King’s Quest – Episode 2: Rubble Without a Cause

Es absurdo lo muchísimo que hemos tenido que esperar para poder disfrutar de la continuación de las aventuras de Graham, al igual que escucharlas su nieta. Pero por fin la espera ha terminado y ya hemos podido disfrutar de King’s Quest – Episode 2: Rubble Without a Cause. Han pasado varios meses desde el primer episodio (podéis leer el análisis aquí) y muchas cosas han cambiado. Graham ya no es un mero aventurero, sino que se ha convertido en el rey, por lo que le esperan nuevos desafíos a los que un caballero nunca se enfrentaría.

El primer capítulo tuvo varios problemas, pero fue un inicio interesante para este reinicio de la popular franquicia. Sin embargo, contaba una historia bastante autoconclusiva, por lo que en esta ocasión saltamos a una historia completamente nueva dentro de la vida de Graham, para cómo no, que aprenda su nieta una nueva lección que le vendrá muy bien mientras crece también en busca de aventuras.

Si en el primer capítulo intentábamos ser caballeros superando unas pruebas absurdas a más no poder, el tono del juego cambia radicalmente en esta ocasión. Graham y varios otros lugareños importantes han sido secuestrados por los duendes, y será nuestra tarea escapar tomando duras decisiones para ver quién logra escapar con vida y quién no.

Aunque sigue habiendo sentido del humor, ese giro más oscuro es sin duda duro de digerir, pero a cambio la idea es que las decisiones que tomemos tengan más peso. La idea es buena, pero como las decisiones al final son irrelevantes para el devenir de la historia, hubiera preferido que siguieran con el tono más aventurero y divertido del primer capítulo, pero con algún momento dramático ocasional.

Otro problema de A Rubble Without a Cause es que el capítulo entero tiene lugar en la prisión de los duendes, por lo que no hay variedad de escenarios. Además, tampoco hay muchos puzzles que sean complicados. El avanzar como tal es sencillo, estando el reto en mantener a todos con vida. Sin embargo, esto es un poco de prueba y error, ya que es complicado a la primera saber todas las posibilidades de lo que podemos hacer.

La estructura del capítulo entonces es la siguiente: empezamos con un trozo de comida que podemos comer nosotros para recuperar más fuerza, lo que necesitamos para acceder a nuevas zonas de la prisión, o alimentar a los presos. Cada uno de ellos nos propondrá diferentes formas de escapar de la prisión, aunque los rompecabezas para conseguirlo todo son bastante simples y consisten en acceder a una zona nueva, activar algo y esperar al día siguiente o ese mismo día.

Sin embargo, cada preso tendrá cosas interesantes para ofrecernos, como poder cocinar y tener así más comida durante un día, o lograr acceder a una zona necesaria para avanzar en la ruta de escape de otro preso. Así que al final tenemos que hacer un poco de todo con todos, o dejar que mueran de hambre si no les cuidamos. Si esto ocurre eliminamos sus objetivos, pero igual conseguimos algunos objetos que habríamos logrado de otra forma si estuvieran vivos para no quedarnos atascados.

Si el primer capítulo duraba bastante, cerca de las 6 horas, en esta ocasión el episodio se queda en las 2 horas, y se hacen hasta pesadas. Sí, hay algún momento muy divertido, sobre todo al final, pero la mayor parte del tiempo estaremos cuidando de los presos y cumpliendo sus misiones, que no son tampoco muy interesantes. En definitiva, el diseño de este capítulo da la sensación de que se ha hecho de forma mucho más apresurada que el primero, y termina por tanto sufriendo por ello.

Al menos la historia parece que por fin tiene un pequeño hilo conductor, pero de nuevo, sigue sin dejar emocionados por el futuro tercer episodio, y esto ya es algo preocupante. Igual es la estructura de contar historias separadas entre sí, pero si las decisiones que tomamos al final no importan, y no nos dejan expectantes por ver cómo continuará, si encima el capítulo resulta decepcionante como es el caso, el interés por la serie decae.

Por si esto fuera poco, el capítulo viene cargado de problemas técnicos a punta pala, al menos en Xbox One. Hay bajadas de frames y tirones casi todo el tiempo, y los tiempos de carga al entrar a una nueva habitación pueden ser o muy cortos o excesivamente largos. De nuevo, da la sensación de haber hecho todo deprisa y corriendo. Al menos el doblaje en inglés sigue siendo fantástico, pero la falta de subtítulos en castellano sigue siendo un problema para los que no entiendan el inglés.

Conclusión

Esperaba que la serie mejorara en su segundo capítulo y se decidiera por un estilo de juego. En parte lo han hecho y han optado más por la aventura clásica, pero debido a un diseño pobre, King’s Quest – Episode 2: Rubble Without a Cause resulta un paso atrás en toda regla. Una historia que no atrae y que toma un giro demasiado oscuro para lo visto en el primer capítulo, y unos rompecabezas aburridos y no muy complicados hacen que las 2 horas que dura el capítulo puedan hacerse incluso pesadas. Si a eso le sumamos los problemas técnicos y que sigue estando en inglés, pues empieza a haber preocupación por la serie. Espero que para el tercer capítulo no tengamos que esperar tantos meses y el rey Graham vuelva por la puerta grande.