Hay tal cantidad de reality shows en los que los participantes compiten, que me sorprende que no haya más videojuegos que apostaran por este concepto de competición social. Sí, ha habido alguna que otra adaptación de «Gran Hermano» o «La Voz», pero normalmente han dejado de lado esa parte competitiva. Por eso me intrigaba Bow to Blood, el primer juego para PSVR de Tribetoy, y que nos propone un concepto de lo más interesante: participar a una competición casi a muerte entre varios capitanes de barcos espaciales. Para alzarnos con la victoria no solo tendremos que ser hábiles y tener grandes dotes de mando, sino aliarnos con otros competidores, o clavarles puñales por la espalda. Como se suele decir, todo vale en el amor y en la guerra.
Todo esto con un toque de rogue-like para que cada partida sea única en cuanto a misiones y participantes. Parece que Tribetoy tenía entre manos una receta del éxito para hacer algo único, y curiosamente, que se centra solo en las partidas de un jugador. ¿Listos para uniros a esta competición llena de alianzas, traiciones y explosiones por doquier?
Debido a esta naturaleza rogue-like, no es que haya un argumento como tal. Nosotros controlamos al «Freelancer», un capitán con cierta reputación que se une a la competición de Bow to Blood, que está controlada por los «Overseers». Cada participante tiene su personalidad única, y a medida que vamos jugando descubriremos más sobre ellos y sobre el universo en el que estamos. Sin embargo, todo está ahí para crear nuestras propias historias junto al resto de participantes.
En Bow to Blood jugaremos diferentes temporadas, con el objetivo claro de alzarnos con la victoria. Cada temporada dura 7 partidas, y cada una de las partidas se compone de dos pruebas, sin poder reparar nuestro navío entre ambas pruebas. Al final de cada partida, los dos jugadores con menos puntuación están nominados, y dependerán de los votos de sus compañeros para ver quién se va a casa.
A la hora de capitanear nuestro navío, nos encontraremos con un buen equilibrio entre acción y gestión. Como estamos en el espacio, podremos mover el barco en el plano horizontal y en el vertical, pero nunca sin llegar a tomar una velocidad vertiginosa como si fuera una nave espacial de Star Wars. Más bien pensad en los barcos de «El Planeta del Tesoro», pero a un ritmo similar a las batallas navales de Assassin’s Creed IV.
Nuestra tripulación está compuesta por dos parlanchines robots, a los que podremos colocar en cinco estaciones posibles: escudos, sensores, motores, drones y torreta. En cada estación potenciarán esa parte de la nave, de modo que en los escudos tendremos una capa adicional de protección, en los sensores podremos detectar objetos más lejos o incluso detener misiles al interferir en las comunicaciones enemigas, o en la torreta la IA disparará a los enemigos más cercanos. Colocar a la tripulación en la posición adecuada es clave si queremos sobrevivir, y sobre todo, si queremos alzarnos con la victoria.
La otra parte esencial consiste en distribuir las unidades de «Esencia», que es la energía que potencia nuestro navío. Podremos poner bloques en los motores, las armas especiales, los escudos y los drones. Esta energía extra nos permite sobrecargar estas habilidades de la nave, por lo que en el caso de los escudos, activaremos una barrera impenetrable durante unos segundos; con los motores activaremos el turbo de la nave; o con las armas especiales podremos lanzar misiles y armas secundarias con munición limitada. Cada función tarda un poco en recargarse, por lo que deberemos tener en cuenta la situación en la que nos encontramos, ya que a veces nos convendrá derivar la energía a las armas y el escudo, mientras que en otras ocasiones los motores nos salvarán.
El último elemento a tener en cuenta de Bow to Blood es una pequeña pistola, que será la única forma de acabar con pequeños drones que volarán hacia la cubierta, y son demasiado pequeños como para usar las armas principales de nuestro barco. Para controlar todo esto, tendremos dos opciones: usar el Dualshock 4 o los PS Move. En el primer caso, la gestión de la nave será algo menos precisa de lo ideal, nuestra cabeza servirá para apuntar las armas de la nave, pero a cambio, la movilidad de la nave es mucho más cómoda. Con los PS Move gestionar a la tripulación, distribuir la energía o apuntar es una auténtica delicia, pero el movimiento de la nave o la activación de sus mecánicas especiales cuesta algo más. Lo ideal habría sido contar con PS Move con sticks para pilotar la nave, pero a la hora de la verdad, ambos métodos de control funcionan bastante bien.
