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Luigi’s Mansion 2

Doce años separan Luigi’s Mansion 2 de su predecesor, uno de los títulos de lanzamiento de Gamecube que si bien fue criticado duramente en su momento por los fans (querían un juego de Mario, no jugar a capturar fantasmas con el secundario segundón) el tiempo puso en su lugar. Ahora, y en exclusiva para Nintendo 3DS, podemos disfrutar de las nuevas aventuras del fontanero del peto verde. A continuación podréis encontrar mi análisis del juego.

Luigi’s Mansion 2 es también conocido como Luigi’s Mansion: Dark Moon. Esto es importante de decir porque, como nos indica el segundo título (que, además, corresponde al nombre con el que se ha publicado esta entrega en territorio americano), la trama gira alrededor de una Luna Oscura. Esta Luna hace que los fantasmas de Valle Sombrío sean simpáticos y apacibles, pero por algún extraño motivo un día desaparece y los fantasmas cambian su comportamiento drásticamente.

El Profesor Fesor (un viejo conocido de la primera entrega), que estaba estudiando los fantasmas y su comportamiento, es testigo del cambio y decide acudir a Luigi para que le ayude a descubrir qué ha pasado y quién está detrás del asunto a la vez que restaure la paz en la zona. Y aquí es donde empieza nuestra aventura.

Una aventura que, por cierto, está llena de humor y momentos cómicos, propiciados por el pobre Luigi (y digo pobre porque, por lo general, no nos reiremos con él, sino de él y su desgracia. Y no es que seamos crueles, no, es que él es muy torpe y expresivo) y el Profesor Fesor y su característico sentido del trabajo y el deber. Esto no es nada nuevo, cierto, pero sigue funcionando muy bien.

El primer cambio que encontraremos en el juego es que tras haber estado explorando un poco una mansión encantada y tras haber recuperado la Poltergust 5000 (un aspirador modificado con el que atraparemos a los fantasmas) y capturado los primeros fantasmas, se nos devolverá automáticamente al laboratorio del Profesor Fesor. No, no es que hayamos hecho nada mal, sino que ahora el juego se desarrolla en niveles más cortos (aunque tranquilamente pueden irse a la media hora de duración, o más, si nos paramos a explorar las diferentes salas en busca de secretos). Más adelante, además, desbloquearemos una función especial de nuestra linterna con la que hacer aparecer objetos invisibles para el ojo humano, con lo que revisitar niveles antiguos es una opción a tener en cuenta.

Siguiendo con el tema de los niveles, decir que al final de cada uno se nos puntuará dependiendo de nuestra actuación, teniendo en cuenta el tiempo que tardemos en completar el nivel (cuanto menos, mejor), la salud que hayamos perdido (también, cuanta menos perdamos mejor) y el botín recogido (aquí, al revés que en las otras, cuanto más recojamos mejor se nos valorará). El juego, entonces, nos asignará una medalla (oro, plata y bronce, que se corresponden a 3, 2 y 1 estrella respectivamente) y guardará nuestra mejor puntuación en dicho nivel.

Pero eso no es todo, porque hay más cambios: el otro más destacable es que ya no contaremos con una gran mansión, sino que nos encontraremos con cinco diferentes, cada una con su ambientación bien diferenciada y algunas novedades a nivel jugable que ayudarán a mantenernos enganchados a la consola. Por ejemplo, hay una en el desierto en la que deberemos resolver algún puzle que incluye arenas, rocas y bombas, mientras que la del páramo nevado tiene puzles que se resolverán con hielo, fuego y portales de teletransporte. Porque sí, los puzles serán habituales en este juego, y aunque cada nivel tenga sus propias mecánicas, el uso de la aspiradora y la linterna (incluida su función especial) será fundamental para avanzar.

