
Ya hacía mucho tiempo que se rumoreaba acerca de un nuevo Donkey Kong, tras el paso de Donkey Kong Country: Tropical Freeze por Switch (siendo un juego originario de Wii U, por cierto) en el ya lejano 2018. Esto es porque, en el fondo, la gente tiene ganas de más aventuras simiescas, como han demostrado ciertos juegos que se inspiran claramente en la obra de Retro Studios (como Marsupilami: Hoobadventure o Nikoderiko: The Magical World, aunque éste también toma elementos de Crash Bandicoot). El caso, que me desvío, es que Nintendo es consciente de ello y concede una «nueva» aventura de nuestro gorila favorito. ¿Que por qué lo pongo entre comillas? Pues porque el nuevo juego lanzado, Donkey Kong Country Returns HD es, ni más ni menos, que una remasterización del juego lanzado originalmente para Nintendo Wii y que, posteriormente, se porteó a Nintendo 3DS. Y hoy, tras haberlo terminado, vamos a hablar un poco de él y qué podemos esperar del mismo.
Lo primero de todo, y como pequeña clase de historia (ya sabéis que me encanta hacerlo cuando se trata de reediciones, remasterizaciones y remakes, pues así ponemos un poco en contexto la obra de la que vamos a hablar): nacido en 1981, Donkey Kong era el villano de un arcade de plataformas con su nombre, en las que Jumpman (lo que posteriormente acabaría siendo Mario) debía rescatar a Pauline de sus garras. Tras secuelas, ports y spin-off, en 1994 se lanzaría el primer Donkey Kong Country, juego de Rare en el que deberíamos ponernos en la piel del nieto del Donkey Kong (porque sí, el personaje del original es ni más ni menos que Cranky Kong) y que fue un gran plataformas 2D. Tras unas sobresalientes secuelas, dejaríamos atrás la subsaga Country para hacer diversos spin off (como los siempre divertidos Donkey Konga, basados en la saga Taiko no Tatsujin, por citar uno de los ejemplos más llamativos), y no sería hasta 2010, de la mano de Retro Studios, que nos llegaría para Wii esta cuarta entrega de los Country, Donkey Kong Country Returns. Tiempo después, ya en Wii U, saldría el siguiente, Donkey Kong Country: Tropical Freeze (técnicamente, el 5º de la saga Country), que como he comentado antes, acabó portándose a Switch y ahora, en pleno 2025, aparece este remaster de la obra de Wii.

A nivel argumental, como suele pasar en los plataformas, la premisa es sencilla pero efectiva: los Tiki están hipnotizando a las criaturas de la isla Kong para hacerse con su control (y con nuestras deliciosas bananas) y nosotros deberemos evitar que eso suceda. Como suele pasar, esto no es más que una excusa para avanzar por los niveles, que nos llevarán de un lado a otro de la isla.
En estos niveles, que son unos 80 en total, el desplazamiento es en 2D (aunque gráficamente sean elementos 3D en la mayoría de casos) y deberemos llegar al final del nivel para completarlo. Suena sencillo, pero lo cierto es que es un juego bastante desafiante y puñetero, y no será raro que en algún nivel perdamos más vidas de las que nos gustaría. Lo que me gusta mucho de este juego es que estos niveles serán bastante variados por diferentes motivos: ambientación, aspecto y jugabilidad. ¿A qué me refiero con ello? Pues muy sencillo, dejadme explicároslo brevemente.

En el tema ambientación, tenemos 8 biomas diferenciados en la isla, que marcarán el aspecto y ambientación de cada uno de los niveles de los diferentes «mundos». Desde niveles ambientados en las paradisíacas playas de la isla a otros ambientados en un intimidatorio y peligroso volcán en erupción, pasando por unas antiguas ruinas o un bosque. Nada especialmente novedoso, pero siempre es agradable tener esta variación para romper la mono-tonía (¿lo pilláis? Je je).
En cuanto aspecto, no sólo me refiero a que los niveles de diferentes ambientaciones tengan una apariencia distinta (que también), sino a que habrá unos cuantos niveles que cambiarán el aspecto gráfico totalmente, para mostrar únicamente unas «sombras» que le dan mucha personalidad al juego (y que más adelante veríamos en otros títulos de los citados anteriormente, como en Marsupilami: Hoobadventure).

