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West of Dead

West of Dead

Los rogue-like (y lite) se han convertido en uno de los géneros más populares de los estudios independientes, ya que ofrecen mecánicas adictivas y horas casi interminables de diversión si logran dar con la tecla adecuada. Así se han obtenido joyas como The Binding of Isaac o más recientemente, Dead Cells. Los chicos de Upstream Arcade (en colaboración con Raw Fury) entran al rodeo con West of Dead, que pretende ofrecer una visión fresca del género a nivel de mecánicas y de estilo visual.

La premisa es muy sencilla: somos un forajido atrapado en el Purgatorio, teniendo que descubrir por qué las almas están atrapadas en vez de irse al Oeste una vez han muerto. Usando la ambientación típica del Salvaje Oeste como telón de fondo, preparad para disparar, morir, cubriros, morir, y aprender al fin cómo progresar a la siguiente mazmorra.

Como ocurre en muchos rogue-lite (lite porque hay una progresión global que se mantiene entre partidas), el argumento no es el foco de atención, pero no está mal, y creo que aquí sí tiene algo más de peso que en otras propuestas. No voy a desvelar nada, pero ni que decir tiene que hay clichés para aburrir del género Western, ya que nuestro protagonista William Mason es un pistolero con mucho que decir en la situación que antes comentaba.

West of Dead

La gracia de West of Dead está en cómo se juega. A simple vista, puede parecer un shooter de doble stick más, pero se aleja mucho de lo normal en el género, puesto que no estamos ante un título que sea un bullet hell como podría ser Geometry Wars, sino que es más bien un shooter de coberturas a lo Gears of War. Aquí tanto nosotros como los enemigos somos más o menos débiles, teniendo que usar los elementos del escenario si no queremos acabar como un colador.

Es una idea interesante, y funciona francamente bien. Al estar cerca de una cobertura, Mason se cubrirá de forma automática. Al disparar desde una cobertura, no recibiremos daño de los enemigos desde el otro lado del parapeto, lo cual hace que sea fundamental. Pero claro, estas coberturas se romperán tras unos cuantos disparos, por lo que tendremos que medir muy bien cuándo nos disparará el enemigo (algo indicado por un marcador a nuestros pies que se pondrá rojo justo cuando nos dispararán) para cambiar de cobertura o rodear al enemigo.

Otra mecánica muy interesante es también propia del Oeste: la oscuridad y el uso de lámparas. Como si estuviéramos en una mina, los escenarios estarán principalmente a oscuras, sin que podamos ver a los enemigos, ni el sistema de auto-apuntado nos pueda ayudar. Sí que veremos marcadas las posiciones de las lámparas de la zona, algo que nos beneficiará al ver mejor el campo de batalla, pero por partida doble, noqueará a los enemigos que hayan sido cegados por encender la lámpara.

West of Dead

Esto crea una dinámica genial, al tener que movernos entre coberturas, encender lámparas, y aprovechar cuando los enemigos están cegados para dejarlos como un queso suizo, o buscar una mejor posición estratégica que la que tengamos. El ritmo de los combates es excelente, siendo una delicia entrar a cada sala para analizar rápidamente la posición de las coberturas, los enemigos, sus tipos y dónde se encuentran las lámparas para poder salir con vida.

La otra parte fundamental de los tiroteos de West of Dead es cómo combatir. Mason podrá ir equipado con dos armas de fuego, usando cada una con cada uno de los gatillos del mando (recomiendo jugar con mando), y teniendo siempre munición infinita. Aun así, los tiempos de recarga son fundamentales, ya que nuestro personaje recargará las armas de manera automática mientras no estemos disparando o apuntando, haciéndolo mucho más rápido si estamos cubiertos.

Este es otro factor más a tener en cuenta para las estrategias durante los tiroteos, al ver cuándo nos conviene recargar o qué tipo de arma usar. Hay una buena variedad, como revólveres, escopetas o fusiles, con efectos especiales como daño por sangrado o un mejor alcance por citar dos ejemplos muy obvios. Como ocurría con las armas de la época, no esperéis armas automáticas súper rápidas, lo que refuerza ese toque más pausado y táctico de los tiroteos.

West of Dead

Junto a las armas principales, tendremos hasta dos habilidades activas que iniciaremos con los botones LB/RB, pudiendo ser cartuchos de dinamita, cuchillos especiales o incluso faroles para tener esa ventaja del aturdimiento de las lámparas. Por último, podremos tener una habilidad pasiva, como por ejemplo, que recuperemos algo de la vida perdida recientemente si nos ponemos a cubierto.

Como en todo rogue-lite, hay una progresión dentro de cada partida y otra a nivel global. Dentro de una run iremos obteniendo mejores y mejores armas/habilidades con las que intentar completar una mazmorra más. A su vez, podremos mejorar el nivel de las armas, habilidades activas y la salud, de una forma idéntica a lo visto en Dead Cells. Mientras jugamos, obtendremos tanto hierro (moneda para usar con el mercader dentro de las mazmorras) y pecados, que son la forma de obtener mejoras permanentes.

