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Shadow of the Colossus

Shadow of the Colossus

Cada vez que BluePoint Games toca algo, lo convierte en oro. Ha ocurrido con otros tantos trabajos en los que han puesto sus manos y, sobre todo, su talento. El estudio dirigido por Marco Thrush y ubicado en Austin, Texas es ahora mismo, el referente a la hora de hacer remasterizaciones de títulos clásicos y no tan clásicos. Hemos visto su derroche de técnica en obras como Uncharted: Nathan Drake Collection o Gravity Rush Remastered, ambos para PlayStation 4, pero también hemos disfrutado de su saber hacer en la pasada generación con las colecciones en Alta Definición de Metal Gear Solid, God of War o ICO y Shadow of the Colossus. Pero el título más querido y alabado por los fans de la obra de Fumito Ueda no había dicho aún la última palabra, y BluePoint, tampoco.

Cuando Shadow of the Colossus fue presentado en la conferencia de Sony en el E3 de 2017, se montó una buena. Por una parte, hubo gente realmente excitada con el nuevo trabajo del estudio, pero también, otro sector de jugadores que vio innecesaria esta adaptación a PlayStation 4 y más cuando ya existía una remasterización en HD para PS3. El tiempo, por suerte, ha puesto todo en su correspondiente lugar y ya nadie duda que BluePoint Games lo ha vuelto a conseguir, esta vez con un trabajo de reconstrucción muy profunda, pero manteniendo y respetando todos los elementos que hacen de Shadow of the Colossus, un juego de culto.

Wander y su misión colosal

Creo que, a estas alturas de la película, de forma directa o indirecta, todo el mundo conoce el argumento de Shadow of the Colossus o como mínimo, sabe cómo se desarrolla la obra más notoria de Ueda. La adaptación a PlayStation 4 no ha cambiado ni un ápice su argumento, ni tampoco ha sustituido la identidad de sus protagonistas, lo que significa que la aventura vuelve a tener a Wander como protagonista, junto a su inseparable yegua Agro y Mono, una joven que yace inerte en los brazos del jinete. La introducción del juego explica como los intérpretes de la aventura llegan hasta La Tierra Prohibida, más concretamente al Santuario de la Adoración, en el mismo epicentro de este, aparentemente, desolado territorio.

Es en el mismo templo donde el protagonista requiere de los poderes divinos de una entidad incorpórea denominada Dormin, capaz de resucitar a la joven Mono. El consorcio parece reacio a ayudar al chico, pero al percatarse de la espada que porta, cambia de opinión y advierte que devolver a alguien a la vida tiene consecuencias irreparables, consecuencias que el chico no duda en asumir. Solo queda una cosa más por hacer: derrotar a una serie de colosos repartidos por todo el irregular perímetro del mapa que conforma Shadow of the Colossus. Para que tu viaje no sea un completo calvario, tendrás a tu disposición tres herramientas fundamentales para moverte con soltura en esta tierra que no entiende de indicaciones. Por un lado, tu yegua Agro te permitirá llevarte a las distintas localizaciones del juego mucho más rápido. Por otro lado, la espada de Wander emitirá una serie de haces de luz azulados – siempre y cuando se encuentre en campo abierto – que convergerán en un único rayo si te encuentras en el punto cardinal correcto que lleva hasta tu próximo objetivo. El tercer y último elemento son los santuarios en los que puedes rezar durante la aventura. En ellos crearás una especie de checkpoint que, en el caso de que caigas en combate ante un coloso, revivirás en ese punto y no en el Templo de la Adoración. Vale la pena pararse y echarse un padre nuestro.

