Las combinaciones de géneros pueden hacer que, dos cosas «familiares» se conviertan en algo nuevo. Eso es justo lo que nos quiere proponer God of Rock, donde se mezclan el género musical con el de la lucha. Ambos tienen una base rítmica importante, pero no podían ser más diferentes. En la lucha hay que saber adaptarse y leer al oponente. En el musical, mantener el ritmo mientras seguimos la partitura al pie de la letra, sin apenas espacio para la improvisación. Uno premia la sorpresa y la expresividad a la hora de generar combos, mientras que el otro lo castiga al fallar notas sin parar.
Sólo por esta idea, ya estaba interesado en God of Rock. Sumas que el género musical es de mis favoritos (el de la lucha no tanto), y las increíbles sensaciones que me dejó al descubrirlo en Gamescom, y tienes todos los ingredientes para un título que me vuelve loco. Id preparando vuestros puños y afilando los metrónomos, que nos vamos a liar a tortas musicales en este Street Fighter musical.
¿Pero cómo funciona?
Está claro que God of Rock no es el primer juego musical donde hay cierto elemento competitivo. A primera vista, parece que todo va según lo habitual. Hay una partitura donde las notas se refieren a los 4 botones de acción. Si pulsamos una nota con una mayor precisión que el oponente, le haremos daño. Es así como funcionan los «ataques». Esto es equivalente a lo que hacemos en DJMAX Respect V. se cambia el porcentaje de precisión por la vida, pero la esencia es la misma. Ver quién sigue mejor la canción.
Sin embargo, Modus Games introduce varios giritos para acercarse poco a poco al género de la lucha. Para empezar, las canciones no tienen fin. Seguirán sin parar hasta que uno de los dos pierda. Si ambos «luchadores» clavan siempre las notas, pues a tirarse horas hasta que alguien empiece a fallar. Para ir cambiando el ritmo, God of Rock va alterando de manera dinámica la dificultad. Pasaremos por el equivalente a Fácil, Normal o Difícil, lo que evita que dependamos de la memoria muscular.
¿No es suficiente? Pues es la hora de soltar los ataques especiales. Si las notas se pulsan con la cruceta o los botones de acción, con los sticks y el gatillo lanzaremos los movimientos especiales típicos de Mortal Kombat o Street Fighter. No sólo restan algo de vida al oponente, sino que aplican diversos efectos, ya sean positivos para nosotros o adversos para el oponente. Todo esto va añadiendo capas y capas de complejidad, ya que estos ataques especiales se pueden bloquear, creando así encuentros donde la partitura es sólo un elemento más de la pelea.
Elvis contra Freddie Mercury
Un juego de lucha no sería nada sin un buen elenco de personajes, y este es otro punto donde God of Rock brilla con luz propia. Todos se basan en figuras más que reconocibles de la historia de la música, como Elvies Presley o Freddie Mercury. Sus rasgos están exagerados, pero rezuman carisma. Sus historias, las cuales descubrimos en el Modo Arcade, son muy simpáticas, teniendo al final que liarse a tortas con el mismo dios del rock. Incluso los diálogos que tienen entre ellos antes de empezar los combates añaden ese toque de personalidad extra que tan bien funciona en los Mortal Kombat recientes.
Cómo no, además de su marcada personalidad y genial estilo artístico, cada uno tiene unos movimientos especiales diferentes. Esto nos obliga a ir aprendiendo sus combinaciones de direcciones, sin olvidarnos que al cambiar de lado, la izquierda/derecha se invierten… No es bueno que lo descubráis en un combate online, creedme.
Al igual que ocurre en cualquier juego de lucha, cada personaje tiene una complejidad y unas características únicas. La grafitera Rosetta primero debe cargar sus sprays con unos movimientos antes de causar daño realmente, pero esa preparación inicial hace que sea devastadora. El no-Freddie Mercury es un perfeccionista, con que su medidor de «Ultra» sólo se rellenará si clavamos las notas, pero descenderá si fallamos, reduciendo nuestras oportunidades ofensivas. ¿Somos más de curarnos? La angelical Hilde puede recuperar un poco de salud si encajamos varios ataques especiales. Familiarizarnos con cada uno es esencial, y para eso el Modo Entrenamiento nos vendrá de perlas. ¡Justo como en un juego de lucha!
¿Pero y la mezcla funciona?
Sobre el papel, la mezcla para ser buena, pero en la práctica… También, si le damos una oportunidad. Ciertamente, el juego no tiene los mejores tutoriales. Son muy básicos, y en los modos offline, con centrarnos en la parte musical es prácticamente suficiente. Todo el tema de las inversiones, los movimientos especiales y demás puede quedarse de lado. De hecho, al principio, si no sabemos a lo que vamos, God of Rock puede llegar a abrumar un poco.

¿Dónde nos fijamos en la pantalla? Los luchadores resultan muy vistosos, pero si los vemos a ellos liarse a tortas, nos perderemos la partitura. ¿La vida? Está totalmente separada de la parte «importante», lo que puede llegar a liar. Incluso ponernos a hacer los movimientos especiales puede ser un auténtico caos, notando que fallamos más notas por intentar hacerlos que si nos centramos sólo en el ritmo.
