
Tener todo el poder y que todos cumplan tus deseos tiene que ser aburrido. O eso dicen los poderosos, que pueden hacer lo que les plazca sin enfrentarse a sus consecuencias. ¿Cómo romper la monotonía? Con un pequeño «jueguecito» organizado por una misteriosa maga en el que buscar saciar sus deseos más perversos, ya sean carnales, de vanidad, de conquista o de sangre. Esta es la intrigante premisa de Sultan’s Game, pero hay un girito adicional: como sirvientes debemos completar estos desafíos para contentar al sultán mientras evitamos las mortales consecuencias de nuestros actos para completar este perturbador juego.
Esto nos obligará a robar, mentir, asesinar, engañar a nuestra mujer y mucho más. Todo por los caprichos del dichoso sultán. ¿No logramos la victoria en este «juego» de cartas? Nos espera la muerte, así que preparaos para echar las cartas, pensar en cuánto valoramos nuestra vida y a engancharnos mientras exploramos todas las posibilidades de este rogue-like narrativo de cartas.
El futuro está en las cartas
La estructura de Sultan’s Game es muy sencilla de entender: sacaremos una carta del sultán que debemos completar en 7 días, o nos ejecutarán. Cada objetivo tendrá un nivel, teniendo que aplicarlo sobre otra carta de personaje, objeto o lugar de ese mismo nivel o inferior. Por tanto, para la carta de sangre de plata, debemos sacrificar a alguien de esa categoría. ¿La de deseo carnal? Pues a enrollarnos con alguien de su nivel o inferior.
Para hacerlo, tendremos a nuestra disposición varias cartas de personajes, equipo, objetos y ventajas para aplicar en los diversos eventos que se irán abriendo en el mapa cada día. Así iremos ganando nuevas cartas, lo que nos permitirá acercarnos a completar la carta principal de turno, o conocer más a alguno de los diversos personajes del juego. Porque dentro de toda esta estructura rogue-like, hay una historia muy rica, cogiéndole cariño a los diversos personajes… Antes de que los traiciones o nos traicionen ellos mientras intentamos mantenernos con vida otro día más.
Dicho así, suena bastante sencillo, pero nada más lejos de la realidad. Sultan’s Game es muy, muy complicado. Incluso en su nivel de dificultad más bajo, donde podemos repetir el día si acabamos muriendo todas las veces que queramos, o incluso podemos sacar otra carta a completar si la que tenemos no nos convence. Porque incluso con estas ayudas, a partir de nuestras decisiones para ir completando las cartas principales, igual hemos desencadenado un desenlace del que no podemos huir, por muchas veces que repitamos el último día. Así que sólo podemos rendirnos, y tener que empezar otra run, con el sueño de llegar un poco más lejos en este mundo cruel.

Si nos matan, al menos que veamos una preciosa ilustración
Confiando en el corazón de las cartas
En una de mis partidas, todo parecía que iba bien. Sí, había mandado mis valores morales a freír espárragos con tal de contentar al sultán y no morir en el intento. Así que cuando me tocaba matar a alguien de bajo rango, sobornaba al guardia de la prisión, y me cargaba a uno de los presos. Total, ¿a quién le iba a importar alguien encarcelado? Me estaba convirtiendo en todo un sociópata, viendo a las personas como recursos. O mejor dicho, como cartas en la baraja que la vida me había dado en ese momento.
En el momento de sucumbir a los placeres carnales, acabé con una noble de la corte del sultán, lo cual le contentó bastante… Pero no a ella. Eso ya me granjeó una enemiga, y tras un encuentro en nuestro propio hogar, acabamos con su vida en defensa propia. Y claro, no es lo mismo matar a un preso que a alguien cercano al sultán, lo que acabó en mi temprana ejecución. Sultan’s Game incluso nos da una oportunidad de sobrevivir en esta situación… Si confiamos en el corazón de las cartas. La carta de sacrificio de oro nos podría salvar del atolladero, pero sólo hay 4, por lo que las posibilidades de que nos salga son muy reducidas. ¿No queremos perder la run? Entonces podemos «endeudarnos» y sacar más cartas a completar. Nos complicará la existencia más adelante, pero eh, ¡podemos sobrevivir!
Es la clase de dilemas jugables de riesgo/recompensa que se complementa de maravilla con los dilemas morales que nos plantea el juego de manera constante. Y de nuevo, un recordatorio de que nuestras acciones tienen consecuencias, por lo que igual para sobrevivir en el presente, garantizamos nuestro exterminio en el futuro. Porque creedme, todo lo que tengamos que hacer, acabará por ganarnos más o menos enemigos, pero está claro que alguna relación o fuente de recursos dirá adiós con cada atrocidad que cometamos en nombre del sultán.