También hay que decir que los fantasmas han sufrido cambios, y es que ahora deberemos aturdirlos con nuestra linterna antes de poder atraparlos. Esto, además, lo podemos acelerar si movemos a Luigi en la dirección opuesta al fantasma, con lo que cargaremos una barra que nos permitirá dar un estirón y rebajar considerablemente la resistencia de nuestros enemigos. Por desgracia, perdemos la variedad de espectros únicos del original para encontrar unos fantasmas más genéricos. En parte es una decisión cuestionable, cierto, pero como hay diferentes clases tampoco es algo para llevarse las manos a la cabeza. Por ejemplo, el fantasma más básico es el verde, pero cuando avancemos un poco en la historia intentará ponernos las cosas más difíciles tapándose la cara con gorros, máscaras de soldador o gafas de sol (entre otros), haciendo que tengamos que modificar nuestra estrategia para aturdirlo. Y estos no son los únicos, porque también encontraremos unos fantasmas que se esconden en muebles y nos atacan desde lejos arrojándonos objetos si no los capturamos (los azules), unos que nos intentarán asustar por la espalda siempre que puedan (los rosas) o unos grandotes que tienen una mayor resistencia (los rojos). No los he citado todos, pero para que veáis que existe una relativa variedad creo que no hace falta destripar más las sorpresas.

Eso sí, los jefes finales siguen siendo fantasmas únicos que para ser eliminados ya supondrán un reto en sí, y ya no sólo por la mayor dificultad que la mayoría de niveles, sino porque para derrotarlos deberemos encontrar la manera de exponerlos para posteriormente aturdirlos y atraparlos. Estos los encontraremos siempre en el último nivel de cada mansión, así que llegaremos a ellos tras haber mejorado en el juego, y es que en caso de necesitar una mecánica concreta la habremos usado anteriormente.

Mencionar también que a lo largo y ancho de los diferentes niveles encontraremos (o, mejor dicho, podremos encontrar) diferentes elementos ocultos: aparte del dinero (que sirve para mejorar el equipo que lleva Luigi, como por ejemplo con más potencia para la aspiradora o la linterna), y que en ocasiones está escondido dentro de cajas fuertes, detrás de cuadros, debajo de alfombras o en pequeños espacios escondidos tras el papel pintado de las paredes (entre otros) , en cada nivel hay un Boo y en cada mansión hay varias joyas repartidas por el escenario. Los fantasmas, por cierto, sirven para desbloquear un nivel extra en cada mansión, así que compensan el hecho de que estén “mejor” escondidos ya que, por lo general, los localizaremos en objetos que han hecho invisibles y que deberemos revelar con la función especial de nuestra linterna.

¿Y cuánto durará esto? Pues la verdad es que no os lo puedo decir exactamente ya que en mi partida me entretuve bastante en encontrar los diferentes secretos (y aún me faltan) e incluso repetí algún nivel para mejorar mi puntuación a la vez que encontraba los diferentes coleccionables. Pero vaya, para que os hagáis una idea, mi partida duró exactamente 17 horas y 33 minutos (o, al menos, eso decía el contador del juego).

Además, si esto os parece poco, que sepáis que existe un modo multijugador (tanto local como on-line) con el que alargar la vida útil del título. En este modo, y junto a otros jugadores (como máximo 4 simultáneos), deberemos cumplir los objetivos que se fijen para la partida, relativos al modo (capturar todos los fantasmas, encontrar a los “ectochuchos” o buscar las trampillas que nos lleven al siguiente piso), dificultad (normal, difícil y experto) y duración de la partida (de cuántos pisos es la torre: 5, 10 ó 25).

Por cierto, aunque vuestros amigos no tengan la consola podéis jugar a este modo ya que se puede jugar con desconocidos mediante la red, o si no podemos crear una partida con un único cartucho y hasta cuatro consolas. Y en caso de que no conozcáis a nadie con la consola y no tengáis internet en ése momento, se puede disfrutar de este modo solo. No es que sea tan divertido como el modo individual, pero se deja disfrutar. Y en compañía es una opción muy a tener en cuenta. Puestos a poner una pega, diría que el hecho de no poder comunicarnos directamente con otros jugadores (bueno, técnicamente sí se puede, pero sólo mediante expresiones predefinidas asignadas a las diferentes direcciones de la cruceta) hace que plantear estrategias sea complicado cuando no jugamos presencialmente. Ah, por cierto, os advierto que el multijugador se desbloquea tras haber completado los primeros capítulos de la campaña individual, así que no os extrañéis si al empezar vuestra partida no podéis acceder a él.

