Saints Row The Third

¿Qué tendrá el género Sandbox para gustarnos tanto? ¿Será esa libertad que tanto añoramos?, ¿ese libre albedrío para hacer el cafre a nuestras anchas? No os voy a engañar, poder hacer lo que te plazca, cuando te plazca y donde te plazca sin dar explicaciones a nadie es una buena terapia antistress. Cuanto más gamberro y más bizarro seas, mejor te lo pasas. Parece que esa es la premisa que ha seguido THQ con Saints Row, una saga que nació en el año 2006 de forma exclusiva en Xbox 360 y con GTA San Andreas como claro referente.

En un género dominado, e incluso podríamos afirmar que concebido, por Rockstar, los chicos de Volition Games han conseguido hacerse un hueco distinguiéndose con una personalidad propia y aportando aspectos que Rockstar había pasado por alto. Nacido a la sombra del todopoderoso GTA, Saints Row basa su jugabilidad e historia en las guerras de bandas y en la conquista del territorio en el que se basa, que hasta ahora era la idílica ciudad de Stillwater, diferenciándose claramente de los juegos de Rockstar que centran toda la trama en una sola persona (Tommy Vercetti en Vice City, Carl Johnson en San Andreas o Nico Belic en el maravilloso GTA IV). Aquí formamos parte de los Third Street Saints y debemos obtener la hegemonía de la ciudad ganándonos el respeto a base de acabar con los pandilleros rivales, comprando propiedades, y como no, ejecutando una serie de misiones, a cada cual más bestia, para fastidiar a nuestros enemigos.

Saints Row The Third sigue esa línea cachonda de hacer las más disparatadas burradas, por el puro placer de hacerlo, y convirtiéndonos en un auténtico cabra-loca (cuanto más salvaje mejor), elevando su fórmula hasta cotas imposibles, y es que pocas veces habréis visto un juego tan políticamente incorrecto y macarra como el que tenemos en nuestras manos. Empezando por todo el marketing que rodea el título, promocionado en la pasada Gamescom por seis preciosas chicas de Penthouse o con un maravilloso striptease en la Gamefest, por no hablar de la participación en el juego de famosos de la talla de Hulk Hogan o Sasha Grey, que recoge el testigo de la también actriz porno Tera Patrick.

Todas y cada una de las situaciones que vivimos en el juego responden a un cóctel de sandbox con películas como Scary Movie, Hot Shoots o American Pie, lleno de chistes malos y una buena variedad de objetos sacados de un Sex Shop (a modo de homenaje a las películas porno), agitado con momentos de acción a lo Michael Bay; empezando por esa intro al más puro estilo Star Wars y el aparatoso atraco al banco que empieza mal y acaba peor.

Tras los sucesos acontecidos en los anteriores juegos, nuestra banda ha conseguido el control de Stillwater y se ha convertido en un símbolo mediático para la población (no hay más que ver la cantidad de anuncios o la gente que te encuentras pidiéndote autógrafos). No es de extrañar que el sindicato del crimen, a las órdenes de un belga llamado Phillipe Loren, decidiera tomar parte en el asunto y coger a nuestros Saints con la guardia baja. Tras unos primeros momentos de lo más espectaculares, y que no vamos a desvelar, nuestros protagonistas se encuentran en una nueva ciudad, Steelport, dominada por tres bandas. Menguados económicamente, tendrán que reagruparse y empezar prácticamente de cero, volviendo a obtener el respeto que les han quitado conquistando el nuevo territorio.

Una de las principales señas de identidad de la saga vuelve a hacer acto de presencia, la personalización. Tras una de las primeras misiones accederemos a un potentísimo editor de personajes para crear a nuestro protagonista y dejar soltar nuestra imaginación realizando auténticas locuras creativas. Este editor nos permite modificar todos y cada uno de los rasgos de nuestro cuerpo, desde sus rasgos faciales, corporales, peinado, vestimenta, hasta nuestro “atractivo” (tamaño del pene en los hombres, y de los pechos en las mujeres), aunque por desgracia, han eliminado la posibilidad de seleccionar nuestra actitud al caminar que teníamos en Saints Row 2. Y no solo eso, sino que podemos subir nuestro personaje y compartirlo con toda la comunidad, o si tenemos carencia imaginativa, descargar alguno creado por otros jugadores y usarlo en el juego. Aunque no os preocupéis por si os cansáis o no habéis quedado satisfechos con vuestro personaje, ya que durante la aventura podremos modificarlo a través de las clínicas de cirugía estética.

