Frostpoint VR: Proving Grounds

Los juegos multijugador son muy arriesgados en la Realidad Virtual. Son bastante de nicho, y en general, cuesta crear comunidades online lo suficientemente activas como para ofrecer una experiencia totalmente satisfactoria a largo plazo. Así ha habido muchos títulos que han «muerto» pese a su gran calidad, como Space Junkies, mientras que solo unos pocos sobreviven, como Pavlov o el reciente Population: One.

Por eso, me alegra cuando un estudio grande como el caso de InXile Entertainment (autores de Wastelands o The Bard’s Tale entre muchos otros) apueste por este género en la VR con Frostpoint VR: Proving Grounds. El estudio ya tiene experiencia en la Realidad Virtual gracias a The Mage’s Tale, así que hay altas expectativas por lo que pueden hacer en un juego multijugador competitivo con elementos de PvE. Así que preparaos para batallas online en un mundo congelado, que ni los humanos ni los alienígenas nos van a dar un momento de tregua.

Es curioso que Frostpoint VR no forme parte del universo Wastelands, ya que la ambientación es bastante similar. En su lugar, estamos en un universo nuevo, en el que ha habido algún tipo de evento cataclísmico y unos aliens han aparecido. El estado del mundo ha hecho que la gente se pelee por los recursos que quedan, a la vez que intentan evitar que los extraterrestres acaben con ellos. Este es el contexto, pero realmente no hay una trama ni un argumento en este universo, por lo que se podría haber aprovechado de esa otra franquicia para al menos tener un contexto mejor planteado.

Aquí estamos por las partidas online, que son entre dos equipos de 10 contra 10 usuarios. Al mismo tiempo, hay una tercera facción de alienígenas controlados por la IA, que atacarán indiscriminadamente a ambos bandos, por lo que la premisa es PvPvE, lo cual es muy interesante. Para jugar tenemos disponibles el clásico modo Conquista/Dominio, o el Duelo a Muerte por Equipos. Nada muy innovador, pero funcional.

La idea es que a medida que vamos completando objetivos o matando, conseguiremos dinero para usar en esa partida. El dinero lo consumiremos en nuestra base, para así comprar armas o alguna nueva armadura que potenciará nuestras estadísticas en contra de otras. En otras palabras, algo un poco a lo Counter Strike, pero habiendo reaparición tras morir, ya que las partidas no van a rondas, sino que durarán hasta que se complete el objetivo o el tiempo de la partida, como ocurre en los Call of Duty.

En total tenemos 4 mapas, diseñados para potenciar más los encuentros cercanos, otros más de campo abierto, etc. En general, de los 4 mapas, creo que sólo uno es malo, ya que es excesivamente grande para el tipo de juego que es. Porque aunque podamos teletransportarnos a los puntos controlados desde nuestra base, ese mapa que no me gusta sigue ofreciendo unas distancias demasiado grandes, haciendo que estemos corriendo mucho tiempo para luego ser asesinados, sintiendo que perdemos el tiempo en el proceso. Así que, a nivel de diseño y sobre el papel, Frostpoint VR funciona bastante bien.

De hecho, el manejo de las armas también me ha gustado bastante, ya que tiene un buen equilibrio entre arcade y simulación, al tener que recargar manualmente las armas y martillearlas si hemos gastado la bala de la recámara, lo cual es inmersivo. Además, tendremos que agarrarlas con las dos manos para que el retroceso no nos haga perder precisión, lo que aumenta bastante la sensación de inmersión. Todas las armas son muy satisfactorias de usar, incluyendo las especiales, donde tenemos un rifle de rayos que rebotan en las paredes, una pistola de rayos similar a la de los Zombies de Call of Duty, o una especie de lanzagranadas.

