
Los accidentes de tráficos siempre están mal… Salvo que sean en obras de ficción. Entonces son una auténtica delicia, ya sea viéndolos en películas o series como «A Todo Gas» o «Alerta Cobra«, o provocándolos en los videojuegos como en Burnout. Cuando vemos salir los coches por los aires, sobre todo cuando ocurren en un maldito atasco, es imposible no esbozar una sonrisa por todas esas horas muertas que hemos estado parados con el coche.
Este es uno de los motivos por los que tenía muchas ganas de disfrutar de Traffic Jams, donde somos un agente de tráfico y debemos evitar los accidentes… O causar el mayor posible para nuestro simple disfrute. Es una premisa muy original, además de estar muy bien pensada para la Realidad Virtual, al estar en primera fila del caos que podamos provocar/evitar. Así que id firmando por un buen seguro de coche, que en la obra de Little Chicken Games y Vertigo Games no se va a salvar ni el apuntador.
Como justificación a que no haya ese gran invento de la ingeniería conocidos como los semáforos, en Traffic Jams han dejado de funcionar. Así que recae en nosotros el ayudar a que el tráfico siga fluyendo. Nuestro «mentor» (o más bien rival) es Dennis, que en las pocas interacciones que tenemos para contar la «historia» (unas pocas escenas aquí y allá para contextualizar todo, vamos), nos hará reír. Puede que hable en un idioma inventado (hay textos en castellano), pero los ruidos que hace en plan italiano (le faltaba poner la mano al estilo italiano), junto a varias expresiones («¡bam chiki bam bam!») dejan muy claro que Traffic Jams es un título con muchísimo encanto.

Como agente de tráfico, estaremos siempre fijos en una posición en los cruces que controlaremos. Esto ya nos asegura que estamos ante un juego apto para todos los públicos, sin importar temas de mareos ni nada, lo cual también es una buena noticia al estar Traffic Jams pensado como un juego party que disfrutar con toda la familia.
Las mecánicas son muy sencillas: con una mano apuntaremos a un coche o persona para ver su ruta, y con la otra le haremos el gesto de «Stop» o «Adelante» para que haga lo propio. Conseguiremos puntos por cada persona/coche que logre cruzar, obteniendo más puntuación si no les hemos enfadado. Para ello no tendremos que dejarles parados mucho tiempo o sin ser atendidos… Ni hacerles muecas o burlas con los gestos al mover el stick. ¿Quién iba a pensar que te iban a hacer un corte de mangas si les haces burlas? Estos transeúntes de hoy en día no tienen respeto por la autoridad.
Obviamente, hay más chicha por detrás de estas simples mecánicas, gracias a la forma que Traffic Jams plantea los niveles. Por un lado, todos tienen una serie de objetivos (de puntuación o logros más específicos/locos), teniendo que conseguir completar unos cuantos para lograr sellos. Con los sellos desbloqueamos más niveles, hasta tener 5 localizaciones, con 3 fases cada una.

No hay ningún «Game Over» ni nada por el estilo, por lo que una vez en un nivel, podremos hacer lo que queramos mientras dure el tiempo. ¿Intentamos hacerlo bien para que no haya ningún accidente? Pues podemos hacerlo, convirtiéndose Traffic Jams en un juego de gestión del tiempo, al tener cada vez más transeúntes y vehículos que gestionar a la vez, con más posibles puntos de choque, por lo que pensar rápido para obtener una alta puntuación es esencial.
Lo bueno es que, si fallamos o si queremos sembrar el caos, podemos hacerlo. Ver cómo se cabrean los NPCs cuando pasamos de ellos o les insultamos es de lo más divertido. Eso por no hablar de los destrozos que podemos provocar, de modo que incluso si fallamos, nos reiremos al ver cómo salen los muñecos volando por los aires tras ser atropellados.
El humor está siempre a la orden del día en el juego, por lo que veremos NPCs que van llenos de salchichas, otros que llevan un traje de pizza, y hasta nos lanzarán lo que lleven en las manos como empiecen a cabrearse. De vez en cuando habrá otros eventos más locos, como que aparezca un Kaiju al que debemos indicar cuándo puede plantar su mega-pie para provocar el menor caos posible (¡lo que hubiéramos evitado si estuviéramos en «Godzilla vs Kong»!), o lo mismo con los meteoritos. En los niveles nocturnos además habrá zombis que irán a por nosotros, pero a los que podemos abatir de un golpe o usando el propio tráfico. Al coger varios objetos, también activaremos varios minijuegos, como poder lanzar bolas de fuego con las manos al ponernos una bandana en la cabeza, o lanzar freesbees a los globos que aparecerán por arte de magia. Las mecánicas de lanzamiento no es que sean muy precisas, pero por lo general, todo ayuda a aportar más variedad y locura a los niveles.

