Dancerush Stardom se ha convertido en mi arcade de baile favorita

    El pasado 15 y 16 de febrero tuvo lugar la Japan Weekend de Madrid, y aunque la feria tiene varias cosas criticables (reducción de actividades frente a la anterior edición, problemas de sonido en varios conciertos o ponencias, nada de puestos de comida, etc), hay un aspecto que me encantó: la zona de arcades. Sí, tocó pagar 5 € adicionales respecto a la entrada base para la «zona premium», pero bien que mereció la pena. Organizada por Mikado Game Center Europe, una máquina se convirtió en mi obsesión, y de la que os quiero hablar en este artículo: Dancerush Stardom.

    En esta zona de pago había varias máquinas venidas directamente de Japón y que no son nada habituales encontrarse en los recreativos de las ciudades, como Initial D, el mítico Outrun 2 o la algo más conocida MaiMai. Pero la que me hizo pagar esa entrada adicional fue la mencionada Dancerush Stardom. Desde que la descubrí por Youtube me enamoró por su concepto, al no basarse en notas específicas para pulsar, sino una plataforma que detecta el pie que utilizamos.

    Con esta idea, tenemos que ir pisando en la superficie de la plataforma con el pie correcto, haciéndonos bailar al estilo Shuffle en el proceso. Un concepto tan único como divertido… Que también echaba para atrás a más de uno al no terminar de comprenderlo. Fue algo que jugó a mi favor, ya que entre no haber mucha gente al ser una zona de pago extra, y que los que jugaban no entendían cómo funcionaba y acababan desistiendo más pronto que tarde, pude jugar sin parar a Dancerush Stardom. Empezando con lo más básico en la mañana, hasta ya defenderme en las dificultades altas en la tarde. Esa progresión es uno de los aspectos que me motivaron a seguir jugando, porque no estaba aprendiendo sólo a jugar, ¡también a bailar!

    https://twitter.com/LuismiLorente/status/1890899750565670991

    Aprendiendo a bailar, no pulsar botones

    Me encantan también máquinas como Dance Dance Revolution o Pump It Up. Pero tengo un «problema» con ellas: se basan más en reflejos con las piernas y agilidad que en propiamente bailar. Porque agarrarse a las barritas de atrás y pisotear el suelo como si no hubiera un mañana es llamativo, pero no veo el baile por ningún lado. Por eso, las dificultades más altas nunca terminan de convencerme. Además de no llegar a ese nivel de locura por muchísimo.

    Pero con Dancerush Stardom es diferente. Incluso en las canciones más complejas hay una clara coreografía. Mueves los pies a toda velocidad, pero haces pasos de baile, no combinaciones extrañas de botones. Y lo que es mejor: el juego te anima a fliparte. Darle tu propio ritmo. Un toque personal a la coreografía, usando todo tu cuerpo, no sólo las piernas. ¿Cómo? Con los momentos «Down». Podemos simplemente hacer el equivalente a una sentadilla, pero con agacharse ligeramente mientras movemos los brazos, es más que suficiente. No pude evitar hacer un pequeño gesto con los brazos a lo robot levantando uno u otro. ¿Queda bien? ¡Ni lo sé ni me importa! Sé que en ese momento era lo que me pedía el cuerpo, y eso es lo importante.

    Luego están los tutoriales, donde no sólo nos dicen las mecánicas básicas, sino nombres de pasos de baile y cómo se representan en el juego. El más claro es el «Running Man», que consiste básicamente en correr en el sitio. De una manera algo más exagerada, y aunque no es necesario, también nos animan ahí a darle nuestro rollo moviendo los brazos mientras corremos. Hay otros pasos que no me dio tiempo a conocer ni mucho menos dominar, pero entre este tutorial tan completo y el diseño, Dancerush Stardom nos pide bailar, y eso me encanta. Es justo la diferencia entre Beat Saber y Synth Riders en la VR, y por lo que prefiero este último.

    Necesito más shuffle

    Han pasado unos días desde la Japan Weekend, y mi mente no puede dejar de pensar en estas partidas a Dancerush Stardom. ¡Necesito más! Pero es complicado en España. En nuestro país, hasta donde tengo entendido, sólo hay dos máquinas. La de Mikado Center y otra en Barcelona. Tampoco es una arcade muy frecuente en Europa. Mi única otra toma de contacto previa a esta feria fue en Gamescom de 2023, en la zona de recreativas donde pude bailar una canción tras un día de patearme el evento, con que la energía ya brillaba por su ausencia.

    ¡Y es una lástima que no haya más! Dancerush Stardom, pese a sus mecánicas únicas respecto a otras máquinas de baile, creo que es de las más accesibles. Entre sus tutoriales, diferentes niveles de dificultad y su énfasis en hacernos bailar por encima de todo, la máquina te invita a darlo todo desde el primer momento. Lo más «accesible» sería Dance Dash en Quest o Steam VR, pero hacen falta accesorios adicionales o la precisión no es muy allá, con que no termina de ser lo mismo.

    Espero que no pasen años hasta que pueda volver a la pista de baile, pero hasta entonces, tocará ir practicando en casa y viendo vídeos de internet, para a la próxima, volver a petarlo en Dancerush Stardom.

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