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Arken Age

Es fascinante ver cómo los estudios van evolucionando con cada nuevo proyecto. Vitruvius VR empezó con el humilde pero ambicioso Mervil’s: A VR Adventure, para luego dar el salto al más contundente Shadow Legend VR. Desde entonces habían estado «callados», porque estaban preparando un salto cualitativo más con el juego que hoy nos ocupa: Arken Age.

Es la de culminación de todo lo que han ido aprendiendo sobre Realidad Virtual, con el diseño más abierto y el plataformeo de su primera obra, pero con un combate basado en físicas como en su segundo juego. Todo con unos valores de producción muy espectaculares para ofrecer una experiencia que nos recordará al fantástico Stormland de Insomniac Games gracias a la unión de acción y exploración en sus densas zonas abiertas. Así que preparad vuestras armas orgánicas, que tenemos un planeta que liberar de las máquinas.

Los lagartos contra las máquinas

En el papel de una especie de lagarto alienígena, en Arken Age nos propondrán recuperar nuestro verde y natural planeta, que ha sido asolado por unas peligrosas máquinas. Están allí para obtener el valioso recurso de la Arkenita, y aprovechando parte de su tecnología, nos hemos convertido en «El que no está atado». O dicho de otra manera, en un soldado que puede volver a la vida, así que somos los únicos capaces de echar a las máquinas de una vez por todas.

Suena a historia genérica de ciencia ficción a lo Avatar, y es porque lo es. La historia de Arken Age es más una excusa que el motivo real para disfrutar del título. Conoceremos a algún que otro personaje, podremos ir descubriendo el pasado de la raza alienígena de los Nara por medio de varios coleccionables, pero nada es muy interesante o tendrá la chicha suficiente para atraparnos.

Y es una pena, porque el mundo que nos plantea el título entra por los ojos desde el primer momento. Su combinación de elementos sci-fi con la naturaleza es impactante, pero al escarbar sobre la superficie, no hay mucho más fuera de esta potente estética. Así que, no hay realmente un gancho narrativo potente para motivar nuestras acciones a lo largo de la aventura. Al menos, contamos con subtítulos en nuestro idioma, con que no nos perderemos nada, algo que siempre se agradece.

El diseño de los Nara es espectacular… Su historia no tanto

Escalador, tirador y duelista

Por suerte, Arken Age sí tiene un gancho jugable fantástico que nos atrapará, y es el principal motivo de que el juego funcione tan bien. Para liberar el planeta, nos moveremos por varias zonas abiertas interconectadas, entre las cuales nos podremos mover rápidamente gracias al uso de teletransportadores. Cada región tiene una serie de objetivos principales para avanzar en la historia, además de muchísimos coleccionables y metas adicionales. ¿Lo mejor? El diseño de estos entornos. No penséis en grandes mapas abiertos, sino más bien zonas compactas pero increíblemente densas donde la verticalidad está a la orden del día.

Explorar estas zonas es una delicia gracias al diseño pensado en la VR de todas las mecánicas. Podremos ver nuestro cuerpo alienígena en todo momento, el equipo se coge de diferentes partes del cuerpo o se activa mediante gestos físicos, e incluso el menú es una tableta. Vitruvius VR apuesta por la inmersión máxima, y vaya si funciona. No estamos restringidos a resolver los encuentros de una manera en concreto, sino que con las mecánicas de las que disponemos, podemos explorar y afrontar los combates de manera dinámica, al más puro estilo Far Cry.

Sí, podemos bloquear los disparos con la espada como si fuéramos Jedi

Los enemigos también apuestan por este dinamismo, al haber algunos que usan armas de fuego y cobertura para atacar desde la distancia, otros más enfocados en el cuerpo a cuerpo, e incluso hay kamikazes que se lanzarán contra nosotros. Esto nos obliga a ir adaptando nuestro estilo de combate, lo que hace que el combate no se haga demasiado repetitivo. Eso sí, es mi parte menos favorita del juego, ya que el énfasis está en el uso de las armas cuerpo a cuerpo con un sistema basado en físicas… Que sencillamente no me convence demasiado.

No soy el mayor aficionado a este estilo de juego (te miro a ti Blade & Sorcery), y siento que a las armas les falta pegada. Al menos, funciona bastante bien, pudiendo hacer parries o aprovechar las habilidades únicas de cada arma cuerpo a cuerpo. ¿Mi favorita? El hacha con su hoja que podemos lanzar para que luego vuelva, como si fuéramos Kratos en God of War.

Cortar cabezas con el hacha es de lo más satisfactorio

La belleza de la naturaleza

Donde creo que Arken Age funciona mejor es en la parte de la exploración. Buscar todos los coleccionables y materiales de una zona es adictivo, casi como si estuviéramos ante un plataformas 3D de estilo collecthaton. El sistema de escalada, usando unos picos que se sacan con una animación tan satisfactoria como la de la hoja oculta de Assassin’s Creed Nexus VR, nos permite engancharnos a cualquier superficie de madera. Dado el énfasis de la naturaleza en los entornos, esto se aprovecha para poder llegar a rincones apartados del entorno. Al combinar el uso de pasadizos, interiores de edificios o incluso zonas submarinas, se consiguen crear niveles variados y que piden a gritos ser explorados.

Ayuda, cómo no, lo rematadamente bonito que se ve el juego. El apartado audiovisual es de los más potentes que tenemos hoy en día en la VR. He jugado en PS VR2, donde el título nos propone un modo «Rendimiento» (o «Función» como lo han mal traducido) para que funcione a 90 FPS nativos, o uno «Calidad» con mayor resolución pero a 60 FPS con reproyección. En ambos modos la imagen se ve increíblemente nítida, con que recomiendo el modo Rendimiento.