La curva de dificultad está bien medida para que poco a poco vaya aumentando el posible caos a gestionar, de manera que los dos primeros escenarios son bastante sencillos por lo general. A partir del tercero la cosa de complica, para ir llegar a su máxima expresión con Times Square dada la enorme cantidad de cruces posibles. Lo dicho, nunca llega a ser inmanejable, pero si lo es (en las fases de Nueva York me ha costado varios intentos obtener los objetivos de puntuación), nos seguiremos riendo por los accidentes provocados.
Si nos cansamos de jugar solos, también podemos probar los niveles en modo multijugador. Aquí, un usuario estará jugando normal, mientras que los demás activarán los peligros de ese mapa desde el navegador. Es una forma sencilla de fomentar el jugar en familia, potenciando una vez más esa faceta de Traffic Jams de juego casual y party perfecto para ser disfrutado por cualquiera.

Por desgracia, esto también significa que no estamos ante un juego muy profundo o largo. En unas pocas horas (2 a lo sumo) podremos haber desbloqueado todos los niveles, y «solo» nos quedará conseguir todos los objetivos, además de echar alguna partida ocasional con familia y amigos. El multijugador no termina de ser mucho más que un añadido gracioso pero limitado, mientras que las fases, una vez conocidas, no esconden muchos secretos.
Este es un «problema» propio de los juegos de este estilo, sean de VR o no. Lo bueno es que en todo momento, Traffic Jams tiene muchísimo encanto. A nivel visual, el juego entra por los ojos gracias a su estilo artístico. Quizá en Oculus Quest el mapa de Nueva York podría tener un poco más de resolución, pero luce todo muy bien. La interfaz es muy clara para que sepamos siempre a quién nos dirigimos, sus posibles rutas y demás, por lo que aunque haya muchos coches en pantalla a la vez, tendremos siempre la información que necesitemos.
La música es también genial, reforzando el tono cómico y de caos a la hora de gestionar tantas cosas de manera simultánea. Las voces de los NPCs, aunque sean en un idioma inventado, me siguen encantando, siendo uno de los motivos por los que cogeremos tanto cariño/odio a Dennis o nos reiremos con las reacciones de los transeúntes. Realmente, la única pega que le puedo poner al apartado técnico es que los tiempos de carga podían ser más cortos, ya que cortan algo el ritmo de juego, en especial si estamos pasando el casco para partidas rápidas.

Conclusión
Nunca pensé que controlar el tráfico podría ser tan divertido, pero es imposible no esbozar una sonrisa mientras se juega a Traffic Jams. Los chicos de Little Chicken han creado un título perfecto para disfrutar por todo el mundo, y hasta como punto de entrada idóneo para la Realidad Virtual.
No hay mareos de ningún tipo, las mecánicas aprovechan muy bien la Realidad Virtual, y todo reacciona muy bien a nuestras acciones, lo cual siempre aumenta la inmersión. Al sumar unos niveles muy locos, una gestión del tiempo frenética y un estilo artístico tan simpático, cuesta no recomendar Traffic Jams para los que busquen un juego sencillo de corte casual y party.
Está claro que no es el nuevo imprescindible súper profundo ni nada por el estilo, pero a veces, controlar el tráfico haciendo el tonto y ver el mundo arder por nuestras acciones, es lo único que necesitamos tras un largo día de trabajo. Sí me hubiera gustado tener más fases para seguir jugando (¿os imagináis lo divertido que sería un cruce espacial con varias alturas?), pero eso no quita que Traffic Jams le haga un gran Stop al aburrimiento para dejar pasar a la diversión.
Nos consolamos con:
- La posibilidad de vengarnos de los atascos en el mundo real
- Fases cada vez más desafiantes y locas
- Muchísimo sentido del humor y encanto
- Perfecto para ser disfrutado por toda la familia
Nos desconsolamos con:
- Aunque los 5 escenarios tengan 3 niveles, podría haber más cruces
- En el mapa de Nueva York, la versión de Oculus Quest podría tener un poco más de resolución
- Tiempos de carga un poco más largos de lo ideal para no cortar en ningún momento el ritmo
- El multijugador es simpático, pero no tiene mucha chicha
Análisis realizado gracias a un código de Oculus Quest proporcionado por Vertigo Games.
Ficha
- Desarrollo: Little Chicken
- Distribución: Vertigo Games
- Lanzamiento: 08/04/2021 - Más adelante para PSVR
- Idioma: Textos en Castellano
- Precio: 19,99 €
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