[GC 24] Impresiones de Another Door: Escape Room. Abajo los puzzles de deslizar casillas

Me encantan los Escape Rooms, la VR y el terror. Además, le tengo cariño al estudio coreano de SKONEC Entertainment, al ser los autores de uno de mis primeros juegos VR, Mortal Blitz. Así que, todos los ingredientes para gozar Another Door: Escape Room estaban ahí… Pero la demostración acabó siendo la peor que tuve durante todo Gamescom.

Varias decisiones de diseño anticuadas para la VR, problemas con físicas, sustos aburridos y puzzles tediosos acabaron con cualquier atisbo de expectativa que pudiera tener. Espero que sea cosa de una demo temprana, porque de nuevo, hay ideas interesantes que se pueden retocar, pero con un lanzamiento inminente para el próximo 10 de octubre, no sé yo si les dará tiempo.

Pero vamos por partes, como ocurre con un buen rompecabezas, hay muchas piezas involucradas en estas sensaciones tan negativas, y también en un ligero atisbo de esperanza. Porque entre tanta oscuridad, siempre viene bien buscar algo de luz.

Sustos y puzzles conocidos

La parte positiva viene por la idea detrás de Another Door: Escape Room. Más que un juego único, promete ser una colección de salas a completar en 40-60 minutos, con el tiempo límite siempre en nuestra contra, como ocurre en una sala de verdad. De serie vendrá con 5 niveles, cada uno ofreciendo temáticas muy diferentes, con varias enfocadas al terror, y algunas más ligeritas.

La que tenían para probar durante la feria era una de las de miedo, al estar encerrados en una sala llena de maniquíes, algún muñeco mal rollero como el de Pesadillas y haber algún que otro suceso paranormal. Los sustos scriptados daban cero miedo, al ser más predecibles que la lluvia en Londres, y presentarse de una manera algo cutre. Al menos, era casi como ver una marioneta moverse con un titiritero moviendo sus hilos de manera algo cutre, casi como en una sala de las de andar por casa, lo que le daba cierto encanto… También es que me gusta la Serie B, y no puedo evitar enamorarme de esta «cutrez».

Esto nos deja con los puzzles, estando bien planteados y con retos que veríamos en una sala como las de nuestra ciudad. Esto me gusta bastante, como en Rooms of Realities... pero aquí la ejecución era más pobre. Las interacciones con los objetos dejaban que desear, y las físicas de éstos eran bastante malas. Esto rompe mucho la inmersión y la diversión, ya que agarrar un objeto se vuelve tosco, y sorpresa, es algo que tendremos que hacer todo el tiempo en un Escape Room.

Un puzzle que debe ser abolido de cualquier videojuego

Siguiendo con los aspectos muy de sala real, en Another Door: Escape Room no hay inventario, teniendo que llevar los objetos relevantes de sala en sala. Sí, puede ser algo tedioso, pero es otro aspecto de cercanía a la experiencia. Y tener puzzles que combinaban el uso de un telescopio para pintar constelaciones hacían que todo fuera relativamente inmersivo. Incluso había puzzles opciones para obtener coleccionables, para que haya más chicha fuera del camino principal.

Ahora bien, todo se fue al traste con un un rompecabezas que odio con todo mi alma: deslizar piezas para formar una imagen usando un único hueco libre para ir maniobrando. No es un puzzle divertido, ni de lógica, sino que es tedioso. Se acaba haciendo por fuerza bruta, y cuando encima la interacción es tan pobre, se junta el hambre con las ganas de comer. Casi me quito el casco al ver ese puzzle, que encima no era opcional, sino crítico.

Acabé haciendo todo lo demás que ofrecía Another Door: Escape Room, hasta que me quedé sin tiempo en la cita y tenía que ir corriendo a probar otro juego. No me supuso tener una espinita clavada el dejar la demo inconclusa, precisamente por este puzzle. ¿Igual estoy exagerando? Puede, pero este odio es algo superior a mis fuerzas.

Todo esto lo jugué en solitario, pero el título también nos permitirá disfrutar de las salas en cooperativo. Habrá que ver si las pruebas se ajustan para el mayor número de jugadores o no, pero desde luego, siempre es más divertido hacer salas de escape con amigos.

Con todo esto, creo que Another Door: Escape Room lo tiene complicado para destacar en el completo mercado de las salas de escape en VR. Hay propuestas más divertidas e infinitamente más pulidas (a juzgar por esta versión probada, ojo), y sobre todo, tanto mejor diseñadas como aprovechando mejor las bondades del medio para ofrecer ya no sólo algo único en lo jugable, sino también en lo visual. Quizá hace años habría sido la bomba, pero me temo que Skonec Entertainment se ha quedado anclada en el pasado mientras otros estudios por todo el mundo le han tomado la delantera a lo grande.

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