Good-Feel es un estudio que se ha ganado la confianza del público al haber trabajado en varios títulos de sagas tan queridas como Yoshi o Kirby. Vamos, que saben cómo hacer buenos juegos de plataformas ideales para toda la familia. Así que, había bastantes expectativas cuando publicaron en Japón el año pasado BAKERU, un sucesor espiritual de la saga Ganbare Goemon. El estudio está formado por parte de los creadores originales, con que los astros se alinearon para el regreso, en cierta forma, de esta querida saga de Konami.
Tengo que reconocer que no he jugado a ningún título de dicha serie, pero me apasionan los plataformas 3D, y aquí teníamos otro exponente de lo más llamativo. Tuvo una muy buena recepción en Japón, pero faltaba que llegara a Occidente, y ese momento ha llegado. Gracias a Spike Chunsoft, el juego nos llega a Switch y Steam con varias mejoras por el camino. Así que preparad vuestras baquetas y vuestro tambor místico, que nos toca liberar Japón de las fuerzas del mal.
A acabar con la corrupción al ritmo de los mejores taikos
El tanuki perezoso se va de viaje
En el mundo de BAKERU, las leyendas clásicas de Japón son una realidad. Así que viven en harmonía los yokais y los héroes de los cuentos japoneses clásicos. Todo está bien, hasta que de repente, un festival amenaza al país por… ¿estar siempre de fiesta y pasándolo bien? Que igual no es la mayor amenaza del mundo, pero bueno, nos tocará detenerlo y liberar a los héroes que han sido afectados por el control mental del villano.
La historia como os podéis imaginar es muy básica, como en muchos plataformas, pero da pie a una gran aventura por todo Japón. Bakeru al principio es un tanuki vago donde los haya, y se ve forzado a partir de viaje por haber sido irrespetuoso hacia la criaturita que ha salvado, y que nos cuenta todo este embrollo. Así que salimos en búsqueda de héroes que puedan detener el festival, pero sorpresa, seremos nosotros los que tendremos que convertirnos en héroes.
Las escenas tipo cómic son bastante simpáticas, y hay varios diálogos graciosos… Todo en perfecto inglés, eso sí. Lo bueno es que, debido a lo básico que resulta todo, aunque no entendamos nada, no será un problema para poder jugar. Simplemente vamos hacia las fases con una torre del festival activa, lo completamos, y así acabaremos saltando Japón.
A salvar Japón… ¡y disfrutar haciéndolo!
Haciendo turismo plataformero por Japón
He mencionado el tema de que los héroes clásicos son una realidad en el mundo de BAKERU, y algo que veremos rápidamente es cómo el juego es un paraíso otaku o para los que quieran saber más del país. Visitaremos múltiples prefecturas con algunos de sus elementos geográficos intactos o estilizados, prácticamente todos los personajes se basan en leyendas o cuentos japoneses, y en general, todo nos recordará a algo cultural del país.
Los coleccionables, por ejemplo, son souvenirs de la región donde nos encontremos (encerrados en bolas de gachapón), o directamente, curiosidades, ya sean de Japón o generales. Hay datos que bien podrían salir en concursos televisivos como Pasapalabra, y suena a tontería, pero dan ganas de descubrirlos todos por simple curiosidad.
Incluso los enemigos están tematizados. ¿Estamos en un nivel playero? Pues habrá enemigos con los ojos vendados intentando golpear sandías, que también son enemigos a los que derrotar. ¿En una zona ideal para entrenar? Pues habrá luchadores de kendo para hacernos frente. ¿Un lujoso crucero? ¡Un mini-ejército de limpiadores dejándolo todo como una patena serán nuestros oponentes! Toda esta variedad de criaturas le da una personalidad increíble a BAKERU… Al mismo tiempo que nos da algo de pena el tener que darles matarile. Somos unos aguafiestas de manual, que algunos están solo de relax, pero bueno, es lo que tiene ser el héroe de un plataformas ideal para toda la familia.
Ahí no está la sandía… ¡corre que se te escapa!
Transformándose que es gerundio
A la hora de jugar, la estructura de BAKERU es muy sencilla. En cada fase tenemos que llegar a la meta, un gran tambor con el que acabaremos con la corrupción de la zona. Para liberarlo, antes debemos destruir un mínimo de las tres linternas que hay repartidas por los niveles. El resto de coleccionables son opcionales, pero como decía antes, el juego nos anima a explorar hasta el último rincón de los niveles.
Como tal, los niveles son una mezcla de plataformeo y combate, siempre bastante sencillo, ya que claramente estamos ante un juego familiar. Para hacer frente a los enemigos tenemos una serie de ataques bastante satisfactorios (incluyendo parries o esquivas perfectas), pero la gracia están en las diferentes transformaciones. Consumiendo la energía, podremos hacernos pequeños para saltar más lejos o meternos por rendijas, mientras que las demás formas nos dan una clara ventaja en las peleas. Usar las cañas de pescar o las pistolas es como ganar de manera automática machacando el botón de ataque, y listo.
Beneficios de ser un tanuki: ¡podemos transformarnos y usar las armas de los jefes derrotados!
