El año pasado, Activision nos dio una alegría enorme con Crash N’Sane Trilogy, al ofrecer un remake de la trilogía original del marsupial, manteniendo la jugabilidad básica, pero con un lavado de cara increíble. Esto me hizo desear el anuncio de Spyro Reignited Trilogy todavía más, ya que siempre he sido más de Spyro que de Crash Bandicoot. Sin embargo, tenía una cosa muy clara: el trabajo de remake es mucho mayor con el adorable dragón, ya que los niveles son más abiertos y hay una cámara en 3D que funcionaba de aquella manera en PSX.
Aunque por un retraso de última hora no podremos disfrutar de esta trilogía en septiembre, sino que nos tocará esperar a noviembre (por lo que me dijeron en la Gamescom, casi parece seguro que el retraso se debe a meter todo en un disco) para disfrutar de Spyro Reignited Trilogy. Por suerte, pude probar aproximadamente media hora de este remake, y todo apunta a que desde Toys for Bob están haciendo un trabajo tan bueno como el que se hizo con Crash, aunque vayamos por partes.
En la demostración a la que tuve acceso podía probar un nivel de cada uno de los juegos disponibles: Stone Hills de la primera entrega, Idol Springs de la segunda, y Sunny Villa de la tercera parte. Al ser el juego que menos se había mostrado en ese momento, me aventuré a por Sunny Villa de Spyro: El Año del Dragón. Desde el primer momento, el salto visual es sencillamente increíble, y también en el sonido. Ahora todos los personajes tienen un doblaje acorde a los tiempos que corren, sin haber reutilizado diálogos del pasado ni nada por el estilo.
Esto da una personalidad enorme a todo el juego, y lo equipara casi a una película de animación. Sí, ese es el nivel, y no podía dejar de pensar «¡pero qué adorable es Spyro!». Simplemente verle andar, o realizar un giro brusco, es magnífico. Pero la cosa no acaba ahí, ya que hay detalles increíbles en absolutamente todo. Los enemigos tienen unas animaciones de espera mucho mejores, pero respetando sus patrones de ataque, lo que, nuevamente, da mucha más personalidad a todo el conjunto. Luego están los efectos de los ataques, como el fuego, las quemaduras en el césped del mapa, etc. Lo dicho, estamos ante un lavado de cara sensacional, que consigue hacernos recordar el nivel tal y como los recordamos con la nostalgia de por medio. Cuando llegué a la zona del parque de Skate, era justo como me lo imaginaba de pequeño, pero he mirado algún vídeo para rememorarlo, y la diferencia es abismal.
El cambio técnico sabíamos que iba a estar ahí, pero la cuestión más importante es cómo ha envejecido el juego a nivel de mecánicas. En este aspecto, me alegra decir que Spyro: Reignited Trilogy funciona increíblemente bien. La cámara ahora la podemos controlar con total libertad usando el stick derecho, lo que ayuda a que no nos perdamos absolutamente nada. De esta forma, la acción y las plataformas son mucho más ágiles, además de ayudarnos a encontrar todos los secretos de los niveles. La parte con el monopatín también seguía funcionando muy bien, y aunque no deja de ser un simple minijuego, me da esperanza de que todos los demás minijuegos de esta tercera entrega (la que más apuesta por ellos) y los diferentes personajes controlables seguirán siendo divertidos.
Si hay un aspecto que me preocupa un poco más es el control de Spyro bajo el agua. Esto ocurre en la fase de Idol Springs, donde me encantó ver enemigos diferentes y un mundo tan distinto, pero que aun así lucía de maravilla. Sin embargo, esta fase tiene bastantes momentos en los que tenemos que bucear, y aquí la cámara sí que me convenció menos. Estas secciones nunca me han gustado demasiado en la saga (todavía me acuerdo del mundo submarino en la segunda entrega con tiburones mecánicos que te comen automáticamente y me hacían tener pesadillas de pequeño), y aunque se dejan jugar, no es ni mucho menos tan cómodo como las secciones a pie o planeando. Al menos, me gustó que al cambiar de juego, no hubiera cambios a nivel de jugabilidad, por lo que todo se mantiene uniforme. Habrá que ver cómo afecta esto al diseño global de los niveles, ya que era algo positivo y negativo al mismo tiempo de Crash N’Sane Trilogy, sobre todo en el caso de la primera entrega.
Estas pequeñas dudas aparte, la verdad es que salí encantado tras mi tiempo jugando a Spyro Reignited Trilogy. La saga es una de mis favoritas, y el trabajo de remake que están haciendo desde Toys for Bob y Activision es sencillamente magnífico. Todo luce de maravilla, y lo más importante, sigue siendo muy divertido a la hora de jugar. Tocará armarse de paciencia hasta que disfrutemos del juego el próximo 13 de noviembre, pero al menos parece que la espera hará justicia a los que tenemos nostalgia por este adorable dragón.
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