El desarrollo de las partidas es trepidante, ya que deberemos tener en cuenta muchos factores al mismo tiempo: dirigir la energía correctamente, distribuir a nuestra tripulación a las posiciones adecuadas y usar las armas correctamente. Todo esto te hace sentir como un capitán espacial del futuro, sin la complejidad de otros juegos de gestión de naves, pero con la suficiente profundidad como para que notemos nuestro impacto en el rendimiento general de las misiones. Esa sensación que tienes cuando sobrevives a un encuentro difícil en el que has usado el escenario como protección, cambiado la organización de la tripulación y la energía, y cumplido tu objetivo, es genial, sin importar las veces que logres dicha hazaña.
Hablando de las misiones, todo en Bow to Blood se genera de forma procedimental, y eso incluye los escenarios y los objetivos a cumplir. Para la primera fase de un programa, podremos elegir entre dos escenarios con misiones propias en cada uno. Entre estas misiones tenemos objetivos de exploración para encontrar la llave al siguiente nivel, misiones más centradas en el combate, carreras contrarreloj para encontrar ciertos objetos por el mapa, etc. Hay una buena variedad de situaciones, que nos obligará a potenciar unos aspectos u otros de nuestra nave. Finalmente, en la segunda fase tenemos algún encuentro más directo con otro rival, al tener que acabar con más naves enemigas que otro participante, minar unos asteroides antes o ganarle en una sencilla carrera a través de puntos de control. La gracia es que si destruyen nuestra nave, ya no podremos continuar en dicho programa, lo que nos coloca en una gran desventaja frente a nuestros oponentes. Además, el daño se traslada de la primera fase a la segunda de un programa, por lo que deberemos tener cuidado de arriesgarnos mucho para conseguir puntos en la primera fase, ya que igual no logramos sobrevivir en la segunda fase, perdiendo a su vez el bonus de supervivencia.
Antes, durante y después de los niveles nos comunicaremos con los demás participantes de la temporada, y es aquí donde brilla Bow to Blood. Cada personaje tiene su propia personalidad y gustos, por lo que en función de lo que respondamos a sus peticiones, nos ganaremos su amistad o enemistad. Sin embargo, la mayoría de ocasiones nos pedirán algo, como un núcleo de energía porque se les ha roto el suyo, ceder puntos a un compañero que está en peligro de ser eliminado, compartir puntos si nos dan las coordenadas de un botín en una zona peligrosa, crear alianzas para votar a alguien en concreto, etc. A medida de todas estas interacciones, nos ganaremos amigos y enemigos, lo que afectará a futuros encuentros con estos personajes, o en el peor de los casos, a las votaciones que harán si estamos nominados al final de un programa.
Esto es algo que funciona de maravilla y le da una rejugabilidad enorme a Bow to Blood, ya que en cada temporada nos encontraremos a diferentes participantes de entre todos los disponibles, lo que unido a las misiones procedimentales, hacen que cada temporada sea realmente única. Crear tus propias mini-historias de alianza, victoria y/o traiciones es fantástico, y te pica a seguir otra partida más para ver cómo continuarán las relaciones.
Otro aspecto en el que pueden afectar a la jugabilidad es en los sponsors. Algunos otros personajes o compañías externas nos contactarán para ayudarnos de forma externa al darnos munición o núcleos de energía. Si nos llevamos mal con algún personaje, está claro que no nos van a apoyar económicamente, y a veces, las empresas nos animan a hacer perrerías a otros oponentes. ¿Nos conviene esta ayuda extra a costa de labrarnos un enemigo, o es mejor mantener una buena relación con los oponentes? Constantemente estaremos tomando decisiones en Bow to Blood, para crear una experiencia muy personalizada y única, clavando esa sensación de estar en un reality show competitivo en el que además nos podemos liar a tiros con nuestro navío espacial.
