No soy muy aficionado del baloncesto, y menos aún de sus juegos, pero en la Madrid Games Week me daban ganas de cambiar de parecer tras probar NBA 2K14 en su versión de Playstation 4. Muchas veces hemos visto en la actual generación cómo los partidos en esta misma saga, en el FIFA o en el Madden parecían casi reales, pero esa sensación no es nada comparada con la que deja NBA 2K14 en apenas unos segundos.
La versión de PS3, Xbox 360 y PC están muy bien, pero en la nueva generación vemos personas, no personajes. El nivel de detalle es asombroso, pudiendo ver animaciones que hacen algunos jugadores y otros no, que se mueva su ropa, la expresión de su cara para denotar cansancio o rabia ante una canasta que no ha entrado y mucho más. Eso por no mencionar los primeros planos a la hora de lanzar un tiro libre, pudiendo apreciar el sudor, el movimiento del pelo (muy natural) o incluso las líneas en las palmas de la mano. Lo dicho, es un no parar de alucinar cuando te pones con este juego.
El campo también se ve mucho más detallado, siendo bastante espectacular el reflejo que se puede ver en la pista, un público excepcionalmente modelado y los árbitros, entrenadores y demás compañeros del banquillo con unos movimientos tan naturales que te asombran.
Todo este derroche gráfico no entra en saco roto, ya que la base jugable tan buena que ya tiene la franquicia se mantiene, por lo que es una verdadera delicia el realizar tiros, triples, mates o buenas defensas. Eso si sabemos jugar, claro, que podemos notarlo a la inversa gracias a una IA que no dejaba pasar ni una, sobre todo a novatos como un servidor.
Pero vamos, que el juego es realmente espectacular, siendo lo más parecido a una retransmisión de baloncesto que nos podamos encontrar, ya no sólo por los aspectos gráficos sin apenas rival en la nueva generación, sino por la naturalidad de la jugabilidad, ya que combinando todo, tenemos una experiencia que ningún amante del baloncesto se deberá de perder si se hace en breve con una Playstation 4 o una Xbox One.
Deja una respuesta