[GC 24] Impresiones de Dragon Ball: Sparking! ZERO. La fórmula Tenkaichi vuelve más fuerte que nunca

Dragon Ball Budokai Tenkaichi fue el origen de lo que hoy conocemos como arena fighters, que tan populares se han vuelto en las adaptaciones anime. Y aunque no siempre han tenido muy buena fama, el inicio de este sub-género de lucha no podía ser mejor. Era imposible no quedar con los amigos, echarse unos vicios en la PS2 eligiendo entre las decenas de Gokus posibles. Esta misma diversión regresará este año gracias a Dragon Ball: Sparking! ZERO, el nombre original de la franquicia en Japón, que va a volver por la puerta grande.

Y ojo, no soy seguidor de Dragon Ball ni nada por el estilo. Habré visto algún capítulo suelto pero nunca me ha terminado de atrapar… Pero vaya si no me lo pasé en grande probando la demo del juego durante la Gamescom. Fue un golpe de nostalgia a esas partidas de antaño a los Tenkaichi, pero con más brilli-brilli y explosiones que nunca.

¡Tú eres mi rival!

Uno de los puntos fuertes de Dragon Ball: Sparking! ZERO va a ser claramente su presentación. Ya no sólo por la parte visual, que eso es más que obvio, sino también por el fanservice. Al igual que en Mortal Kombat, todas las posibles combinaciones dan lugar a un diálogo diferente para mostrar las rivalidades entre los dos luchadores que se van a liar a tortas en unos momentos.

Probé 5 combinaciones distintas contra Vegeta, y en todas ellas había diálogos únicos, lo cual es genial. Le da un toque más dramático a la lucha, algo que es clave en todo buen anime shonen que se precie. Y en efecto, el juego es literalmente la versión híper-vitaminada de un anime. La estética es sencillamente increíble, tanto para representar a los personajes como los escenarios.

Pero eso no es nada en comparación cuando los golpes empiezan a repartirse. La pantalla se llenará de efectos mientras se lanzan «kamehamehas!» y demás habilidades, con efectos devastadores tanto para el rival como para el entorno. Es de locos pelear en la ciudad y acabar prácticamente en un solar tras mandar volando al rival por un edificio, o reventarlo todo a nuestro paso con nuestras técnicas definitivas después de que evitaran nuestra ofensiva. Dragon Ball: Sparking! ZERO es un regalo para los sentidos, y aunque no seamos fans, es imposible dejar de mirar a la pantalla hasta que un contendiente al fin es derrotado… Deseando en ese momento saltar a otra batalla para que el espectáculo nunca se termine.

Vaya palizas se llevó el «pobre» Vegeta durante la demo

El arena fighter perfeccionado

Pero Dragon Ball: Sparking! ZERO es mucho más que una cara bonita. Hay un motivo por el que los Tenkaichi son tan bien recibidos, y no es sólo por marcar el camino a seguir para este tipo de adaptaciones, sino porque a los mandos era rematadamente divertido. Lo mismo ocurre aquí, ofreciendo un esquema de control muy sencillo, ideal para que cualquiera pueda participar en una pelea épica, seamos expertos o no en el género de la lucha.

Así que, las bases se mantienen, pudiendo volar en 360º mientras la lucha continúa estemos donde estemos, lanzamos proyectiles consumiendo nuestro ki o vemos cuál es el mejor momento para cargarlo y así luego lanzar los ataques más potentes. Hacer los bloqueos para transportarnos a la espalda del rival sigue siendo igual de divertido, imaginándonos cómo sueltan un «nani!» de manual antes de que les hagamos un combo bien potente.

Algo que me parece muy interesante de Dragon Ball: Sparking! ZERO es cómo manda a la porra algunos conceptos básicos de los juegos de lucha, como el equilibrio. Hay diferentes niveles de poder entre los personajes, y eso se representa en sus estadísticas. Hice un combate de Videl contra Vegeta, y me costó muchísimo más que cuando controlaba Beerus, con quien barrí el suelo con mi rival. Es otra forma de fanservice, pudiendo plantearnos retos propios y lograr victorias duras pero que serían imposible en el anime.

Los escenarios acabarán hechos triza para demostrar el poderío de los contendientes

El regalo perfecto para los fans de Dragon Ball

Ya decía antes que no soy un gran seguidor de Dragon Ball, pero vaya si no me lo he pasado en grande jugando a Dragon Ball: Sparking! ZERO. Es cierto que me preocupa a largo plazo lo repetitivo que se puede o no volver dada la «sencillez» del combate. Pero es lo mismo que le ocurría a los Tenkaichi originales y al final estábamos horas, horas y más horas jugando con amigos.

Porque al fin y al cabo, eso va a ser este Dragon Ball: Sparking! ZERO. El patio de recreo ideal donde enfrentar a los personajes de la franquicia junto a nuestros amigos en combates todavía más épicos de los que podemos ver en la serie. Así que ya sabéis, el 11 de octubre id quedando con vuestros colegas, que los vicios junto a Goku, Vegeta y compañía están más que garantizados.

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