Por último, pero no menos importante, tenemos cambios de jugabilidad en los niveles. Y es que no sólo habrá algunas mecánicas específicas de algunos niveles (como, por ejemplo, tenernos que cubrir de unas olas que embisten la costa y nos arrastrarán si no estamos protegidos, implicando la pérdida instantánea de una vida y tener que volver al punto de control más cercano), sino que además volverán algunos de los elementos clásicos de la saga: las monturas y las vagonetas. Y ojo, que también habrá una novedad: el cohete. Si bien es cierto que en cuanto a monturas el juego es más escaso que sus predecesores (aquí sólo contamos con Rambi el rinoceronte), su importancia es mayor al permitirnos avanzar por niveles que no podríamos completar sin su ayuda (rompe ciertos obstáculos insalvables de otra manera). Las vagonetas… pues poco os voy a contar más allá de que siguen siendo igual de crueles que en los clásicos de Rare y, pese a ello, siguen pareciéndome niveles súper divertidos. El cohete… pues es una novedad, pero se siente bastante similar a la vagoneta. La diferencia es que si bien no podemos controlar la velocidad tampoco, sí podemos (y deberemos) controlar su trayectoria, por lo que tendremos que calcular por dónde pasaremos y en qué punto estarán los obstáculos en ese momento para no estrellarnos… y ojo, porque en muchas secciones habrán un techo y un suelo igual de peligrosos.
Pero bueno, qué cabeza la mía, que os hablo de las mecánicas más diferentes o «especiales» sin antes comentar las «normales» o comunes en la mayoría de niveles. Y lo cierto es que sí, son bastante normales salvo una… pero no avancemos acontecimientos todavía. La primera habilidad, y la más obvia en esto de los juegos de plataformas es el salto y también tenemos un ataque rodante (que, por cierto, mientras nos acompaña Diddy Kong podemos enlazar «sin fin») con el que acabar con enemigos. Lo mejor de todo, eso sí, es que podemos combinar ambos para realizar un salto largo (de hecho, básicamente, «rebotamos» en el aire) con el que salvar mayores distancias y arañar unos segundos al crono (más adelante hablaré de esto, no sufráis). También son destacables la habilidad de aporrear el suelo (con la que activar algún botón o romper algún obstáculo), la de agarrarnos a lianas y ciertos muros y techos (reconocibles porque están cubiertos de una hierba más larga de lo habitual) y la de soplar… que es la mecánica que comentaba antes que quizás es un poco más especial (y es la que menos me agrada de las que usaremos en el juego).

Todas estas habilidades nos servirán para avanzar por cada uno de los niveles, pero no sólo eso, sino que nos permitirán explorarlos en profundidad. Y no os preocupéis por lo que decía hace un momento del cronómetro, pues al igual que ya pasaba en los Donkey Kong Country originales (y al contrario que en otras sagas clásicas, como por ejemplo Super Mario Bros), aquí no hay limitación de tiempo para cada nivel, y el cronómetro está sólo en el modo contrarreloj que se desbloquea al superar los niveles. Y creedme, ver lo bien que funcionan los niveles tanto «lento» (por eso de explorar y demás) como intentando superar una marca de tiempo es un auténtico gustazo y toda una muestra de lo bien diseñados que están dichos niveles.
Esta exploración nos permitirá hacernos con multitud de coleccionables: desde las letras K-O-N-G (ya un clásico en la saga), que en este caso desbloquean un nivel adicional en cada mundo, hasta piezas de puzzle que desbloquearán elementos de la galería (artes conceptuales, músicas y escenas), pasando por las bananas (cada 100 de ellas ganaremos una vida, como suele pasar en muchos juegos del género) y las monedas banana. Estas monedas, por cierto, nos servirán para comprar objetos en la tienda de Cranky Kong: desde una llave que desbloquea un nivel extra en cada mundo hasta el loro Squawks (otra montura que vuelve, aunque en este caso como acompañante), que nos servirá para localizar las piezas de puzzle escondidas. También podremos comprar otros objetos, como globos de vida extra o pociones que nos otorgarán un corazón extra, así que será recomendable visitar la tienda del juego.

