Una de las franquicias más fructíferas en el mundo de los videojuegos es sin duda Warhammer. Tenemos títulos cada pocos meses en toda clase de géneros y basados en la mayoría de sus sub-sagas. En VR ya tuvimos un título bastante divertido en forma de Warhammer 40K: Battle Sister, pero ahora es el turno de Warhammer Age of Sigmar: Tempestfall.
De la mano de Carbon Studio, el equipo polaco pasa de la magia de la franquicia The Wizards con la intención de sumar ataques cuerpo a cuerpo a los mágicos, que son por los que más han destacado sus juegos. ¿Su objetivo? Crear el título más ambicioso del equipo, tanto a nivel técnico como de mecánicas y de tamaño. Así que agarrad vuestras armas y recargad los relámpagos, porque toca realizar un análisis… ¡Por Sigmar!
Contra los malvados nigromantes
La trama de Warhammer Age of Sigmar: Tempestfall es de lo más sencilla. Como enviado especial por un ser místico, nuestro objetivo será acabar con el ataque de un nigromante. Tras un necroseísmo, toda una ciudad ha acabado destruida, con los muertos levantándose para causar el caos. Al final, el argumento es una simple excusa para ir de un punto a otro, con que ni es gran cosa ni tampoco se pondrá en medio de nuestro divertimento.
Al menos, hay ciertas cosas que me gustan. Para empezar, nuestro personaje tiene voz, por lo que soltará algún que otro chascarrillo en función de las situaciones a las que nos enfrentemos. También es importante destacar que podremos seguir lo que está ocurriendo pese a no saber nada de Warhammer o esta sub-saga en particular. Nos soltarán mucho «mumbo-jumbo» con términos raros, y si queremos enterarnos de las diferentes facciones, grupos de nuestro ejército, etc, entonces habrá muchos documentos opcionales para profundizar en el lore.
Lo mejor de The Wizards y Until You Fall - Combate
En la parte jugable, Warhammer Age of Sigmar: Tempestfall es una aventura de acción, por lo que una gran parte del tiempo vamos a estar combatiendo contra las fuerzas del mal. Para ello contaremos con 3 armas desde el primer momento: una espada, una especie de hacha y una gigantesca lanza. Podremos equipar cualquiera de ellas en nuestras manos, para usar dos a la vez.
A la hora de combatir, no hay un sistema de físicas como en Blade & Sorcery, sino unas mecánicas claramente inspiradas en Until You Fall. Cuando un enemigo nos vaya a atacar, aparecerá un indicador en pantalla para poder bloquear el tajo. Eso sí, cada arma tiene un punto de acción diferente, por lo que la lanza sólo afecta a los enemigos con su punta, mientras que la espada tendrá todo su filo como parte interactuable. Hay que acostumbrarse a esto, pero así tenemos diferentes alcances para atacar o defendernos, pese a que obviamente es raro que el mango de las armas sea totalmente incorpóreo.
El otro elemento del combate es el de la magia. Cada arma tiene unos hechizos diferentes, que se activarán al mantener el gatillo pulsado y hacer un corte lateral, levantar el arma sobre nuestra cabeza o hacer una estocada. De serie, tendremos un hechizo para cada arma, pero luego podremos ir desbloqueando los demás. La espada tiene habilidades más centradas en el combate cuerpo a cuerpo (como lanzarnos a por enemigo o aumentar nuestro ataque), mientras que la lanza tiene más hechizos zonales. Encontrar la combinación adecuada de armas para nuestro estilo de juego es una de las gracias de Warhammer Age of Sigmar: Tempestfall, y es lo que me ha hecho disfrutar tanto las diversas peleas del título.
Explorando que es gerundio
Además de combatir sin parar, también tendremos tiempo para explorar el mundo que nos rodea. Estamos ante un juego más o menos lineal, pero la gran ciudad que sirve como escenario principal es casi como un hub desde el que acceder a los diversos escenarios. Este gran mapa irá ampliándose poco a poco, desbloqueando atajos para tener acceso siempre a nuestra base, que será donde mejoremos nuestras armas.
Junto a las misiones principales, habrá mazmorras secundarias centradas en la escalada, pequeños rompecabezas o más combates. La mayor recompensa (además del viaje) estará al final, en forma de recursos para mejorar las armas. Al mismo tiempo, las misiones principales y esta ciudad (junto a otro entorno en la parte final del título) tienen diversos secretos para obtener más lore y recursos, por lo que Warhammer Age of Sigmar: Tempestfall nos va a animar a explorar hasta el último rincón.