Pero la personalización no acaba aquí, ya que disponemos de un completo editor para tunear nuestro vehículo en los distintos talleres repartidos por el escenario. Por otra parte, a medida que ganemos respeto vamos subiendo de rango, y con él, desbloqueamos nuevas opciones de mejora para nuestro personaje (previo pago, claro está), en un intento por aportar algún rasgo RPG al juego. Estas mejoras van desde Habilidades (llevar dos pistolas, reducir la mala fama entre las bandas y la policía, robar dinero a la gente, etc.), Salud (aumentarla o aumentar la velocidad de regeneración), Daño (reducción del daño con balas, fuego, explosivos, caída o vehículos), Combate (mayor capacidad de munición para nuestras armas o velocidad de recarga), o la posibilidad de personalizar a nuestra banda y sus vehículos. Incluso podemos personalizar nuestra propia compilación de música, para escuchar en el coche, con una lista de nuestras canciones favoritas (sencillamente brutal).

Cualquier cosa que hagamos en Steelport nos servirá para obtener experiencia: conducir en dirección contraria, cerca de otro coche, saltar, derrapar, obtener tiros certeros a la cabeza, comprar nueva ropa, y un largo etcétera, nos reportará esos puntos para invertir en estas mejoras y habilidades.

El sistema jugable apenas cambia, nuestro indicador de vida da paso al ya clásico sistema de regeneración automática (por lo que se han eliminado los supermercados y las hamburgueserías que utilizábamos anteriormente para llenar nuestra barra de energía, obviamente, al carecer de sentido con este nuevo sistema). El clásico menú de armas radial de anteriores entregas vuelve a estar presente y sigue siendo de lo más cómodo y accesible. La conducción es arcade a más no poder, así que absténganse amantes de la simulación más purista. Quizá echemos de menos el sistema de cobertura, ya que lejos de agacharnos, no disponemos de otras opciones a la hora de enfrentarnos a los numerosos tiroteos del juego que a pecho descubierto (nunca mejor dicho).

Como es habitual en cualquier sandbox, el juego basa su línea argumental en unas misiones principales en las que recae el peso de la corta historia, que dicho sea de paso, no es el punto fuerte del juego (aunque tampoco lo pretende), ni es el culmen de la narrativa. Estas se limitan a llamar por nuestro teléfono móvil al colega de turno para que nos asigne la misión disponible, buscando alguna excusa sin demasiado sentido para colocarnos en acciones idóneamente preparadas para relucir sus virtudes y protagonizar las más bizarras y gamberras situaciones. ¿Tiroteos en plena caída libre desde un avión?, ¿enfrentarnos con las fuerzas armadas?, ¿un caza disparando por medio de la ciudad? ¿Por qué no?

Respeto, la base de toda conquista
Al margen de estas misiones principales, debemos acometer otras tareas para conseguir dominar los distintos distritos y establecer la hegemonía de los Saints, siguiendo la clásica mecánica de la saga de ganar el respeto a nuestras bandas rivales. Cada uno de los barrios están controlados por las otras bandas (Deckers, Luchadores y Morningstar), aunque por poco tiempo, pues a base de comprar propiedades o tiendas, borrar del mapa a estos grupitos de pandilleros que nos encontramos, misiones de asesinato, robar vehículos o encontrar coleccionables, iremos llenando el mapeado del color turquesa de nuestra banda y ganando el respeto, a parte de obtener beneficios económicos.

Sin duda, lo mejor de estas misiones secundarias vuelven a ser las actividades. Alocadas tareas como conducir un tanque causando los mayores daños posibles, suicidándonos (literalmente) contra los vehículos para ser atropellados con la mayor brutalidad posible y así obtener la prima del seguro, proteger a nuestro camello, recoger fulanas, o la mejor de todas, las guaridas del profesor Genki, una especie de show televisivo donde debemos superar un circuito lleno de trampas y tarados vestidos de ositos y perritos calientes mientras evitamos caer en sus trampas. Divertidísimas y alocadas tareas que sirven para desconectar un poco de la historia principal y aporta esa variedad para combatir la monotonía que pudiera haber (aunque echamos de menos alguna actividad de los anteriores juegos como el Destruction Derby). Una vez desbloqueadas, se nos mostrará en el mapa el resto de actividades de ese tipo para completarlas todas alcanzando su nivel máximo (lógicamente, cada incremento de nivel, hasta un máximo de 6, incrementa su dificultad).

Armas de locura
Saints Row The Third no sería lo mismo de no ser por sus armas. Disponemos de un completo arsenal armamentístico que va desde las clásicas pistolas, escopetas, metralletas, fusiles de francotirador o bazookas, armas cuerpo a cuerpo como el penetrador (brutal) o una pistola aturdidora, hasta ordenar ataques aéreos, al más puro estilo Modern Warfare, con un misiles Predator incluídos, entre otras; con distintas posibilidades de personalización (cargadores más grandes, velocidad de recarga, etc.). Pero sin duda, la palma se la lleva ese maravilloso movimiento llamado AWESOME BUTTON (traducido como Botón Asombroso), una acción que usamos pulsando un botón al esprintar y ejecutando espectaculares llaves de lucha libre, acrobacias u otros brutales movimientos. Imaginaros realizar estas acciones con vuestro personaje desnudo; como el propio nombre indica, asombroso (aunque, por suerte o desgracia, no mostrará sus zonas erógenas, puesto que luce un pixelado en genitales y pechos).