Técnicamente estamos ante un juego muy correcto, «pero poco más». Me explico: el juego se ve realmente bien y su rendimiento es muy bueno. Pero (¿por qué siempre hay un «pero»?)… se le notan los años: los modelados, sin ser malos, se notan un tanto simples actualmente (especialmente tras haber jugado, en la misma consola, a joyas mucho más interesantes y complejas en lo visual como Luigi’s Mansion 3, Super Mario Odyssey o, sin salirnos de los plataformas de desarrollo bidimensional, Super Mario Bros. Wonder o el citado anteriormente Donkey Kong Country: Tropical Freeze), y el recurso de dibujar ciertos elementos (explosiones, fuego…) queda extraño, o así me lo parece a mi. A nivel artístico es un juego impecable, eso sí, y en el aspecto sonoro tenemos unos efectos cuidados y una banda sonora magnífica, que recupera y adapta unos cuantos temas musicales clásicos de la saga, a la vez que acompaña la aventura de nuevas piezas y melodías.
Y bueno, ya he comentado varias veces que esto se trata de una versión remasterizada de un juego de Nintendo Wii que posteriormente fue adaptado a Nintendo 3DS, pero… ¿esta versión tiene novedades? Pues… la verdad es que no, más allá del renovado aspecto gráfico. No es que sea el juego tal y como se lanzó en Wii, eso sí, pues sí se incluyen las novedades de la versión de 3DS. Estas novedades son 2, principalmente: una nueva dificultad, más asequible gracias a que tenemos 3 corazones por simio (en el modo original sólo son 2) y unos cuantos objetos nuevos en la tienda (como un globo que nos salvará de la mayoría de caídas, si lo compramos y activamos), y un mundo extra. Bueno, técnicamente no es un mundo entero, pero sí son unos cuantos nuevos niveles en el mundo secreto final, uno basado en cada mundo visitado previamente.

Conclusión
Donkey Kong Country Returns HD es un gran juego, un plataformas muy cuidado y bien pensado y que destila carisma, calidad y cariño por el personaje por los cuatro costados y que os hará pasar grandes ratos. Pese a ello, si es un juego que ya habéis disfrutado en otras versiones, aporta pocas novedades más allá del lavado de cara (que, por cierto, no está mal pero tampoco es especialmente espectacular)… y bueno, está claro que hay que hablar del elefante en la habitación: el principal problema de este Donkey Kong Country Returns HD, y es llega casi 7 años después a Switch que la que sería su secuela (Donkey Kong Country: Tropical Freeze), título mucho más pulido y redondo donde las mecánicas están algo más depuradas y el diseño de escenarios es más interesante todavía. Ojo, no os toméis esto como si el juego del que estamos hablando hoy fuera malo, pero sí que es cierto que se queda un peldaño por debajo de su excelente secuela.
Nos consolamos con:
- Un muy buen plataformas, y muy variado
- La banda sonora, una maravilla
- Montones de contenido y secretos que harán las delicias de los completistas
- En líneas generales, y especialmente en lo técnico, esta es la mejor versión de éste clásico…
Nos desconsolamos con:
- … aunque esta remasterización no aporta otras novedades
- A ratos no está especialmente bien ajustados en cuanto a dificultad y puede presentar picos frustrantes
- Salir en Switch tantos años después de la remasterización de su secuela hace que luzca menos y se sienta menos fresco
Análisis realizado gracias a una copia digital proporcionada por Nintendo
Ficha
- Desarrollo: Forever Entertainment
- Distribución: Nintendo
- Lanzamiento: 16/01/2025
- Idioma: Totalmente en español
- Precio: 59,99€