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Thief VR: Legacy of Shadow

La Realidad Virtual necesita grandes sagas para atraer las miradas, y al mismo tiempo, puede ser una forma estupenda de continuar con sagas que hace unos años estaban algo ocultas. Es algo que Vertigo Games está haciendo bastante bien, con el excelente Metro Awakening del año pasado. Ahora es el turno de la saga Thief, que desde 2016 no ha recibido ninguna entrega, dando básicamente por «muerta» a la saga. Ahora es el turno de revitalizarla bajo un nuevo prisma con Thief VR: Legacy of Shadow, a ver si puede volver a robar nuestra atención una vez más.

En esta ocasión, Vertigo Games no es el desarrollador, sino que el encargado de este nuevo título es Maze Theory, autores de juegos más enfocados en la parte narrativa como Peaky Blinders: The King’s Ransom… Con la parte jugable dejando más que desear. Esto ha supuesto un cambio importante para el estudio, y se nota la enorme evolución que han tenido para potenciar los aspectos en los que cojeaban sus anteriores títulos. ¿El resultado? Un juego de sigilo que logra ser de lo más intenso y emocionante que podemos disfrutar en nuestros visores en sus mejores momentos, pero que también descuida varios aspectos para que este gran robo se quede a medias.

Debes estar súper incómodo con esa armadura puesta, pero sigue durmiendo que aquí no está pasando nada de nada a tu lado

El regreso de Garret

Tengo que reconocer que este es el primer juego de Thief que juego en su totalidad, habiendo apenas tocado el reboot de 2016 precisamente para comparar un poco esta entrega VR con las más tradicionales. Así que, a nivel narrativo, no tengo ni idea de dónde encajaría este Thief VR. Por lo que ha dicho el estudio, es canónico con todos los demás títulos, situándose varios siglos después de los otros juegos, para no contradecir nada, y al mismo tiempo poder disfrutarse incluso sin conocer el resto de la saga.

Esto es cierto, pero porque la parte narrativa es bastante pobre, algo que me ha pillado a contrapié por ser una obra de Maze Theory. En esencia, somos la ladrona Magpie, nos encomiendan robar unas reliquias al malvado barón Northcrest, y acabamos con un ojo mágico que contiene el alma de Garret, el protagonista principal de la saga, con su actor original volviendo al papel, Stephen Russel. A partir de ahí tenemos que seguir robando para detener al villano antes de que haga algo malo malísimo con el hechizo que está preparando… Y ya.

No sé si es por la falta de interés que tengo en este mundo que estoy empezando a descubrir, pero no llegan a contarnos nada interesante. Northcrest es un villano tan genérico como aburrido, Magpie como heroína tampoco llega a ser interesante, y Garret, pese a ser solo una voz en nuestra cabeza, al menos tiene un poco más de carisma con las frases que suelta. Pese a querer meternos de lleno en su mundo steampunk y fantasía, Thief VR sólo logra crear una atmósfera interesante, pero no hace nada con ella para que nos atrape.

A Northcrest lo del cosplay se le está yendo de las manos

Una ladrona brillante…

En la parte jugable, las primeras sensaciones que deja el título son increíbles. El uso de las ganzúas es divertido pero da pie a momentos intensos mientras intentamos abrir una cerradura antes de que nos descubran los guardias de la zona. ¿Cómo mantenernos en las sombras? Apagando las velas de la zona, ya sea soplando físicamente para tener más inmersión, o con nuestros dedos. Incluso hay cuadros con mecanismos ocultos, para que vivamos al máximo la fantasía de ser un ladrón de élite. El arco también me ha parecido muy bien pensado, al tener una mirilla para no desperdiciar las limitadas flechas (de agua, cuerdas, mortales o romas) por fallos de precisión. Sin olvidarnos del ojo mágico, que nos dará una especie de «Visión Detective», pero sin atravesar las paredes, para que no nos den el robo en una bandeja de plata… Que por supuesto también birlaríamos.