No suele gustarme mucho cuando los plataformas apuestan tanto por la acción, pero en BAKERU funciona gracias a lo satisfactorio que resulta acabar con los enemigos. Los efectos, el impacto de los golpes y los rápido que suelen caer hace que fluyamos por estos combates rápidamente. A veces, un poco como un Dynasty Warriors, pero sin llenar la pantalla de enemigos, pero con esa misma satisfacción que da limpiar una habitación tras un par de combos vistosos.
Dicho esto, me hubiera gustado que dentro de esta combinación de plataformas 3D con beat’em up, hubiéramos podido usar estas transformaciones para el plataformeo. Por ejemplo, con las cañas de pescar podríamos balancearnos, o con las pistolas activar mecanismos lejanos. Vamos, hacer que fueran más útiles fuera de las peleas, y creo que es una oportunidad perdida para añadir más chicha a BAKERU.
Para nada parece la guarida de un jefazo, ¿verdad?
Hora de subir a la tetera espacial
Junto a los niveles normales, también tendremos otros a lomos de un perro que se transforma en el vehículo que necesitemos para la ocasión. Esto da pie a fases de velocidad o de estilo SHMUP, lo que aporta variedad al juego, y además, son bastante divertidas.
Cuando todo parece que va a acabar, BAKERU hace el clásico «¡ja, esto es sólo el principio!», y es cuando Japón se abre bastante más. Con nuestra tetera espacial (no preguntéis) podremos viajar por el mapeado sin limitaciones, aparecerán muchas más fases y hasta aparecerán tanukis ocultos como un nuevo coleccionable en los niveles.
¿Lo mejor? Esta tetera sirve como base, pudiendo ver de manera física los diferentes souvenirs que hayamos encontrado, o notando cómo la tripulación va aumentando con los tanukis encontrados. Es una representación visual de nuestro progreso, y me encanta. Además, BAKERU es un juego bastante completo, con más de 50 niveles para que estemos unas cuantas horas saltando y arreando mamporros sin parar. Incluso habrá nuevos tipos de fases para ir metiendo más y más variedad, como peleas de mechas (imposible no pensar en las fases de Clank gigante en Ratchet & Clank), por lo que nunca sabemos qué nos vamos a encontrar a continuación.
Hay quien pilla imanes para la nevera y Bakeru coge souvenirs a punta pala
¿Quién es un adorable tanuki?
Pasando a los aspectos audiovisuales, BAKERU no ha dejado de recordarme a las joyas plataformeras de la era PS2. No lo digo como algo malo, sino como un cumplido. Nos ofrece un sinfín de colores, diseños la mar de atractivos y escenarios por los que da gusto brincar y combatir. Sí, tiene sus limitaciones, no sé si por apuntar a Switch como plataforma base o por falta de presupuesto, pero no me han importado. ¿Estaría bien que los enemigos fueran siempre visibles en vez de aparecer de la nada al acercarnos? Claro. ¿Afecta a nuestro disfrute? En absoluto.
He jugado todo el tiempo en Steam Deck, y funciona como un tiro. Fluido a más no poder, aunque la disposición de los botones que se muestran es la de Switch… Con los botones de acción invertidos respecto al mando tradicional de Xbox. Al mismo tiempo que nos hablan de «L2» o «R2». Hay que acostumbrarse a que cuando veamos «A», realmente quieren decir «B», pero es algo fácil. Ojalá lo parcheen, que si además saltáis de Switch a PC, os vais a volver majaretas.
En la parte sonora, las melodías son muy animadas, encantándome cómo aparecen los diferentes coleccionables obtenidos del nivel al ritmo de los golpeos de Bakeru en el tambor final. Todo encaja y ayuda a que estemos con una sonrisa de oreja a oreja mientras jugamos. Lo que quizá podría estar mejor es el tema de las voces, ya que son escasas, aunque dado lo limitada que es la historia, no es que afecte mucho.
Do a Barrel Roll!
Conclusión
BAKERU es como un juego salido de una cápsula del tiempo. Un plataformas 3D lleno de acción que perfectamente podríamos haber disfrutad en la era de PS2, pero que se ha publicado ahora, y me encanta. Tenemos un mundo colorido para explorar, personajes simpáticos a los que seguir y a los mandos es una verdadera delicia. Ojalá tuviéramos más juegos así.
Da igual si conocéis Ganbare Goemon o no, tenéis que jugar a BAKERU. Es un juego perfecto para todos los públicos, divertidísimo a los mandos y encima nos va a querer hacer aún más viajar a Japón. [Nota]
Nos consolamos con:
- Visual y artísticamente es una delicia
- La manera de presentarnos Japón y todos sus elementos culturales
- Divertidísimo a los mandos, ya sea saltando o combatiendo
- Muy completo y adictivo
Nos desconsolamos con:
- Completamente en inglés
- Si buscáis un plataformas desafiante, BAKERU no es para vosotros
- La oportunidad perdida de usar las transformaciones también para el plataformeo
Análisis realizado gracias a un código para Steam (jugado en Steam Deck) proporcionado por Spike Chunsoft.
Ficha
- Desarrollo: Good-Feel
- Distribución: Spike Chunsoft
- Lanzamiento: 03/09/2024
- Idioma: Textos en Inglés y Voces en Japonés
- Precio: 39,99 €
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