¿Podremos superar las maquinaciones de la misteriosa maga?
Cualquier cosa por el sultán
Con cada nueva partida, iremos aprendiendo más sobre qué nos conviene a largo plazo y qué no. Por ejemplo, mandar a alguien a la corte del sultán igual nos hace perder una acción en otro evento, pero si dejamos a la corte del sultán a sus anchas, le acabarán aburriendo… Y eso se puede traducir en un objetivo secundario que si no completamos, nos ejecutarán. Que este sultán es muy caprichoso y lo soluciona todo con una buena ejecución.
Al mismo tiempo, nos podemos aprovechar de cómo todos en el reino intentan contentar al sultán. Igual hay nobles que quieren acercarse a la corte, y creen que apoyarnos en nuestras hazañas en el juego les harán ganarse su favor. Así me pasó en una partida, con una noble que me quería ayudar a completar la carta… Lástima que para ella fuera una carta de asesinato. Nadie está a salvo en Sultan’s Game, y nuestra moralidad o el sentido de la justicia será la primera víctima.

Si intentamos completar una carta en la corte del sultán, ojito que nos podrán cambiar los planes
Me ha dolido hacer daño a nuestra querida esposa en varias partidas, poniéndole los cuernos yendo al burdel para las metas de la carta carnal, y viendo cómo le afectaba hasta tener un evento que la hacía enfermar por la situación familiar que estábamos creando. Eso hacía que quisiera completar el juego huyendo del reino, lo que me obligó a buscar aliados en la corte entre la oposición del sultán, engañar para saber cómo abrir las puertas… Y rezar para que no terminara de perder lo poquito que me quedaba de alma con tal de continuar con este dichoso juego.
En otra partida, directamente abracé esta nula moralidad e intenté complacer al sultán por encima de todo… Hasta el punto de intentar ligármelo. Porque será un villano y un déspota de mucho cuidado, pero está bueno, y el arte nos anima a perseguir esos deseos carnales como si fueran una carta más del juego. No salió bien, pero el intento estaba ahí. ¿Resultado tras el corazón roto? Animar una revolución o asesinarlo. Diferentes enfoques para cada partida y todos igual de viable, pero siempre teniendo que tomar duras decisiones para sobrevivir. Así de completo es Sultan’s Game.

Vaya si intentaremos cumplir los deseos más carnales con el sultán que se ven en este libro
Tratando de entender este juego mortal
Antes hablaba de la narrativa, y es claramente lo que me motivaba a seguir una partida tras otra. «Sólo un turno más» me repetía, hasta que me tiraba bastante más, y acababa dejando la sesión tras otro estrepitoso fracaso. Ir descubriendo eventos es muy adictivo, y gracias al azar de las cartas a completar y los enfoques que podemos plantear, cada partida será muy distinta… Tras los compases iniciales. Cuando apenas hay eventos, todo se acaba volviendo un poco repetitivo, tengamos que completar un asesinato, un objetivo de vanidad o el que sea.
Es lo malo de los rogue-likes, al haber algo que siempre se repite. E incluso con un planteamiento tan bueno como este, Sultan’s Game no puede evitar este problema. Al menos, no siempre empezamos de cero y hay cierta progresión global. Hay una serie de objetivos globales que nos darán una moneda con la que comprar nuevas cartas que aparecerán en el resto de partidas, ya sean nuevos personajes o diversas mejoras a aplicar sobre nuestro personaje, que hará más probable el éxito en los eventos donde participemos. Así podremos llegar más lejos o descubrir nuevos eventos, lo que a su vez nos permite conocer más de la narrativa.