Está claro que Thief VR tiene sus mecánicas principales muy cuidadas, para que todo sea tanto accesible como inmersivo. ¿El arma secreta del juego? Su diseño de niveles. Estamos ante las mejores fases que hemos podido ver en un título exclusivo de Realidad Virtual, al plantearnos escenarios más o menos abiertos con un objetivo principal, que por lo general, es robar algo. Para ello, tendremos que activar algún mecanismo, lo que nos obligará a encontrar otros objetos por todo el mapa, pudiendo hacerlo todo en el orden que queramos.

Si como ladrona no se puede ganar la vida, está claro que como cerrajera, Magpie tiene futuro

Así veremos la absurda cantidad de rutas que hay disponibles para que pasemos entre los guardias, ya sea usando coberturas, buscando pasadizos secretos, aprovechando las alturas, por medio de los conductos de ventilación, o una mezcla de todas según el estilo de juego que queramos seguir. ¿Queremos ser un fantasma que no deje ningún rastro? ¿Intentamos noquear a los guardias para que no nos molesten? La decisión está en nuestras manos, y al finalizar cada misión, una serie de sellos nos recompensarán si alcanzamos algún hito.

A su vez, están los objetivos secundarios, que nos animarán a buscar objetos para robar por todas partes, como buenos ladrones que somos. Si no está anclado al suelo, nos lo podremos llevar a la buchaca para ver cómo aumentan poco a poco nuestras arcas. Alcanzando una cantidad de dinero por nivel y/o encontrando la reliquia oculta, podremos obtener una mejora, que nos permitirá tener más salud, hacer menos ruido o empezar las misiones con varios tipos de flechas. Todo esto aumenta aún más la rejugabilidad de una campaña de por sí bastante completa, pudiendo durarnos fácilmente unas 8-10 horas a poco que nos pongamos a inspeccionar a fondo los escenarios.

El curso de Rayman sobre cómo ser un ladrón con manos flotantes ha dado sus frutos

… Pero que acaba engullida en las sombras

Sobre el papel, Thief VR lo tiene todo para triunfar, pero no tardaremos mucho en ver cómo el golpe de Magpie no termina de llegar a buen puerto. Para empezar, las misiones son bastante extensas, y pese a tener puntos de control muy frecuentes, por algún motivo no se guarda el progreso, por lo que no podremos dejar a medias una misión para retomarla más tarde. Es algo que deben parchear sí o sí, porque es algo totalmente absurdo.

Luego está el combate, que es un auténtico desastre. Esto no debería ser mucho problema, al ser Thief VR un juego de sigilo, por lo que es algo que debemos evitar a toda costa. Cuando nos enzarzamos en un duelo con un soldado, tendremos que bloquear varios golpes con nuestra porra, para así atontar al guarda y poder finalmente noquearle. Este proceso es lento y ortopédico, ya que fuera de estas acciones, da igual lo que hagamos, ya que atravesaremos al enemigo con nuestro arma sin que se inmute. ¿Nos golpea? El feedback es horrible, por lo que la inmersión que se tiene por las demás mecánicas, aquí brilla por su ausencia.

Maldita sea, ya van a resucitar todos los monstruos de Hyrule

Con la idea de evitar a toda costa el combatir, eso hace que el sigilo tenga todavía más peso en la experiencia global… Y desgraciadamente, la IA es el otro punto flojo del título. No es algo nuevo en el género y en la VR en general, pero en Thief VR se llevan la palma. Los guardas siguen patrullas increíblemente básicas, y su comportamiento es de todo menos natural. A veces no reaccionarán al ver los cuerpos de sus compañeros, se quedarán pillados en un sitio por bugs de manera muy frecuente, y a poco que cambiemos de habitación, parece que dejamos de existir para ellos.

Si por lo que sea nos pillan, a veces parece que estamos replicando una persecución de Scooby-Doo, rompiendo muchas veces la tensión y la inmersión. Eso por no mencionar el audio, que está también más bien roto. Las frases genéricas de los soldados o sus ronquidos una vez han sido noqueados los escucharemos a kilómetros, aunque haya varios muros, pisos y puertas de por medio.