Aun así, hay que seguir escarbando. Quitando las capas de esta «cebolla», ya que si entramos en el online (con Cross-Play y funcionando de maravilla), veremos cómo hay que hacer uso de todas las herramientas que God of Rock nos da. Igual no es malo fallar una nota si podemos hacer un movimiento especial. La gracia está en encontrar los momentos «calmados» para prepararlos. Saber estar preparados cuando nos vayan a atacar para contraatacar (el círculo del centro nos permite verlo para no separar la vista de lo importante), y así no recibir tanto un buen golpe como los posibles efectos perjudiciales adicionales.
Antes de correr hay que caminar
He visto a mucha gente que no llegaba a encontrar la gracia en esta mezcla, pero conmigo, ha funcionado a las mil maravillas. He estado probando a varios luchadores para ver quién me gustaba más (Ziggy, el alien vegano obsesionado con las vacas) a nivel mecánico. No buscaba aprender combos, pero sí memorizar los ataques especiales. Cómo tener el ataque EX preparado para poder hacer inversiones con facilidad. Todo como en cualquier juego de lucha, porque la parte musical importa, pero también los luchadores y sus movimientos.
Aquí creo que es más problema de «onboarding» que otra cosa. No nos enseñan bien hacia dónde mirar para no perdernos entre tantísimos estímulos visuales. Sí, hay textos en los menús de carga que nos dan pistas, pero poco más. Incluso la funcionalidad de los tokens (como los de curarse que vamos cargando) no están explicados en ninguno de los tutoriales.
Sinceramente, si no fuera por la presentación de la Gamescom con los desarrolladores, también me habría sentido algo perdido. Es uno de los principales problemas de God of Rock… Curiosamente como ocurre con muchos juegos de lucha. Que es fácil soltar mamporros, pero sin llegar a entender bien las mecánicas.
Podría seguir con esto todo el día
Pese a que literalmente podríamos tener todo lo fuera de la partitura en negro para jugar (no nos fijaremos en lo que esté alejado mientras jugamos), estamos ante un título muy vistoso. Ya había mencionado a los personajes con tanto carisma, pero su diseño, los escenarios y luego las peleas son incluso mejores. Es cierto que hay detalles por pulir, como que pese a lo que digan en la intro, la boca siempre la mueven igual. ¡A veces incluso hablan con la boca cerrada! Quién nos diría que estos luchadores musicales son en realidad marionetas controladas por un ventrílocuo.
Pero claro, estamos ante un juego musical, y por eso, el plato fuerte de God of Rock es la música. Estamos ante la friolera de 48 temas (con en principio más en camino) totalmente originales. Si esperabais canciones populares igual os lleváis un chasco, pero el equipo ha creado unas composiciones espectaculares. «La Luna» y «Prometheus» están ya fijas en mi playlist para escucharlas incluso sin unas peleas de por medio.
Si con las partituras que hay de serie no tenemos suficientes, entonces podemos crear las nuestras propias gracias al editor ingame. Una pena que no podamos compartir las creaciones… Y que para probar lo que estemos haciendo tengamos que volver al menú principal. Algo engorroso. En PC hay soporte nativo para Steam Workshop, con que si hay una buena comunidad, no me extrañaría ver canciones custom en menos de lo que canta un gallo.
Conclusión
Modus Games ha logrado dar con oro musical en God of Rock. Esta mezcla de géneros funciona sorprendentemente bien… Si le damos una oportunidad para conocer todos esos entresijos. El proceso de aprendizaje no es el mejor del mundo, y dado todo lo que hay luchando por nuestra atención visual o en los mandos, las primeras impresiones igual no son las mejores.
Pero, si se le da una oportunidad, descubriremos un título de lucha con bastante más profundidad de lo que parece inicialmente. Sumad la apabullante personalidad de los luchadores y el increíble repertorio de canciones para dar con un juego bastante redondo.
Obviamente, es la primera vez que se unen de esta manera estos dos géneros. Por tanto, aún hay asperezas que limar. Más modos de juego no vendrían mal, o cómo no, un mejor sistema de tutoriales o incluso cierta separación de música/lucha más allá de la partitura con los movimientos especiales. Pero que me aspen si no me he enganchado a base de bien. No será perfecto, pero cuando disfrutas tanto un concierto de tortas como este, es imposible no pedir un bis.
Nos consolamos con:
- Espectacular repertorio de 48 temas originales
- Elenco de personajes carismático y visualmente muy llamativos
- Una unión de géneros totalmente novedosa
- Un online que funciona muy bien… Si encontramos partida, claro
Nos desconsolamos con:
- Los tutoriales no ayudan a superar una primera impresión algo negativa
- No poder compartir nuestras partituras y lo engorroso de probarlas
- Algunos modos extra no estarían nada mal
Análisis realizado gracias a una clave para PS5 proporcionada por Marvelous Europe.
Ficha
- Desarrollo: Modus Studios
- Distribución: Modus Games - Tesura Games
- Lanzamiento: 18/04/2023
- Idioma: Voces en Inglés y Textos en Castellano
- Precio: 29'99 €
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