Los mejores juegos de PSVR de 2018

PSVR

Aunque siempre me ha parecido muy interesante la Realidad Virtual, no ha sido hasta este 2018 en el que he dado finalmente el salto a esta nueva tecnología gracias a PSVR. Desde febrero más o menos, soy un feliz poseedor de este dispositivo, y como os habréis podido dar cuenta por la web, me ha obsesionado un poco la VR, probando decenas de juego, analizando otros tantos, y pasándomelo en grande la mayor parte del tiempo.

De hecho, me ha sorprendido la gran cantidad de juegos de calidad que se han publicado este año para la Realidad Virtual, y más específicamente, PSVR. Aunque me encantaría poder hacer un listado que incluyera los juegos de PCVR, al no tener ni Oculus, ni HTC Vive ni un PC potente, mi experiencia se queda reducida a la de PSVR, que es la protagonista de esta lista. Frente a tantos lanzamientos, quiero destacar los que me han parecido los mejores de este 2018. Ya os aviso que va a ser una lista algo larga, pero cuando el motivo es tanta calidad, me alegro de tener que escribir tanto. Así que, ahí van mis juegos favoritos de PSVR que se han puesto a la venta este 2018. La lista no tiene ningún orden en concreto, pero sí que he querido dejar el que me ha parecido el mejor juego de Realidad Virtual del año para el final. No olvidéis decirnos vuestros favoritos en los comentarios, y a por un 2019 lleno de más maravillas virtuales.

Borderlands 2 VR

Quiero empezar por el juego que más polémica ha causado a nivel de análisis, el más reciente, y del que aún no he podido escribir su análisis al haber jugado muy, muy poco. Sin embargo, con el poco tiempo que he podido echarlo, tengo ya muy claro que Borderlands 2 VR es de lo mejor que nos podemos encontrar en este completo año.

Sobre el papel, se trata de una versión inferior de esta joya de Gearbox, al no contar con el cooperativo ni los DLCs que se publicaron tras el lanzamiento. Sin embargo, la sensación de estar en Pandora masacrando bichos y saqueando armas es total, lo que hace que la experiencia sea increíble. Ya en el inicio, cuando nos enfrentamos al primer gran torosimio, la escala impresiona, y estoy seguro de que esto no parará dados los enfrentamientos que hay más adelante.

El control ha sido bastante bien resuelto, ofreciendo todo tipo de opciones de comodidad, y al usar solo un arma, el control con los Move me gusta bastante, al no sacrificar una mano para disparar cada vez que queramos movernos, algo que podremos hacer todo el tiempo. Por ahora solo estoy jugando con los Move sin ningún tipo de ayudas, y la sensación es increíble. Además, por fin podemos dar una colleja a Claptrap cada vez que suelte un chiste malo. ¿Acaso se puede pedir más a Borderlands 2 VR?

Bow to Blood

Una de las injusticias de este año en cuanto a popularidad de los juegos me parece Bow to Blood de Tribetoy. Este estudio nos ofreció a finales de verano una de las propuestas más únicas del 2018 para la Realidad Virtual, al ofrecernos participar en un reality show futurista donde capitaneamos un barco que parece salido de «El Planeta del Tesoro». Gracias a los elementos procedimentales, en cada temporada en la que participemos podremos crearnos nuestras propias historias, al aliarnos con varios rivales para derrotar a otros, sufrir traiciones, provocarlas nosotros, etc.

Este sistema hace que cada partida sea realmente única, además de crear una pequeña narrativa que engancha a lo grande. Por suerte, la jugabilidad también acompaña a la perfección, ya que pilotar este navío en las diferentes pruebas a las que nos enfrentaremos en este explosivo reality es una auténtica delicia. Aunque lo ideal habría sido combinar el movimiento preciso del Dualshock con la libertad de los Move (de nuevo la falta de sticks en los mandos se nota), de ambas formas nos lo pasaremos en grande superando pruebas, explorando detallados escenarios e intentando alzarnos con la victoria. Si el idioma no os importa y queréis probar algo nuevo, Bow to Blood es de lo mejor del año para PSVR.

Pixel Ripped 1989

La nostalgia es un factor fundamental a día de hoy, como pudimos comprobar con el genial Pixel Ripped 1989 de Arvore, que logra combinar de manera brillante los clásicos de los 80-90 con la tecnología más actual de la VR, ofreciendo así una de las experiencias más espectaculares que nos ha podido proporcionar la Realidad Virtual durante este 2018.