A esto hay que sumar pequeños accesorios que llevaremos en el inventario de nuestras manos. Aquí tenemos un detector de enemigos para sorprender a los rivales, o un escudo para activar con una mano, aunque eso nos obligue a usar el arma a una sola mano. Este arsenal lo podemos probar en la galería de tiro en el menú principal, para que así sepamos qué arma nos gusta más y no tiremos el dinero a la basura.

Cuando nos ponemos al final a disparar por los mapas en las partidas, la sensación es muy buena, y sentía que estaba un poco como en un Call of Duty para VR. Es aquí cuando Frostpoint VR muestra su mejor cara, pero hay varios problemas que mandan al traste todas estas buenas ideas. Lo primero es lo más básico de los juegos multijugador: la falta de usuarios.

He intentado entrar a muchas partidas, y rara ha sido la vez que ha llegado a haber 10 usuarios. El resto de huecos de la partida se llenan con bots, cuya IA es nefasta. Siempre van con pistolas, van andando, les cuesta mucho reaccionar y muchos problemas más. Así que, son simples dianas andantes que no aportan nada a las partidas. Así que, cuando sólo tenemos a dos humanos por equipo y el resto son bots, las partidas terminan por ser increíblemente aburridas.

Lo mismo ocurre con la IA de los alienígenas, que brilla por su ausencia. Así, el componente PvE se queda totalmente anulado, porque no aportan absolutamente nada, quedándose el juego sólo en el componente PvP. Y al sumarle el problema de la falta de jugadores, el resultado se vuelve muy, muy aburrido. Es una lástima, porque durante la beta abierta (cuando había muchos bugs y problemas que han sido en su mayoría solucionados) sí pude echar varias partidas completas, y la experiencia es infinitamente mejor. Ahí sí que se logra más esa sensación de partida frenética a lo Call of Duty, intentando flanquear al enemigo gracias al diseño de los escenarios, probando diferentes armas para adecuarse a la situación, y en general, disfrutando de partidas frenéticas.

El sistema de progresión tampoco es gran cosa, ya que iremos subiendo de rango, pero no he visto ningún tipo de desbloqueo ni nada que nos motive a seguir subiendo rangos o jugando durante mucho tiempo. Y ese es el principal problema de Frostpoint VR.

Al menos, a nivel técnico InXile Entertainment ha hecho un trabajo fantástico. Los escenarios lucen realmente bien, ofreciendo un aspecto diferente entre todos, y mostrando retazos de un mundo que podría haber tenido potencial, pero que no llegamos a explorar por estar confinados en estas partidas online. ¿Qué son esas pirámides? ¿De dónde salen estos aliens? Nunca lo sabremos, pero estar combatiendo mientras vemos en el cielo una criatura gigantesca es de lo más espectacular. El sonido es quizá lo más flojo del apartado técnico, ya que las armas no son las más contundentes del mundo, pero cumplen su cometido.

Conclusión

Es una pena lo que le ocurre a Frostpoint VR: Proving Grounds, ya que es lo típico en los juegos multijugador para la VR: no tienen jugadores como para ofrecer partidas interesantes. Es por eso que los títulos suelen apostar por un número de jugadores reducidos. Solo por eso aplaudo la ambición de InXile Entertainment. Por desgracia, la comunidad está bastante muerta ya, costando encontrar partidas con los servidores llenos, y los bots que suplen a los usuarios son increíblemente torpes.

Todo el componente PvE también es muy, muy decepcionante, ya que funciona tan mal, que casi parece que no está, eliminando una mecánica que realmente podría haber sido interesante. A esto hay que sumar que no hay mucho contenido (sólo 4 mapas), y la mencionada falta de usuarios. Claramente hay mejores juegos online para la Realidad Virtual, y aunque cuando todo funciona, Frostpoint VR: Proving Grounds logra ser muy divertido, cuesta recomendar el título en su estado actual. Sinceramente, espero que logren darle la vuelta a la tortilla para que se convierta en otro éxito de la talla de Onward o similares, ya que hay potencial, pero InXile tiene mucho en su contra para sobrevivir en este duro campo de batalla de la VR online.