Cada temporada dura unas cuantas horas, por lo que estamos ante un juego largo, y de nuevo quiero enfatizarlo, muy rejugable. Algo positivo de Bow to Blood es que los elementos generados de forma procedimental están muy bien hechos. Los mapas toman varios escenarios como base, y aunque a la larga pueden ser algo repetitivos, tienen un gran diseño para ofrecer partidas de lo más interesantes. Lo mismo ocurre con la selección de misiones y de oponentes, por lo que es una delicia acabar una temporada, y automáticamente empezar otra.
Pese a todo lo positivo que he dicho antes, hay una barrera que puede suponer un problema importante para muchos en España: el idioma. El juego está completamente en inglés, con los diálogos hablados sin siquiera subtítulos. Todos los demás diálogos que no tienen voces vienen en formato de texto, lo cual resta un poco de inmersión y habría quedado de lujo si pudiéramos escuchar a los participantes, pero seguimos con la necesidad de conocer la lengua de Shakespeare para entenderlo todo sin problemas. No es un inglés muy complejo, pero es importante comentarlo, ya que por ejemplo, el presentador ayuda bastante para aumentar la sensación de estar en un programa mortal, y casi más importante, saber qué hacer en la prueba que hemos empezado a continuación.
Donde es complicado poner pegas a Bow to Blood es en su apartado técnico. El estilo artístico empleado es perfecto para la VR, al ser algo cartoon, lo que ayuda cuando no se tiene tanta potencia bruta como en los juegos tradicionales, al mismo tiempo que se pueden lograr resultados impresionantes. Realmente parece que visitamos mundos alienígenas en cada nivel, con un marcado estilo diferente para cada localización, lo que nos ofrece algunas estampas muy bonitas. La definición también está bastante bien, y aunque hay algún diente de sierra en los elementos más lejanos, no es un problema importante en absoluto, de modo que estamos ante un título que entra por los ojos.
En cuanto al sonido, los actores de doblaje del presentador y nuestros dos robots tripulantes es fantástico. Logran dar una gran personalidad a cada personaje, y hace que lamente más todavía no poder escuchar alguna que otra frase de los demás participantes mientras leo sus diferentes diálogos. Los efectos de sonido también están muy bien, mientras que la música funciona, pero sin excesivos alardes.
Conclusión
Los chicos de Tribetoy no solo han creado uno de los mejores juegos de PSVR, sino un juego totalmente único que funciona de maravilla. No me gustan nada los reality shows, pero estar dentro de uno forjando alianzas y/o sufriendo traiciones hacen que Bow to Blood brille con luz propia. Al sumarle lo bien que se pilota la nave, lo divertido que es controlar los diferentes aspectos del barco y la gran sensación de ser un capitán espacial, tenemos una auténtica joya entre manos.
Aunque la idea de un concurso mortal que pone a varios pilotos entre sí parece pensada para un juego multijugador, me alegro muchísimo que hayan optado por esta ruta. Así han creado un rogue-like que nos ofrece temporadas únicas gracias a los diferentes participantes, misiones y mundos que visitaremos. Si os gustan los juegos en los que establecer relaciones interesantes con los NPC y/o os lo pasasteis en grande con las secciones en barco de Assassin’s Creed IV y queréis replicarlo en el espacio, entonces Bow to Blood se convierte en todo un imprescindible que os dará horas de diversión en la búsqueda de la victoria en este fantástico y explosivo reality-show.
Nos consolamos con:
- Las posibilidades a la hora de interactuar con los demás participantes
- Elementos procedimentales muy bien diseñados para que nada parezca fuera de lugar
- Dos métodos de control que no son perfectos, pero funcionan muy bien
- Genial inmersión para sentirnos capitanes de un barco espacial volador
- Juego básicamente infinito y tremendamente adictivo
Nos desconsolamos con:
- Completamente en inglés, lo cual puede evitar que muchos disfruten de los fantásticos elementos sociales
- Se echa en falta poder escuchar a los demás concursantes, y no solo leer lo que dicen
Ficha
- Desarrollo: Tribetoy
- Distribución: Tribetoy
- Lanzamiento: 28/08/2018
- Dispositivo VR usado: PS VR
- Idioma: Textos y voces en Inglés
- Precio: 29,99 €
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