Nosotros controlamos a Nikola, una niña del mundo real que debe ayudar a los seres de su videojuego favorito, ya que el villano de turno amenaza con juntar las dos realidades con efectos catastróficos. La gracia de Pixel Ripped 1989 es que estamos básicamente ante un juego multitarea: la mayor parte del tiempo tendremos que jugar mientras estamos en clase (agarrando la portátil como si fuera el Dualshock, recreando el juego nuestros movimientos) sin que nos pille la profesora, usando varias distracciones absurdas y muy divertidas para sacar un poco más de tiempo para jugar sin problemas. Esto de por sí es genial, pero al sumar lo bien que funciona el juego retro, lo divertido de la historia y los momentos en los que el mundo «real» se juntan con el del videojuego, entonces obtenemos una experiencia increíble. Si os gusta lo retro o vivistéis en la época de los 80-90, os aseguro que el título os sacará una sonrisa de oreja a oreja.

Knockout League

Tras el atracón navideño toca moverse un poco, y para ello inicio el bloque de boxeo de esta lista con el primer título que salió este año, y que me dejó con el cuerpo destrozado, pero mereció la pena. Casi todos conocemos Punch-Out, el clásico de Nintendo en el que los combates son una especie de puzzles de reflejos y memorización, para ver el momento adecuado en los patrones de movimiento de nuestros oponentes en el que soltar nuestra ofensiva.

Pues bien, Knockout League de Grab Games es básicamente eso, pero en VR. Esto hace que la parte de los reflejos sea más importante que nunca, además de hacernos luchar contra enemigos tan imponentes como un pirata cuyo loro a veces nos indica los movimientos a esquivar, un mago o incluso un pulpo británico. Las peleas son delirantes y agotadoras, pero logran transmitir lo mismo que Punch-Out, o incluso más. Por si no teníamos suficiente con los combates, el modo de entrenamiento es sensacional, funcionando perfectamente como una herramienta de fitness si no nos apetece ir al gimnasio.

Creed: Rise to Glory

Si por otro lado preferimos combates más «reales», entonces Creed: Rise to Glory os encantará. Me sorprende haber tenido dos juegos de boxeo tan diferentes pero tan buenos el mismo año, ya que si Knockout League era el equivalente a Punch-Out, entonces Creed es el Fight Night de la Realidad Virtual. Los chicos de Survios han logrado trasladar un sistema de resistencia bastante inteligente para que no golpeemos al aire sin parar (como en el boxeo en Wii), haciendo que usemos estrategias, bloqueos y busquemos la apertura en la defensa del oponente. Esto brilla con luz propia en el multijugador online, que es sencillamente increíble.

Otro punto muy positivo del título es lo bien que aprovecha la licencia de CreedRocky, con personajes, escenarios y música de las películas. Incluso hay un combate que recrea fantásticamente los momentos decisivos de los combates finales de cada película, por lo que estamos ante un juego de boxeo sensacional, y que también nos hará sudar la camiseta de lo lindo. Por suerte, no es lo único que nos ha ofrecido Survios este año, ya que en 2018 se han consolidado como uno de los mejores estudios para la Realidad Virtual.

Sprint Vector

No tenemos muchos juegos de carreras en Realidad Virtual, con que juntar en una única propuesta carreras con toques de Mario Kart, patines y parkour es toda una odisea, pero Survios supo ofrecernos un título de lo más completo. En esencia, Sprint Vector es un juego de carreras futurista, donde competimos usando patines, por lo que para movernos, tendremos que hacer el gesto de ir patinando con los brazos.

Gracias a los potenciadores podremos atacar a los rivales, usar turbos y aumentar la locura de las competiciones. Eso por no mencionar la posibilidad de escalar, derrapar o hasta volar, todo con un esquema de control muy bueno, pero que requiere cierta práctica hasta cogerle el truco. De nuevo estamos ante otro título bastante activo físicamente, pero el esfuerzo de tanto movimiento y de aprender a moverse merece la pena para disfrutar de esta joya de la Realidad Virtual.

Wipeout Omega Collection

Sin salir del género de la velocidad (¿habéis visto qué tres juegos más bien hilados?), es el turno de uno de los mayores bombazos de PSVR de este 2018: Wipeout Omega Collection. Aunque esta fantástica colección con las entregas de PS3 y PS Vita se publicó el año pasado, este 2018 recibió un parche completamente gratuito que adaptaba todo el juego a la Realidad Virtual, y menudo trabajo el que hizo el pequeño estudio de desarrollo que se encargó de la conversión.