En cuanto a las secciones de escalada y los puzzles, por lo general son bastante sencillos. Si queremos saltarnos las partes más «plataformeras», podremos omitirlas al pulsar un icono, sin recibir ninguna penalización ni nada por el estilo. Los rompecabezas suelen consistir en activar alguna palanca o buscar un engranaje, por lo que de nuevo, no es nada del otro mundo, pero ayuda a tener variedad.
Un diseño de niveles digno de Sigmar
Otro aspecto muy positivo de Warhammer Age of Sigmar: Tempestfall es el diseño de niveles. Además de tener un buen equilibrio entre escalada, pequeños rompecabezas y el combate, saben ofrecer algo único en cada fase para que constantemente nos llevemos una sorpresa. Además, tenemos esta zona central con partes que se van abriendo poco a poco, de una forma un poco Souls que nos muestra cómo todo está interconectado.
Los últimos niveles son realmente espectaculares, con incluso pequeños elementos de terror y una arquitectura totalmente loca, que nos prepara de maravilla para el desenlace final. La sensación de escala de cada entorno y esta enorme variedad es uno de los puntos fuertes del juego, lo que de nuevo, incrementa nuestras ganas de explorar hasta el último rincón del juego.
¿Así sería un musou en VR?
Un pensamiento que me pasó por la cabeza durante todo el juego es que estamos ante lo más cercano de un Dynasty Warriors o, en general, cualquier musou en Realidad Virtual. ¿El motivo? En Warhammer Age of Sigmar: Tempestfall nos vamos a enfrentar casi siempre a un amplio número de enemigos. Los esqueletos caerán como moscas, mientras que los espectros serán nuestros principales oponentes. Hay una tercera facción en el último tramo del juego, pero tampoco están muy presentes en la aventura.
Al tener ataques mágicos de amplio alcance, arrasaremos con bastantes enemigos de golpe si lo hacemos bien y usamos la lanza. De hecho, la progresión es bastante similar, al ir aumentando el daño del arma (también cambia su aspecto visual), y después ir mejorando cada hechizo por separado. Así causaremos cada vez más daños, algo clave si queremos sobrevivir a los retos que nos esperan. Ya os aviso que si no domináis bien el tema de los bloqueos y los hechizos, los últimos compases del juego se os van a atragantar, al mandarnos más enemigos poderosos juntos que al principio.
Con toda esta diversión en los combates, la variedad y el diseño de niveles, nos vamos a enganchar durante las 6 horas que dura el juego. Es una duración buena para cualquiera aventura de acción, pero sobre todo en VR, donde es habitual estar ante títulos más cortos.
A veces los nigromantes ganan
He dicho muchos elementos positivos, pero claramente Warhammer Age of Sigmar: Tempestfall tiene varios defectillos que juegan en su compra. El primer y más obvio está en la falta de variedad de enemigos. Casi todo el tiempo vamos a pelear contra los espectros, y aunque hay varios tipos en función de su cráneo y armas, al final tienen comportamientos más o menos similares, además de parecerse bastante.
La variedad de la tercera facción llega muy tarde y dura poco antes de volver a los espectros. Los esqueletos tampoco se combinan para tener una suma de enemigos «masilla» y los más duros, lo cual podría haber aportado más variedad. También habría estado bien sumar algún arma extra, como la gigantesca ballesta que porta uno de los soldados con los que nos toparemos, su súper martillo o su gigantesco escudo. ¿Quizá en una futura actualización?
También choca la reducción en la interacción con el entorno respecto a The Wizards. Podremos agarrar algún que otro objeto, pero no es nada muy destacable. Echo en falta poder lanzar objetos por los aires y más cosas. Eso por no mencionar el cómo las armas atraviesan absolutamente todo, lo cual resta algo de inmersión. El uso de los hechizos mediante gestos, si bien no funciona mal, me ha parecido menos preciso que en The Wizards, por lo que a veces hacía un hechizo cuando quería hacer otro. No es algo que rompa la experiencia, pero sí se podría haber pulido un poco más.
Por último, hay unos cuantos bugs, que ojalá, estén arreglados para cuando tengáis el juego en vuestras manos. No son muy graves, pero en una fase los diálogos no se activaron, por lo que saltaron todos de golpe al final, y hasta que no los escuché todos, no pude activar la única palanca que había en el escenario para avanzar. En la batalla final, directamente el jefe final no se materializaba en ocasiones, teniendo que recargar el punto de control hasta que por fin se digne a aparecer para luchar contra nosotros. No son los más graves del mundo, pero se echa en falta un poco más de pulido.
