The Last of Us – Left Behind

The Last of Us no es sólo uno de los mejores juegos del año pasado, sino que además es de lo mejorcito de la generación que ya está llegando a su final con las nuevas consolas entre nosotros desde hace unos meses. Sin embargo, es recordar la aventura de Ellie y Joel, volver a pensar en los grandes momentos que nos dejó grabados a fuego. Por eso, es normal toda la expectación que había por Left Behind, el único DLC que ampliará una historia de por sí ya magnífica. La base para hacerlo no podía ser mejor: el cómic-precuela «American Dreams», en el que conocimos a Reiley, pero que aquí, junto a Ellie, son las dos grandes estrellas.

La historia se divide en dos frentes. Uno, que ocurre justo después de uno de los momentos clave de la aventura principal, y el otro, en el que vemos a Ellie y su amiga Reiley disfrutar de una vuelta por el centro comercial, algo no demasiado habitual en un mundo post-apocalíptico y lleno de infectados.

Las interacciones entre Ellie y Reiley son fantásticas, con muchos momentos de únicamente cinemáticas o pequeños minijuegos, que son de lo mejorcito del DLC. Ya sólo por eso, y ver cómo ha evolucionado tanto Ellie de un punto a otro de la aventura, es genial.

La jugabilidad, por tanto, varía entre lo visto en la aventura principal en uno de los planos temporales, y más la exploración, diversión y minijuegos en el otro. Estos constantes cambios a lo largo del DLC, junto al ritmo in crescendo en ambas líneas temporales, hace que sea casi imposible soltar el mando hasta que los créditos aparezcan en pantalla. Desgraciadamente, esto es algo que no tardaremos mucho en ver, ya que en apenas unas 2-3 horas, ya habremos visto lo que nos ofrece esta expansión.

Esta duración se puede ver ligeramente ampliada por la búsqueda de trofeos y los diferentes niveles de dificultad, pero básicamente, la duración es el único gran «pero» del DLC.

Otro aspecto que me ha sorprendido es que el apartado técnico está tan cuidado como en la aventura principal. Y es que es bastante habitual encontrarse con expansiones que no lucen tan bien en los gráficos o el sonido, pero ese no es el caso aquí. El doblaje al castellano de Ellie y Riley es perfecto, y el dichoso problema del volumen del juego principal ha pasado a mejor vida. En lo gráfico, las cinemáticas, los escenarios y los diseños están hechos para seguir manteniendo el listón bien alto, demostrando que Naughty Dog no deja absolutamente nada al azar, y que saben muy bien lo que hacen.

Conclusión

Ojala todos los DLCs fueran como Left Behind, ya que no sólo nos ofrecen más de The Last of Us (algo que, de por sí, ya es genial), sino que además nos ofrece una historia personal muy bien contada que tiene un principio y un final para hacernos querer revivir este argumento una y otra vez. Eso por no mencionar cómo de bien se introduce dentro de la aventura principal, despejando algunas dudas que podrían haber quedado en cierto punto.

Así que si quedasteis encantados con The Last of Us, Left Behind se convierte en un DLC prácticamente imprescindible, que os va a hacer disfrutar desde el primer minuto hasta el último.

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