Pese a toda la velocidad a la que nos tiene acostumbrados la saga, la adaptación es increíble, al ofrecer muchas opciones de confort (me sorprende que el juego maree mucho menos que Driveclub VR), pero sin abandonar la inmersión que produce competir desde dentro de la cabina de las naves. El resultado es algo mágico, al ofrecer un apartado gráfico increíble con una altísima nitidez, y la mejor sensación posible de estar participando en las carreras de vainas de «Star Wars». ¿Acaso se puede pedir más? Ah, y vivir el modo Zona en VR es algo increíble, pese a los detractores que hay de este modo. Eso sin olvidarnos de que incluso los menús son bonitos en Realidad Virtual. Sin duda alguna, uno de los imprescindibles de PSVR, siempre que ya tengáis ciertas piernas virtuales para poder ir a toda velocidad por el futuro, claro.

TO THE TOP

Uno de mis juegos favoritos de la pasada generación fue sin duda Mirror’s Edge, al demostrar que se puede hacer un gran plataformas frenético y divertido en primera persona. Por suerte, esta misma idea se ha trasladado a la VR con ya un par de juegos destacados: Windlands el año pasado, y con TO THE TOP este año. Mientras que el primero era más un simulador de Spiderman, aquí estamos ante algo que se puede asemejar un poco más al parkour, pero con varios cambios para que el juego sea fácil de controlar, pero igualmente frenético.

La idea de que lo hagamos todo en base a agarres a superficies en concreto hace que el escenario sea una herramienta clave, al ver por dónde podemos movernos, qué escalar, etc. Gracias a un diseño de niveles increíble, la posibilidad de jugar con amigos y una banda sonora bastante buena, TO THE TOP es uno de mis juegos favoritos de este año para la Realidad Virtual, y también uno de los más frenéticos cuando nos ponemos a saltar como si no hubiera un mañana.

Rush VR

Hablando de juegos frenéticos, hace poco llegó Rush VR, un juego de The Binary Mill que ya gustó mucho en dispositivos móviles de VR, y que se ha adaptado de forma fantástica a PSVR. En esencia, estamos en un juego de carreras aéreas donde saltamos por imponentes montañas con un traje aéreo. Gracias a las diferentes opciones de control y de confort, estamos ante un título bastante completo y que te hace sentir emociones fuertes desde el primer momento.

Además, el modo multijugador está bastante bien, el lobby es divertido y la inmersión es total. Sé que nunca saltaré desde un avión o desde una montaña elevada, pero pasar por debajo de un puente a toda pastilla, o cruzar una cascada para luego meterme por una gruta estrecha son solo varios de los épicos momentos que nos podemos encontrar en esta obra, perfecta para los que ya tienen sus piernas virtuales y quieren adrenalina en estado puro.

Firewall: Zero Hour

Hablando de juegos multijugador, la verdadera estrella de este año para PSVR es sin lugar a dudas Firewall: Zero Hour, o «Rainbow Six Siege para VR». Aunque pueda parecer una crítica, los chicos de First Contact Entertainment han logrado crear uno de los juegos multijugador más intensos e inmersivos del mercado, gracias a la fantástica implementación del Aim Controller. Pese a todo lo que hayamos jugado a Counter-Strike, Call of Duty o similares, no hay nada igual que Firewall.

La sensación de estar en mitad de un tiroteo es fantástica, siendo una delicia disparar a ciegas, flanquear enemigos, asomarnos por las esquinas físicamente, o incluso hacer ruido golpeando con el arma a una superficie. Todo es totalmente inmersivo y espectacular, gracias a una comunidad muy activa para jugar durante horas. Si no fuera por la absurda idea de hacer que las partidas duren una ronda, lo que hace que estemos esperando muchísimo tiempo entre partidas rápidas, o varios problemas de matchmaking, sería un claro candidato a GOTY. Aun así, con las mejoras que se han ido introduciendo, el nuevo mapa y lo divertido que resulta, Firewall: Zero Hour sigue siendo de los mejores juegos para disfrutar este año en PSVR.

Blasters of the Universe

Siguiendo con los tiros, quiero destacar el que se ha convertido en mi shooter de oleadas favorito. Porque sí, hay muchos juegos de este género en la Realidad Virtual, pero tener un shooter de oleadas que también es un Bullet Hell me parece una genialidad. Ya hay otros shooters en los que nos disparan muchos enemigos a la vez bastantes proyectiles (Space Pirate Trainer, que también llegó hace poco a PSVR), pero en Blasters of the Universe se lleva a su máxima expresión. Por tanto, de repente no solo estamos disparando, sino moviéndonos como si fuéramos un pollo sin cabeza, esquivando todo tipo de balas y proyectiles.

