Me gustan los juegos rarunos. Esos que no son nada habituales, y que cuando los pruebas, te quedas con cara de «No sé a qué he jugado, pero quiero más«. Y esa es la mejor manera de describir Roman Sands Re:BUILD, la próxima locura de Arbitrary Metric y publicado por Serenity Forge. Porque tras mi toma de contacto durante la Gamescom, sigo sin saber exactamente a qué jugué. Os podéis quedar con la misma sensación probando su demo en Steam, y os animo encarecidamente a ello, porque es de las propuestas más locas y adictivas que he probado.
Por intentar acotar algo el juego, estamos ante una aventura narrativa que se ambienta dentro de un bucle temporal. En el papel de una joven amnésica que aparece frente a un complejo hotelero que está prácticamente desierto… A excepción de unos pocos huéspedes que no dejan de decir que somos básicamente el botones del hotel. Así que nos tocará cumplir sus absurdas exigencias mientras intentamos refrenar las ganas de llevar las manos a sus cuellos. Todo mientras estamos en pleno bucle temporal avanzando día tras día hacia el apocalipsis. ¿Os suena raro? Tranquilos, que Roman Sands Re:BUILD no ha hecho más que empezar.
Los peores huéspedes de la historia
Para empezar, la estética que tiene Roman Sands Re:BUILD es el primer elemento que nos hace querer seguir jugando sin parar. Hay elementos low-poly junto a otros que me recuerdan a Danganronpa, con los personajes siendo básicamente recortables. O no, pero con el delineado tan fuerte, es como si lo fueran. Además la gama de colores, junto a la música machacona, funcionan de maravilla para meternos prisa e ir haciendo las tareas que nos encomiendan.
El bucle jugable en la parte que probé es más o menos el siguiente: hablamos con los huéspedes, no los matamos por plastas (aunque nos lo imaginamos), nos dan una tarea y la intentamos cumplir. Pueden ser tan simples como llevar su equipaje al ascensor, preparar una copa o traerles algo que se han dejado en la piscina. Sí, somos meros recaderos, pero incluso yendo de un lado a otro, Roman Sands Re:BUILD engancha, al ir siempre a contrarreloj.
Cuando marcamos un objetivo, aparecerán unas flechas que nos guían, acelerando nuestro ritmo y escuchando soniditos varios que nos animarán a correr, correr y correr sin parar, casi como en un arcade de velocidad a lo Tony Hawk. Es importante, ya que el bucle temporal va avanzando de dos maneras distintas. Por un lado, por el propio tiempo. Luego, porque al cambiar de sección, pasaremos de la mañana a la tarde, y finalmente a la noche. En cada momento los huéspedes estarán en una zona diferente, por lo que tras un par de bucles con varios elementos ya conocidos, planearemos la ruta más rápida minimizando los cambios de zona, para así completar más objetivos, desbloquear nuevos diálogos… ¡e ir subiendo de nivel!
Otro día, y más tareas a completar
El conocimiento es poder, pero para poder hacer todavía más cosas, tendremos las subidas de nivel. Por ejemplo, al subir de nivel completando objetivos en bucles anteriores, podremos desbloquear la caja de herramientas, para así poder reparar el ascensor. O incluso el aire acondicionado, que se rompe al apagarlo bajo una de las peticiones, y misteriosamente, no se repara entre bucles.
Entre toda esta locura, iremos conociendo poco a poco a los huéspedes. Los diálogos son muy dinámicos, querremos mandarlos a la mierda por ser tan pelmas y al mismo tiempo sudar tanto de nuestras preguntas. ¿Dónde estamos? ¿Qué narices está pasando? ¿Por qué el Sol es tan gigante y parece aumentar su tamaño a cada bucle?
El gancho de Roman Sands Re:BUILD es ir desvelando estos misterios en las secciones a lo Visual Novel, conocer a los personajes y completar cada vez más objetivos. Esto nos llevará a nuevas zonas del hotel, y más elementos a añadir en nuestras rutas mentales en busca de la mayor eficiencia posible. Además, en teoría habrá otra región distinta más tradicional, combinando así el frenetismo de los bucles con lo que sea que nos espera en esa otra parte del juego.
Raro, pero adictivo
En esta toma de contacto con Roman Sands Re:BUILD he disfrutado de su musicote, me he reído con sus diálogos, he sentido odio máximo hacia los huéspedes, me he compadecido de todos los empleados de la hostelería… ¡y al parecer no había visto nada! Por lo que me contó la responsable de Serenity Forge que había en el evento, habrá puzzles, elementos de terror, de Visual Novel junto a todo esto que ya había experimentado.
No sé cómo todas las piezas pueden llegar a encajar. Sigo sin saber bien si me lo estaba pasando bien o era el conjunto de luces/música lo que me tuvo enganchado a la pantalla. Pero vaya si no quiero seguir jugando a Roman Sands Re:BUILD. En teoría saldrá «pronto» en Steam, Xbox y Nintendo Switch, y estoy deseando volver a este hotel apocalíptico.
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