La parte artística, junto a la calidad visual tan bruta, logran que Arken Age sea todo un espectáculo. Incluso el sonido, sin llegar a sorprender tanto, acompaña, para crear un conjunto de lo más resultón. Pese a lo pequeño que es el estudio, da muchas veces la sensación de estar ante un gran AAA, lo cual siempre se agradece en VR al tener pocas propuestas con semejante despliegue técnico.

Por suerte, la fauna submarina nos teme más a nosotros que nosotros a ellos

El soldado inmortal

Por tanto, el bucle jugable de Arken Age es bastante bueno: desbloquear una nueva zona, explorarla en busca de materiales y coleccionables, avanzar en la historia y así hasta el final. En el proceso iremos desbloqueando nuevas armas a través de un sistema de módulos, para convertir la escopeta inicial en una súper ballesta, o la pistola en un subfusil explosivo como el aguijoneador de Halo, por poner varios ejemplos. Eso sin olvidarnos de la clásica tienda, la forja donde convertir la chatarra en dinero de verdad o la conversión de la fruta en jeringuillas que nos curan por completo. Todo siempre de manera muy táctil, para no perder la inmersión y reforzando ese diseño VR tan bueno que mencionaba antes.

Ahora bien, creo que le falta algo: la consecuencia de la muerte. Al estirar la pata, lo cual es relativamente fácil dada nuestra fragilidad, volveremos al último teletransportador activado con unas pocas baterías de Arkenite menos, las cuales sirven como cargadores para las armas. ¿Los grupos de enemigos que hayamos derrotado previamente? Seguirán muertos, por lo que no perdemos casi nada al morir. Incluso podemos recuperar las baterías si volvemos a nuestro cadáver, al estilo de Dark Souls. Con que si se nos atraganta una zona, es más un esfuerzo de insistencia que otra cosa, ya que siempre acabaremos victoriosos.

Podemos pintar las armas y crear «juguetitos» la mar de cantosos

Esto reduce la intensidad del juego, y no es el único problema que presenta Arken Age. A veces es demasiado obtuso, costando saber hacia dónde debemos dirigirnos para avanzar en la trama. Un mapita del área donde estemos habría ayudado muchísimo. ¿Los módulos de las armas? Al obtenerlos no sabremos realmente qué hacen hasta que luego los probemos, por lo que se pierde el factor «¡guau, qué arma más chula he encontrado!» clave de cualquier tipo de desbloqueo. Incluso hay mecánicas obtusas, como el sistema de karma, el cual no sabemos ni que existe hasta las 2-3 horas, pero aparece desde el principio. Porque es muy obvio que si encontramos unos esqueletos sosteniendo algo, lo «malo» es recogerlo en vez de destruir su casco, ¿verdad?

También está el tema de que, tras la fuerte impresión inicial, el juego se estanca ligeramente a nivel de sorpresas. El tutorial inicial es muy denso, porque todo se usa desde el principio de la aventura. Esto reduce las sorpresas, ya que quitando algún jefe final, los encuentros y el bucle jugable se mantienen más o menos constantes. Recae entonces sobre nosotros el darle más variedad usando armas nuevas. Pero si encontramos un combo con el que nos sentimos cómodos, cuesta salir de esa «rutina». Pero bueno, es un problema «pequeño» cuando nos lo vamos a pasar tan bien durante las 8-10 horas necesarias para acabar el juego, y más aún si queremos conseguir todos los coleccionables. Con que estamos ante una aventura muy, muy completa.

¿Habéis sido malos antes de saber que hay un sistema de karma? Pues a enkarmar las consecuencias

Conclusión

Arken Age da el pistoletazo de salida a un 2025 que, esperemos, esté lleno de alegrías para la VR. Técnicamente todo un espectáculo, tiene un diseño enfocado en las fortalezas de la VR exquisito y unas zonas abiertas no muy grandes pero llenas de actividades para disfrutar escalando, disparando, buceando y combatiendo. Un auténtico vicio que, si bien tiene ciertos problemas, sus puntos fuertes lo colocan como una de las aventuras de acción más destacadas de la Realidad Virtual.

Incluso sirve como sucesor de la idea de ofrecer una especie de Far Cry en VR de Stormland, y que curiosamente nadie ha querido o podido continuar. Todo más reducido, pero os hacéis una idea. Es increíble cómo con este tercer juego el equipo de Vitruvius VR ha evolucionado tanto desde sus orígenes, y estoy deseando ver cómo terminan de pulir esta fórmula. Necesitamos más juegos del nivel de Arken Age, que abracen las fortalezas del medio, para permitirnos explorar escenarios tan únicos y vibrantes como estos.

8

  • Todo un espectáculo audiovisual
  • Gran diseño de las mecánicas para abrazar las fortalezas de la VR
  • Lo adictivo que resulta explorar cada zona hasta su último rincón
  • Genial combinación de acción cuerpo a cuerpo, a distancia y exploración
  • Le falta un gancho narrativo que nos atrape
  • Algo obtuso con ciertas mecánicas y partes del juego
  • Que la muerte no tenga consecuencia alguna
  • Le falta pegada al combate cuerpo a cuerpo

Análisis realizado gracias a un código para PS5 (PS VR2) ofrecido por Vitruvius VR.

Ficha

  • Desarrollo: Vitruvius VR
  • Distribución: Vitruvius VR
  • Lanzamiento: 16/01/2025
  • Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés
  • Precio: 39,99 €

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