Al sumar la posibilidad de crear nuestras propias armas, lo que nos permite jugar de formas muy diferentes, junto a los varios niveles de dificultad, increíbles jefes finales y geniales gráficos, estamos ante un shooter que nos hace sudar de lo mucho que nos movemos, nos hará ver el mensaje de «Fuera del área de juego» más de una vez, pero sobre todo, nos lo hará pasar en grande.

Transpose

Otra de las grandes injusticias de este año en PSVR me parece la de Transpose. Esta obra del mismo estudio que Blasters of the Universe supone un cambio de registro total, para ofrecernos un título de puzzles al más puro estilo PortalTalos Principle, pero con mecánicas bastante nuevas. La gracia del título es que tendremos que interactuar con ecos temporales que grabaremos previamente, de modo que un eco lanza un cubo de una plataforma a otra para que podamos cogerlo más tarde, o que el eco active un mecanismo que mueve una plataforma para que luego podamos usarla.

La curva de dificultad está muy bien ajustada, introduciendo nuevos giros a los puzzles cada dos por tres, como cambios de gravedad, diferentes mecanismos o la necesidad de tener cada vez más clones interactuando entre sí. No exagero al decir que Transpose me reventó la cabeza a lo grande, con unos rompecabezas increíbles y que merecen ser disfrutados por todos.

Red Matter

Seguimos con los rompezabezas, pero esta vez poniendo también mucho énfasis en la narrativa. Red Matter es uno de los juegos más sorprendentes del año para la Realidad Virtual. En primer lugar, porque sus desarrolladores, Vertical Robot, son españoles, siendo uno de los pocos títulos nacionales creados para la plataforma en nuestro país. Segundo, porque lograron impresionar a los chicos de Oculus para financiar el juego, lo que ayudó a su lanzamiento en exclusiva temporal para Oculus, para luego dar el salto a HTC y muy recientemente, a PSVR.

Pese a este salto de plataformas, Red Matter impresiona muchísimo en todo. Para empezar, gráficamente es uno de los mejores títulos de PSVR, con algunas estampas que rivalizan con Farpoint y otros AAA, lo cual es increíble para un estudio independiente. Luego tenemos la ambientación, al estar dentro de una estación espacial en una Guerra Fría retro-futurista, descubriendo cada vez más sobre el lugar, la historia y el misterio que estamos investigando. Al tener unas herramientas idénticas a los Move (o a los Touch en el caso de Oculus), la inmersión es total, con que, al sumar todo esto con unos puzzles bien diseñados e interesantes, tenemos una auténtica joya que encantará a los amantes de la ciencia ficción y los puzzles por igual.

The Persistence

Siguiendo con los juegos de temática espacial, tenemos el que creo que es el mejor juego de terror de este 2018, aunque no por ello el más aterrador (The Exorcist VR: Legion sigue ocupando ese puesto por mí), pero sí el más intenso. En The Persistence tenemos que completar varios objetivos en una nave espacial, cuya arquitectura interna se reorganiza cada vez que morimos. Por tanto, estamos ante un rogue-lite, donde iremos mejorando tras cada muerte gracias a los recursos obtenidos, progresando en una historia sencilla pero atractiva, hasta completar nuestra misión… O morir por el camino, claro.

Lo que hace a The Persistence tan adictivo es que nos permite jugar de diferentes formas, ya sea con sigilo (algo esencial cuando estamos desarmados o ante enemigos poderosos), de frente, o sencillamente evitando enfrentamientos. Visualmente es una auténtica delicia, y el juego logra ponernos los pelos de punta gracias al fantástico diseño sonoro del título, con ruidos provenientes de los enemigos para darnos más de un susto antes de toparnos con el enemigo que los produce. Al perder todas las armas al morir, estamos más tensos de lo normal, ya que sabemos que cada encuentro podría ser el último. Al sumarle el gran soporte que ha dado Firesprite Games con nuevos modos interesantes y mejoras técnicas, junto a un multijugador asimétrico interesante con el móvil, The Persistence es claramente uno de los juegos más rejugables, adictivos e intensos que nos podemos encontrar en PSVR.