También hay problemas con las físicas de los objetos y la manera de agarrarlos. Es relativamente común que al intentar coger un objeto, Magpie coja su porra del cinturón. O si estamos agachados, parece que no se ajusta bien la altura ni tras la calibración inicial, por lo que no estaremos totalmente agachados, lo que hace inservibles algunas coberturas o hace que sea un engorro abrir todos los cajones de los muebles con los que nos topemos. Hasta algo básico, como la posición de las manos al escalar o agarrar una cuerda, está mal planteado, como si sujetáramos el aire. Es absurdo, y es una clara muestra de que a Thief VR le hace falta un pulido general de manera urgente.

Ningún guardia se pone a mirar por si hay alguna ladronzuela en el techo… Ni pueden escalar con esa armadura tan pesada. ¡La altura es nuestro territorio!

Sin aprovechar todas las herramientas para robar

En la parte técnica, Thief VR también tiene está lleno de luces y sombras. Por un lado, la parte artística es muy potente, logrando crear una atmósfera steampunk fantástica. Hay algunos escenarios y estampas que entran por los ojos, e incluso cuando empiezan a repetirse los escenarios, los cambios que les dan hacen que cada visita sea única. ¿Problema? Jugando en PS VR2, se nota que estamos ante un título que se diseñó para Meta Quest 3, y apenas hay mejoras que aprovechen la potencia técnica, cuando el título lo pide a gritos.

Esto sobre todo lo notaremos en la iluminación, que es increíblemente plana. Como mucho, los braseros a veces generarán una pequeña sombra, pero nada más. Así que en vez de tener múltiples fuentes de luz que nos obliguen a buscar las sombras, casi todo es una cuestión binaria de «estamos en un foco gigante o no», sin nada entre medias que haga más interesante el proceso de infiltración o dé pie a estampas más interesantes aprovechando tanto el entorno como la iluminación. Eso por no mencionar más limitaciones, como lo clónicos de los soldados o la repetición de objetos a robar incluso cuando se supone que son reliquias únicas.

El sonido, si no fuera por el problema mencionado con las voces y los ronquidos, sale mucho mejor parado. El trabajo de los actores en inglés es bastante bueno, y la música logra mantener la tensión durante la infiltración o de cuando nos descubren. También hay buenos efectos cuando robamos algo que nos anima a seguir ramplando con todo, saber si pisamos sobre cristales o no, que ayudan a mantener la inmersión.

Magpie tiene una mascota de altos vuelos

Conclusión

Thief VR: Legacy of Shadows es un título lleno de luces y sombras. Cuando funciona, es fácilmente de los mejores juegos de sigilo que podemos disfrutar en nuestros visores. Las mecánicas como tal, junto al excelente diseño de niveles, nos permiten vivir la fantasía de ser unos ladrones como nunca antes. Por desgracia, la IA es un desastre, el combate es tan malo que hasta nos anima a evitarlo a toda costa, y hay multitud de bugs.

Vertigo Games y Maze Theory han lanzado el juego a medio cocer, con todavía muchísimo por pulir para que el título alcance su potencial. Muchos de los problemas se nota que vienen porque no se ha terminado de pulir la propuesta, y es una lástima, ya que una saga tan mítica como esta merecía estrenarse por todo lo alto, en vez de quedarse a medias. Cuando los parches lleguen, entonces la experiencia será mucho más redonda. Pero hasta entonces, quizá no es mala idea seguir planificando nuestro robo para actuar cuando llegue el momento adecuado.

7

  • Excelente diseño de niveles
  • Campaña muy completa y rejugable
  • Artísticamente muy llamativo
  • Excelentes mecánicas VR
  • Visualmente se nota que es un juego diseñado para Meta Quest, por lo que no llega a explotar PS VR2 ni un poquito
  • La IA es desastrosa
  • Combate horrible
  • No poder continuar una misión que hayamos dejado a medias
  • Los problemas con el audio de las voces y los ronquidos

Análisis realizado gracias al código para PS VR2 ofrecido por PLAION.

Ficha

  • Desarrollo: Maze Theory, Eidos Montréal
  • Distribución: Vertigo Games, PLAION
  • Lanzamiento: 04/12/2025
  • Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés
  • Precio: 29,99 €

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