Al completar cada mazmorra de West of Dead, deberemos canjear todos los pecados que hayamos obtenido en ese nivel, para así desbloquear mejoras en el frasco de vida que llevamos, o desbloquear nuevas armas para ir mejor equipados al inicio de las siguientes partidas. De nuevo, esto funciona exactamente igual que en Dead Cells, manteniendo lo de ver en una sala todas las mejoras obtenidas de un plumazo, para que sintamos todo lo que hemos avanzado desde que no teníamos nada hasta disponer de un arsenal con el que derrotar a cualquier ejército.

West of Dead

Sobre el papel, podéis ver que West of Dead funciona de maravilla, pero hay varias pegas que lo alejan de la grandeza. Lo primero es que los niveles, por mucho que cambien de ambientación (como un poblado, minas y demás), no suelen ofrecer ningún cambio importante a nivel de mecánicas. Sí, en el pueblo nos dispararán desde algunas ventanas, o en una iglesia debemos romper las linternas antes de poder usarlas, pero no es algo sustancial como para que notemos cambios entre niveles.

Luego está la poca variedad de enemigos, tanto de los normales como de los jefes finales. Están los enemigos que disparan, los que atacan cuerpo a cuerpo, los que lanzan dinamita y poco más. Entiendo que por las mecánicas igual es complicado meter más variedad, pero por pedir, que no quede, ya que los tiroteos tras varias horas empezarán a ser muy parecidos. Parte de la culpa la tiene el armamento/habilidades, con equipo bastante similar entre sí en cuanto a su uso. De hecho, la progresión global me ha parecido bastante lenta, necesitando un altísimo número de pecados para desbloquear la gran mayoría de las armas que se pueden considerar especiales, fomentando así esa repetividad que comentaba antes.

Entiendo perfectamente que es algo intrínseco de los rogue-lite, el repetir, repetir y repetir hasta que por fin logramos superar un reto, pero cuando esos retos empiezan a difuminarse, la satisfacción de superarlos no es tan alta. Al jugar en sesiones cortas este problema se ha reducido notablemente, pero es algo a tener en cuenta.

West of Dead

En el apartado técnico, es complicado ponerle pegas a West of Dead. Primero, en lo visual los chicos de Upstream Arcade se han lucido, ya que han usado un estilo visual que parece sacado de un cómic con muchísimo estilo. Las formas de los personajes, la manera en la que está representada la luz y mucho más no dejaban de sorprenderme, haciendo que sea un espectáculo visual de mucho cuidado. Todo está cuidado hasta el más mínimo detalle, para que el juego entre por los ojos en todo momento.

Con el sonido ocurre lo mismo, gracias a la voz de Ron Pearlman (los textos están traducidos) para dar vida a Mason, reforzando la sensación de estar ante el cómic de Hellboy (el actor interpretó al personaje en las películas de Guillermo del Toro), algo que me encanta. Eso sí, es raro que solo él tenga voz, ya que los demás personajes mostrarán su diálogo por el bocadillo de rigor y punto, lo cual queda un poco raro.

La música también se queda en un segundo plano, de modo que suena bien durante los combates y tiroteos, pero sin llegar a robar el protagonismo de la acción. Algo que sí me ha gustado es ese sonido de guitarra cada vez que hemos limpiado una habitación, siendo un alivio cuando lo escuchamos cuando sobrevivimos a duras penas.

West of Dead

Conclusión

Me he enganchado de lo lindo a West of Dead como a otros rogue-lite de calidad en los últimos años, ya que las mecánicas son geniales, es algo fresco respecto a lo visto en otros rogue-lite (y otros shooters de doble stick en general), y sobre todo, es adictivo. Ese ciclo de ir superando habitaciones, conseguir más poder, avanzar en la trama y demás es casi una droga que nos mantendrá pegados hasta llegar a los títulos de crédito.

Es cierto que varios problemas evitan que el juego llegue al nivel de Dead Cells, pero eso no quita que West of Dead tenga el potencial para alcanzarlo a base de futuras actualizaciones, DLCs o una secuela. Lo que tienen aquí los chicos de Upstream Arcade es genial a nivel técnico, los tiroteos son una delicia y la progresión dentro de una partida es increíblemente satisfactoria. Si buscáis otro rogue-lite roba-horas, West of Dead se convertirá en un Purgatorio del que no querremos salir.

8

Nos consolamos con:

  • El apartado visual es una maravilla. Es un cómic en movimiento
  • Las mecánicas de los tiroteos son excelentes
  • El uso de las sombras y la luz añade una capa táctica muy interesante

Nos desconsolamos con:

  • Se echa en falta una mayor variedad de enemigos, armas y habilidades
  • El número de pecados para obtener nuevas armas se antoja algo excesivo
  • Los escenarios no cambian mucho entre sí

Ficha

  • Desarrollo: Upstream Arcade
  • Distribución: Raw Fury
  • Lanzamiento: 18/06/2020 - Próximamente en PS4 y Switch
  • Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés
  • Precio: 19,99 €

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