiros.

Cada arma funciona de una forma distinta, por lo que hay que adaptarnos. Las pistolas no pueden disparar de forma automática, teniendo que apuntar bien cada disparo. Al disparar, tendremos que esperar unos segundos, algo que podremos ver gracias a la mirilla, que dejará de girar cuando podamos volver a disparar. Los rifles de asalto por otro lado lanzan una ráfaga cada vez que pulsemos el gatillo, mientras que la escopeta lanza un buen montón de balas en dispersión, lo que las hace muy peligrosas. Las armas cuerpo a cuerpo son bastante claras, permitiendo matar de un solo golpe, mientras que con nuestros puños necesitamos más. Además, con la espada podemos matar al lanzarla, algo muy útil. Durante los últimos niveles desbloqueamos una nueva habilidad que le añade otro toque de estrategia al juego, que prefiero no comentar para que sea una sorpresa.

Los tiroteos son muy emocionantes, pudiendo asistir a momentos tan espectaculares como hacer que las balas se choquen en el aire, o destruyan el objeto que les hemos lanzado antes de que le den. Todo esto hay que tenerlo en cuenta para poder superar cada fase, por lo que será más que probable que muramos bastantes veces. Por suerte, hay un botón para reiniciar cada fase de forma instantánea, sin que apenas tarde en cargar la fase de nuevo, algo que es muy de agradecer. Al superar cada nivel veremos una repetición sobre lo que hemos hecho tal y como sería en tiempo real, sintiéndonos como unos auténticos «bad ass» al ver lo que hemos hecho.

SUPERHOT como tal es, por tanto, sencillamente espectacular. El juego engancha como pocos, pero hay una gran pega: es extremadamente corto. Los 25 niveles principales apenas me duraron hora y media, lo cual es decepcionante. Por suerte, hay más modos para añadir algo más de duración al título.

Por un lado tenemos una serie de desafíos, que consisten en completar los niveles de la historia bajo condiciones específicas, como usar solo la espada, superar las fases en un tiempo determinado, etc. El modo infinito nos propone matar a tantos enemigos como podamos sin morir. Al ir matando enemigos iremos desbloqueando nuevos mapas, que si bien están claramente basados en los de la historia, aportan algo más de variedad, además de ser todo un vicio.

Técnicamente hablando, el juego es muy simple, pero efectivo. Todo es o blanco, o negro o rojo. De esta forma se crea un estilo realmente espectacular que funciona a las mil maravillas. La banda sonora no es muy estridente, pero los efectos son fantásticos. Ojito al «SUPER HOT», que se os meterá en la cabeza sin lugar a dudas.

Conclusión

SUPERHOT es el shooter más innovador de los últimos años. Lo bueno es que esta innovación no viene a costa de la diversión, ya que el juego engancha y sorprende con cada nueva fase. Las mecánicas de mover el tiempo solo cuando nos movemos funciona a las mil maravillas, y el estilo artístico acompaña a la perfección para este gran juego.

Es una pena que el título sea tan corto, ya que deja con ganas de muchísimo más. Por suerte es rejugable, y una partida ocasional nunca viene mal, pero más niveles le habrían hecho un gran favor. Así que, si os gusta el género y queréis probar algo completamente diferente, tenéis que probar SUPERHOT, ya sea en PC o en Xbox One. Mientras tanto, solo os diré una cosa: SUPER HOT, SUPER HOT, SUPER HOT, SUPER HOT.