Shadow of the Colossus

Cuando llegues al punto (no) indicado donde se encuentra tu próximo objetivo, una pequeña cinemática te alertará de que estás en el lugar correcto; parece una tontería, pero respiras aliviado cuando eso ocurre porque en muchas ocasiones, perderás la noción de la orientación. Ahora toca localizar al objetivo y, una vez hechas las presentaciones, comienza una batalla en la que tienes todo en contra para salir victorioso. Tu misión será, en todos y cada uno de los combates, encontrar los puntos débiles de tu enemigo. Una vez detectada su flaqueza, podrás subir por su pelaje y moverte hasta las distintas partes de su cuerpo para clavar la espada en su o sus puntos vitales. Estas marcas son fácilmente reconocibles por emitir un brillo del mismo color que la espada del protagonista. Estudia el entorno, los patrones de acción del coloso o simplemente espera al momento preciso; solo así podrás lograr tumbar a estas gigantescas amenazas.

Parece sencillo dicho así, pero en ocasiones no lo será tanto. Habrá colosos en los que perderás minutos y minutos intentando descubrir por donde flanquear; también puedes esperar a que Dormin te de algún tipo de consejo de cómo abordar la pelea si te encuentras muy perdido. Pero descubrir el qué y el cómo no es el único obstáculo del enfrentamiento. Wander tiene una barra de salud y resistencia que debe cuidar y gestionar. Por un lado, la barra de color amarillo (resistencia) se consumirá a medida que escales a un coloso o te mantengas agarrado en su pelaje, por lo que buscar lugares en los que mantener en pie al protagonista y recuperar su vitalidad será obligatorio si quieres alzarte con la victoria. El otro indicador es el de salud, y éste se consumirá si caes desde lo alto de un Coloso o un risco, o si nos meten un buen guantazo.

Shadow of the Colossus

Una vez derrotado el coloso de turno, emanará de su cuerpo una especie de sombra oscura que penetrará en el cuerpo de Wander y le hará regresar al Templo de la Adoración donde yace Mono. Tras una breve cinemática, Dormin le dará a Wander una nueva pista sobre la ubicación de su siguiente objetivo. El desarrollo principal de Shadow of the Colossus se repite 16 veces. En cada una de estas batallas, se implementan patrones nuevos o interacciones con el entorno que dotan de variedad y originalidad los combates contra los gigantes acorazados. Y si alguno te ha gustado mucho mucho mucho, siempre puedes volver hasta él y repetir el combate. Además, de camino hacia tus objetivos puedes hacer más cosas, algunas inéditas en esta edición creada por BluePoint Games como, por ejemplo, encontrar coleccionables en forma de monedas de oro o descubrir referencias escondidas a otros juegos de Fumito Ueda.

Un gameplay fiel pero mejorado

La diferencia jugable respecto a la versión original de este título es palpable. Aun así, la sensación a la hora de jugar a Shadow of the Colossus en PlayStation 4 sigue siendo extraña, algo ortopédica, pero muy superior al esquema de control clásico – seleccionable, por cierto, desde el menú de opciones –. Wander dispone de dos tipos de armas, una espada misteriosa, llamada Espada Antigua y un arco que no tiene más poder que el de llamar la atención a los colosos o el de dañar partes sensibles del mismo para descubrir debilidades.

La espada, como ya he comentado, no solo servirá de guía para el héroe de esta épica aventura, también será el único medio real de dañar a los colosos. No se nota una gran mejora respecto al uso de la espada, sin embargo, en el arco es donde más se aprecia el trabajo de BluePoint, con una sensibilidad mucho mayor y un feedback visual que muchos jugadores agradecerán. Este artefacto no desvelará los puntos críticos de los gigantes, pero su uso es casi tan imprescindible como el del acero para lograr la victoria definitiva.

Shadow of the Colossus

En cuestión de movimientos de Wander y de su manejo del caballo, no he encontrado diferencias realmente notables, más allá del evidente incremento de fotogramas que da el juego gracias a PlayStation 4 Pro, tanto en modo rendimiento (donde se prioriza la tasa de fotogramas por segundo) como en el modo cinematográfico para disfrutar de toda la potencia visual que ofrece Shadow of the Colossus. ¡Y qué decir del modo fotografía! El añadido es realmente genial, y se puede hacer foto de absolutamente todo, te encuentres a mitad de una cinemática o no.