In Death

Los rogue-like han pegado fuerte este año, ya que desde Sólfar nos han ofrecido este increíble In Death. Sencillamente, estamos ante el juego con las mejores mecánicas y físicas de arquería para PSVR, haciendo que sea desafiante acertar con el arco, pero que sea increíblemente satisfactorio cuando por fin logramos un buen tiro a la cabeza. En este juego nos encontraremos explorando el cielo, que ha sido invadido por fuerzas demoníacas, por lo que somos el único que puede parar a Lucifer y al resto de sus seguidores.

Lo que nos espera es un título con una dificultad brutal, que nos hará morir, morir y morir otra vez hasta que nos familiaricemos con las mecánicas, los tipos de enemigos, etc. Por suerte, a medida que nos hacemos mejores, también lo hará el juego, al desbloquear más enemigos o hacerlos más poderosos, por lo que el reto está más que garantizado. Mientras que en The Persistence hay un claro objetivo narrativo, en In Death la gracia está en luchar por obtener las mejores puntuaciones, lo que lo convierte en uno de los juegos más adictivos y rejugables de toda la Realidad Virtual.

Apex Construct

No dejamos el arco, ya que ahora toca usarlo para enfrentarnos a multitud de robots en Apex Construct. Esta aventura de acción de Fast Travel Games fue de los primeros juegos que analicé de PSVR, con que le tengo cariño, además de dejarme muy asombrado desde el primer momento. Nos encontramos en un mundo futurista, donde con la ayuda de una súper IA conocida como «Padre», tendremos que descubrir por qué somos el último ser humano que queda, y acabar con la otra IA que controla al resto de máquinas que nos quiere matar, conocida como «Madre».

Para ello, tendremos que superar varios niveles explorando hasta el último rincón, enfrentándonos a multitud de robots junto a nuestro fiel arco y sus diferentes tipos de flechas, o incluso resolviendo puzzles. Entre la interesante narrativa, intensos tiroteos con las máquinas, el maravilloso mundo para explorar e increíble factura técnica, esta es una aventura de acción que logra enganchar desde el primer momento. Además, hace poco se ha añadido un modo gratuito centrado solo en la arquería (que también es excelente), por lo que habrá que estar muy atentos a lo que nos ofrecerá Fast Travel Games en el futuro, al demostrar que saben ofrecer una aventura de acción muy completa para la Realidad Virtual.

Tetris Effect

Empiezo el sub-bloque musical del artículo con Tetris Effect, un juego que no esperaba, ni por asomo, que me gustara tanto. Sin embargo, al estar Enhance Games y Mizuguchi por detrás, tenía que haberme esperado una maravilla. El estilo del estudio ya me cautivó en REZ Infinite, sobre todo en el Área X, y Tetris Effect es básicamente ofrecer esa experiencia, pero con las mecánicas del clásico Tetris de fondo. Aunque se puede jugar en plano, creo que el mayor atractivo reside en jugar en VR, donde se viven experiencias realmente mágicas.

Cuando se combina la música con la jugabilidad (alterando la velocidad de caída de las piezas en función del ritmo de la canción de turno) y con unos efectos de luces para quitarse el sombrero, se consigue una experiencia audiovisual sencillamente inolvidable. Incluso nosotros participamos en la música por los efectos sonoros de las piezas al moverlas, por lo que absolutamente todo ayuda a que tengas una experiencia musical sin igual en VR. Es una pena que la demo que sacaran fuera temporal, ya que Tetris Effect es un juego que, sencillamente, hay que vivirlo, ya que las palabras se pueden quedar hasta cortas.

Beat Saber

En cualquier lista de juegos de VR de 2018 que se precie es imposible que falte Beat Saber, seguramente el juego más popular de este año, y con razón. Desde su anuncio, la obra de Beat Games ya apuntaba maneras, al ser básicamente un «Guitar Hero con espadas láser», lo cual suena simple pero espectacular. Luego el juego salió en PC, vendiendo como churros y dejándonos mod tras mod que te dejaba con la boca abierta, ya fuera por canciones populares, openings de anime o incluso temas pensados para jugar con una espada láser doble a lo Darth Maul.

Tras muchos meses de espera, Beat Saber por fin llegó a PSVR, y aunque los mods se quedan solo en PC por el tema de los derechos y demás, el juego sigue siendo brillante. La jugabilidad es sencillamente perfecta, al sentir perfectamente los cortes a los bloques que llegan gracias a la vibración de los mandos, que también es genial al chocar los sables entre ellos o al atravesar los muros que debemos evitar. Esto, junto al perfecto mapeo de las canciones con los bloques y la fantástica selección musical, que encima se ha ampliado gratuitamente con dos canciones adicionales, hacen que Beat Saber sea todo un fenómeno y un vicio. Cada semana tengo que tirarme jugando un buen rato (hasta que estoy chorreando de sudor, básicamente), y con los packs de DLCs que van a salir en breve, tengo muy claro que el recorrido de Beat Saber no ha hecho más que empezar.