Para terminar de redondear el producto, el juego cuenta con una interesante modalidad cooperativa en la que podemos afrontar las misiones acompañados por un amiguete. Aunque ayuda enormemente en aumentar, todavía más, la diversión, también es cierto que algunas misiones no han sido pensadas para este fin. Por último tenemos un modo llamado Hordas (sacado del juego que todos sabemos; ni tan siquiera se han molestado en cambiarle el nombre) que, obviamente, se trata de sobrevivir a oleadas de enemigos usando distintas armas y vehículos que nos proponen (con la posibilidad de reiniciar a partir de la ronda que nos han matado).

En el aspecto técnico, encontramos un título muy solvente, capaz de colocar numerosos personajes en pantalla, tiroteos y explosiones, sin que el juego se resienta en absoluto.
Las animaciones de los personajes son francamente buenas, destacando por encima de todo, el impresionante modelado de nuestra diva Sasha Grey, que hace de modelo de una de las protagonistas del juego, la guapísima Viola DeWynter, una de las gemelas antiheroínas que pertenecen al sindicato del crimen.
Por contrapartida, el título muestra los típicos problemas de popping de todo mundo abierto, aunque no tan exagerado como en otros títulos, una extraña carga de elementos en el escenario (vas solo por la calle y al girarte aparecen numerosos vehículos y gente andando por la acera) y sobretodo un motor de físicas bastante mejorable (uno de los lastres del juego e incluso de la saga). Asimismo, la IA tampoco es para tirar cohetes, en varias ocasiones, nuestros enemigos esperarán turno para pelear (sobretodo en el modo horda).

En el apartado sonoro, y como ya viene siendo habitual en un sandbox (a no ser que sea de la factoría SONY), el juego no viene doblado a nuestro idioma, únicamente subtitulado. En este caso nos alegramos de que así sea, ya que nos perderíamos el fantástico trabajo de famosos de la talla de Daniel Dae Kim (el coreano de Lost), que vuelve a doblar al líder de los Saints Johnny Gat, Hulk Hogan prestando su voz para un encarnar a un wrestler llamado Angel, o a la ex-actriz porno Sasha Grey doblando a su personaje Viola DeWynter.
Lo peor de esto son los momentos de conducción donde estamos más pendientes de leer que de conducir. Para intentar solventar este problema han añadido muy acertadamente unas flechas que nos señalan el camino a seguir marcado en nuestro GPS (como en Burnout).

La selección de canciones que escuchamos en la radio del coche es impresionante, las ocho emisoras disponibles están organizadas por temática (disco, reggaeton, rap, heavy o música clásica con piezas de Mozart, Chopin o Bach). Grandes temas como Funky cold Medina, Satisfaction de Benny Benassi, You’re the best (de la película Karate Kid) y artistas como Dead Mau5, Pitbull o Marilyn Manson, son solo algunos de los que tendremos el placer de escuchar. La guinda a este apartado la pone la posibilidad de crear nuestra propia lista de reproducción, sencillamente genial.

Conclusiones

Dicen que a la tercera va la vencida y lo cierto es que Volition ha conseguido inocular a su franquicia los elementos necesarios para diferenciarse de la alargada sombra de GTA. No solo lo consiguen, sino que crean una tendencia y un estilo tan sumamente particular que hacen de él uno de los títulos del año, resumiéndolo en violencia cómica.

El gran acierto, sin duda, radica en parodiar un estilo de juego gobernado por Rockstar, realizando un precioso homenaje a lo cafre, sin tomarse en serio ni a sí mismo. Un espectáculo tremendamente ácido, que huye del estereotipo sandbox de hacer de recadero con una variedad de situaciones, posibilidades y actividades creadas por verdaderos enfermos mentales que, sin duda, consiguen su propósito, que no es otro que diversión y carcajadas a partes iguales, sin importarles las formas. Dejad de banda vuestra moralidad y vuestros principios, y disfrutad de esta experiencia tal y como ha sido diseñada, A LO GRANDE, solo así entenderéis su carácter y su particular socarronería.

Lo mejor

  • Su disparatado planteamiento, mofándose de todo
  • Variedad de situaciones, de lo más bizarras, apuntaladas por unas actividades de infarto
  • El bestial arsenal de armas. Atizar por la calle con un penetrador no tiene precio
  • Alta capacidad de personalización, permitiendo crear el juego a tu gusto (incluso con nuestra propia lista de reproducción de música)
  • Impresionante apartado sonoro

Lo peor

  • Ya no hay sistema de coberturas
  • Historia corta y bastante pobre (con alguna misión sin demasiado sentido)
  • Motor de físicas mejorable

Ficha

  • Desarrollo: Volition Games
  • Distribución: THQ
  • Lanzamiento: 15/11/11
  • Idioma: Castellano/Inglés
  • Precio: 69.95€

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