Más cartas significa más recursos… ¡Y más actos atroces a cumplir!
Me recuerda en parte al fantástico Gnosia, donde partida a partida, no sólo teníamos duelos intensos por las mecánicas narrativas del puzzle, sino que también nos hacíamos una mejor idea del trasfondo de los personajes y el motivo de este misterioso juego. Ahora bien, Sultan’s Game tiene dos problemas importantes, aunque afortunadamente, subsanables mediante actualizaciones.
Lo más obvio y principal: el tema del idioma. No hablo de que todo está en un inglés en ocasiones algo justito, sino que directamente hay muchos textos en chino. Durante el periodo de review ha habido varios parches, y algunos hacían que hubiera más textos en chino que otras, por lo que es posible que este problema no exista de salida, y si es así mejor. Era bastante molesto completar una carta en un evento híper dramático, para luego leer las consecuencias en chino tirando de Google Lens.
El otro problema que afecta a la jugabilidad es el tamaño de los textos. En Steam Deck, incluso con la fuente más grande disponible, hay partes que apenas son legibles salvo que nos pongamos con una lupa. En un PC la cosa mejora, pero igualmente, hay mucho espacio desaprovechado en algunas cajas de texto, cuando perfectamente se podría hacer el texto visualmente más atractivo. Y es una pena, porque otros aspectos de la presentación son fantásticos, como el arte, la representación de nuestra influencia en la corte o de los dados para las tiradas.

Sí, totalmente entendible este cuadro de texto… Yo me llamo Ralph y tu madre por si acaso
Conclusión
Sultan’s Game es un juego narrativo tan fascinante y siniestro como adictivo. Una muestra de cómo los que tienen el poder abusan de él sin consecuencias, usando a los demás de cualquier manera con tal de entretenerse. ¿Queremos hacer lo mismo? Pues habrá que enfrentarse a las consecuencias, porque cada acción tiene una reacción.
Navegar este mundo de engaños, asesinatos y placeres prohibidos con tal de completar los caprichos del sultán es increíble, y una experiencia que casi ningún juego es capaz de ofrecer. La combinación del azar de las cartas con el rogue-like y el énfasis narrativo dan lugar a algo único y memorable. Hay varias asperezas que todavía tienen que limarse para que el sultán pueda estar plenamente contento. Incluso así, Sultan’s Game es de esos juegos que nos permitirá sucumbir a nuestros placeres más oscuros. Con que no dudéis en sacar una carta y participar en este oscuro y adictivo juego.
Nos consolamos con:
- Una premisa oscura que nos obliga a convertirnos en sociópatas para sobrevivir
- Arte espectacular que nos mete de lleno en esta fantasía digna de Las Mil Y Una Noches
- Montones de rutas, eventos y alternativas a tomar en las partida
- Increíblemente adictivo. Un turno y una vida destruida más y lo dejo
Nos desconsolamos con:
- Los compases iniciales de cada partida se acaban volviendo pesados
- Traducción al inglés justita, y en el momento de escribir estas líneas, con muchos textos aún en chino
- Textos muy pequeños, lo que complica jugar en pantallas pequeñas o en la Steam Deck
Ficha
- Desarrollo: Double Cross
- Distribución: 2P Games
- Lanzamiento: PS VR2: 31/03/2025
- Idioma: Textos en Inglés y Chino
- Precio: 29,99 €
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