El manga y anime de Ataque a los Titanes es increíblemente popular, por lo que no es de extrañar que haya influenciado en todo tipo de medios, incluyendo los videojuegos. Es claramente una de las mayores inspiraciones detrás de Extinction, el nuevo juego de Iron Galaxy (desarrolladores del genial Killer Instinct) en el que tenemos que acabar con grandes enemigos que ponen en jaque la supervivencia de la humanidad.
Los juegos de acción son más o menos comunes, pero suelen tener estos enfrentamientos contra gigantes como algo muy único y espectacular. No es habitual que estos titanes sean los enemigos principales, más allá de la propia adaptación de Ataque a los Titanes, lo que coloca a Extinction en una oportunidad de ofrecer épicas batallas constantemente. ¿Habrán conseguido dar con la clave del éxito en esta nueva IP, o habría quedado mejor como una idea extinta?
El juego nos pone en la piel de Avil, el último de los Centinelas, unos guerreros con grandes habilidades, y que son la última línea de defensa de la humanidad contra los Ravenii. Estos invasores gigantescos llevan atacando desde hace tiempo a la humanidad, y ahora solo queda un reino en pie. Por tanto, tendremos que forjar una alianza con el rey para encontrar una solución que ponga final a este conflicto de una vez por todas, y de paso, salvar lo que queda de la humanidad.
El concepto y el universo que plantea Extinction no están nada mal, ya que pese a ser algo genérico en ocasiones, nos lo presentan de una forma bastante llamativa y directa. Por desgracia, la forma de contar la historia no ayuda a preocuparnos por este universo, empeorando bastante la experiencia global.
Tras una secuencia de introducción en la que nos muestran a Avil cuando todavía era un esclavo y cuando conoce a Xandra, la protagonista femenina que se encarga de usar la tecnología de los Ravenii en su contra, pasamos directamente a cuando la humanidad está casi perdida y Avil ya es un Centinelas. A medida que completamos los 7 capítulos, volveremos a disfrutar de escenas en 2D bastante chulas que narran el proceso de evolución de Avil y su compañera, además de descubrir cada vez más sobre los Ravenii. El presente es mucho menos interesante, al consistir en crear distracciones para que nuestra aliada pueda fabricar el arma necesaria para acabar la guerra. Poco a poco descubriremos algo más del rey y de Ravenii, pero será todo a través de conversaciones estáticas que no son nada llamativas.
Si hubiéramos vivido todos los hechos que nos cuentan sería mucho más sencillo sentirnos involucrados en la acción, y podríamos vivir los hechos del presente, pero reduciendo todo este relleno de «distracciones» que ocupan la mayor parte del título. Es una pena, porque se podría haber hecho algo interesante.
En materia jugable, Extinction es un juego muy ágil, en el que podemos movernos rápidamente por los escenarios, realizar dobles saltos, escalar casi cualquier muro de madera o de edificios, usar un látigo para recorrer grandes distancias y hasta planear. Esto nos permite desplazarnos como queramos por los mapas, llegando a tener recorridos casi propios de un plataformas en 3D. No es tan preciso como los plataformas, pero estas mecánicas funcionan bastante bien.
El combate es por contra bastante más simple, al tener un único botón de ataque y un botón de esquiva. Podemos realizar diferentes combos en función de si mantenemos pulsado el botón de ataque, esperamos un poco antes de volver a pulsarlo, etc. No hay demasiados combos, por lo que las peleas contra los chacales (los enemigos pequeños) son bastante sosas e imprecisas.
En todos los mapas tendremos que salvar a los ciudadanos que están en peligro, activando la piedra de teletransporte junto a la que están. Obviamente, los monstruos irán a por ellos, por lo que casi estamos ante un juego contrarreloj, en el que salvar a los ciudadanos antes de que sean asesinados. Esto es fundamental, ya que en Extinction podemos morir sin que sea el final de la partida, ya que éste ocurrirá únicamente cuando el medidor de salud de la ciudad llegue a 0. Éste se reducirá a medida que mueran ciudadanos o se destruyan edificios.
La destrucción de edificios es donde entran en juego los Ravenii (junto a la muerte de ciudadanos, claro), ya que de un solo golpe, podrán destruir todas las edificaciones que están en su trayectoria. Por tanto, cada vez que aparezcan, serán nuestra mayor amenaza. Para acabar con ellos tendremos que usar el Ataque de Runa en su nuca, aunque dicho ataque debe cargarse previamente. Para cargarlo debemos rescatar ciudadanos, acabar con los chacales o destruir protecciones y extremidades del Ravenii.
Al principio, estos encuentros y mecánicas son bastante divertidas, por lo que parece que Extinction va por el buen camino de ofrecer una serie de misiones muy interesantes. Al fin y al cabo, el proceso de destruir las armaduras y cortar las extremidades (usando ataques rúnicos, sin necesidad de cargarse) es muy satisfactorio, ya que vemos cómo mermamos el movimiento de los Raveni o evitamos que ataquen con sus brazos. Además, hay diferentes tipos de protecciones, con algunas que se rompen de un solo ataque (las de madera), teniendo que buscar los candados a romper (las de oro y metal), o incluso las indestructibles, lo que nos obliga a replantear un poco nuestra estrategia. Eso sí, a la larga estas peleas pierden gran parte de su emoción, al consistir básicamente en pulsar el gatillo para apuntar ralentizando la acción, marcar la armadura o la extremidad, y a seguir a por el próximo enemigo o Ravenii.
