Hay muchos tipos de RPG en primera persona, pero una característica que la mayoría suele compartir es que tienen un estilo visual más o menos serio, sobre todo si se basan en la fantasía. Es aquí donde entra Away: Journey to the Unexpected, un divertido título que llegará a principios de 2019 que logró sacarme más de una sonrisa durante la reciente Gamescom. Sin embargo, esta propuesta no solo se basará en su apartado artístico para atraernos, al tener elementos de rogue-lite y negociación, mientras vamos avanzando en una trama de lo más absurda y simpática posible.
Durante la feria pude probar el inicio del juego, donde el joven protagonista sale al mundo en busca de sus padres después de que hayan desaparecido. Contamos con una zona abierta diseñada a mano, en la que podemos interactuar con diferentes NPCs, ver qué es lo que nos bloquea el camino para poder seguir explorando, y las entradas a diferentes mazmorras.
Estas mazmorras están generadas de forma procedimental, y tendremos un objetivo bastante claro en ellas. En esta primera tanda de mazmorras, tenemos que obtener unas llaves para poder entrar a la zona que está en obras, y a la que no nos dejan pasar por el momento. Casualmente, la llave está al fondo de cada una de las mazmorras, aunque el diseño procedimental está bastante bien, al contar siempre con un atajo entre el final y la salida, lo que hace evitar el backtracking, algo de agradecer cuando ya no hay enemigos ni nada por el estilo con los que acabar.
Como decía antes, Away es un RPG en primera persona, por lo que todo el combate tiene lugar en tiempo real desde esta perspectiva. Nada más empezar, solo contamos con un palo para acabar con pequeños monstruos, por lo que no hacemos ni mucho daño, ni tenemos demasiado alcance a la hora de atacar. Para saber si cuando hagamos un ataque daremos al enemigo, el punto de mira cambia de un punto a una marca roja. Esto ayuda bastante a la hora de combatir con precisión y movernos para esquivar ataques, ya que al principio lo omití por completo, y acabé muriendo a la primera de cambio. Ojo, no parece que vayamos a estar ante un juego difícil, pero sí que requerirá algo de habilidad por nuestra parte.
En la demo no pude llegar a probarlo, pero hay un sistema de conversaciones mediante el cual podemos reclutar a diferentes personajes. Cada personaje controlable tendrá sus armas y habilidades propias, por lo que nos interesa tener un buen equipo a la hora de buscar aventuras en las mazmorras. Un ejemplo de un personaje es un esqueleto simpático que se ve en el tráiler del juego, además de otras criaturas de lo más singulares.
Algo que desde el primer momento noté a la hora de jugar es lo bonito que resulta Away. El estilo visual parece sacado de una serie de dibujos animados de antaño, al ofrecer escenarios cell-shading, para luego tener personajes que son en 2D. El resultado me recuerda algo a Danganronpa, pero con un estilo mucho más simpático, aunque con ciertos toques anime. Los animes de los 80 han sido una fuerte inspiración para los desarrolladores, y se nota bastante. Esto hace que tengamos que esbozar una sonrisa al ver a los abuelos del protagonista, a una criatura saliendo de nuestro retrete, y hasta a veces dé pena acabar con enemigos tan adorables como los que nos presentan aquí. Aunque claro, cuando algunos de estos monstruos son avispas y nos atacan previamente, esta simpatía se deja a un lado para dar una paliza que no olvidarán.
Todavía queda mucho por comprobar de este Away: Journey to the Unexpected, como el funcionamiento de los elementos rogue-lite, las diferentes habilidades de cada personaje, qué equipo podremos ir usando o qué locuras nos esperan en la historia. Sin embargo, gracias a su genial apartado artístico y lo divertido que resulta a la hora de jugar, la verdad es que me ha ganado. Además, el juego aparecerá en todas las plataformas (PS4, Xbox One, Switch y PC), con que nadie se perderá esta adorable aventura que nos devolverá a la época dorada en la que veíamos dibujos animados por las mañanas.
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