Conclusión

Lo que aparentemente parecía ser un título más, otra remasterización que nadie había pedido se ha convertido en un juego querido y deseado por todos. En cada vídeo que se mostraba de Shadow of the Colossus, se podía apreciar el mimo y el cariño que BluePoint Games ha puesto en esta obra atemporal en el mundo de los videojuegos. Es tanto el amor que rezuma este trabajo que, prácticamente, parece un juego nuevo – técnicamente lo es en su mayoría – y tanto han respetado la obra original de Fumito Ueda que, como bien dice Mark Skelton en el diario de desarrollo: “hemos querido trasladar un concierto con un único piano dentro de una sinfonía”. Y vaya si lo han conseguido.

Shadow of the Colossus mejora en prácticamente todos sus aspectos existentes, desde su espectacular lavado de cara en cuanto a modelado y texturizado, el incremento de la densidad de sus escenarios, la incorporación de físicas en el pelaje de los colosos, la bestial iluminación o el fabuloso rendimiento que ofrece PlayStation 4… Otros elementos existentes se han mejorado, como el esquema de control o el HUD; lo que no ha cambiado ni un ápice es el volumen de la aventura, el número de colosos, la fotografía y los exquisitos planos descriptivos además de la excepcional banda sonora obra de Kou Otani.

Shadow of the Colossus

He disfrutado mucho con el juego en general. La historia, pese a parecer que no arranca o que no lleva a ningún punto más allá de ser un Boss Rush con un final más que evidente, comienza a asomar las orejas a mitad de aventura y termina por explotar en su epílogo. Es una obra de Fumito Ueda así que te puedes imaginar qué es lo que puede llegar a hacer con tu corazón este cabrón. Lo que jamás podrás cuantificar es en cuantos pedazos lo va a romper. Si habéis leído entre líneas, descubriréis que este es mi primer contacto real con Shadow of the Colossus tras varios intentos no culminados.

No me ha gustado ciertos aspectos vitales del juego. A decir verdad, algunos de los Colosos son malos, pesados, coñazo (hola Dirge y Cenobia). Otros entran dentro de la calificación de espectacular, intimidador y luego hay colosos que son una puta locura; mi trio, sin duda, y en ese orden es Avion, Gaius y Basaran (mención especial a Hydrus y Kuromori). El viaje para llegar hasta ellos no ha estado exento de curiosidades, con sorpresas en el camino a modo de cameos, pérdida absoluta de orientación, algún que otro bug y un montón de monedas de oro que he recolectado por el camino y que desbloquea un extra muy muy interesante para poder completar los nuevos retos contrarreloj que se proponen en esta edición ¿definitiva? De Shadow of the Colossus. [Nota]

Nos consolamos con:

  • Parece otro juego gráficamente, los efectos de iluminación, la densidad de los escenarios, su infinita linea de dibujado… Es una bestia parda
  • La mejora del control, aunque no es total, mejora mucho la experiencia
  • La banda sonora, que sigue intacta a la original
  • La historia llega a lo más profundo de tu ser, aunque el tempo no me ha encantado, explota como a Ueda le gusta
  • Los extras y cameos que tiene el juego, BluePoint Games ha mimado esta nueva versión

Nos desconsolamos con:

  • Los modelos son muy mejorables, sobretodo las caras
  • Algunos colosos son terriblemente coñazo
  • Algún que otro bug que me ha obligado a reiniciar el juego
  • Me hubiese gustado un mejor control, sobretodo al manejar a Agro

Ficha

  • Desarrollo: BluePoint Games
  • Distribución: SCEE
  • Lanzamiento: 06/02/2018
  • Idioma: Castellano
  • Precio: 39,95 €

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