¿Alguna vez os habéis preguntado cómo sería un Sonic R súper edgy? Vamos, un Shadow R. O dicho de una manera más directa, un Mario Kart donde se compite a pie usando el parkour y todo esté lleno tanto de muerte como de sangre. ¡Que para algo somos los más edgies del lugar! La visión de esta loca combinación se traduce en DeathSprint 66, donde Sumo Digital mete esa parte +18 al añadirle un último ingrediente secreto: el mundo futurista distópico de RoboCop.
Con la premisa de volver a las batallas de gladiadores de antaño, han empezado a surgir los clones. Porque claro, ver un reality como Wipeout, Grand Prix o Humor Amarillo ya no es suficiente. ¡Necesitamos sangre! Así que nada, a darles matarile a millones de clones sólo por nuestro entretenimiento. El capitalismo en su máxima expresión, con las corporaciones dando un valor prácticamente nulo a la vida «humana». Hace poco he podido probar una versión pre-alfa del juego, y está claro que DeathSprint 66 nos va a dar muchísima velocidad, sangre y grandes piques, como sólo los grandes arcades de la velocidad saben ofrecer.
Antes que correr hay que derrapar
Esta ambientación futurista puede sonar a una idea graciosa para contextualizarlo todo, pero es algo que se apreciaba en todas las partes de DeathSprint 66. Veremos en los menús y las pantallas de carga el equivalente a titulares de las noticias, mostrándonos más de este oscuro futuro, pero con un humor negro que, en efecto, no para de recordar a las clásicas películas de RoboCop. En principio, habrá un modo PvE donde igual se puede explorar más la parte argumental, pero no nos pudieron dar más detalles.
La toma de contacto se centraba al máximo en las carreras PvP, que serán el eje central del título. Aquí, las mecánicas son las que brillan más que las luces de neón que adornan los diferentes circuitos. Sí, estamos ante un Mario Kart, con los diferentes potenciadores, turbos a recoger, derrapes, etc. La particularidad es que, al ir corriendo, el parkour se convierte en nuestra principal herramienta para volar por la pista.
Así que, si vemos una pared, podremos correr por ella como si estuviéramos en Prince of Persia, pero sin temor a caernos. ¿Raíles a los que agarrarnos o por los que deslizarnos? Pues a aprovecharlos y girar nuestro cuerpo para evitar posibles trampas en nuestro camino. La idea es siempre estar corriendo y a toda pastilla, aprovechando la salida acelerada inicial, el turbo que ganaremos al derrapar (esencial para las curvas cerradas) o coger rayos, o aprovechando las bajadas para deslizarnos.
Los circuitos ofrecen diferentes rutas… ¿cuál será la más rápida y menos mortal de todas?
En esa curva me maté yo… y mis decenas de clones
Pero claro, sólo correr no sería divertido ni se podría equiparar a los gladiadores de antaño. ¿Dónde están las muertes y las vísceras? Con las armas y las trampas que hay por el circuito. Nos esperan cuchillas gigantes, rayos láser y minas, que nos dejarán hechos picadillo. Con sólo rozarla acabaremos reventados de la manera más cruenta y gore posible. De hecho, es algo que están puliendo, ya que el efecto de la sangre estaba desactivada en la demo jugada al causar problemas de rendimiento. Pero vamos, en los vídeos que nos enseñaron, está claro que es algo que le dará todavía más comedia negra y personalidad a DeathSprint 66. Ya de por sí ver cuerpos, cabezas o extremidades por la pista es de lo más absurdo e hilarante posible.
Con las armas ocurre lo mismo, habiendo muchas que son similares a los items de Mario Kart, con armas teledirigidas, escudos, armas de uso directas, u otras más potentes para cuando vamos los últimos en la carrera y tenemos que ganar unos cuantos puestos rápidamente. Este es quizá el punto donde el juego más margen de mejora tiene en algo clave dada la velocidad a la que nos movemos: la legibilidad.
En vez de ver claramente el objeto que lleva un rival, sólo se ve indicado por un pequeño holograma a su espalda. Y creedme cuando os digo que DeathSprint 66 es un juego muy, muy, muy veloz. Cuando estamos con el turbo a tope, esquivando trampas y a los propios oponentes, entramos casi en un estado «zen», donde reaccionamos más rápido de lo que pensamos que somos capaces, y la sensación es sencillamente mágica. Son de lejos los mejores momentos del juego… Además de las victorias en el último momento, cómo no.
Vamos a morir infinidad de veces… Para desgracia de nuestros clones
La magia del parkour
Esa combinación de armas, muertes y lo gore es sólo parte de por qué DeathSprint 66 es tan sumamente divertido. Lo que realmente hace que brille es lo rematadamente divertido que es sencillamente correr. Los controles son híper satisfactorios, clavando todo el tema de los derrapes, los saltos, los deslizamientos y haciendo posible esquivar las infinitas trampas que nos esperan. Es la clave para que cualquier arcade de velocidad funcione, y el resto son «adornos».
Sin esa buena base, no podría haber los piques que vivimos en esta pre-alfa. No paraba de intentar llegar a lo más alto, encontrar algún nuevo atajo y reventar a todos los rivales que tenía a mi paso. Además, ya iba conociendo los secretos de los 5 circuitos por los que competimos, con algunos basados más en el parkour sin tantas trampas, otros con cuchillas por todas partes y otros que son sprints donde cosas como las minas no serán tan útiles… salvo que tengamos a alguien justo por detrás, claro.
Ahora mismo, lo que le falta a DeathSprint 66 es básicamente pulido. Algunas animaciones son algo toscas en comparación con las demás. La legibilidad de algunos elementos es mejorable para que podamos ver bien tanto a los oponentes como a las trampas, y que las muertes no parezcan de pegote para no frustrarnos, y pensar mejor «ah, esto ha sido porque la he cagado o por mi rival». También está el tema del ritmo entre carreras, ya que si la competición duraba apenas 2-3 minutos, luego estábamos el mismo tiempo entre pantallas de carga o menús de recompensas.
Quien diseñó estas pistas no tenía en cuenta la seguridad, eso está claro
Una competición mortal endiabladamente divertida
Por si no se ha notado, me lo he pasado en grande en esta toma de contacto con DeathSprint 66. Sumo Digital sabe lo que se hace, y está creando un arcade de velocidad único gracias a su ambientación y estilo de juego. Entre que apenas hay arcades de velocidad hoy en día, y tampoco los hay que se basen en el parkour o apuesten tanto por el gore o el humor negro, entonces tenemos los ingredientes para un título tan veloz como único y memorable.
Además, es bueno saber que, pese a todo el énfasis en progresión y personalización, todo se podrá conseguir ingame, o al menos eso es lo que nos dijeron desde Sumo Digital. Si también estáis deseando uniros a esta mortal competición, el próximo 8 de agosto comenzará el primer PlayTest en Steam. Con que id calentando, porque en DeathSprint 66, o corres a toda velocidad, o mueres de la forma más cruenta posible.
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