También estaría bien tener tantas opciones en la dificultad como en el confort. Ahí Carbon Studio es ejemplar, al darnos opción de movimiento libre, teletransporte, giro suave, por grados, uso de viñetas, etc. Por contra, no hay más que una dificultad. Tampoco hay aspectos rejugables, ya que al acabar la historia, sólo tendremos la opción de empezar de cero, sin mantener las mejoras ni nada por el estilo. Un modo arena o desafíos varios como en The Wizards le haría mucho bien.
Valores de producción dignos de un AAA
Un aspecto donde el estudio polaco ha hecho un trabajo increíble es en el de los gráficos. Warhammer Age of sigmar: Tempestfall parece un AAA, cuando claramente lo ha hecho un estudio de tamaño medio tirando para lo alto. El trabajo artístico es descomunal, ofreciendo un escenario que nos quitará el aliento tras otro. La arquitectura con tantas calaveras es muy exagerada, pero ese es el encanto de Warhammer. Lo mismo que las armaduras gigantescas y las armas descomunales, algo que han clavado a las mil maravillas.
La calidad de las texturas y la iluminación es espectacular. Las animaciones también destacan para bien, junto con los efectos de partículas. Dado el alto número de ataques de tipo rayo que vamos a lanzar, es clave que luzcan de maravilla, y vaya si lo hacen. Un detalle que me ha encantado es que la magia de las armas la veremos representada por las runas de dicha arma, para mantener la interfaz como algo que forma parte del juego.
La optimización tampoco está nada mal, al poder mover el juego con todo al máximo sin demasiados problemas. Eso sí, no sé si es algo de mi PC o un bug de fuga de memoria, ya que cuando llevaba un tiempo jugando, el rendimiento caía en picado. Al cerrar el juego y volver a abrirlo se solucionaba, además de no haber tenido un problema así con Lone Echo II. Pero lo dicho, como apenas juego en PC, puede que haya tocado algo mal y sea culpa mía, con que no se lo echo en cara a Warhammer Age of Sigmar: Tempestfall.
El apartado sonoro también es excelente. Los efectos de las armas son increíblemente contundentes, al igual que los efectos de los hechizos. Las voces en inglés son de calidad (hay subtítulos en castellano muy bien traducidos, tranquilos), mientras que la música tiene un marcado tono épico que le sienta de maravilla.
Conclusión
Desde Carbon Studio nos ofrecen su juego más grande hasta la fecha, ya que Warhammer Age of Sigmar: Tempestfall es una aventura de acción increíblemente divertida. Los niveles están genialmente diseñados, son variados, el combate une muy bien el cuerpo a cuerpo con la magia y técnicamente es espectacular.
No soy fan de Warhammer como tal (sí de sus juegos), pero me he enganchado al máximo con este título. Siempre quería ver qué sorpresa nos aguardaría en el siguiente nivel, mientras poco a poco le iba cogiendo el truco al sistema de combate. Es cierto que al principio puede hacerse un poco extraño, pero su unión de Until You Fall con The Wizards es realmente potente.
Así que, si os gustan las aventuras de acción y queréis vivir un viaje épico a más no poder, Warhammer Age of Sigmar: Tempestfall os va a cautivar. Me encanta comprobar cómo Carbon Studio sigue mejorando con cada nueva obra, clavando la sensación de hacernos sentir increíblemente poderosos en grandes mundos de fantasía como pocos equipos consiguen.
Nos consolamos con:
- Sistema de combate que mezcla Until You Fall con The Wizards con grandes resultados
- Técnicamente muy, muy espectacular
- Genial diseño de niveles
- Los momentos en los que casi parece que estamos ante un Musou en VR
Nos desconsolamos con:
- La historia es muy olvidable, seamos fans de Warhammer o no
- Bugs varios que no rompen el juego, pero molestan
- Algo más de variedad de enemigos no habría estado mal
- Escenarios poco interactivos pese a todos nuestros poderes
Análisis realizado gracias a un código para Steam proporcionado por Carbon Studio y Evolve PR.
Ficha
- Desarrollo: Carbon Studio
- Distribución: Carbon Studio
- Lanzamiento: 17/11/2021 - Próximamente en Oculus Quest
- Dispositivo VR usado: Oculus Rift S
- Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés
- Precio: 29,99 €
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