Por desgracia, casi todas las misiones de Extinction son prácticamente iguales, con pequeñísimas variaciones en las que el objetivo es matar a un Ravenii, proteger unas estructuras durante X tiempo o salvar a Y ciudadanos. Sí, a veces se pone algo más de énfasis en las plataformas o en el combate, pero como siempre tendremos que hacer todo (salvo luchar contra los Raveni, que a veces no aparecen), las misiones parecen clónicas entre sí.
No ayuda que directamente haya niveles que sean misiones generadas de forma procedimental, escogiendo entre el abanico de escenarios disponibles y poniendo una misión secundaria aleatoria. Porque esa es otra: los objetivos secundarios son más bien desafíos para obtener algo más de experiencia, con la que mejorar nuestras estadísticas ligeramente. Sí, a medida que avanzamos nos enfrentaremos a enemigos más duros o a Raveni con armaduras más extrañas, pero la sensación de hacer lo mismo no se desvanece en ningún momento, y no tenemos una verdadera sensación de progreso a la hora de evolucionar a nuestro personaje.
Es cierto que necesitamos alrededor de unas 6-8 horas para completar la campaña, pero al ser tan repetitiva y avanzar tan lentamente la historia principal y la del pasado, cuesta encontrar motivaciones para avanzar. Por comparar Extinction con AOT 2 (su rival más directo), en ambos repetimos muchas misiones, pero la historia es más interesante en el título de Koei Tecmo, además de ofrecer niveles, misiones y mecánicas de movimiento rematadamente más divertidas. Al igual que la historia, si hubiéramos seguido a Avil desde su primer encuentro con los Ravenii, podríamos haber tenido más variedad de misiones al tener que sobrevivir, ver como poco a poco nos vamos haciendo más poderosos, etc, lo que habría beneficiado la experiencia global.
Junto a las misiones de la campaña, tendremos otros desafíos que nos obligan a perfeccionar nuestras habilidades plataformeras, junto con misiones diarias generadas de forma aleatoria para competir por obtener la mayor puntuación de la comunidad. También existe la posibilidad de entrar en una especie de modo Infinito, para ver cuánto aguantamos protegiendo la ciudad, eso sin contar lo que se añadirá más adelante mediante DLCs. Por tanto, estamos ante un juego que presenta bastante contenido.
En el aspecto gráfico, Extinction ofrece un estilo algo cartoon muy espectacular, lo que nos deja acciones muy fluidas y vistosas. Es agradable ver un mundo a punto de extinguirse que es colorido y se aleja de los típicos marrones oscuros. En su lugar tenemos bosques frondosos, poblados de estilo medieval, zonas costeras, etc. No es que haya una enorme variedad de escenarios, pero al menos todo entra por los ojos, sobre todo el diseño de los diferentes monstruos. También destacan las escenas de animación para los flashbacks, que no están nada mal.
Lo más llamativo es sin lugar a dudas la interacción con los escenarios. Ver cómo las ciudades se van destruyendo poco a poco es bastante espectacular en un principio, algo que notaremos en las misiones más largas al pasar cada vez por menos edificios que no hemos podido proteger. Habría estado mucho mejor si la destrucción estuviera basada en físicas (un poco al estilo de Red Faction: Guerrilla), pero como se ha implementado la destrucción hace que las batallas tengan una escala bastante grande.
En el sonido, la música funciona, pero tampoco es que destaque demasiado. Lo mismo ocurre con el doblaje en inglés de las voces (hay textos en castellano), que es funcional, pero no es nada del otro mundo.
Conclusión
Tenía bastantes esperanzas en Extinction, y esperaba que se convirtiera en una joya oculta, pero por desgracia, no ha llegado a ese nivel. Como aventura de acción, tiene varios ingredientes para disfrutarla enormemente, como su genial aspecto gráfico o lo imponentes que son los Ravenii. Su muerte y cercenamiento de extremidades resulta bastante satisfactorio en un inicio, y acabar con uno de estos gigantes que nos ha logrado matar unas cuantas veces en la misma misión resulta bastante satisfactorio.
Por desgracia, las mecánicas no llegan a evolucionar apenas, ofreciendo enemigos algo más poderosos, pero que siguen pareciéndose mucho entre sí. Las misiones no ayudan en absoluto, con mucho relleno para avanzar la historia principal, por lo que tendremos la sensación de hacer casi siempre lo mismo. Si esto no os supone un problema y ya habéis acabado con todos los titanes en AOT 2, entonces Extinction es una buena alternativa para disfrutar en sesiones cortas para evitar esta repetición mientras luchamos por evitar la extinción de la humanidad y nuestro asombro con las muertes de estos gigantes.
Nos consolamos con:
- Apartado gráfico y artístico bastante atractivo
- La escala de las batallas es genial, gracias a la interacción con los escenarios
- Acabar con los Ravenii es bastante satisfactorio
Nos desconsolamos con:
- La estructura de la historia y de la campaña no benefician ni al argumento ni a la variedad
- Misiones extremadamente repetitivas
- El combate contra los chacales no es divertido ni preciso
Ficha
- Desarrollo: Iron Galaxy Studios
- Distribución: Modus Games/Badland Games
- Lanzamiento: 10/04/2018
- Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés
- Precio: 59.99 €
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