Para terminar, comentaré los aspectos más técnicos del título. Como ya he comentado, en esta entrega tenemos diferentes mansiones, cada una con una ambientación específica. Esto no sólo se refleja en los objetos decorativos, sino que la música se ve adaptada a estos ambientes. Esta música, por cierto, son en su mayoría variaciones del tema principal del primer Luigi’s Mansion. Todo un detalle, puesto que se trata de una pieza exquisita, y las diferentes versiones acompañan muy bien la acción. A esto hay que añadir unos efectos sonoros cuidados y un excelente “doblaje” (el que cabría esperar de Charles Martinet, la persona que siempre ha prestado su voz de manera magistral a Mario y Luigi, entre otros personajes de Nintendo). Y lo pongo entre comillas porque, como de costumbre, Luigi no dirá frases completas, sino que soltará gritos, gruñidos, alguna palabra y diferentes tarareos según convenga.

En el tema gráfico del cartucho, estamos ante un título espectacular, lleno de detalles muy cuidados. Desde unos modelados y animaciones excelentes hasta unos escenarios grandes y detallados. Los efectos cumplen muy bien, especialmente los de iluminación. Y el 3D, por cierto, es de los mejores que podremos disfrutar en la consola. De hecho, yo he jugado la mayor parte del tiempo con este efecto activado. Y os lo dice alguien que lo prueba en todos los juegos pero lo acaba desactivando en la mayoría. Eso sí, no todo es tan perfecto como puede parecer por mis alabanzas hasta ahora, y es que si bien gráficamente está muy cuidado, es cierto que los dientes de sierra serán una constante. No es nada especialmente grave ni molesta a la hora de jugar, pero sí que es cierto que afea el conjunto.

En cuanto al control apenas he comentado nada, y la verdad es que tampoco lo haré, puesto que por lo general funciona a la perfección. Lo único que criticaría es el uso de los giroscopios de la consola en algunas secciones, y no porque responda mal, sino porque se me antoja menos preciso (y si, además, jugamos con el 3D activado, el efecto se pierde si no miramos la consola desde un ángulo concreto, así que o nos ponemos a hacer el mono frente a la consola o lo vemos mal).

Conclusión

Luigi’s Mansion 2 es uno de los mejores títulos que podéis comprar para Nintendo 3DS, y nos presenta una aventura desternillante que nos tendrá enganchados a la consola hasta que logremos terminarlo. Y no sólo eso, sino que podemos jugar en compañía a un modo multijugador que si bien no resulta imprescindible, permite alargar todavía más la vida útil de un juego largo de por sí gracias a la cantidad de secretos por encontrar en sus preciosos escenarios. Técnicamente, además, resulta muy potente y el efecto 3D es de los más sólidos que podemos encontrar actualmente. Vaya, que si aún no lo tenéis no se a qué esperáis para haceros con una de las mejores experiencias que nos ha brindado Nintendo en los últimos tiempos.

Lo mejor

  • Largo y variado
  • Muy divertido de principio a fin
  • Técnicamente muy bueno
  • Multijugador, tanto local como on-line, para alargar la vida útil
  • El efecto 3D, muy logrado

Lo peor

  • La comunicación en el modo multijugador resulta muy limitada
  • Los abundantes dientes de sierra

Ficha

  • Desarrollo: Next Level Games
  • Distribución: Nintendo
  • Lanzamiento: 28/3/2013
  • Idioma: Totalmente en castellano
  • Precio: 44.95€

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