Moss

El penúltimo juego del que quiero hablar es el que tiene una de las mejores protagonistas de los últimos años: la ratoncita Quill. Moss es todo un éxito a nivel audiovisual a la hora de presentar una historia, ya que los chicos de Polyarc han sabido crear un mundo de cuento a todos los niveles. Para empezar, nosotros somos el «Lector», una especie de Dios que ayuda a la ratoncita Quill en su aventura para acabar con el mal que se ha despertado y ha secuestrado a su abuelo. El momento en el que miramos a un estanque y nos vemos reflejados es genial, pero Moss está lleno de momentos mágicos que dejan ese a la altura del betún, y ya es decir.

Uno de los puntos fuertes del juego es lo increíblemente adorable que es Quill, al tener un trabajo de animación por detrás increíble. El personaje realmente parece vivo, y hasta se comunica por lenguaje de signos. Señores de Polyarc, poned a la venta la figura de Quill que habéis repartido en varios eventos, que necesito a Quill en mi habitación a la de ya. El juego no solo brilla por su apartado técnico, sino por cómo plantea toda la acción. Antes decía que somos el «Lector», y esto lo podemos ver al funcionar cada nivel como una especie de diorama, pudiendo mover físicamente nuestra cabeza para observar mejor el escenario o descubrir varios secretos. Al mismo tiempo, la historia se narra como si fuera un cuento de aventuras, los puzzles están bastante bien y todo funciona de maravilla. Su única pega es su duración, pero Moss logra claramente su objetivo de dejar con ganas de más, haciendo que tenga unas ganas increíbles de ver con qué nos sorprende Polyarc para el Libro 2, ya que en su primer juego me han robado el corazón a lo grande.

Astro Bot: Rescue Mission

Quiero acabar esta gran lista de juegos con el que me parece no solo el mejor juego de PSVR de 2018, sino que directamente es mi GOTY de este completo año. Lo que ha hecho Japan Studio es sencillamente increíble, al trasladar una de las demos más impresionantes del gratuito The Playroom VR a todo un imprescindible. Astro Bot: Rescue Mission supone el siguiente salto evolutivo de los plataformas 3D, al trasladar todos los avances del género a la Realidad Virtual, logrando sorprender como lo hicieran en su momento Super Mario 64Crash Bandicoot entre otros.

No estoy exagerando lo más mínimo, ya que, si bien el juego puede parecer un plataformas estándar, es la unión de las mecánicas únicas de la VR con las clásicas del género lo que elevan el juego. Para empezar, no somos una cámara etérea, sino que acompañamos físicamente a Astro por el mundo, usando el Dualshock (representado también en el juego) como herramienta para ayudar al adorable protagonista (vamos Sony, una figura de Astro para ir junto a Quill sería fantástico) a superar todos los retos que nos planteará el juego. A veces, simplemente para mover a Astro, u otras para usar artilugios como ganchos, mangueras o incluso ametralladoras. El diseño del mundo tiene en cuenta que somos una presencia física, por lo que algunas zonas no las veremos bien a no ser que movamos nuestra cabeza, y hasta los secretos de los niveles nos obligarán a inspeccionar a fondo ese mundo en el que realmente estamos físicamente.

El diseño de niveles es increíble, al ofrecer una sorpresa constante tras otra, y momentos inolvidables como si fuera tal cosa. Que un juego tan cartoon y adorable sea tan inmersivo tiene mérito, ya que incluso en una misión me dio por coger aire cuando el agua me iba a tapar para seguir a Astro. Luego me di cuenta que estaba haciendo un poco el tonto, pero es esa magia que te hace olvidar que estas ante un juego, y que realmente estás en una épica aventura, lo que hace de Astro Bot: Rescue Mission algo sencillamente mágico. Todo esto sin mencionar los fantásticos jefes finales, los niveles de desafío y la increíble factura técnica, con unos gráficos y una música de altísimo nivel. Estamos ante el motivo para poseer no solo unas PSVR, sino comprobar de primera mano todo lo que la Realidad Virtual puede ofrecer al mundo de los videojuegos en el futuro.

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