Si me dieran un penique por cada beat’em up que probé en Gamescom que quería llevar aspectos del género de la lucha a las tollinas de «yo contra el barrio», tendría dos peniques. Que no es mucho, pero es curioso que pasara dos veces y se usara exactamente la misma expresión por parte de sus desarrolladores. Por un lado tenemos a Arc System Works con Double Dragon Revive, y por otro está Phantom Breaker: Battle Grounds Ultimate de Rocket Panda Games.
La filosofía de diseño de ambos estudios no podía ser más diferente, y eso da cómo no, a dos beat’em ups muy, pero que muy distintos. Aquí estamos para desatar nuestro lado más otaku, con peleas por todo Tokyo mientras controlamos a las waifus y husbandos con diseños más estrambóticos mientras se lían a tortas contra decenas de enemigos. No exagero, ya que a veces parecía que estaba jugando a un Dynasty Warriors de scroll lateral, pero con todo lo bueno de los beat’em up. ¿Resultado? Una partida llena de tollinas, movimientos especiales brutales y un caos de lo más divertido.
Controles simples, combates frenéticos
Por si no conocéis la saga, estamos ante una japonesada máxima de lucha, pero una que intenta apostar por la accesibilidad al máximo. Así que, nada de complejos combos para poder realizar los movimientos de los personajes. Esta idea también está presente en Phantom Breaker: Battle Grounds Ultimate, de manera que podremos realizar toda clase de ataques especiales con apenas un par de botones. Esto pone mucho peso sobre la elección de personaje, al tener cada uno técnicas muy distintas, y si bien son siempre fáciles de ejecutar, su funcionamiento hará que rápidamente tengamos favoritos.
En mi caso, la elección era obvia: Makise Kurisu. La protagonista de Steins;Gate (lo siento, Okabe) vuelve a ser una invitada en el título, por lo que tenía que pelear junto a ella. La partida que disfruté fue en cooperativo local con dos miembros del estudio, pero las partidas podrán tener hasta 4 personajes en local, y 6 online. Habrá Cross-Play entre todas las plataformas, e incluso habrá un modo competitivo para hasta 8 usuarios. Así que, como en todo buen beat’em up, lo mejor es bien acompañados antes de salir a salvar Tokyo.
¿Os acordáis lo que decía de la sencillez? Eso se traslada también al diseño del juego, ya que en vez de ofrecernos un control total sobre la profundidad del personaje en el entorno, la acción tiene lugar en dos carriles. Con un botón saltamos entre uno u otro, y ya está. Suena simple, pero creedme que cuando empieza la acción, se agradece no tener que volvernos locos por movernos un píxel para que estemos igualados con el enemigo… O mejor dicho, los enemigos, ya que vendrán en manada, para llenar la pantalla de personajes y efectos.
¿Dragones en Shibuya? Un martes normal en el mundo de Phantom Breaker
Píxeles, píxeles por todas partes
Tener en pantalla al mismo tiempo a 3 personajes soltando toda clase de habilidades mientras llegan enemigos por decenas hace que la pantalla se vuelva un caos. Pero no uno malo, sino uno dentro de lo que cabe controlable, que nos anima a ser todavía más explosivos y estrambóticos que nuestros aliados, sumando así más caos. Todo tiene que ser como un capítulo de Kimetsu No Yaiba: con el máximo posible de brilli-brilli.
El resultado son peleas increíblemente divertidas, que nos pican al máximo hasta llegar al final, intentando siempre conseguir la máxima puntuación y hacerlo todo con estilo. ¿Hay cierto periodo de adaptación? Claro que sí, ya que en los primeros minutos con Phantom Breaker: Battle Grounds Ultimate me sentía algo abrumado. Es lo que tiene no conocer en detalle a los personajes, sus sprites o habilidades. Pero tras este periodo de adaptación, estaba aniquilando monstruos y evitando sus acometidas mientras tenía una sonrisa de oreja a oreja.
¿Y cómo pelea una científica como Makise? Usando tanto a sus aliados como sus artilugios de laboratorio. Es fan-service máximo de Steins;Gate y me encanta, además de ofrecer un estilo de juego bastante peculiar. A veces, era como V de Devil May Cry 5, invocando a personajes del anime/juego para realizar diferentes ataques, mientras yo me quedaba desprotegido, lo que obligaba a ser táctico con estos movimientos. En otras ocasiones, podía barrer una fila de enemigos con la pistola láser, y si se acercaban, nada como la buena aspiradora-lanzallamas.
Los ataques definitivos serán el culmen del «brilli-brilli»
Una experiencia refinada y caótica
Igual todo lo que os he dicho os suena, ya que como tal, no estamos ante un juego completamente nuevo. Phantom Breaker: Battle Grounds Ultimate es realmente una remasterización, introduciendo varias mejoras de calidad de vida y mejoras técnicas. No jugué al original, con que no puedo comentar si se notan estas mejoras, pero vaya si no disfruté como un enano con el juego.
Además, esta toma de contacto es sólo la punta del iceberg. Hay un sistema de progresión para cada personaje, podremos llegar a controlar a absolutamente todos los enemigos (con sus más o menos movimientos, claro) y ahí está también el multijugador competitivo para unos buenos piques. ¿Va a ser el mejor beat’em up del mundo? No, pero es uno ideal para los más otakus. Para los que disfrutamos con el «brilli-brilli» de los grandes animes y no nos apetece complicarnos mucho la vida, pero sí disfrutar de un gran caos en pantalla.
En ese sentido, Phantom Breaker: Battle Grounds Ultimate me ha conquistado, y tengo ganas de seguir repartiendo tollinas por Tokyo. Aunque para ello tocará esperar hasta el 13 de febrero, cuando el juego se pondrá a la venta en formato digital y físico, gracias a la distribución de PQube en Europa. Así que id buscando a vuestra waifu favorita, que casi por San Valentín repartiremos amor a base de tortas de la manera más espectacular posible.
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